Las pequeñas amenazas que te hacía Yangyang cuando te quedaban mirándolo por algunos segundos, era algo cotidiano en su día a día.

--- Aahg - bufó mientras corría su cabello hacia atrás - deja de mirarme así, nena.

Tus ojos se cerraron por algunos segundos, pestañeando y se volvieron a abrir para mirar al chico frente a tí.

Yangyang llevaba puesto un hoodie azul junto con unos skinny jeans negros y sus medias de Superman.

--- pero..me dijiste que..

--- te dije que si me miras así, te besaré. Parece que no entiendes...¿Acaso quieres que te bese?

Su cuerpo se inclinó un poco hasta que su rostro quedó alineado y frente al tuyo.

Una sonrisa burlona se dibujo en sus labios y sus ojitos se formaron en pequeñas medialunas.

--- no tengo problema alguno en besarte. Parece que es la única forma en la que entenderás lo que te digo. - su dedo índice levantaba tu mentón - ¿No es así?

Tú estabas esperando, esperando a que haga algo, pero no lo hacía y eso te desesperaba.

Y Yangyang sabía muy bien que te desesperaba.

Ambos conocían los movimientos del otro, pero esta vez, tu tomaste las riendas y te recostaste de espaldas en el sofá.

Ahora estaban alejados, tu en el sofá y el mirándote desde el apoyabrazos.

Notaste como su sonrisa comenzó a dejar ver sus dientes de a poco. Yangyang se enderezó y cruzó sus brazos por encima de su pecho mientras te miraba expectante.

--- bonitas piernas. - comentó el chico -

--- deja de mirar ahí, niñato olor a chettos.

Sus ojos se ampliaron un poco por la sorpresa junto con su boca. Parecía ofendido.

Lo confirmaste cuando puso una mano sobre su pecho con exageración.

--- cierra la boca, niñata olor a..

--- ¿A ver? ¿A qué? - lo miraste en son de burla - Yo si me baño.

--- ¡Ahg! No se vale..

--- mira como me afecta.

Te acomodaste mejor en el sofá, quedando boca abajo, pusiste tus brazos como almohada y cerraste los ojos.

--- no te duermas, tonta..

Abriste tus ojos y frunciste el ceño.

--- ¿Cómo me dijiste? - preguntaste bruscamente -

--- Amor de mí vida...- sonrió con inocencia -

--- aja, lo que digas Matías.

Al no escuchar respuesta, seguiste en lo tuyo e intentaste dormir.

Pero te preocupó, entonces volteaste y te encontraste a Yangyang con el ceño fruncido.

--- no me digas así. - contestó - tonta.

--- deja de decirme tonta, tonto.

--- entonces tu no me digas tonto, fea.

--- tu eres quien empieza, feo.

--- y tú no lo terminas, fea.

--- ya, esto es molesto, zopenco.

--- ¡No me digas zopenco, zopenca!

--- ¡No me respondas, marmota!

--- ¡Y me dices marmota! ¡tú también lo eres!

--- ¡Dejémoslo aquí, ya basta, bobo!

--- ¡Está bien, boba! - mordió un poco su labio inferior con molestia y miró hacía otro lado - odiosa..

Caminó hacia la cocina sin mirar atrás, luego de murmurar eso.

--- ¡Yah! ¿Cómo me dijiste? ¡Dímelo en la cara, Liu!

Te levantaste de tu cómodo lugar y fuiste tras él.

Yangyang estaba buscando algo en la heladera mientras tu esperabas con los brazos cruzados.

--- ¿Que? - preguntó sin interés - ¿Acaso te diste cuenta que eres una marmota?

--- me dijiste odiosa.

--- no, no lo hice. - tomó la jarra de jugo y fue en busca de un vaso - habrás escuchado mal.

--- ¡Y lo niegas!

--- ¡Porque yo no lo dije!

Te paraste frente a él, tomando el vaso de plástico en tus manos y alejándolo de él.

--- ¡Mentiroso!

--- ¡Pues cree lo que quieras!

Yangyang intentaba agarrar el vaso.

--- ¡Tú también eres odioso!

Terminó por tomarte de las caderas y acorralarte entre la mesada y su cuerpo.

--- gracias. - murmuró - muchas gracias por recordarme uno de mis mayores encantos.

--- De nada.

Ambos intentaban sonar o verse intimidantes y así siguieron por algunos minutos, hasta que Yangyang habló.

--- ¿Por qué te ves tan preciosa cuando te enojas? Ahg, me dan ganas de besarte.

--- gané.

--- ganaste. - suspiró - siempre me ganas.

Apoyó su frente en tu hombro y te abrazó, rodeando con tus brazos tu cintura.

--- aahg..me manipulas con tu belleza, eso no es justo..- dejó pequeños besos en tu cuello -

Tenías cosquillas en esa zona, pero no te dejó mover ya que sus manos sujetaron tus caderas con un poco de fuerza.

--- no pienses que dejaré que te vayas sin darme atención y besos. - subió sus labios hasta tu mandíbula y susurró aquello en tu oído antes de morder un poco tu lóbulo - ¿Podemos..?

Esperó a que respondieras.

--- está bien..- tus dedos se entreveraron en el cabello de Liu y tironeaste levemente cuando sentiste una fuerte succión en tu cuello - Yah..no dejes marcas.

--- le quitas lo divertido, nena..