Veía a mi alrededor, mi habitación por fin estaba acomodadas las maletas y guardadas en el armario, mi ropa acomodada en mi clóset, mi cama ya estaba hecha, ahora ya solo faltaba descansar un poco en lo que llegaban los familiares de mi compañero.

Me acosté y revise mi teléfono notando que tenía tres mensajes.

Uno de mi padre preguntando si todo estaba bien

Uno de mi hermana donde preguntaba si mi compañero era guapo.

Y el último se trataba de mi compañero diciéndome que en el refrigerador había comida.

Conteste cada uno de ellos a mi padre con un: "Todo bien." A mi hermana con un "No es tú tipo." Y a mí compañero con un "Gracias."

Luego deje de lado mi teléfono, puse mis manos detrás de mi cabeza pensando en lo que debería de hacer, ¿ordenar un poco la casa?, ¿Llamar a mi hermana?, ¿O llamar a Mutuo?

Hmm... La última opción parecía muy tentadora, pues es mi objetivo a seguir y proteger, aparte de que no tendré otra opción más que interactuar con él tarde o temprano.

¿Cómo debería acercarme a él? ¿Una rápida presentación?, ¿O debería presentarme a él formalmente y decirle mis verdaderas intenciones?.

No, creo que eso sería demasiado, si no mal recuerdo, él siempre ha sido nervioso y demasiado tímido además de ser un llorón.

¿Qué tal con un "hola"?. Creo que es más que suficiente.

Mi celular vuelve a vibrar y lo vuelvo a revisar, mi padre me ha mandado un mensaje y dice que debo de ver al abuelo Mutuo.

Rápidamente y emocionado me levanto de un salto de la cama.

Hace bastante tiempo que no lo veo, recuerdo que de niño siempre me la pasaba conversando con él. Me contaba sus historias de días de juventud y otras historias de terror y amor. Me enseñó a jugar todo tipo de juegos de mesa .

¡Dios!,¡Debía ir a visitarlo de inmediato!.

Así que solo tome una chaqueta, algo de dinero, mi teléfono y baje las escaleras, pero a mitad de camino se escuchó la puerta siendo abierta acompañado de un par de voces femeninas.

Me suponía que debían de tratarse de la madre y hermana de mi compañero.

Así que baje más lentamente y me asomo un poco, en seguida la madre, cuya mujer me vio y reconoció, corrió hacia a mi y me abrazo seguido de repartir besos en mi frente .

-¡Mira que grande estás!.- Dijo entusiasta mientras sostenía mis mejillas en sus manos apretándolas.

- Señorita, que gusto volver a verla .- Murmure como pude, pues ella apretaba mis mejillas con sus manos.

-Tu padre me dijo que vendrías, pero no creí que tan pronto. - Se separo de mi . - ¡Eres bienvenido, novato!. -

-Gracias. - Conteste, luego mire hacía un lado, una chica de no más 15 años me veía tímida y me acerque a ella a saludarla. - Hola mi nombre es...-

Ella corrió hacía las escaleras y me dejo con la palabra en la boca y la mano extendida, bueno, supongo que debo trabajar en ser un poco más cuidadoso con ella.

-Lo siento, Kirai sigue teniendo problemas para socializar. - 

Voltee a ver a la mujer de cabellos castaños.

-No hay problema. Se que se le dificulta, así que lo único que debo de hacer es ser cauteloso con ella. No quiero que piense que soy un fastidio para ella.- 

La mujer río un poco y paso hacía la cocina.

- ¿Y cuál es tu misión novato?. -

-Me mandaron a proteger a un viejo conocido. - Respondí y me acerque a la barra para recargarme y observar mejor a la mujer quien se ponía con tranquilidad un delantal.

-¿Un tío?-

-No. -

-¿Un primo?.-

-Tampoco.- Respondí. La señorita de ojos azules hizo  un puchero pues no adivinaba el nombre de mi objetivo.- Yugi.-

La mujer paro de dejar de hacer lo que hacía y me miraba fijamente. Supe entonces que ella sabía del tema.

-El pequeño Yugi...- Soltó en un pequeño jadeo, luego como un rayo se puso en frente de mi casi golpeando su rostro contra el mío.. -¡¿Cómo esta?!, ¡¿Esta bien?!, ¡tu reporte novato!.-

- Por ahora no lo sé. Acabo de llegar, pero según los informes de mi compañero está bien, no se han presentado anomalías. -

La mujer se aleja y respira con tranquilidad .

- Dios, ese niño, nunca me dice nada acerca de lo que está haciendo, ya ni si quiera me cuenta como va la escuela. - Ella coloca su mano en barbilla.- Desde que subió de rango él ha estado más distante. -

- Tal vez no quiere que se preocupe. Ya sabe cómo somos los jóvenes de ahora, distraídos, reservados y raros.-

Ella río un poco asintió.

- En fin, si me permite, voy a ver al abuelo, regreso en un rato. -

- Por supuesto, mándame mensaje cuando llegues allá y cuando vengas de regreso .

Asentí y a continuación me levante de mi lugar para dirigirme hacía la casa de un viejo conocido y amigo.

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*continuara....