noveno rival: Nishimura Riki
¿Qué podía diferenciar a Jake de otra persona?, cualquier cosa, se podría decir. Shim sobrepasaba cualquier límite por simple hecho de alejar a los demás de Sunoo y que este lentamente se quebrara emocionalmente.
Pero, ¿Y si hay alguien parecido a él?, no, no podía haber nadie igual a él, pues nadie tendría la moral tan arruinada para cometer esos actos ilicitos.
Nishimura Riki era un estudiante normal, cursaba segundo semestre de licenciatura en educación física, nada fuera de lo normal, tal vez, su extraña fijación por aquel chico del cual se romureaba por los pasillos de la universidad.
O bueno, eso era lo que él quería dar a entender. Si, existía un límite que solo Jake cruzaba, por otro lado, Riki solo era un chico que acosaba a Sunoo de manera sigilosa, le sacaba fotos distraído, alguna que otra vez y si tenía la oportunidad lo seguiría hasta donde fuera. Todo esto lo hacía solo por no tener el coraje de hablar con Sunoo, pero, quería mantenerse al lado de él.
Jaeyoon no era un idiota, estaba consciente de que delante de él había otro chico, Riki no podrá ser igual de discreto que él, pero conocía las intenciones verdaderas de este, y no iba a seguir permitiendo que este siguiera su tonto juego.
—Oye amigo, ya das miedo siguiendo a ese pobre chico, deberías dejarlo en paz.—Le dijo uno de sus amigos a Nishimura
—Pero... No soy capaz de acercarme a hablarle, me daría mucho miedo que no le agrade...—Riki bajó su mirada, si algo no quería era que Sunoo le dijera que parara
—Tienes todo para conquistarlo, eres alto, guapo, tus padres son reconocidos en tu país, ¿Qué más quieres?... Más bien, deberías tenerle miedo a él, muchos dicen que por su culpa están muriendo y desapareciendo muchos alumnos.—Le habló nuevamente, Riki quería ignorar aquellos rumores maliciosos
—Dime Taesan, ¿Crees qué alguien tan lindo como él puede hacerle daño a alguien?, se ve que es buena persona.—Riki señaló a su interés
—No, pero es raro, ¿No lo crees?, muchos misterios lo están rodeando a él, solo te digo, ten cuidado con él.—Taesan mostraba preocupación ingenua por su amigo
—Que él haya conocido e interactuado con las personas no significa que él sea la causa directa. Tal vez, todos fueron simples coincidencias, eso es todo.—Riki sacó su teléfono y encendió la cámara, rápidamente comenzó a sacarle algunas fotos a su amigo
—Tienes suerte de que me agradas bastante y sé que eres muy tímido al momento de hablar con otros chicos, pero créeme que si fuera alguien más, ya estaría reportando tus conductas al consejo estudiantil, tomarle fotos a alguien sin su permiso cuenta como delito.—Taesan escuchó el gruñido molesto de Riki, desde que iniciaron la carrera hasta la actualidad este no deja en paz a aquel hombre llamado Kim Sunoo
Jake se encontraba en la mesa detrás de ambos, estaba escuchando la conversación que tenían, incluso si estos hablaban lo suficientemente bajo podía escucharlos.
«Ya no puedo resistirme a matar a alguien más... Pero está vez, tengo algo mejor en mente. Ya vas a ver Nishimura Riki.» pensaba Jake mientras daba bocados a su emparedado.
Había estado pensando en una forma de eliminación, pero la repentina muerte de Jongseong, tenía un gran paquete de drogas en su casa esperando para ser usadas. Así que no desaprovecharía esa buena oportunidad.
★
Sunoo se encontraba sentado en un parque, estaba solo y veía como lentamente el sol se estaba ocultando, creando así un bello atardecer que contemplaba con cariño, era raro, pero cada vez que podía recordaba todos los lindos momentos que tuvo a lo largo de su vida con Jungwon, muchos de estos eran ver los atardeceres juntos.
Claro, extrañaba a los demás chicos que se le habían acercado, aún traía puesto el collar que Sunghoon le había regalado con tanto cariño, intentaba cuidar su alimentación como se lo prometió a Yeonjun, cada recuerdo aún vivía en su piel y en su mente. Por eso, estaba destruido internamente, ¿Por qué todos los chicos que se le acercaban con alguna intención linda terminaban muriendo por extrañas tragedias?
¿Qué se supone que debe hacer en esas situaciones?, ¿Acaso debería aislarse de todos para que nadie más salga herido?, no sabe en qué momento su vida comenzó a tornarse oscura y deprimente.
—Wonie... ¿Aún me odias?, nunca supe porque lo hiciste... Aunque sea debiste haberme contado, tal vez juntos podíamos hacer algo.—Los ojos de Sunoo comenzaron a lagrimear
Riki escuchaba todo, estaba detrás del árbol que se haya detrás de la banca donde Sunoo estaba sentado, poca gente pasaba por ahí. Quería salir y darle un abrazo lleno de amor, quería prometerle que todo iba a estar bien y que no debía temerle a nada, pero era muy cobarde como para hacer algo al respecto.
¿Es acaso Jake también un cobarde?
Tragó en secó y sacó su teléfono de uno de sus bolsillos, encendió la cámara y comenzó a tomarle fotos a Sunoo mientras sus mejillas estaban rojas por la belleza del hombre. Todo fue arruinado cuando su celular comenzó a sonar debido a que su hermana mayor lo estaba llamando.
Al escuchar la melodía, Sunoo volteó extrañado y vio a un chico intentado callar a su teléfono dándole golpes en la pantalla.
—Oh mierda, mierda, mierda... ¡Se trabó esto, tonto teléfono!—Riki comenzó a sacudir su teléfono desesperado, ignorando por completo la mirada desconcertada de Sunoo sobre él
No le quedó de otra más que contestar la llamada de su hermana, que no parecía tener un buen humor.
—¡Tonto Nishimura!, ¿Donde carajos estás?, me tienes con el corazón en la boca, llevas en la calle más de cinco horas y tus clases terminaban a las doce.—Dijo la chica en la otra línea, sonaba molesta y preocupada al mismo tiempo
—¡Ya Konon!, soy un chico grande y tengo mayoría de edad, puedo estar todo el tiempo que quiera en la calle.—Dijo con sus mejillas rojas, aún no volteaba a ver a Sunoo, quien seguía atento al chico y a la divertida conversación que estaba teniendo
—¿Ah sí?, muy mayor para estar en la calle pero cuando estás aquí en casa llegas y me dices "Konon, hermanita, ¿Me haces unos nuggets en forma de estrella y unos salchipulpos?", ten huevos y ven ya para la casa, mientras no me pidas permiso para salir, ¡NO SALES!—La chica colgó la llamada
Riki había sido enviado a Corea junto a sus dos hermanas para continuar sus estudios en aquel país, sus padres podían costearle la vida a los tres allá, pero cada uno de ellos tenía un trabajo de medio tiempo para no ser una completa carga.
—Konon es una tonta...—Dijo Riki haciendo un puchero, iba a tomarle una última foto a Sunoo
Cuando apunto su teléfono a Sunoo, se dió cuenta que este lo estaba mirando con sus mejillas rojas y una sonrisa, la cual indicaba que tenía ganas de reírse por lo que había estado escuchando.
—¡Oh Dios mío!, que vergüenza... ¡Lo siento!—Riki hizo una reverencia y se volteo para marcharse, pero fue detenido por la dulce voz de Sunoo
—Oye... Espera, ¿Qué estabas haciendo detrás de ese árbol?—Preguntó enarcando una ceja
—Oh... Bue-bueno yo... Solo me gusta sentarme ahí... Es todo.—Dijo avergonzado, sus mejillas brillaban en un notorio color carmesí
—¿Sentado en el pasto con flores que dice claramente prohibido sentarse en ese pasto?—Sunoo señaló el cartel al lado del árbol, Riki se dió cuenta que su excusa no era muy creíble
—¡SOLO IGNORAME, ¿SI?!—Dijo gritando, iba a comenzar a correr pero Sunoo alcanzó a tomar su brazo
—¿Me has estado tomando fotos, no?—Preguntó, el mundo de Riki se vino abajo cuando escuchó aquellas palabras
—N-no... Eso es aco-acoso.—Dijo nervioso, su propio celular lo delataba pues se había abierto la galería, mostrando así varias fotos de Sunoo
—¡Lo sabía!, me estabas tomando fotos.—Sunoo señaló el teléfono, lo único que hizo Nishimura fue esconder su teléfono detrás de él
—¡No es cierto!, no te estaba tomando fotos, eso es un delito.—Insistía, usaba un argumento en su propia contra
—No te preocupes por eso, sé que me has estado tomando fotos incluso en la universidad, digamos que estar dos mesas delante de la mía no es la mejor forma de disimular.—Sunoo sonrió, era tan lindo y frágil que Riki quería guardarlo en una cajita de cristal
—Lo siento... No es qu-que yo sea una acosador... Solamente...—Riki agachó su cabeza y las lágrimas comenzaron a salir
—¿Eres muy tímido para hablarme?, no te preocupes por eso, sé lo difícil que es acercarse a una persona para hablarle.—Sunoo acarició uno de los hombros de Riki, haciendo que este levantará su vista
—¿N-no me vas a denunciar ni na-nada?—La pregunta hizo que Sunoo soltará una risa, solo era un niño enamorado
—No... Pero es mejor que te mantengas a la margen de mí, han estado ocurriendo muertes por mi culpa.—La sonrisa de Sunoo se borró por completo, su rostro se volvió serio y depresivo
—¡No!, quiero decirte que no es tu culpa, son solo coincidencias que pasan y eso es todo. Sunoo, si tuvieras una maldición, ¿Crees que todos en la universidad seguirían vivos?—Preguntó, aquella pregunta llamo por completo la atención de Sunoo
—N-no, eso no tiene nada que ver, los chicos que se me acercan siempre terminan perdiendo su vida, desaparecen o pierden sus trabajos por mi culpa... Alguien tan joven y lindo como tú merecen vivir aún más tiempo.—Sunoo se volteó y comenzó a caminar
Extrañamente Riki perdió toda vergüenza en su cuerpo y abrazó por la espalda a Sunoo, dejándolo en completo shock por todo lo que estaba pasando.
Hace algún rato no recibe algún abrazo que no sea por parte de sus padres. Sus compañeros que al principio lo apoyaban y le daban ánimos por la muerte de Jungwon, ahora eran distantes y aislaban a Sunoo, pues tenían miedo de que algo malo les pidiera pasar.
El abrazo de Riki era sincero y lleno de calidez, tal vez solo quería llorar en los brazos de otra persona que no fueran sus padres, pues de seguro estos estaban cansados de repetir una y otra vez el ciclo de Sunoo llegando a su casa y comenzando a llorar.
—Y-yo no he matado a nadie... No sé por-porqué me asocian siempre con las muertes de todos.—Dijo Sunoo, sus lágrimas habían brotado de sus ojos y se deslizaban por sus mejillas
—No llores, ¿Okey?, aunque te veas lindo haciéndolo, te ves mucho mejor si no lo haces. Sunoo, deja de mortificarte por eso.—Riki dejó caer su cabeza sobre la cabellera de Sunoo, de forma disimulada olfateaba el cabello del más bajo
—Gracias por los ánimos... Pero es en serio, si algo malo te pasará a ti no podría soportarlo más tiempo.—Sunoo sorbió su nariz, aunque no conociera a ese chico le preocupaba que otra vida fuera arrebatada
—No voy a dejar que nada malo me pase, y no voy a dejar que nada malo te pase, ¿Estamos?, mira, hagamos una promesa.—Riki le enseño su meñique a Sunoo
—La promesa es, si nada malo te pasa, entonces nada malo me va a pasar, ¿Prometes que ambos nos cuidaremos mutuamente?—Dijo con una sonrisa, tal vez estaba siendo muy directo al respecto
Sunoo solo asintió y entrelazó su meñique con el de Riki, este sonrió y comenzó a dar saltitos de alegría.
—Oye, ¿No tienes que volver a casa?, escuché que tu hermana estaba muy preocupada por ti.—Dijo Sunoo limpiando sus lágrimas con las mangas de su suéter
Riki bufó molesto al recordar las palabras de Konon, quería estar más tiempo con Sunoo y justo le había comenzado a hablar.
—Ehhh, si... Pero prefiero no hacerle caso.—Dijo rascando su nuca, Sunoo soltó una risa por ello
—Vamos, te acompaño a casa, podemos decirle a tu hermana que estábamos juntos y que somos amigos, incluso si no me sé tú nombre pero tú si sabes el mío.—Dijo con una sonrisa, Riki se avergonzó por ello
—¡Oh cierto!, mi nombre es Nishimura Riki, soy japonés.—Le sonrió, Sunoo le devolvió el gesto
—Es un gusto conocerte, ven, vamos a tu casa.—Sunoo tomó el brazo de Riki y ambos comenzaron a caminar
Riki le daba indicaciones por donde debía ir, y durante todo el trayecto ambos hablaron sobre la vida del otro, claro, el japonés excluyó por completo la parte donde le tomaba fotos a escondidas y lo seguía algunas veces hasta su casa.
Durante todo esto, Jake había escuchado todo gracias al teléfono de Sunoo.
—¡MALDICIÓN!—Gritó Jake arrojando el vaso que tenía en sus manos al suelo con fuerza
Este se reventó por completo, varios vidrios salían disparados por todo el piso de la cocina, Jake había escuchado aquellas palabras de Sunoo y temía por la vida de este.
—¡Pequeño hijo de puta!, tenías que llegar a la vida de Sunoo y ahora este se amenaza a si mismo de suicidarse.—Jake parecía molesto, y realmente lo estaba
Tenía un plan en mente muy elaborado, en una semana iba a secuestrar a Nishimura Riki y le iba a inyectar varia de la droga que tenía en su casa, luego dejaría el cuerpo en algún callejón para que quedara como una sobredosis que él mismo se había provocado.
Pero ahora, tenía que cambiar su plan, quería a Sunoo mentalmen quebrado, pero no quería que esté atentará contra su vida, porque si Sunoo no estaba todo lo que hizo fue en vano, y no soportaría el hecho de que su amado ya no estuviera con vida.
Está vez uno de sus rivales había ganado, no lo eliminaría de forma sanguinaria, tal vez tuvo piedad con Jaehyun porque el tipo le agradaba, pero con Nishimura Riki pasaba todo lo contrario, la vida de este ahora hacia que la de Sunoo dependiera también.
Ya tenía una nueva estrategia para sacar a Nishimura del camino sin tener que matarlo, que lastima, pues Jake quería que la sangre de este corriera por el piso.
★
Ese día Riki y Sunoo habían quedado de almorzar juntos en el parque donde ambos se habían conocido por primera vez, ya había pasado una semana desde aquella llamada graciosa, así que Riki quiso llevarle algo a Sunoo que lo hará reír.
—¿Es necesario poner el mantel en el pasto?, ¡Si íbamos a hacer un picnic entonces hubiéramos traído más cosas!—Dijo Sunoo al ver a Nishimura extender un mantel de cuadros en el césped
—No es un picnic, es un almuerzo común y corriente, porque tampoco traemos cosas para hacer un picnic, dah.—Una vez extendido el mantel, Riki se sentó en este y sacó un gran porta de comida de su bolso
—¿Y qué vamos a comer?, veo que trajiste demasiado.—Dijo al ver el tamaño del porta, Riki solo sonrió
—Bue-bueno... Ya que nos conocimos hace una semana acá y fue de manera graciosa, entonces, quise hacer algo para que ambos recordemos ese día.—
Riki abrió el porta y Sunoo vió que dentro de este habían nuggets en forma de estrella, salchipulpos y papas fritas. Quiso reír por la comida, pero realmente se veía apetitosa.
—¡Eres todo un pillo!, ¿En serio trajiste esto para comer los dos?—Preguntó Sunoo, Riki se enrojeció por completo
—¡Si!, ahora toma, come.—Riki le entregó un cubierto a Sunoo para que pinchara la comida y la llevará a su boca
—¡También hiciste salsas!, awwww, no debías hacer mucho.—Sunoo llevó uno de los nuggets a su boca luego de sumergirlo en salsa rosada
—Me demore un poco haciendo toda la comida, mis hermanas casi piensan que era para ellas y se emocionaron mucho, cuando les dije que no era para ellas me golpearon. Pero les conté que era para alguien más y luego me dijeron que si ya tenía novio...—Riki hizo un puchero, le había contado a sus hermanas sobre la atracción que sentía hacía Sunoo
—Oh... ¡Todo está muy rico!, gracias Riki.—Dijo emocionado, aunque ignoró por completo la última parte del comentario de Riki
Novio... ¿Alguna vez había tenido uno?, se supone que a Sunoo siempre le gustaron los hombres, sus familiares y amigos eran conscientes de ellos y no les molestaba, pero nunca antes se había dedicado a conseguir un novio. O bueno, los chicos siempre terminaban huyendo de él por alguna extraña razón.
Muchas veces incluso llegó a bromear con Jungwon de que ambos eran novios, pero realmente nunca lo fueron y el solo hecho de pensar que este era su pareja no le daba buena espina, amaba a Jungwon, pero lo veía como un pequeño hermano menor que debía proteger.
Una vez terminado el almuerzo, Riki recogió todo y lo guardo en su mochila, Sunoo seguía dándole las gracias por aquel lindo gesto.
—Sigo diciendo que no debías hacer mucho.—Dijo Sunoo acariciando el cabello de Riki
—¡Claro que debía hacerlo!, bueno... No me gustaría irme pero debo hacerlo, tengo que hacer unos cuantos trabajos.—Dijo Riki con un puchero
Ambos se dieron un fuerte abrazo y cada uno comenzó a caminar por su lado. Riki iba embobado, había tenido un gran día junto al chico que le gustaba, era como si todo fuera una fantasía perfecta y no quisiera que se acabará.
Los minutos pasaron y llegó a su casa, abrió la puerta con las llaves y todo estaba en un completo silencio, era totalmente extraño, pues ninguna de sus hermanas iba a salir ese día.
—Hola... Ya llegué, ¿Chicas?, ¿Dónde están hermanitas?, ¿Acaso se escondieron por qué le dió envidia de que yo pueda tener novio y ustedes no?—Riki comenzó a caminar por toda la casa en busca de sus hermanas
Subió a las habitaciones de estas y ninguna estaba en ellas, bajó nuevamente a la cocina y no había señales de ellas por ningún lado, al asomarse por la sala tampoco logró verlas por ningún lado.
Sintió como algo se caía, fue corriendo a revisar que era y se dió cuenta que la puerta del sótano de la casa estaba abierta. Riki rodo sus ojos y puso un gesto molesto.
—No me digan, ¿El hámster de Sola se volvió a perder y lo están buscando en el sótano otra vez?, ¡Que animal tan revoltoso!, es por eso que dije que era mucha mejor opción adoptar un puma.—Riki bajó las escaleras, la luz estaba encendida y daba a entender que había gente ahí abajo
Cuando bajó por completo su rostro estaba en shock.
Sus hermanas se encontraban atadas a unas sillas, estaban amordazadas y por la expresión de ambas, estás estaban aterradas y lágrimas corrían por sus mejillas.
Ambas le intentaban decir algo a Riki, señalando incluso con sus ojos para que esté volteara.
—Mi-mierda... ¿Quién les hi-hizo esto?—Riki se acercó hacia su hermana mayor para internar desatarla
Estás no dejaban de intentar gritar, le estaban avisando a su hermano que alguien estaba detrás de este y no se daba cuenta.
—Ko-Konon, déjame ayudarte...—Y antes de que Riki pudiera hacer algo, sintió como su boca fue tapada
Miro de reojo cuando fue jalado de sus hermanas, alguien se encontraba ahí, sus hermanas intentaban gritar y se movían con brusquedad en las sillas. Sintió un piquete en su cuello y lentamente sus ojos fueron cerrándose. Le habían inyectado un calmante.
★
Sus ojos se abrían con pesadez, quiso rascarlos para mejorar su vista pero se dió cuenta que estaba atado de manos y pies en una silla al igual que sus hermanas, así mismo, también estaba amordazado para evitar que este gritara y fuera escuchado por uno de sus vecinos.
Cuando su vista se aclaró por completo, pudo visualizar a dos personas, estás traían máscaras puestas al igual que largos trajes que cubrían sus brazos, piernas y una capucha que escondía sus cabelleras. Pudo asimilar que por la contextura de aquellas personas, una era una mujer y otro era un hombre.
Estos no decían absolutamente nada, se miraban entre ellos y como si estuvieran hablando por telepatía, ambos entendían que debían hacer.
La mujer acomodó la computadora sobre una mesa al frente de los tres hermanos, usualmente usaban de esta para hacer videollamadas con sus padres para que estos vieran como se encontraban sus hijos.
Digamos que Jake está vez no pudo solo, así que llamó a Danielle para que le ayudara con los tres hermanos Nishimura y está aceptó. Durante la semana que dejó convivir a Riki con Sunoo se dió cuenta de muchas cosas acerca de este, el factor más importante era que todos los días a las ocho de la noche en Corea, sus padres los llamaban para saber cómo estaban sus hijos y como les había ido.
Había ideado un buen plan sin la necesidad de herir a alguien, o no si todos seguían bien las instrucciones. Este plan consistía en que los padres de los tres jóvenes pagarán sus boletos de vuelta a Japón, iba a amenazar a toda la familia para que estos nunca más volvieran a pisar Corea en sus vidas.
Jake sacó un cuaderno donde tenía anotado todo lo que iba a mostrar, había quedado con Danielle de usar esas ropas, máscaras y no decir absolutamente ninguna palabra para que sus voces no fueran reconocidas.
El reloj en la muñeca de la hermana menor había indicado que eran las ocho, así que rápidamente Jake fue al chat con los padres de estos y marco para una videollamada.
Está fue contestada en unos minutos.
—Hola mis ni... ¡NIÑOS!—Gritó la mujer al ver a los tres hermanos atados a sillas y amordazados, estos estaban llorando al ver la reacción de su madre
Jake abrió el cuaderno y a la cámara mostró la siguiente nota:
“Señores Nishimura, si no quieren que sus hijos vayan muriendo uno a uno van a tener que seguir nuestras instrucciones.”
—¡DEJEN YA A MIS NIÑOS, AMOR LLAMA A LA POLICÍA!—Gritó la mujer, vió al señor Nishimura tomar su teléfono
Sin alterarse, Jake dió vuelta a la hoja y mostró el siguiente escrito.
“Si llaman a la policía o graban está llamada, sus hijos morirán. ¿Nos harán caso?”
Jake bajó el cuaderno y vió como ambos adultos miraban con lágrimas en sus ojos la pantalla de la computadora.
Para asegurarse de que estos hicieran caso, Jake chasqueo sus dedos y Danielle se acercó hacia la hermana menor, jalo los cabellos de esta obligándola a llevar su cabeza hacia atrás, colocó un cuchillo en su garganta y junto a Jake, miraron la pantalla.
—¡NO LE HAGAN NADA A MIS NIÑOS!—Gritó el señor alterado
Riki y Konon comenzaron a moverse desesperados en sus sillas en buscar de desatarse, pero les era totalmente inútil, los nudos eran extremadamente fuertes y ajustados, y la soga era muy gruesa como para romper de esta.
“Si no quieren que la menor sea la primera van a tener que leer con atención todo lo que se les muestre, si comenten algo mal, díganle adiós a su hija.”
Jake bajó nuevamente el cuaderno, vió a la pareja llorar abrazados por no poder hacer nada por sus hijos.
—¿Qu-qué quieren?, ¿Dinero?—Dijo el hombre mayor, este tenía abrazada a su esposa que no dejaba de llorar en su pecho
“No queremos dinero, solo queremos a sus hijos fuera de aquí.”
—Pe-pero... ¿Qu-qué les hemos hecho?—Preguntó el hombre, la mujer estaba totalmente devastada como para hablar, le dolía ver a sus hijos en esa situación
“Su hijo se metió en territorios ajenos, eso es todo, si quieren que sus tres bebés vuelvan con vida a Japón tendrán que comprar ya mismo sus pasajes de avión, si de aquí a las doce de la noche no solucionan nada, entonces lo que recibirán en la puerta de su hogar será la cabeza de los tres.”
Jake miraba con gusto la expresión horrorizada del hombre, la mujer solo chillaba y no dejaban de llorar, miraba de reojo la escena y gritaba del miedo de solo imaginar a sus tres pequeños muertos.
—Ellos tie-tienen su vida allá... N-no podemos traerlos nue-nuevamente para...—Fue interrumpido por un chasquido de dedos
Danielle con la punta del cuchillo comenzó a enterrarla lentamente en el cuello de la muchacha, está comenzó a retorcerse del dolor mientras intentaba gritar, los dos hermanos mayores comenzaron a moverse ansiosos en su silla tratando de liberarse para ayudar a su hermana menor. No era un corte profundo como para matarla, pero si para lastimarla.
—¡BASTA, NO LE HAGAN DAÑO A MI PRINCESA!, LO HAREMOS POR FAVOR PERO BASTA...—Las lágrimas del hombre corrían desesperadas por sus mejillas al ver el dolor de su hija
Danielle dejo de clavar el cuchillo y volvió nuevamente a colocarlo en la garganta de la muchacha, el corazón de esta latía acelerado y veía como trataba de respirar agitada.
—Compraremos los tickets... Solo será ir al aeropuerto y reclamarlos... No se preocupen niños, todo va a estar bien.—El hombre buscó en internet la aerolínea
En unos cuantos minutos pagó los tres tickets de regreso a Japón de sus hijos.
“Muy bien, envíeme al chat de esta llamada el enlace de los tickets para asegurarnos de que sus hijos volverán a casa.”
El enlace llegó en pocos minutos, Jake abrió de este y vio que habían tres boletos comprados para esa misma noche, su vuelo saldría en dos horas así que empacarian sus cosas.
“Buen trabajo, colgaremos la llamada, no sé preocupen, sus hijos llegarán bien a casa, en caso de que nos demos cuenta que la policía está detrás de nosotros, perseguiremos a sus hijos hasta donde sea que se escondan y los mataremos.”
—¡NO POR FAVOR!, DÉJENOS VER A NUESTROS NIÑOS PARA ASEGURARNOS DE QUE IRÁN A SALVO.—Gritó la señora Nishimura
“No lo permitiremos, recuerden, si en dos horas escuchamos a la policía, sus hijos no volverán con vida a casa. Luego de esto, todo quedará olvidado. Pero si se atreven a hacer una denuncia, estaremos pisandoles los talones a todos ustedes.”
Jake colgó la llamada antes de que la pareja pudieran hacer algo al respecto.
Ambos subieron a las habitaciones de los Nishimura y comenzaron a empacar maletas por ellos, no les importaba que echaban, con tal de que estos no estuvieran para mañana todo estaría bien.
Una vez listas las maletas, fueron y las dejaron dentro de la camioneta que tenían parqueada en la casa. Cuando bajaron por los tres hermanos se aseguraron de que estos no pudieran escapar.
Entre los dos fueron uno a uno desatandolos, pero nuevamente amarraron las manos de estos para evitar que se pasaran de listos.
—Subanse a la camioneta, una vez lleguemos al aeropuerto ustedes podrán irse en paz.—Dijo Jake cambiando un poco su tono de voz
Sacó una pistola y amenazó a los hermanos, estos fueron subiéndose uno a uno en la camioneta, Danielle se subió junto a ellos atrás mientras que Jake sería quien conduciría.
En las piernas de Riki se encontraba el pequeño hámster de su hermana, al menos los dejarían llevarse a su mascota.
Durante el trayecto al aeropuerto, Danielle se encargó de limpiar la herida de la hermana menor y cubrirla con una bandita para no evitar sospechas.
Y una vez llegado al aeropuerto, Jake parqueo en una zona oscura dónde nadie podría verlos.
Danielle desató primero a la menor, quitó la mordaza de su boca y le entrego su maleta, está bajó y espero a sus hermanos. La segunda fue la mayor de los tres, le hicieron lo mismo y se bajo, rápidamente abrazo a su hermana menor quien comenzó a llorar asustada.
Y por último fue Riki, Jake bajó de la camioneta y se hizo al lado de las dos muchachas, estás se abrazaron por miedo.
—Si se intentan hacer los chistosos les volamos la cabeza, vayan al aeropuerto, dejen sus maletas y esperen su vuelo, si se atreven a hablar con alguien no solo iremos por ustedes, también por sus padres.—Dijo Danielle, cerrando la puerta de la camioneta
—Vamos, caminen.—Jake apunto con la pistola, los tres hermanos asustados comenzaron a caminar hacia el lugar mientras se alejaban del duo criminal
Una vez vieron que estos entraron al aeropuerto sin causar alguna sospecha, Danielle y Jake suspiraron, quitaron sus máscaras y tunicas y subieron a la parte delantera del vehículo.
—No puedo creer que todo esto haya salido bien, pensé que esos tres maricas se iban a defender o algo cuando los desate.—Dijo Danielle en tono burlón
—Menos mal todo salió a la perfección. Espero que esos Nishimura no se aparezcan otra vez por acá.—Jake sacó su teléfono para revisar la hora
—Tenemos que esperar a que salga su avión, luego de eso iré rápido al aeropuerto para asegurar de que si se fueron.—Dijo Danielle emocionada, ni siquiera ella había hecho algo así de grande
—Está bien, esperemos entonces.—Jake fue al block de notas de su teléfono
Una vez dentro de este, tachó el nombre de Riki, y a su lado escribió su característico, rival eliminado.
Una sonrisa se esbozó en su rostro, solo quedaba un rival, pero aún así, este era mucho más peligroso de lo que podía creer.
—Nos veremos pronto, Lee Heeseung.—
★
HASTA EL MOMENTO ESTE ES EL CAPÍTULO MÁS LARGO, LLEGANDO A LAS 4910 PALABRAS.
Así es, el último rival está cerca y por ende, el final, pero recuerden que se irán subiendo más finales alternativos :]
Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.
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