décimo rival: Lee Heeseung
El estatus, la elegancia, la perfección y demás cualidades eran lo que portaba Lee Heeseung todos los días.
Desde que entro a estudiar en aquella universidad, se posicionó rápidamente como el presidente del consejo estudiantil, siendo la cara de todos los alumnos sin importar en que carrera se encontrarán.
Heeseung es hijo de una importante ministra y el actual jefe de la policía surcoreana. Un hombre así de importante era quien debería dirigir a los demás.
Muchos decían que su puesto había sido gracias a las importantes conexiones que tenía. Pero, Heeseung se reía siempre de aquellas suposiciones, pues desde el momento en que nació supo que su labor era mandar, ser el líder y dar la cara por los demás. Desde pequeño sus padres lo criaron con firmeza, aprender a tener carácter y saber posicionar a los demás por debajo de él. Su título era el de un rey, mientras que los demás eran sus sirvientes.
Algunos le tenían miedo, su carácter dominante, controlador y serio lo hacían lucir como una persona a la cual, nadie quería acercarse. Otros sentirían una gran atracción por este, dejando de lado su perfecto rostro y cuerpo, estaba envuelto en constantes misterios, tal vez eso generaba morbo en aquellas personas que lo miraban con deseo.
Nunca estuvo interesado en relacionarse con los demás, a no ser claro, con algún motivo propio. Heeseung es un tipo bastante duro y complicado, si no cumples con sus requisitos o lo que busca, entonces nunca lo tendrás cerca.
Caminaba por los pasillos de la universidad, lo único que lo diferencia de los demás estudiantes es aquella bandana roja atada a su brazo, al igual que los demás miembros del conejos estudiantil, esto con el fin de que fueran reconocidos en caso de alguna emergencia y deban buscar ayuda de algún maestro o algún miembro del consejo.
Había que colocar las cartas sobre la mesa. Todas las extrañas muertes y desapariciones de alumnos estaban manchando en su totalidad la imagen de la universidad, era muy claro que detrás de todo esto había alguien, una mente perversa en busca de algo y no descansará hasta conseguirlo.
Lee hizo su propia investigación en privado, al tener constante contacto con la policía desde que tiene memoria, siempre se sintió atraído por esta área, así que no era de sorprenderse que pudiera hacer una investigación personal. La cual, indicaba que el objetivo del asesino era Kim Sunoo.
Kim Sunoo, un nombre reconocido para Heeseung. Nunca antes sintió la necesidad de emparejarse románticamente con alguna mujer o algún hombre, si, trataba de satisfacer sus deseos carnales yendo a cualquier club a los que frecuentaba, pero Sunoo era alguien que llamó su atención desde mucho antes del primer involucrado en el caso.
Alguna vez quiso acercarse a él, pero siempre había esa pequeña piedra en el camino llamada Yang Jungwon, así que, poco a poco comenzó a perder el interés en él. Todo hasta el suicidio de Yang y todo lo que vino después de eso.
Digamos, aún no sentía la necesidad de emparejarse románticamente, pero Sunoo era perfecto, un chico con el que amaría jugar varias horas hasta dejarlo al borde del colapso.
Entró a aquel salón vacío, había estado siguiendo a Sunoo sin que esté se diera cuenta. Después de la desaparición del último chico con el que hablo, Nishimura Riki, Sunoo se había aislado por completo de los demás, se escondía, no le dirigía la palabra a nadie e incluso actuaba de forma paranoica, muchos alumnos empezaron a decir que Kim era el responsable directo de las muertes, pero esto no era para nada verdad.
—¿Te estás aislando en este lugar?, no me hagas reír, pareces una rata, y yo detesto las ratas.—Dijo Heeseung mirando a Sunoo, este levantó la vista y el miedo recorrió su cuerpo
Tampoco es que Sunoo fuera alguien tonto, conocía los rumores y misterios que rodeaban a Heeseung, y más que sentir alguna atracción como lo hacían algunos de sus compañeros, sentía un total miedo hacia él.
—Y-yo...—Intentó hablar, pero este se dió media vuelta y comenzó a caminar
—Te espero en el salón del consejo estudiantil, si no vienes, tendré que traerte a patadas.—
—Pe-pero tengo clase de-dentro de poco...—
—¿Eso me importa?, solo aparece allá, es más, vamos.—Heeseung se detuvo, Sunoo se levantó rápidamente y caminó al lado del mayor
Este tenía puesta una capucha que escondía la mayor parte de su rostro, caminar al lado de Heeseung solo hacia que los estudiantes crearán más y más rumores al respecto. Cada vez su situación mental estaba empeorando, sentía como todos se burlaban de él, como lo juzgaban sin saber nada.
Al llegar al aula del consejo, tomó asiento al frente del gran escritorio que tenía por nombre el de Lee Heeseung en él. El mayor aclaró un poco su garganta y sacó una bolsa de debajo del escritorio, vacío el contenido de esta delante de Sunoo y sobre el escrito.
—Al parecer, algunos estudiantes en las horas de la madrugada vinieron a la universidad y quisieron vandalizar las instalaciones con esos carteles.—El presidente se cruzó de brazos, Sunoo con miedo tomó una de esas hojas
Al leer el mensaje en ella, sus ojos se abrieron en shock, una de sus manos fue a su boca para callar su grito y las lágrimas amenazaban con salir y deslizarse por sus rojas mejillas.
“Kim Sunoo asesino”
Aquella frase cayó sobre él, era un peso tan fuerte que sentía que el aire en cualquier momento abandonaría su cuerpo.
Las lágrimas hicieron acto de presencia, Sunoo soltó aquella hoja con terror y tomó otra, el mensaje no era el mismo, pero si era en su contra.
“Kim Sunoo debería estar tras las rejas”
“Mientras hay familias allá afuera llorando, Kim Sunoo viene como si nada estuviera pasando, ¡Cínico!”
“¡ASESINO, YA SABEMOS QUE ERES TÚ!”
“Primero Yang Jungwon, luego Choi Yeonjun, Hwang Hyunjin, Park Sunghoon, Lee Hoseok y ahora Park Jongseong, ¡Largo de aquí, asesino!”
“Vamos, hazlo Kim Sunoo, arrojate por la azotea”
Uno, y otro, y otro, tras otro, todos eran mensajes de odio en su contra, Sunoo apretaba con fuerza su cabeza y alguna que otra vez arrancaba alguno de sus cabellos. Heeseung miraba cada movimiento de Sunoo, el chico estaba tan destruido que sintió lastima por él.
—Los miembros del consejo estudiantil junto con varios docentes quitamos estos carteles de odio en tu contra antes de que las clases iniciaran con normalidad.—Dijo Heeseung, arrugando varias de las hojas y volviendo a arrojarlas a la bolsa donde previamente habían estado
—¡YO NO SOY UN ASESINO!, NO SOY UN ASESINO, NO SOY UN ASESINO.—Gritó desesperado, golpeaba una y otra vez su cabeza
Heeseung se acercó rápidamente al chico, tomó sus manos y evito que este siguiera haciéndose daño.
—Lo sé, no eres ningún asesino, nunca se ha hecho la investigación correcta y lo único que están sacando los demás son conclusiones apresuradas, están desesperados por encontrar a quien culpar.—Heeseung apretaba con fuerza las muñecas de Sunoo
—No soy un asesino...—Sunoo lo miraba con lágrimas corriendo por sus mejillas, su rostro era una combinación entre la palidez y el rojo carmín
Verlo así, vulnerable, frágil y destruido no solo le causaba lastima, estaba totalmente excitado, verlo sufrir de esa manera le fascinaba.
Heeseung, no siempre conocemos la verdadera identidad de los demás.
—Deja de decir eso, ¡No eres ningún asesino!, nadie en la facultad ni en el consejo estudiantil lo creen, los alumnos solo están sacando sus teorías, tendremos que hacer una junta obligatoria para aclarar estos temas.—
Cuando Sunoo estuvo más calmado, Heeseung soltó sus manos y lo dejo libre, pero aún así, no sabía que debía hacer. De seguro si volvía a caminar por los pasillos lo verían con un fenómeno. De seguros sus compañeros le harían comentarios hirientes y no faltaría una que otra persona acercándose para insultarlo.
—Imaginó que no querrás salir allá afuera, está bien, quedate aquí adentro, estarás más seguro. Tengo una clase de dos horas en unos minutos, volveré por ti y te llevaré a tu casa.—Heeseung camino hasta la puerta del salón
—N-nl quiero estar solo...—Sunoo miró a Heeseung, sus ojos pedían a gritos la compañía del mayor en ese momento
—Lo siento, vas a tener que estar solo por un rato, sé fuerte, vas a necesitar tener mucho valor para enfrentar tu realidad, si no quieres quedar como un sospechoso, entonces no tengas la actitud de uno.—Lee cerró la puerta detrás de él
Sunoo se quedó sentado en aquella silla, mirando hacia el gran ventanal que tenía el salón. Habían pasado tantas cosas en un solo año que aún no podía asimilar nada a su alrededor.
Cada vez su salud mental estaba más deteriorada, en casa solo lloraba una y otra vez en los brazos de su madre hasta caer dormido. Ninguno de sus padres quería que Sunoo saliera de casa por su bien, pero este mentía y terminaba diciendo que todo estaría bien al día siguiente.
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—¡HIJOS DE PUTA, TODOS SON UNOS HIJOS DE PUTA!—Jake arrojó la pantalla de su computadora hacía una pared de su habitación
Había escuchado toda la conversación de Heeseung con Sunoo, su pequeño, su chico estaba mal, y todo era culpa de los demás. Tenía que actuar rápido, pero primero, debía sacar a Lee Heeseung de la ecuación.
Jake conoce muy bien a este tipo, siempre queriendo llevar una vida perfecta, y aunque la tiene, sabe que su perfección siempre debe estar manchada. Y muy bien que tenía guardados varios secretos.
Heeseung es un hombre totalmente fetichista, solía frecuentar clubs de sexo masoquista e incluso, llegó a ver muchas veces como trataba a sus esclavos sexuales. Los quemaba, los humillaba, los trataba mal y dejaba que varias personas se unieran a estos actos perversos con el fin de su autosatisfacción.
Tenía miedo de que Sunoo cayera en las manos de ese hombre. Pero, no había mucha diferencia entre sus actos y los de Lee, ¿Acaso eso los hacía iguales?
Estaba harto de tener que lidiar con los demás solo por conseguir el amor de Sunoo, pero a su vez, quería que este estuviera lo suficientemente mal para aprovechar eso, con tan solo unas cuantas muestras de afecto este caería rápido a sus pies y muchas veces le quedó claro que todo funcionaba a la perfección.
—Malditos, todos son unos hijos de perra...—Los ojos de Jake comenzaron a lagrimear, no quería que su amado atentará con su vida
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Las clases de Heeseung habían terminado, este dijo que se ausentaría de la junta del consejo estudiantil de ese día para acompañar a Sunoo a su hogar.
Caminaban por el estacionamiento hasta llegar a una zona del parqueadero exclusiva de los docentes y miembros del consejo. Sunoo quedó impresionado por el auto del mayor, era uno de marca.
—Vamos, dime dónde vives y con gusto te llevaré a tu casa.—Heeseung abrió la puerta del copiloto, Sunoo se subió en esta y un rato después, Lee se subió al asiento del conductor
—Bueno... No hace falta que me lleves, vivo a tan solo unas cuadras de aquí.—Dijo con su cabeza agachada, Heeseung la levanto con la yema de su dedo índice
—Cuando yo pido, obedece, ¿Donde vives?—La expresión de Lee era sería, tenía un aire de dominancia que hacía que Sunoo se volviera sumiso totalmente
—Solo sigue derecho hasta el supermercado UKN, das vuelta hacia la derecha y ahí se encuentra mi casa.—Sunoo pudo ver como Heeseung sonreía satisfecho
Una vez termino de hablar, Heeseung puso en marcha el auto, y en unos cuantos minutos estuvo en el primer semáforo el cual veía cuando iba caminando hacia su casa.
No hubieron palabras algunas en el camino, Heeseung parecía no querer decirle nada y Sunoo no quería crear una conversación, pues si decía algo que a Lee no le gustará, de seguro estaría mucho más acabado de lo que ya está.
En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba en la calle que había al frente de su casa.
—Mira, es aquella casa casa blanca de rejas negras.—Sunoo señaló la vivienda, Heeseung parqueo delante de esta
—Muchas gracias, presidente Lee, estoy en deuda con usted.—Sunoo tomó la manija de la puerta del vehículo, pero fue detenido por la mano de Heeseung
Este había tomado su brazo, Sunoo miraba con confusión aquel contacto tan repentino, en los ojos de Heeseung parecía que habían palabras atoradas en su garganta.
—¿Pasa algo, presidente Lee?—Habló con confusión, Heeseung afirmó con su cabeza
—Si, necesito que vengas a mi casa mañana, por tu bien no vengas a la universidad mañana, yo personalmente me encargaré de ausentarte con los docentes de tus clases de mañana.—Heeseung soltó el brazo de Sunoo, este abrió sus ojos sorprendido
—¿A s-su ca-casa?, no conozco la dirección de esta.—Sunoo habló con vergüenza
A diferencia de los demás, sentía que su alejaba a Lee de su lado este si o si se mantendría ahí, por eso, no quería hablar con él sobre su extraña y horrible maldición, cualquier chico que estuviera a su lado estaba condenado a alguna tragedia.
—No te preocupes por eso, tengo tu número, así que podría pasarte mi dirección en cualquier momento en la noche de hoy o mañana en la mañana.—Heeseung tomó nuevamente el volante, Sunoo entendió y se bajo del vehículo
Antes de que arrancará, Heeseung bajo la ventana de su lujoso auto y llamó nuevamente la atención de Sunoo, quien volteo ante el llamado del mayor.
—Oye Sunoo... No espero un no como respuesta, si o si te quiero mañana en mi hogar, y si no vas, entonces vendré yo.—Dijo, arrancó el vehículo y en un par de segundos desapareció del campo de vista de Kim
Sunoo entró a su casa. Rápidamente fue recibido por sus padres y su hermano menor, quienes se aseguraban siempre que llegara bien a casa. Eran conscientes del estado mental de él, pero de nada servía enviarlo nuevamente al psicólogo o tratarlo con medicamentos.
—Sun... ¿Ese auto de lujo de quién era?, nunca antes lo había visto por aquí.—Preguntó su hermano acompañando a Sunoo hacia su habitación
—Oh... Bueno, ese es el auto del presidente Lee Heeseung, del consejo estudiantil de mi universidad, pasaron muchas cosas horribles hoy y él me trajo hasta aquí.—Sunoo dejó su mochila sobre un escritorio, se recostó en su cama y miro hacia el techo
—Tiene un auto muy bueno, ¿Acaso él?...—Preguntó con curiosidad
—Si, su familia es adinerada, supongo que sus lujos son muy buenos.—Dijo sin despegar la mirada del techo, quería cerrar sus ojos y nunca más despertar, quería que todo lo que pasara solo fuera un mal chiste
Su hermano no dijo nada más, al ver que Sunoo deseaba estar solo solo se cerró la puerta de la habitación de este y se marchó.
«¿La casa del presidente Lee?, debe ser mucho más grande que la mía.» pensó mientras seguía recostado, su mirada solo estaba fija en algún punto específico del techo.
«Claro que lo debe ser, su madre es una mujer importante y ni hablar de su padre, tal vez si mi vida fuera la de él, no estaría involucrado en tantas cosas malas.» Sunoo abrazó su cuerpo, se volteo e hizo posición fetal.
«Debo descansar un poco, hoy fue un día abrumador, desearía que los demás supieran que es lo que está pasando conmigo.» cerró sus ojos y se dejó llevar por la pesadez del sueño, llevaba días sin poder dormir adecuadamente.
Pudo dormir por cuatro horas, hasta que su madre interrumpió en su habitación, acabando con aquella paz y tranquilidad por la que luchaba constantemente.
—Sunoo, cariño, ya está la cena servida, ¿Deseas bajar a comer con nosotros o quieres comer solo en tu habitación?, o dime si no quieres comer y guardaré tu comida para cuando te sientas listo.—Dijo la madre al ver a su hijo somnoliento, este rascaba sus ojos y los pequeños rayos de luz que se colaban por detrás de la mujer no le dejaban ver con claridad
—Bajo en un momento, mamá.—Habló, estaba totalmente cansado de todo
Su madre aceptó y cerró la puerta detrás de ella. Sunoo se levantó y se colocó su pijama, estaba exhausto, ni siquiera le apetecía tomar alguna ducha.
Al bajar vió a su familia hablar animadamente, desde hace algún tiempo incluso Sunoo se había aislado de ellos y prefería comer solo en su habitación o cuando nadie estaba en el comedor, era muy lindo tenerlo nuevamente ahí con ellos.
Durante la cena hablaron de cosas para animar a Sunoo, contándole que dentro de poco harían un viaje a las playas para que los ánimos del muchacho subieran. La conversación había tomado varios rumbos, hasta que Sunoo comentó algo que nadie esperaría.
—Voy a dejar la universidad...—Este comentario hizo que sus padres se mirarán preocupados
—Está bien cariño, entendemos tu decisión y la respetamos, ¿Pero hay algún otro motivo específico que te haya llevado a tomar esa decisión?—Preguntó su padre con curiosidad, los problemas de Sunoo habían comenzado y empeorado en aquel lugar
—Solo... Ya no soy bien recibido en ese lugar, muchos estudiantes me odian, y estoy seguro de que si sigo ahí más tiempo no tardarían en llegar amenazas o golpes por parte de los demás.—Sunoo revolvía la sopa que tenía servida, había tomado varios sorbos de esta pero al decir eso, su apetito había disminuido
—Esto es el colmo, es justo que te salgas de ahí, pero deberíamos hablar con la policía al respecto, debe ser algo muy grave como para que varias personas quieran atentar contra mi pequeño.—Habló la señora Kim, está mostraba preocupación y enojo por las palabras de su hijo
—N-no es necesario, de seguro me odiaran aún más y no solo eso, el acoso podría llevarse incluso fuera de la universidad.—Dijo Sunoo mirando preocupado a sus padres
—Es justo que hagamos eso, pequeño, ningún ser humano merece ser acosado por cosas que no se le atribuyen. No creas que no han llegado a nuestros oidos los rumores que se dicen en tu universidad, queríamos que tú hablaras con nosotros pero ya que tocaste el tema, nosotros como tus padres, debemos actuar.—El señor Kim dejo caer su mano con fuerza en la mesa, le daría incluso una paliza a quien se atreviera a tocarle un solo cabello a alguno de sus dos hijos
—Bueno... En mi universidad estudia el hijo del jefe de policía, Lee Heeseung... Él me pidió reunirnos mañana en su hogar.—La mirada de Sunoo bajo a sus muslos, apretaba con fuerza el pantalón de pijama y sus mejillas estaban rojas
—¡Entonces es una buena oportunidad!, deberías hablar con el padre de ese muchacho si se encuentra en su casa. Por esta vez dejaremos que hables en privado con él, más adelante queremos reunirnos con el padre del joven Lee.—Habló nuevamente su padre, Sunoo asintió con aún con sus mejillas rojas
La cena familiar concluyó con un delicioso postre y muchas más charlas que hacían con el fin de entretener a Sunoo y distraerlo solo por esa vez, de todos los problemas que este cargaba encima.
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Tragó en secó y procedió a tocar el comunicador que había al lado de la gran puerta de rejas. No podía creer lo preciosa que era la casa de Lee, mucho más grande que la suya, aunque era de esperarse.
—¿Bue-buenas tardes?, ¿Se encuentra el presidente Lee Heeseung?—Preguntó con nerviosismo por el altavoz
—¿Desea algo con el joven Lee?, ¿Es algún amigo de este?—Escuchó la voz de un hombre
—No lo sé... Solo me dijo que viniera a esta hora a su casa.—Se había comenzado a preocupar, ¿Qué tal si todo era una broma de Heeseung?
—Okey, tengo entendido que el joven Lee espera a un tal Kim Sunoo, ¿Es usted?—
—Si... Soy yo.—Sunoo pudo ver como la puerta comenzaba a abrirse
Al estar totalmente abierta, ingreso dentro de esta y caminó por una pequeña vereda, rodeada de arbustos con bellas flores y bancas para tomar un descanso. Una que otra vez pudo visualizar alguna pequeña estatua que terminaba siendo una fuente.
Al llegar a la gran puerta de la mansión, Sunoo apretó uno de sus puños y tocó de esta, pronto escuchó a alguien caminar hasta esta y abrirla.
Ahí al frente de él se encontraba Lee Heeseung, incluso estando en su casa, este vestía prendas elegantes, su cabello rojizo estaba peinado hacia atrás y tenía puesto unos lentes que lo hacían ver aún más respetable. Su apariencia era digna de un importante CEO.
—Me alegro que hayas venido, me vesti así por si era yo quien debía ir a tu casa.—Heeseung se hizo a un lado, Sunoo se adentro y miro asombrado el interior de la mansión
—¿Te gusta?, podrás ver todo lo que quieras más adelante, por el momento, sígueme.—Heeseung cerró la puerta y comenzó a caminar, Sunoo lo seguía contemplando los alrededores
Al parar, llegaron a la sala, un gran televisor se encontraba encima de la chimenea, al rededor se encontraban varios sofás y sillas que combinaban entre si. En medio de todo se encontraba una pequeña mesita de cristal, sobre ella habían copas de vino y una de estas bebidas.
—¿Gustas un poco de vino?, este fue traído de Francia por mi madre en uno de sus múltiples viajes.—Heeseung tomó asiento en el sofá y estiró un poco su cuerpo, quitó el corcho de la botella y sirvió de la bebida en una de las copas
—Bue-bueno.—Nunca antes había bebido vino, tal vez algún otro tipo de alcohol si, pero nunca un vino puro
Heeseung sirvió la bebida en la otra copa, una vez hizo esto, Sunoo tomó asiento a su lado y con una de sus manos agarró la copa. Comenzó a beber de este y había quedado encantado con el sabor de este.
—¿Te gustó el vino?, puedes beber todo lo que quieras.—Dijo con una sonrisa amable, Sunoo asintió
—De seguro te debes estar preguntando, ¿Dónde estarán todos los empleados por qué es imposible que los Lee vivan sin estos?, decidí darles el día libre. Mi madre se encuentra en el extranjero por unos tratados y mi padre está en la estación central.—Heeseung bebia sin ningún problema, su paladar estaba acostumbrado al sabor
—Entiendo... ¿Para qué querías que viniera a tu casa, presidente Lee?—Sunoo miró con curiosidad a Heeseung
Este soltó una sonrisa ronca, acomodó sus lentes y se incorporó un poco, Sunoo estaba confundido pues no había recibido respuesta alguna.
—Si quieres que te cuente todo, entonces debes hacer lo que yo te diga.—Lee echo un poco su cuerpo hacia atrás, palmeo sus muslos mientras veía a Sunoo con una sonrisa
—Ven cariño, siéntate en las piernas de papi Lee.—El ambiente había cambiado por completo, Sunoo apretó sus manos en forma de puño y el calor inundó su cuerpo, llegando a sus mejillas
Sunoo pensó mucho en las palabras que había escuchado, no quiso hacerlo, le daba miedo el cambio de actitud de Heeseung, pero quería desesperadamente ayuda, así que lo dejaría pasar y haría caso omiso a lo que Lee le dijera.
Tomó asiento en las piernas de este, su espalda daba contra el rostro de Lee, extrañamente este hundió su rostro en esta área, olfateando el dulce aroma de Sunoo.
—Eso me gusta, eres muy obediente. A mí me encantan los chicos obedientes, y me gusta mucho más destruirlos.—Heeseung acariciaba el vientre de Sunoo, este estaba sonrojado por las caricias y palabras de Lee
—Y-yo... So-solo quiero q-que-que me diga, ¿Para qu-qué estoy acá?—Sunoo sentía la vergüenza correr por su cuerpo, pero esos toques de Lee se sentían como una maravilla sobre él
—Shhhhh, no digas nada sin que yo te lo pida, a partir de este momento, me dirás papi Lee, yo te responderé cuando yo quiera y tú solo te dedicaras a complacerme.—
Las manos de Heeseung bajaron hacía el bulto de Sunoo, acarició de este sobre los pantalones del más bajito.
—Agh~... Presidente Lee n-no debería.—Soltó un grito agudo cuando Heeseung apretó con fuerza su entrepierna
—Papi... Recuérdalo bien.—Le dijo mientras volvió a sobar el bulto
Sunoo no podía evitar gemir ante los toques de Heeseung, todo lo hacía tan bien. La mano restante de Lee levantó la camisa del menor, dejando expuestos sus dos pezones rosados, necesitados de atención.
—Brazo detrás de mi cabeza, ahora.—Heeseung palmeo uno de los muslos de Kim, este llevó su brazo detrás de la cabeza del dominante
Heeseung aprovechó la posición en la que se encontraban, le daba más accesibilidad a devorar el pezón de Sunoo, que no dudo en llevarlo a su boca y succionar de este. Mordida, jalaba con sus dientes, besaba y lamía de este, todo con una sonrisa en su rostro mientras su otra mano empezó a masturbar el miembro ya despierto de Sunoo.
—¿Te gusta, tesoro?, si, eres tan bueno para papi.—Heeseung volvió a su labor de succionar el pezón de Sunoo
—Agh-~ ummmm~ pa-papi...—Dijo con vergüenza, Heeseung sonrió por la facilidad en la que Sunoo caía
Metió sus dos manos dentro del pantalón de Sunoo, su ropa interior estaba húmeda debido al líquido pre-seminal que brotaba del miembro, una de sus manos seguía en aquel delicioso vaivén, mientras que la otra comenzó a jugar con la entrada de Sunoo, acariciando de esta y y simulando embestidas con sus dedos, aunque sin introducirlos en el orificio.
—Me muero de ganas por probarte tesoro, ¿Te gustaría montar la cara de papi algún día?—Heeseung miraba hacia arriba, la saliva de Sunoo escurría por la comisura de sus labios y ponía sus ojos en blanco
Sunoo nunca antes había estado en aquella situación, tal vez Jungwon alguna vez le ofreció masturbarse juntos, pero nada comparado a ello.
—Umj~ s-si...—Sunoo estaba totalmente dejado por el placer, el trato que estaba recibiendo por parte de Heeseung lo estaba volviendo loco
Unas simulaciones de embestidas más en su ano junto a la constante atención en su falo hicieron llegar a Sunoo al orgasmo dentro de sus pantalones, manchando su ropa interior y las manos de Heeseung.
—Wow, te corriste más rápido de lo que tenía planeado. Fuiste un buen chico, papi te dará una recompensa más adelante.—Heeseung tomó unos pañuelos que habían sobre la mesa, no los había notado
Limpio sus manos y volvió a meter estás en el pantalón de Sunoo, está vez con el fin de limpiar el desastre que había causado.
Una vez limpio, Heeseung dejó caer a Sunoo sobre el sofá. Este había tenido un fuerte orgasmo y se sentía exhausto. Lee acariciaba las piernas del menor.
—Lo hiciste muy bien, Sunoo, me gustaría que fueras mi esclavo personal. Actualmente ningún hombre o mujer pueden satisfacerme como lo has hecho, tu cara es perfecta, me gustaría verte llorar e implorar por mí.—Decía, Sunoo trataba de mantenerse despierto aunque las ganas de dormir le estaban ganando
—Y-yo...—Antes de que pudiera decir algo más, fue interrumpido
—Piénsalo, es una buena oferta para ambos, por el momento pediré un taxi para que te lleve a casa y descanses, espero tu respuesta mañana.—Heeseung sacó su teléfono
Marco a un número para pedir el taxi, una vez pedido acompaño a Sunoo hasta la parte de afuera de su hogar. Cuando el taxi llegó después de unos minutos, ambos se despidieron y Sunoo aún parecía no haber creído todo lo que había pasado.
Por otro lado, Lee sabía que todo había resultado a la perfección. Le encantaría saber si Jake disfruto el espectáculo.
Cuando entro nuevamente a su hogar, la copa de vino que antes no pudo terminar, la tomó y comenzó a caminar por su mansión, hasta llegar a la zona de las escaleras junto a un gran candelabro, está llevaba al segundo piso donde se encontraban algunas habitaciones y las oficinas de sus padres.
—Jake... Ya sé que estás allá arriba, ¿Piensas que yo no sé quién entra a mi casa sin autorización?—Dijo dándole un gran sorbo a su copa
No escuchó respuesta alguna, pero sabía que tendría que sacarlo de su escondite, después de todo, Heeseung estaba muchos pasos adelante que Jaeyoon.
—Bueno, ¿Debería llamar a la policía para que bajes de allá arriba?, sabes que no dudarán en venir rápidamente con una sola llamada mía, no podrás escapar y te irás directo a dónde mereces estar.—Lee aún no tenía respuesta alguna, sabía que aquel hombre estaba con su sangre hirviendo
—¿Te metiste a mis casa por el sótano?, ¿De verdad eres así de ingenuo como para aprovechar eso?, le ordene a los jardineros que la dejarán abierta, luego, decidiste sabotear el sistema de camaras de seguridad, ¿Qué más tienes planeado hacer?—Preguntaba, aunque no recibía respuesta alguna sabía muy bien que ese imbécil estaba dentro de su casa
—Conozco cada muerte que has hecho, estás detrás desde el suicidio de Yang hasta Nishimura Riki, solo te salvaste por la muerte de Jongseong pues no la provocaste tú, pero estoy muy seguro que tenías alguna forma de encargarte de él.—Heeseung comenzó a dar vueltas en círculos por la zona
—Conozco todos tus secretos oscuros. Conozco a Danielle y tu conexión con la desaparición de Kang Haerin. Dime Jake, ¿La muchacha está a salvo?, oh, creo que no, un pajarito me contó que Danielle maltrata a "su chica", ¿Eso también harás con Sunoo?—Al decir el último nombre, escuchó unos pasos, tenía que darle a Jaeyoon justo donde más le dolía, en Sunoo
—Sabes, esto que hice hoy es solo una pequeña muestra de lo que soy capaz de hacer con su cuerpo. Sunoo es un chico perfecto, es facil de romper y manipular, ¿Quieres que te cuente un poco de mis planes con Sunoo?—Heeseung pudo ver a como Jake se asomaba, este sonrió con gracia al verlo, en sus ojos podía ver el mismísimo infierno
—¿Qué putos y asquerosos planes tienes, enfermo mental?—Preguntó Jake, estaba totalmente furioso, ese hombre había tocado a su chico de formas indebidas
—Bueno, si quieres saberlo... Sunoo tiene un muy bonito cuerpo, me gustaría verlo en muchas lencerías que yo mismo le compraré, con lo de hoy, me di cuenta que es un chico que accede fácilmente a todo, supongo que le puedo contar todos mis fetiches y él se encargara de hacerlos realidad. Me gustaría mucho humillarlo, decirle lo puta que puede llegar a ser, pisarlo, escupirlo, bañarlo con agua caliente, quemar su cuerpo con cera, golpearlo cuando se porte mal...—Heeseung de detuvo al ver por completo a Jaeyoon, este tenía sus manos apretadas en puños
—Atrévete a seguir y la vas a pagar muy caro, hijo de puta.—Jake apretó sus dientes
—¿Debería seguir?, oh, ¡Claro que lo haré!, tomaría su cabello y lo arrastraría por toda la habitación, lo bañaría con mi orina hasta dejarlo por completo marcado como mi territorio, rasguñar su piel, dejar marcas que confirmen mi posición en él... ¿Crees que le guste ser el centro de atención?, tengo unos amigos que les encantaría follarlo, sería un buen espectáculo para muchos hombres.—La sonrisa de Heeseung era maliciosa, aunque no mentía en sus palabras, haría a Sunoo pagar de forma discreta todo lo que Jake hizo por su nombre
—¡ERES UN BOTE LLENÓ DE MIERDA!—Jake bajo corriendo las escaleras
Cuando estuvo en el piso de abajo, este se abalanzó en contra de Heeseung y comenzó a golpear su rostro, Lee de igual forma propinaba golpes sobre Jaeyoon.
Ambos daban vueltas en el suelo, golpeando sus rostros y otras partes del cuerpo, maldiciendose el uno al otro.
—¡VOY A MATARTE HIJO DE PERRA!—Gritó Jaeyoon, sacó un cuchillo de su bolsillo y levantó su mano antes de dejarlo caer en el pecho de Heeseung
En un movimiento rápido, Heeseung tomó el brazo de Jaeyoon y apretando con fuerza las venas de su muñeca, lo obligó a soltar el arma, cayendo al lado de este.
—¡NO TIENES LAS AGALLAS PARA METERME, HÁZLO, HÁZLO MALDITO ENFERMO!—Gritó Heeseung dio un golpe bajo en la entre pierna de Jake
Jake cubrió su entrepierna y cayó al lado de Heeseung, este se levantó del suelo y limpió sus prendas en forma de burla, quería darle a entender a Jake que no importara cuando se esforzara en asesinarlo, nunca lo lograría.
—¡Eres un hijo de puta!—Jake se levantó del suelo, escupió un poco de sangre debido a los golpes que había recibido y así mismo, por el fuerte golpe en sus genitales
—¿Aún quieres continuar está patética pelea?, no eres nadie Shim Jaeyoon, Sunoo será mi perrita.—Dijo, esto hizo que nuevamente Jake se lanzará sobre él, golpeando repetidas veces su rostro
Heeseung logró así mismo propinar más golpes sobre Jake, al parecer alguno tendría que morir.
No fue hasta que Heeseung, de manera involuntaria, tomó le cuchillo que antes estaba en manos de Jake y lo enterrara en uno de los brazos de Shim, este gritó del dolor y comenzó a retroceder arrastrándose por el suelo.
—¡T-tú, hi-hijo de puta!, es-este va a ser tu final.—Dijo, Jake se arrastró hasta chocar en contra de una pared
—¿Ves?, solo eres un cobarde, huyes cuando sabes que perdiste, pensé que alguno de los dos iba a morir hoy, y por lo que veo, tú serás quien deje este mundo, Shim.—Heeseung se levantó cansado del suelo, su nariz y boca sangraban, tenía múltiples rasguños y hematomas en su cuerpo y rostro, pero sabía que sanaría en algún momento
Jake comenzó a reír, su risa era escandalosa y su cuerpo se retorcía debido al dolor que sentía, incluso podía jurar que Heeseung le fracturó algunas costillas.
—Nun-nunca cantes victoria Lee... ¿Dijiste que conocías a Danielle, no?, pues te la presento.—Al decir esto, un disparo de hizo presente en la zona
Cómo si todo pasara en cámara lenta, Heeseung miró a la antes mencionada salir del pasillo, estaba había disparado hacia arriba, y cuando miró sobre él, se había dado cuenta de que había caído en una trampa, en su propia trampa.
Danielle con una sonrisa había disparado hacia donde se sostenía el candelabro gigante de vidrio, este cayó rápidamente sobre Heeseung, quien no tuvo el suficiente tiempo para reaccionar cuando la decoración cayó sobre su cuerpo.
No solo el peso de este, los vidrios traspasando su piel lo hicieron caer al suelo, este estaba agonizando del dolor, luego de unos minutos pudo ver a Danielle junto a Jake, estos estaban parados frente a él.
—Mal-maldito...—Decía con sus últimos alientos, ¿Había perdido?, ¿Todo lo que hizo fue en vano?
—Jugaste sucio Lee, y ahora por querer hacer algo, terminaste junto a los demás.—Dijo Jake con una sonrisa cínica en su rostro
—Oh, y si, torturó a Haerin, ¡Pero ella no le deja opción!, siempre trata de escapar.—Agregó Danielle con un puchero, luego sonrió de igual forma que Jake
—Esto no se queda así, Lee.—Ambos dejaron muriendo a Heeseung, su cuerpo no se podía mover, solo veía todo pasar frente a sus ojos
Pasaron unos minutos, Tanto Jake como Danielle bañaban su casa con gasolina, y cuando estuvo lo suficientemente llena de este líquido, Jake se acercó nuevamente al cuerpo de Heeseung, que aún se aferraba a la vida.
—No habrán evidencias, me dejaste muy herido... Nos veremos en el infierno.—Jake rego gasolina al rededor de Lee
Con un fósforo en mano, lanzó de este directo al charco, este comenzó a prenderse en fuego. Varias de las cosas de la mansión también comenzaron a brotar en llamas. Jake y Danielle salieron por alguna salida de emergencia de la casa, dieron con un pasadizo que llevaba a unos tuneles subterráneos, estos llevaron a los dos jóvenes lo suficientemente lejos de la casa Lee. Desde la distancia vieron como está de comenzaba a consumir entre las llamas. Escucharon las sirenas de la policía y los bomberos llegando al lugar, aunque el fuego era bastante fuerte, así que para ese punto ya debería estar parte del cuerpo de Heeseung quemado y sin evidencias de golpes.
—Gracias por hacer eso... Sin ti no habría ganado.—Dijo Jake, este cayó en brazos de Danielle, quien lo sostuvo con todas sus fuerzas
—Tienes prohibido morirte hijo de puta, tienes que ir por tu chico.—Dijo Danielle caminando junto con Jake, ambos subieron por unas escaleras hacia alguna calle que los había dejado la salida de emergencia de la casa Lee
Eran una familia importante, era obvio que estos tendrían alguna escapatoria en caso de que su casa se viera envuelta en esa clase de accidentes.
Cuando salieron a la superficie. Danielle paró un taxi y el señor que manejaba de este quedó aterrado por el estado en que se encontraba el chico.
—¡Ayuda por favor!, nos intentaron robar y cuando mi amigo lucho contra esos tipos lo dejaron así de malherido.—Pidió fingiendo estar desesperada, por suerte, podía fingir muy bien un llanto
—¡Súbete muchacha!, llevemos a tu amigo al hospital más cercano.—Dijo el taxista, este comenzó a conducir desesperado por las calles en busca de algún hospital mientras Danielle le decía palabras motivadoras a Jake
Todo el plan había salido a la perfección, Jake había ganado, ahora iría a recoger a su premio.
★
6270 PALABRAS, WHATTTTT, NO PENSÉ QUE ME SALDRÍA TAN LARGO, SOLO ESTABA ESCRIBIENDO DE LO MÁS NORMAL.
No importa, espero que les haya gustado el capítulo, este no es el final como tal, pero si da pie a este. ¿Qué creen que pase?
Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.
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