Capitulo 5
Una vez que el peli-azul atrapó y manejó cada uno de los Shurikens con gran destreza y rapidez, finalmente los dejó caer al suelo, una acción que demostró su dominio y habilidad en el manejo de armas arrojadizas.
A continuación, apareció ante él una chica de tez morena, con el pelo castaño recogido en dos coletas atadas con listones rojos, y lo más notable era que compartían la misma estatura.
En un instante, la chica saca un par de pistolas gemelas y las apunta directamente hacia el rostro del peli-azul, con una actitud claramente amenazante.
¿?: ¡Quieto ahí intruso! - la chica habla con autoridad mientras continúa apuntando al peli-azul con las pistolas gemelas.
Yandal: ¡Hehehe! - suelta una leve risa mientras alza las manos en señal de rendición sin ninguna señal de miedo o tensión.
¿?: - lo mira con expresión de irritación - ¿Se puede saber de qué diablos te ríes?.
Yandal: De ti... - le sostiene la mirada mientras habla con confianza y un toque de burla - Por lo adorable que te ves, tratando de hacerte la dura apuntándome con esas armas.
¿?: - su rostro se vuelve rojo como un tomate ante el comentario del peli-azul - ¡¡¡TE MATARÉ POR ESO!!! - su expresión pasó de la confusión a la ira, y finalmente se preparó para disparar, apuntando con las pistolas gemelas a él.
¿2?: Ah... ah... ¿Dónde están tus modales, Mizuki-chan? - una voz femenina con un tono seductor se escucha a la distancia, lo que sorprende a Mizuki y hace que deje de apuntar con las pistolas gemelas hacia el peli-azul.
¿2?: - mira a Mizuki con una sonrisa traviesa - Ese lindo chico te hizo un cumplido, deberías estar agradecida.
Mizuki: ¡Cállate, Asuka! - dirige una mirada llena de irritación hacia la chica con traje rosa - No necesito ser una perra ofrecida como "tú", solo para terminar rodeada de un montón de patéticos perdedores con las hormonas alborotadas.
Asuka: - pequeños remolinos de aire comienzan a formarse a su alrededor - Parece que tendré que enseñarte a mostrar un poco de respeto, rompiéndote esa pequeña boca sucia que tienes.
Mizuki: - chispas eléctricas empiezan a formarse alrededor de su cuerpo, especialmente en sus pistolas gemelas - Me gustaría ver cómo lo intentas, "puta".
Asuka: Cuando termine contigo - una expresión aún más irritante se apodera de su rostro debido al insulto - Tu querida "mami" no te reconocerá cuando vuelva, ni siquiera en pintura.
Yandal: ... - observa la escena atentamente, tomando nota de las habilidades de las dos contrincantes - (Qué interesante, una usuaria de viento y otra de rayo, podría jurar que he visto esto antes).
Mizuki/Asuka: - se preparan para enfrentarse entre sí, listas para atacarse mutuamente con sus respectivas habilidades.
Koukawa: - con una voz firme y autoritaria - ¡Muy bien ustedes dos, eso es suficiente! ¡les ordeno que se detengan inmediatamente!
Mizuki/Asuka: - a regañadientes, obedecen la orden de la peli-morada, deteniéndose y cesando su confrontación inminente.
¿3?: ¿Se puede saber qué está sucediendo aquí? - una tercera voz femenina se hace presente, llamando la atención.
Tras escuchar la llegada de una tercera voz femenina, el peli-azul, acompañado de las chicas, dirige su atención hacia el frente, donde pueden observar a una hermosa mujer de cabello rosa, que lleva puesto un traje tradicional japonés conocido como yukata, el cual se ajustaba perfectamente a su esbelta figura además de sostener una pipa y un paraguas.
Koukawa: ¡Maestra! - sin dudarlo, se arrodilla frente a la peli-rosa, demostrándole respeto.
Asagi, Sakura, Murasaki, Mizuki y Asuka: - siguen el ejemplo de Koukawa y también se arrodillan humildemente frente a la peli-rosa, demostrando el debido respeto.
Yandal: - permanece de pie y observa con atención a la peli-rosa, llegando a la conclusión de que ella debía ser la líder indiscutible del lugar.
¿3?: ¿Y bien? - cuestiona seriamente - ¿Quién de ustedes me va a explicar lo que está pasando?
Koukawa: - alza la mirada hacia la peli-rosa y habla - Seré yo quien lo explique, maestra.
Una Explicación Más Tarde...
Koukawa: - concluye con la explicación - Y ese fue el resumen detallado de los acontecimientos.
¿3?: - da una pequeña calada a su pipa y luego gira la cabeza hacia el peli-azul - Acércate - ordena con seriedad.
Yandal: ... - frunce ligeramente el ceño ante la orden pero obedece, acercándose y colocándose frente a la peli-rosa, manteniendo una distancia respetuosa.
¿3?: - lo examina de arriba abajo - ¿Cuál es tu nombre?.
Yandal: Yandal - responde con cautela, sin quitarle el ojo de encima a la peli-rosa.
Ingrid: Mi nombre es Ingrid - se presenta con cortesía formal - Y soy la dueña de todo lo que ves a tu alrededor, este lugar se fundó únicamente para mujeres, y desde entonces, no se ha permitido a ningún hombre poner un pie aquí, por lo tanto, no eres bien recibido aquí.
Yandal: (Bueno, en realidad eso no es nada nuevo para mi) - piensa para sí mismo, acostumbrado a recibir ese tipo de rechazo en ciertos lugares.
Ingrid: Sin embargo, dado que salvaste a mis mejores guerreras de morir, haré una excepción contigo, como una muestra de mi agradecimiento, y solo por esta noche, te permitiré que pases la noche en una de las mejores habitaciones que tenemos aquí - ella le ofrece un trato temporal para compensar su ayuda.
Yandal: (Debe haber algún truco aquí, pero les seguiré el juego por ahora) Está bien - responde, aceptando la oferta de Ingrid de buena gana pero manteniendo sus reservas para consigo mismo.
Ingrid: - dirige su mirada hacia Mizuki - Mizuki.
Mizuki: ¡Hai! - de forma firme e instantánea, se levanta rápidamente y da un paso al frente, estando a la espera de las órdenes de su maestra.
Ingrid: Mizuki, lleva a nuestro invitado a su habitación - ordena con serenidad, encargando a la castña la tarea de escoltar a Yandal.
Mizuki: ¡¿Qué?!, ¿yo?, p-pero... - la joven castaña, ante la inesperada petición, reacciona de forma incomoda y contraria, obviamente reacia por la tarea asignada.
Ingrid: - dirige una mirada fulminante a la joven castaña - ¿Acaso tengo que repetirlo? - pregunta retóricamente e incisiva y amenazante, haciendo que la pequeña castaña se estremezca por el tono y la expresión en su rostro.
Mizuki: - se estremece ante la mirada severa de la peli-rosa - No... - se gira para ver al peli-azul y le dirige una mirada molesta - Sígueme... - comienza a caminar, mientras que de forma inadvertida, se oye un suave gruñido salir de sus labios.
Yandal: - la sigue sin hacer comentarios, manteniendo la calma ante la situación tensa además de una distancia prudencial para observar su entorno.
El peli-azul mientras caminaba junto a la pequeña castaña, este pudo notar que esta lo miraba por encima del hombro, de vez en cuando con una mirada enojada, sin mencionar que ella nunca bajaba la guardia ante cualquier sospecha que pudiera tener sobre él.
Para el peli-azul, esto era parte habitual en sus viajes a través de las realidades alternativas, pues era común que en cada mundo que visitaba, alguien intentara atacarlo, aunque estas experiencias pueden resultar agotadoras a veces, el peli-azul era consciente de que cada realidad tenía sus propios desafíos y peligros, y que esto era simplemente parte del juego en el viaje a través del tiempo y el espacio.
Después de unos minutos que parecerían eternos, dada la cantidad de miradas llenas de odio que Mizuki le dirigía de forma ocasional, finalmente llegaron al fondo del lugar, donde presumiblemente se encontraba la habitación asignada para el peli-azul, en la cual había una puerta corrediza algo alejada en comparación de las demás habitaciones de cada lado.
Mizuki: - se da la vuelta con una mirada molesta y señala la puerta corrediza - Aquí es. - dice con un aire de molestia en su voz al mismo tiempo que señala la puerta delante de ellos.
Yandal: - se acerca a la puerta y la desliza con delicadeza hacia un lado, para después entrar en la habitación asignada y finalmente poder divisar el interior del lugar que sería su alojamiento temporal por esa noche.
Al ingresar en la habitación, el peli-azul quedo agradablementea impresionado con el toque tradicional y confortable del lugar, era una mezcla perfecta entre la estética y comodidad, por lo que observó cada detalle en señal de aprobación de tal maravilloso alojamiento.
Yandal: - emite un silbido de admiración ante la elegante decoración del lugar - Qué lugar tan maravilloso - se da la vuelta y mira a Mizuki con una sonrisa en el rostro - ¿No lo crees? - le pregunta.
Mizuki: ¡Hmph! - resopla mientras desvía la mirada y evita el contacto visual con el peli-azul, haciendo un intento fallido de disimular su mal humor ante su comentario.
Yandal: Gracias por acompañarme, y qué descanses - pronuncia con cortesía y luego procede a cerrar la puerta, poniendo un fin a la pequeña interacción con la pequeña y molesta castña.
Mizuki: - se mueve rápido y coloca un pie en la puerta, evitando que el peli-azul la cierre del todo.
Yandal: - al ver cómo la pequeña castaña colocó el pie para detenerlo, abrió de nuevo la puerta y la miró con una sonrisa - ¿Hay algo que quieras decirme?
Mizuki: Sí - asiente con una determinación llena de odio - Cuida tus pasos, porque tarde o temprano cometerás un error, y cuando ese momento llegue ... yo misma te mataré.
Yandal: ¡Hehehe! - suelta una risa llena de confianza ante el comentario de la pequeña castaña - No eres la primera que me lo dice, y ciertamente tampoco serás la última.
Mizuki: - su ceño se frunce aún más ante la actitud del peli-azul y retira su pie de la puerta, manteniendo la mirada cargada de odio y resentimiento.
Yandal: - comienza a cerrar la puerta corrediza nuevamente, manteniendo una sonrisa en todo momento, mientras que sin dejar de mirar a la pequeña castaña que todavía lo observa con resentimiento.
El tiempo se alargaba cada vez más mientras la puerta se cerraba, y la mirada fija y determinación de ambos parecían no flaquear ni por un segundo, en una pequeña y casi imperceptible competencia que ninguno tenía la menor intención de perder o rendirse, hasta que finalmente la puerta se cerro con precisión, poniendo un fin a la breve y tensa interacción entre ambos.
Continuara...
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