Lloraba en posición fetal sobre mi cama... pero que mas podría hacer...

No desconfiaba de el, claro que no, pero la evidencia era clara, aunque no sabia ni tenia claro quien había enviado aquello, no era solo una vez...

Nuevamente tome mi teléfono y abrí las fotos esperando que fuese una mentira... pero ahí estaban...

Cinco imágenes... todas de diferentes días, Nathan con un chico de cabello claro, en algunas de ellas se encontraban abrazados, en otras riendo... pero en la ultima se encontraban besando.

Kevin me habia enviado algunos mensajes y solo pude darme cuenta de lo maldito que era... si en algun momento Nathan viera que me besaba junto a Kevin... ¿lloraria como lo hacia yo en este momento?

Por más que mirara al chico, no lograba identificar a ciencia cierta quien era... pero sabía que le había visto antes.

No se en que momento me dormí pero a la mañana siguiente el dolor de cabeza que sentía era horrible.

Mire mi rostro en el espejo y lucía peor de lo que pudiese recordar, tenía unas ojeras horribles...

Tome un poco de crema e intente tapar las ojeras de la mejor manera posible.

Por suerte, aun faltaban algunas horas para que comenzarán mis clases...

De pronto recordé que Nathan me había dicho que vendría. Tome mi teléfono para ver si había señales de él, pero no había nada.

Le envié un mensaje intentando ser lo más racional posible.

Nathan... pensé que vendrías anoche ¿Estás bien?

Me quedé con el teléfono en la mano esperando una respuesta... pero los segundos se hicieron minutos y los minutos se hicieron una hora.

Cansado de esperar, decidí cambiarme para ir a clases, no tenía apetito por lo que tomé mis cosas y comencé a caminar.

Durante el trayecto llame a Nathan incontables veces pero no tenía respuesta.

Le espere en la entrada de la Universidad, el tenía clases en la mañana y debería estar aquí pronto.

Y así fue...

Lo vi caminar con un grupo de chicos en dirección a la entrada. Cuando me vio me dio una sonrisa y corrió hacia mi.

-Edd, bebé, ¿Me esperabas?- no pude responder por el shock del momento... ya que él estaba aquí...

-nos vemos en clases, Nathan- el chico de cabello claro me dedico una leve sonrisa y pasó a nuestro lado.

-te alcanzo luego, Rave- Nathan sonrió mientras volvía a mirarme- cariño, ¿Qué pasa?

Por unos segundos me quedé mirando su rostro fijamente.

-nada...- susurré mientras miraba el suelo- habías dicho que irías a casa...

-ah, si, bueno...- hizo una pausa mientras pasaba su mano por su cuello- Estaba con los chicos en casa de Samantha y decidimos ir a casa de Rave, comenzamos a beber y se nos hizo tarde.

Nathan no me veía... estaba ocultandome algo... y por lo visto... podría adivinar que era.

-bueno- dije seriamente y Nathan me vio al rostro un poco sorprendido- pensé que te había pasado algo.

Dije mientras comenzaba a caminar, Nathan caminaba a mi lado.

Me habló durante todo el camino acerca de la dichosa fiesta y que los chicos eran fabulosos y bla, bla, bla.

La verdad no quería escuchar acerca de lo increíble que era Rave, o de las grandes similitudes de gustos que tenía con Nathan. Me dolía. Mucho.

En algún momento del camino sentí que debía decirle lo de la noche anterior... quería con todo mi corazón que al contarle el me dijera que es un error... que todo era mentira.

Pero el miedo de que me dijera que es verdad me dolía aún más...

-oh, demonios, ¡Es tarde!- Nathan se me acercó y me dio un pequeño beso- nos vemos en la noche.

Corrió mientras se despedía con el brazo, hice lo mismo ahí de pie intentando sonreír.

Pero no pude.

Entre a clases y el profesor aún no llegaba, mire el reloj y tenía diez minutos aún.

-muy buenos días, Doble D- la voz de Kevin me hizo voltear, se había sentado a un costado de mi y sonreía como siempre lo hacia.

-buenos días, Kevin

El me vio sonriendo mientras apoyaba la cabeza en la mesa.

-hay que realizar un trabajo en grupos, con Jess queríamos saber si querías ser con nosotros, creo que otra chica también se nos unirá.

Asentí mientras sacaba algunas cosas de mi bolso.

No quería estar aquí... pero debía asistir a clases, no podía dejarlas de lado por este horrible sentimiento.

Las clases fueron eternas... ¿Qué clase de profesor habla acerca de bienestar por más de dos horas sin pausa? Simplemente horrible.

Cuando salí, Kevin me arrastró a uno de los pasillos, están seguro de sus intenciones pero antes de que pudiese hacer algo, puse mis manos en sus labios.

-no, Kevin- el levantó una ceja mientras sonreía.

-siempre te niegas... pero te gusta- dijo cerca de mi oído mientras susurraba.

-pero no puedo hacerle esto a Nathan- juraría que Kevin había soltado una risa.

-¿Ahora me hablas de moral?- volvió a reír mientras acercaba su rostro al mío- ¿Al menos me podrías decir una razón?

Le miré unos segundos para luego apartar la mirada, camine unos pasos y me aleje de él para darle la espalda.

-la traición duele demasiado...

Susurré pero sabía que Kevin me había oído.

Y esperaba que lo hiciera... porque era cierto.

Esa noche, llame a Nathan para saber a qué hora vendría pero no me respondió... pasaron un par de horas y llegó a casa.

-Hola, cariño- dijo besando mi mejilla.

-Hola... te llame...- dije mientras sacaba algunas cosas para comenzar a comer.

-¿En serio?- saco su teléfono de su bolsillo y lo desbloqueo- tienes razón... también tengo mensajes...

Se puso de pie y se acercó a mi para besarme.

-lo siento, cariño, he estado como loco estos días y mi teléfono está en silencio- asentí mientras me sentaba y el lo hacia frente a mi

Por unos segundos me dediqué a mirar como Nathan comía... hasta que decidí hablar.

-Nathan...- el me miró sin dejar de comer- ¿Harías algo que me lastimar a alguna vez?

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Bueno, espero es guste esté capítulo-corre antes de que la maten- se que no e estado muy presente últimamente y es debido a que comencé mi proyecto de memoria.

Un abrazo y espero les guste esta cosa.

Ah, por cierto, deben leer el one-shot ''¿Me amas?'' Para que entiendan el comienzo de esto jejejeje

Saldré de viaje así que el viernes en la tarde estaré respondiendo sus comentarios

Saludos!!!