Capitulo 8
Al dia siguiente Gulf tuvo que hacer algo que nunca habia hecho en su vida diaria solo para ocasiones especiales, se tuvo que colocar maquillaje para cubrir la marca que le habia dejado Samantha en la cara, y no es que la mujer le hubiese dado fuerte sino que lo habia lastimado con su anillo de bodas dejándole un rasguño, nada grave pero era algo que no quería anunciar a los cuatro vientos.
Lamai seguía triste por lo sucedido el dia anterior, aun cuando Mew habia ido a su cuarto para ponerle el pijama y darle un poco mas de pastel asegurándole que todo estaba bien; la niña no salio de su habitación el domingo preocupando a sus tíos que la habian escuchado moverse con sus pequeños pies desde bien temprano, por eso cuando fue la hora del almuerzo decidio subir y ver que pasaba.
-Hola princesa, ¿Por qué no has bajado?- le pregunto el castaño mientras se sentaba en una esquina de la cama ofreciéndole una galleta ya que la niña no habia comido nada en todo el dia.
-Estoy triste porque ustedes pelearon con mis abuelos solo porque yo quería ir con ellos... y mi cumpleaños se arruino...
-Debes entender que ni a Gulf ni a mi nos gusta que duermas fuera de casa, acuérdate cuando fui por ti a casa de Samantha ¿Qué fue lo que le dije a ella?
-Que no iba a dormir fuera de casa, que yo tenia una cama para mi solita- respondio en voz baja la niña.
-Ves, no tienes porque molestarte o estar triste por eso porque ya yo habia dicho que no dormirías mas fuera de casa, lo que sucedió anoche no es diferente a cuando fui por ti a casa de Samantha, ¿lo entiendes ahora?
Lamai asintió ya mas tranquila y quince minutos después ya estaba en el comedor comiendo lo que el pelinegro habia preparado ese dia para almorzar junto a Lulu su muñeca un poco mas tranquila; para la noche ya habia recuperado sus energías y estaba en la sala jugando con sus seis muñecas sentadas en el sofá, las regañaba como si fuera su madre porque se habian portado mal, Gulf que estaba allí con ella no podía ocultar su risa al verla haciendo gestos graciosos mientras las regañaba.
El lunes el pelinegro fue el primero en despedirse deseándole que tuviera un excelente dia con un beso en la mejilla, ya la niña estaba arreglada para ir al colegio pero el no podía quedarse hasta que pasara el autobús, no podía permitirse llegar otra vez tarde al trabajo; por eso Mew comprendiéndolo se quedo para esperar el autobús o llevarla el mismo, ya que su trabajo era un poco mas flexible y no tenia problemas en retrasarse un poco.
Las semanas pasaron y Lamai a veces llegaba cansada de sus entrenamientos del equipo de fútbol al que le había pedido a sus tíos que la anotarán ya que sus amigas también iban, las clases iban con toda normalidad aunque a veces tenía problemas con algunas palabras que le enseñaban en sus clases de inglés, pero nada que no se pudiera arreglar estudiando y ya era común verla alrededor de la casa diciéndolas en voz alta hasta que le saliera bien la pronunciación.
Muchas veces Mew y Gulf la encontraban haciéndolo, el primer día que la vieron le preguntaron que era lo que hacía y ella con una sonrisa le contesto que estaba practicando las palabras en inglés y diciéndolas en voz alta se le hacia más fácil saber si las estaba pronunciando bien, así que la dejaron tranquila a qué continuará con su método de estudio, incluso a Mary le parecía divertido verla ir por la casa hablando sola diciendo frases en ingles.
Esa semana la pareja se encontró con un dilema, los habían llamado del colegio avisándoles que la pequeña no tendría clases el día siguiente debido a que debían realizar una reunión de profesores, no podían dejarla en casa con Mary estaban agradecidos con su empleada porque se encargaba de ella por unas pocas horas y no les parecía justo dejársela el día completo, por ello estaban decidiendo quien se la llevaría al trabajo.
Al final a Gulf fue al que le tocó hacerlo, porque justo en ese instante Mew había recibido una llamada convocandolo a una reunión urgente, dejandolo descartado inmediatamente porque no tendría tiempo para estar pendiente de la niña, ese era el único problema de su cargo de director adjunto no se sabía en qué momento era llamado a una reunión de emergencia ya sea para discutir un contrato o para revisar algún presupuesto para un nuevo lanzamiento.
Pero las cosas no empezaron con buen pie ese día, el pelinegro ya iba tarde al trabajo porque se había tenido que demorar cambiando a la pequeña que sin querer se había tropezado con Mary derramándose algo de comida sobre su ropa.
Gulf llegó apresurado al trabajo, su jefe no se había dado cuenta que aún no había llegado gracias a la eficiente Pineare que se las había ingeniado para entretenerlo enviándole a una de las encargadas de presupuesto a preguntarle sobre unas cotizaciones para un nuevo proyecto que tenían en puerta, así que le debía una grande a su fiel amiga.
-Camina más rápido Lamai por favor- le pidió Gulf viendo los mensajes de su asistente.
-Ya voy es que se me desataron las trenzas de los zapatos- le contesto la niña.
Y entonces el pelinegro alzo la vista viendo como se le estaba dificultando amarrarselas, así que se devolvió y con un toque en la mano le aviso que el se las amarraría, lo hizo rápidamente para luego tomarla de la mano y apresurarla para subir al elevador, sin darse cuenta de la mala cara que le había puesto su sobrina porque no le gustó que casi la hiciera caer para llegar hasta allí.
Al abrirse las puertas se encontraron de frente con Pineare que estaba esperando con una carpeta y su tablet en la mano, lista para ayudar en todo lo que fuera necesario, y en ese momento era hacerse cargo de Lamai.
-Gulf ve tranquilo que yo me encargo de ella- tomo la mano de la niña junto con el morral que le tendió, para luego sacarla del ascensor entregándole la tablet y la carpeta para que pudiera subir los otros dos pisos y reunirse con Jackson su jefe.
La niña no tuvo tiempo de decir nada, solo le dijo adiós a su tío para luego seguir a la mujer que le dijo que la llevaría a la oficina de su tío Gulf y que debía quedarse tranquila para no meterlo en problemas con su jefe.
Dos horas después por fin entro el pelinegro a su oficina encontrándose a la niña pintando en su cuaderno de dibujos, le acaricio los cabellos y se sentó detrás de su escritorio recibiendo a Yaya la que le hizo la segunda de entretener al jefe y a Pineare.
-¡Entonces si es cierto! ¡Ahora eres todo un padre de familia!- se burló Yaya al ver a Lamai y sentarse luego frente al escritorio -¿Sabes lo que me hace falta?, Unas buenas vacaciones con un hombre que me dé un masaje en la espalda, después de tratar con Jackson ese hombre es imposible.
-Pues no sé si te sirva, pero solo falta una semana para que nos vayamos a mi despedida de soltera en las Vegas, ¿Creen que es normal que esté más emocionada por eso que por mi propia boda?- pregunto Pineare algo pensativa.
-Creo que es normal, a mí me pasó lo mismo y eso que yo no salí del país para ello, suerte que tienen algunas- le respondió la Yaya envidiosa de que la chica hubiese podido cazar un millonario como futuro marido, y que no estuviera escatimando gastos en su boda, tanto así que les había programado el vuelo a Estados Unidos sin ningún inconveniente.
Ante eso Gulf solo pudo reír, porque desde que se habían enterado que Pineare se había enamorado de uno de los inversionistas de la empresa Yaya había estado envidiosa por estar ya casada y haber perdido la oportunidad de su vida, aunque de verdad estuviera contenta por su amiga.
-Chicas me gustaría tener más tiempo para hablar con ustedes, pero tengo que hacer los cambios que Jackson me pidió y si quiero tener la semana libre para poder ir con ustedes a las Vegas tengo que hacer esto lo más pronto posible- les dijo Gulf para que se fueran.
-¿Yo también iré?- se escucho la voz de la niña que al oir que su tío se iba de viajé una semana quería saber si la llevaría con él.
-Oh no linda, aún eres muy pequeña para esas cosas, aunque espero que cuando tengas la edad suficiente tu tío Gulf me de el permiso de llevarte a tu primera borrachera- le contesto como si nada saliendo de la oficina.
El pelinegro solo puedo reír ante las ocurrencias de su amiga sin darse cuenta del ceño fruncido de su sobrina, que se dedicó a jugar con su muñeca dándole tiempo de ponerse a trabajar sin darse cuenta del paso de las horas, pero si su fiel asistente que le llevo un vaso de leche y un sandwich a la niña para que comiera.
Comida que Lamai no tocó, porque seguía molesta con su tío no quería que esté se fuera sin ella a ninguna parte; Gulf levantó la vista y la vio junto a su muñeca ambas en posición de molestia, lo que le pareció absurdo así que se decidió a preguntar:
-¿Que pasa Lamai?- le pregunto volviendo a ver el monitor de su computadora no podía dejar de trabajar necesitaba tener todo listo en el horario normal de oficina, ese día no podía darse el lujo de quedarse hasta tarde tenía a la niña con el y debían volver temprano para que se durmiera a su hora y así se pudiera levantar temprano al día siguiente para volver al colegio.
-Estoy molesta- contesto al fin la pequeña, caminando hacia su tío.
-¿Y eso porque?- le pregunto dejándo que se sentará en sus piernas.
-Porque te vas a ir y no me llevarás contigo...
-¡Ah era por eso!, no tienes porqué estar enojada ese es un viaje de adultos al que los niños no pueden ir, y estaba programado antes de que vinieras a vivir conmigo, estoy seguro que el tío Mew te cuidara muy bien cuando yo no esté, ahora ve y come lo que te trajo Pineare ya te he dicho que tienes que comer para ser una niña fuerte y sana.
La bajo de sus piernas dándole una nalgada juguetona para que volviera al sofá junto a su muñeca, pero antes de que pudiera tocar su sandwich se escuchó que alguien tocaba la puerta, para luego abrirse dado paso a un hombre alto y musculoso que hizo que se apenara y se escondiera detrás de su muñeca.
-Hola Jackson, ¿Necesitas algo?- lo saludo Gulf no sabiendo que había el hombre allí.
-Solo vine a comprobar lo que me dijeron- respondió mirando a la niña que cada vez se quería hacer más pequeña.
-La traje hoy porque estoy en búsqueda de niñera aún, no tenía con quién dejarla.
-No me gustan los niños en la oficina y eso es porque pueden causar desastres, ellos son impredecibles.
-La traje solo por hoy, solo porque no había clases en sus colegio además ella es muy tranquila sino fuera así no se me hubiera ocurrido traerla- trato de tranquilizarlo el pelinegro.
-Bueno... Por una vez no va a pasar nada, además no se ha sentido en todo el día y nadie se ha quejado, solo espero que mañana no vuelvas a llegar tarde, mi director contable no puede ser una persona impuntual- y con esas palabras el hombre le dijo que el puesto era suyo era el nuevo encargado del área de finanzas de la empresa.
-No volverá a pasar Jackson- le contesto inmediatamente Gulf guardando las palabras de asombro por lo que acababa de escuchar.
-Eso espero...
Y con eso el hombre por fin se retiró dejando atras a un feliz Gulf que fue y cargo a la pequeña, y dio muchas vueltas por la habitación con ella haciéndola reír con sus locuras, estaba feliz había logrado la meta que se había propuesto era el nuevo directos de finanzas ahora solo le restaba esperar que hicieran oficial su nombramiento; dejo a la niña en su lugar instandola a comer para luego sumergirse en el trabajo y tener lista las modificaciones que le había pedido el jefe.
Una semana después el pelinegro ya estaba alistando algunos pendientes domésticos para poder irse a las Vegas como encontrar una niñera a tiempo completo para Lamai; Mew a pesar de saberlo con antelación no había podido dejar de protestar como siempre porque se iba sin el a otro país, desde que se había enterado del dichoso viaje no había oportunidad que no se quejara cada vez que el tema salía a la luz.
-Amor no te pongas así, esto me hace mucha ilusión porque yo no tuve una despedida de soltero, además quiero irme a divertir con mis amigas.
-Pero podríamos ir contigo, en el día yo me la pasaría con Lamai dejándote para que estés con tus amigas y por las noches podríamos contratar una niñera y yo esperarte en la habitación para tener mucha diversión- le propuso el castaño mientras le besaba el cuello tratando de convencerlo -Bii piénsalo... No quiero estar separado de ti.
Sin embargo, el pelinegro había sido firme en su decisión, pasaría esa semana con sus amigas, antes de que fuera la boda de Pineare y está la abandonará por tres semana mientras estaba en su luna de miel, teniendo que adaptarse a su reemplazo que estaba convencido no iba a ser tan eficiente como su amiga.
Días después el pelinegro llegaba temprano a casa, se había sentido mal en el trabajo y Jackson lo había mandado a casa después de que sufriera un terrible mareo, en ese momento había aceptado que quizás estaba a punto de resfriarse por lo que no protesto cuando lo mandaron a descansar, de verdad se sentía mal y con la cabeza a punto de explotar.
Lamai al oir la puesta de entrada no pudo dejar de sonreir mirando a su tía Samantha que había vuelto el día anterior para hacerle compañía, dejo los colores sobre la mesa tomó una hoja que tenía cerca y salió corriendo a ver quién había llegado, al llegar a la sala vio que es su tío Gulf que ya estaba acostado en el sofá cubriéndose los ojos con el brazo.
-¡Tío Gulf!, Mira lo que hice- chillo feliz tratando de moverlo.
-Lamai por favor no grites, me duele la cabeza- se quejo el pelinegro sin quitarse el brazo de su sitio.
Antes esas palabras la niña perdió su entusiasmo y ante el silencio aparto por fin el brazo para ver a su sobrina con semblante triste y a Samantha reprochandole con la mirada, aún no sabía porque fue que permitió que volviera a la casa... Al ver nuevamente a la pequeña lo recordó necesitaba alguien que cuidara a Lamai y la mujer se había presentado en su puerta en el momento justo, el día anterior Mary había tenido que salir a una consulta médica y el pensó que podría quedarse con la niña, pero lo llamaron urgente del trabajo y en ese instante llegó su cuñada, así que no le quedó más remedio que dejarla con ella.
-Hermosa solo tuve un mal día, ¿Que querías decirme?- se disculpo el pelinegro por no prestarle atención.
-No era nada importante tío, te lo puedo mostrar después- y con eso se marchó a su habitación.
Gulf solo suspiro y miro a su cuñada -¿Que me quería enseñar?
-Ya te lo mostrará, solo te digo que es una niña y tienes que tener paciencia con ella, no puede notar cuando no te sientes bien o no quieres que te molesten- le respondió la mujer cruzada de brazos con el ceño fruncido.
-Muchas gracias por tu opinión, ya estoy aquí... ahora te puedes ir.
-¿No podrías ser más amable?, He venido ayudarte con Lamai después de lo que sucedió.
-No te pedí que lo hicieras, lo de ayer solo fue un caso de emergencia no tenía con quién dejarla y casualmente viniste en ese momento a molestar, no por eso te dije que volvieras hoy creo que la otra vez te dije que no te quería ver aquí.
-¿Y que harías tú sin mi?- pregunto altanera la mujer.
-Lo mismo que hice todo el tiempo que dejaste de venir, Mary ha visto por la niña las pocas horas que no estamos con ella y ya encontré una institutriz que vendrá dentro de dos semanas.
-¿Que?
-Lo que escuchaste, ya contraté alguien para que nos ayude con Lamai... No te quiero aquí, si Mary te dejaba entrar era porque la ayudabas con Lamai pero una vez este aquí Mirian la nueva instutriz no te quiero cerca.
-¡Era un maldito!, Yo solo estoy queriendo ayudar después de todo ella también es mi sobrina cuando comprenderás que Lamai lo que necesita es amor y cariño de su familia, no una instutriz que no es nada de ella.
-Te repito gracias por tu opinión, pero no es bien recibida ahora vete a gastar tu saliva en otro lado, no me siento bien y te quiero fuera de mi casa- la echo nuevamente Gulf mientras se sostenía la cien por una nueva oleada de dolor.
La mujer por fin dejo la casa ofendida de como la habían tratado dejando que respirara la paz que tanto necesitaba, Mary se le acercó con un vaso de agua y una pastilla para que aliviará su dolor, le agradeció por ello y le dijo que si quería podía tener la tarde libre, paso por la habitación de la pequeña y vio que estaba tomando una siesta así que se fue a la suya propia se quitó la ropa y se metió a la cama unas horas de descanso le harían bien.
Se despertó casi a las seis de la tarde, se metió al baño para darse una ducha y luego vestirse con una franela, un pantalón de mezclilla y unos cómodos zapatos deportivos fue a la habitación de su sobrina y ver si estaba despierta.
-¿Te gustaría comer comida italiana?- le pregunto desde la puerta al ver qué estaba despierta dibujando en su mesita.
-Esta bien- fue toda la contestación que recibió.
Antes de irse volteo y le dijo -Lamento por no prestarte atención temprano, pero de verdad me sentía mal.
-No importa tío Gulf.
-Claro que importa tu te pusiste triste- le replicó el pelinegro recostado en el marco de la puerta.
Dándose cuenta que la habitación de la niña estaba igual a cuando llegó, con todo lo que había pasado no habían tenido tiempo de arreglarla como lo tenían planeado, en esos momentos lo único que delataba que era la habitación de una niña eran las sábanas de color rosa y los juguetes que se encontraban en ella, eso era algo de lo que se debían ocupar cuando pudieran.
Sin embargo dejo esos planes para otro momento y volvió a decir: -¿Que querías temprano?, ¿Que te tenía tan emocionada?
Esta vez la pequeña si dejo sus colores de un lado y saco de su morral la hoja que horas antes había tenido en su mano, con algo de pena se acercó a su tío y se la entrego a la espera de lo que esté tuviera que decir.
-¡Sacaste un 10!- exclamó el pelinegro sorprendió al ver lo que le había entregado su sobrina?
-Estoy hay que celebrarlo, mereces más que comida italiana a domicilio... Ya se, te llevaré a comer a dónde tu quieras o podemos ir a la juguetería por algo divertido para ti.
-No está bien si nos quedamos en casa, pero ¿podrías ponerlo en la puerta de la nevera?
Gulf frunció el ceño no esperaba que le pudiera algo como eso pero igual asintió con la cabeza y estaba a punto de salir cuando la niña volvió a preguntar: ¿Puedo ponerlo contigo?
-Claro, ve por tus sandalias y lo hacemos.
Lamai corrió por sus sandalias ajustables y se las puso a toda prisa para seguir a su tió que bajaba lentamente las escaleras como esperándola, ella hizo lo mismo y al llegar a la cocina Gulf vio el único imán que decoraba la puerta, este sostenía una foto de Mew y el que se tomaron el día que se mudaron a esa casa, era una fotografía que le gustaba ver todas las mañanas pero solo tenía un imán así que la tendría que quitar para complacer a la pequeña.
Media hora después estaban en la isla de la cocina comiendo Lasaña que habían ordenado al restaurante italiano, Gulf estaba algo entretenido mandándole mensajes a Mew preguntándole que cuanto le faltaba para llegar, mientras que Lamai estaba feliz comiendo sin perder de vista su examen en la puerta de la nevera.
Gulf no le había dicho nada acerca de que su nombre estaba mal escrito, habia terminado con "Y" en ves de "I" un pequeño error que inclusive la maestra paso por alto, pero que su madre si le hubiese reprendido por no haberlo escrito bien, su papá ni se hubiese enterado de que le había ido bien en la escuela; no como reaccionó Mew cuando llegó, este había visto el exámen y la había felicitado con un beso en la frente para luego invitar a sus amores a ver televisión, terminaron viendo como siempre Peppa Pig mientras comían un rico tiramisú que habían pedido como postre.
Todo estaba bien entre ellos algunas veces tenían sus altas y bajas , lo importante era tratar de hacer lo mejor posible, los tres aún estaban aprendiendo.
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