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Capitulo 7

Lamai estaba muy emocionada desde que su tio le habia contado lo que iban hacer en su cumpleaños no podía esperar que llegara la fecha, le habia dicho a todas sus nuevas amigas que pasaría su dia especial junto a sus tios en una aventura de princesas, a lo que ellas se emocionaron por Lamai alegando que eso era mas emocionante que una fiesta de cumpleaños, aunque habia prometido que hablaría con su tio para invitar a sus amigas un dia a su casa y poder jugar todas juntas.

Tan emocionada estaba la niña con lo que se venia, que en ningun momento habia preguntado porque su tia Sammy estaba ausente, ni porque Mary era la que se encargaba de ayudarla con sus tareas, asegurarse de que comiera y acostarla a su hora de dormir; y es que la empleada de la casa Suppasit a pesar de que no estaba contratada para hacerse cargo de un niño, no tenia problemas en ayudar a sus jefes en lo que conseguían una niñera, además de que cuidar de la pequeña Lamai no daba mucho trabajo, debido a que esta era muy tranquila y le hacia caso en todo lo que le pedia.

Por su parte, la niña estaba un poco contenta de que su tia no fuera todos los días, porque en ocasiones era muy mandona con ella y no le gustaba que la regañara cuando no hacia las cosas como ella quería o no se comia el plato completo de comida, y es que la mujer le ponía mas comida de la que su estomago podía soportar a la hora de la cena y no entendia como sus primos eran capaces de comerse todo aquello, aunque pensó que a lo mejor se debía a que ellos eran niños y ella niña.

Gulf y Mew a partir del dia que se deshicieron de Samantha habian adoptado una nueva rutina, se iban a trabajar después que habian esperado que Lamai se montara en el autobús escolar, inclusive el dia viernes Gulf la habia llevado a la escuela, las cosas habian cambiado mucho sin la presencia de la mujer; La pequeña pensaba que ese cambio se debía a que sus padres estaban cumpliendo su promesa y le habian mandado su regalo desde el cielo.

Las cosas marchaban bien la convivencia entre los tres estaba mejorando, pero no asi las cosas en el trabajo de Gulf quien estaba siendo víctima de la discriminación que habia en la sociedad contra los donceles, ya que después de haber puesto todo su esfuerzo en el trabajo quedándose mas tiempo del necesario y cumpliendo con los plazos de entregas de los informes que le pedían en el menor tiempo posible, le estaban negando el puesto por el que tanto habia luchado.

Su jefe estaba enojado con el por haber llegado un poco tarde al trabajo, le habia explicado que ahora tenia a su sobrina a su cargo y ese dia se le habia complicado la llegada temprano y el hombre no dudo en preguntarle “¿Seguro que puedes con el cargo de director de finanzas de la empresa?, necesito a alguien que sea completamente responsable y comprometido con el trabajo” , ese comentario fue de los mas desalentador para el, porque parecía que todo lo que habia hecho hasta ese dia no valia nada, y por solo un dia que habia llegado tarde era todo un irresponsable.

Ese comentario por parte de su jefe lo había puesto de muy mal humor y por eso le había gritado a todo aquel que se cruzó en su camino, la pobre Pineare conociéndolo trato de adelantarse a todos los pedidos del pelinegro.

Gulf sabiendo como era su humor, había llamado a Mary para pedirle que ese día acostara más temprano a la pequeña, ya que no quería pagar su molestia con ella, ese día solo quería llegar a su casa y tomarse un baño relajante en su tina de hidromasaje, para tratar de relajarse y olvidar ese día.

El solo pensar que unos pocos días su vida había cambiado tanto lo tenía un poco asustado; temía perder todo lo que con mucho esfuerzo había logrado hasta ahora, en esos momentos se daba cuenta que la entrometida de Samantha si fue de ayuda los días anteriores pero no sé iba a retractar y llamarla, para eso ya su eficiente asistenta estaba programando entrevistas para las posibles niñeras de la niña.

El resto de los días fueron más calmados el pelinegro cumplió con su trabajo haciendo lo mejor para compaginar su vida personal con la profesional, hasta que por fin llegó el gran día y había podido conseguir el día libre para pasarlo con su sobrina; la cual despertó alrededor de las once de la mañana, llevándose la sorpresa de que sus tíos la esperaban con un gran desayuno de hot-cakes con chispas de chocolate y algo de miel.

-¡Feliz cumpleaños hermosa!- la felicito Gulf con un gran abrazo y un beso en la mejilla.

-¿Cuántos años cumples? ¿Dos o tres?- pregunto haciéndose el loco Mew después de abrazarla y felicitarla.

-No tío, cumplo seis- le mostró con sus pequeños deditos la cantidad -Ya soy una niña grande, ¿Dónde está mi regalo?

-Bueno pensamos, que como ya eres una niña grande y vives con nosotros este año tu misma podrías escoger la muñeca ¿Que te parece la idea?- le dijo el pelinegro con una sonrisa.

Recibiendo un agudo chillido como respuesta, estaba emocionada cada año Mew y Gulf le regalaban una muñeca personalizada que formaba parte de la colección anual de una reconocida marca, las cinco muñecas anteriores eran sus favoritas siendo la de sus cinco años la que llevaba a todos lados, y la cual también había llevado al colegio y había jugado con sus amigas junto con sus muñecas.

Terminaron de desayunar y subieron rápidamente para arreglarse para irse a su aventura del día, incluso Lamai no protesto cuando Gulf la vistió rápidamente sin fijarse si estaba siendo demasiado brusco, al igual cuando la peino lo hizo rápidamente alisando su pelo para colocarle un cintillo que combinara con el lindo vestido que le habían comprado para la ocasión.

Estaban contra el reloj, debían salir antes de que Samantha y el resto de la familia llegaran, ellos estaban concientes de que quizás no debieron dejarla dormir hasta tarde pero si no la despertaban temprano en un sábado normal menos lo iban hacer el día de su cumpleaños, salieron rápidamente después de que Mew le cortará por tercera vez una llamada entrante de Bosston.

Su viaje al centro comercial en donde se llevaría a cabo la aventura de Lamai no duró más de quince minutos y una vez alli se dirigieron al sitio donde se estaba llevando a cabo el evento, en ese momento Mew se arrepintió de ir al notar que no se trataba de un evento sencillo, el lugar estaba lleno de chicas disfrazadas como princesas y muchas cosas de color rosa por todos lados.

Gulf y Lamai lo habían abandonado apenas entraron al lugar, todo lo que podía ver eran niñas escogiendo disfraces y peinados para verse como sus princesas favoritas, hasta que una de las encargadas se condolio de el y amablemente lo llevo donde estaban otros padres con la misma cara de aburrimiento, algo le decía que no vería a su esposo y a su sobrina por un largo tiempo y que ninguno de los dos lo extrañarían ni un poco.

Entre tanto el pelinegro ya había llevado a la niña hasta una de las peluqueras y maquillista donde había hecho una cita para que  caracterizaran a la pequeña, al llegar Lamai pidió ser Mulán y la chica comenzó con su trabajo, luego fueron a buscar la vestimenta que iba con su maquillaje y peinado quedando hermosamente arreglada como su princesa favorita.

G

ulf estaba feliz siguiendo a la saltarina Lamai por todos los puesto tomándose fotos con todas las princesas con su hermoso disfraz, además de que compraron muchos recuerdos de la exposición, también fueron a una representación de una obra de teatro de las princesas.

Terminada la obra el pelinegro se la llevó a la tienda de muñecas para que escogiera su regalo de ese año, se habían parado frente al estante de muñecas y Lamai le había dado vueltas al catálogo dos veces, no se decidía por cuál sería la elegida, Gulf solo la veía pacientemente ese trabajo lo había hecho el años anteriores y si era muy difícil escoger una porque todas eran hermosas y más si podías personalizarlas.

-¡Todas son hermosas!, No sé cuál escoger ¿Y si mejor la eliges tu?

-No señorita, ya eres una niña grande y puede escoger la que más te guste, yo compraré la que tú elijas- le dijo el pelinegro acariciando su mejilla.

La niña volvió a repasar el catálogo y después de mucho pensar por fin se decidió por una pelirroja de lacios cabellos, las siguientes paradas dentro de la juguetería fueron para escoger los accesorios y la ropa que complementarían su regalo.

-Su hija es una hermosura- le dijo la mujer que los atendía a Gulf mientras Lamai escogía la mascota que iba a tener su nueva muñeca y todas sus apuestan estaban que iba a ser un puerquito rosado, ya que su niña era una fanática de Peppa Pig la cual ya conocía gracias a los momentos que tenían de ver caricaturas junto a Mew.

A eso de las cuatro de la tarde a Lamai le dio hambre, y por eso Gulf decidió que debían comer algo así que fueron en busca de Mew para ir a un restaurante, encontrándolo en donde le habían indicado viendo un partido de fútbol junto a los demás padres en una televisión dispuesta en el lugar, haciéndoles saber que no estuvo tan aburrido mientras se fueron.

-¡Tío Mew!- exclamó la pequeña mientras corría a su encuentro -Esta es Lulu, ¿Verdad que es linda?- le pregunto mostrándole su nueva muñeca de medio metro.

-Si es bastante bonita, y tú también pareces toda una princesa- le respondió mientras la cargaba junto a la muñeca -¿Ya estás lista, para salir y comer en algún restaurante?- pregunto  solo para quedarse algo cohibido cuando su sobrina lo vio como si tuviera una segunda cabeza.

-Hay un restaurante aquí mismo, y estoy seguro que el menú te va encantar- respondió Gulf sacándolo de su miseria tomando a Lamai y entregándole a el las bolsas en donde llevaba lo que habían comprado hasta ahora.

Al oir esas palabras el castaño no pudo evitar soltar un gemido al imaginarse qué clase de restaurante había en ese evento de princesas, y no solo él gimió ante la idea sino también los otros padres que tampoco sabían que allí había un restaurante y ya estaban viendo que sus esposas e hijas los iban arrastrar allí también.

Una hora y media después, estaban listos para partir del centro comercial, en el asiento de atrás iba Lamai entretenida con su muñeca usando aún su traje de Mulán que contra todo pronóstico se había mantenido limpio después de comer.

-¿Te divertirte hoy?- le pregunto Mew con una sonrisa viéndola por el espejo retrovisor.

-¡Muchooo!, Gracias por este cumpleaños tan fantástico.

-No tienes nada de que agradecer, es tu día especial y merece ser celebrado- le dijo Gulf volteando a darle una sonrisa.

Lamai estaba feliz con su día había conocido muchas princesas y su tío Gulf le había tomado fotos con todas ellas, este le había prometido que le armaría un álbum para que pudiera verlas cuando quisiera, y ahora tenia una nueva muñeca favorita con la cual dormiría a partir de ahora como lo había hecho con las anteriores, estaba metida en sus juegos que cuando se percató que no estaban en dirección a la casa pregunto:

-¿Para dónde vamos?

-Vamos a buscar tu pastel, aún no te hemos cantado cumpleaños- le dijo Mew con una sonrisa, el había encargado un pastel especial para la ocasión ni siquiera Gulf sabía lo que había ordenado.

Al llegar a la pastelería y ver el pastel no pudo dejar de chillar emocionada -¡Me Encanta! Gracias, gracias, Gracias.

Y es que el castaño se había encargado de pedir un pastel que fuera acordé a la temática del día, había encargado una delicia rosada de tres pisos con una corona de princesa en la cima, y estaba orgulloso de su elección al ver la reacción de la niña.

Los ayudaron a colocar el pastel en la parte de atrás de la camioneta en la que viajaban ese día, asegurándose de que no se fuera a mover y se arruinaran las decoraciones y se fueron de vuelta a casa a la que no querían llegar, y por ello Mew se aseguro de ir por el camino más largo e incluso le dio dos vueltas al vecindario hasta que por fin a velocidad lenta llegaron a su destino.

Y como se lo temían, allí estaba la mini van de Bosston estacionada junto a la camioneta de los Suppasit y no tenían duda de que los Thanas también estaban allí; al bajar se dieron cuenta que los esperaba un gran drama apenas cruzarán la puerta.

Lamai ajena a todo lo que pensaban sus tíos, apenas la dejaron en suelo salió corriendo a mostrarles su nueva muñeca a sus abuelos, para luego recibir los abrazos de felicitaciones y adulación por lo bonita que estaba con el traje de Mulán; ella comenzó a relatarles todo lo que había hecho ese día junto a sus tíos, para entrar apresuradamente a la casa llamando a Gulf para que llevara la bolsa con los accesorios y poder mostrarle a sus primos todo lo que habían comprado.

-No diré nada, solo porque Lamai está feliz- les dijo Kulap para seguir a los demás a la casa.

Mew saco la caja con el pastel de la camioneta, para ver la cara molesta de su siempre gentil hermano haciendo que se preguntará lo que había hecho mal ahora, pero ignorandolo siguió su camino y dejo el pastel en la cocina donde por fin entendió lo que sucedía, Mary le mostró el pastel de limón que su madre había llevado.

Al ir a la sala se encontró con que su sobrina estaba abriendo los regalos que le habían llevado los demás.

-¿Ustedes no le dieron nada a Lamai?- les pregunto Samantha como si nada.

Dejando a los otros dos más que confusos ya que no entendían de dónde venía la pregunta, después de escuchar todo lo que había dicho Lamai que hicieron ese día, no sabían que más quería esa mujer que le regalaran, pero para evitar conflictos Gulf solo contesto -Claro, la muñeca con sus accesorios es nuestro regalo como cada año.

-¿No querrás decir que es la primera vez que le regalas una muñeca?- pregunto ahora Dave Suppasit entrando en la conversación.

-Pero no es la primera vez que tío Mew y Gulf me regalan una muñeca cada cumpleaños, ellos me dieron esa muñeca cuando cumplí cinco- intervino la niña mientras señalaba a la muñeca que estaba cerca de sus otros abuelos -Este año yo escogí solita a Lulu porque ya soy una niña grande, ¿No es cierto tío Gulf?

-Si, ya eres una niña grande que puede tomar decisiones.

-¿Porque no vas a tu habitación y guardas tus regalos?- pregunto Kulap sonriendo -Ve con tus primos para que te ayuden.

Los cinco niños asintieron y subieron las escaleras cargando todos los regalos de Lamai.

Una vez que se perdieron por las escaleras Samantha rompió el silencio -Kanya siempre dijo que ella y Thorn compraban las muñecas.

-No se que decirte, Gulf siempre ha escogido todas las muñecas que le hemos regalado a Lamai cada año, incluso todos sus juguetes nosotros los hemos comprado- le dijo Mew sin ninguna expresión en su cara viendo  venir un nuevo problema.

-¡Esos es mentira!, ¡Ustedes mienten!, Mi hermana no puedo habernos mentido.... Ustedes si lo hacen, Kanya me había dicho que ya tenía apartada la muñeca de este año, ¡Se están adueñando de un regalo que no les pertenece!- protesto Samantha siendo secundada por su esposo y la señora Suppasit.

No tuvieron tiempo de defenderse ya que se escucharon los pasos de los niños bajar las escaleras y pronto se asomo Lamai con su muñeca en brazos diciendo:

-¿Podemos comer pastel?, Lulú y yo queremos un trozo enorme.

-Por supuesto vamos a cortar el delicioso pastel de limón- hablo Kulap llevándose a los niños a la cocina, aunque Lamai estaba un poco confundida porque no sabía de qué hablaba su abuela.

Los Thanas fueron detrás de ellos en completo silencio, hasta ahora ellos no habían dicho nada porque estaban viendo lo que sucedía cada año, su nieta dejaba de lado todos sus regalos y se centraba en la muñeca que sus tíos le habían dado, aún no sabían porque la niña los quería tanto si para ellos una muñeca cara no podía comprar el cariño de un niño.

No obstante, lo que los tenía más intrigados era el como su hija se había apropiado de los obsequios, ellos recibían puntualmente a su hija y nieta cada año para la pequeña reunión que hacían en honor a la cumpleañera, la cual siempre llegaba con la nueva muñeca en brazos y Kanya decía que Thorn había trabajado horas extras para poder comprarla.

Aunque Lamai siempre los desmentida diciendo que había sido un regalo de sus tíos, Jen Thanas nunca había dicho nada pero ahora viendo la reacción de su otra hija creía que no fue buena opción quedarse callada y ahora tarde para decir algo.

En la cocina todos se quedaron paralizados al ver el pastel rosado, la pequeña se había subido a una silla a la espera de que Mary colocara la vela que soplaria, siendo una niña pequeña emocionada por su pastel no se dio cuenta lo enojada que estaba su abuela Kulap, cantaron cumpleaños y Mary se encargo de repartirlo apartando un gran pedazo para la festejada.

-¿Podemos hablar en privado Mew?- le pregunto Kulap a su hijo.

Este asíntio y la guió al despacho de su casa, la dejo pasar a ella primero y luego entro el cerrando la puerta.

-¿Lo hiciste a propósito verdad?

-No se de qué me hablas mamá

- No lo sabes, ahora te haces el inocente... ¿Porque le compraste un pastel sabiendo que yo siempre he hecho sus pasteles desde su primer cumpleaños?

-Yo no lo sabía... Solo pensé que como Gulf la había llevado a una aventura de princesas y a comprar su nueva muñeca, no se me ocurrió otra cosa más que pedir un pastel que sabía que ella amaría.

-Ella ama mis pasteles...

-Perdón mamá si te ofendí, pero yo no sabía que tú preparabas sus pasteles cada año, además no deberías enojarte por no saberlo ya que nunca hemos ido a sus reuniones de cumpleaños, nosotros siempre la vemos antes de que se vayan a su casa o la de los Thanas... No te molestes solo es biscocho con fondant ¿Que daño hace?

-¿No lo entiendes verdad?, No sabes todo el tiempo y amor que inverti para preparar ese pastel, no es el valor del bien sino el cariño con el que se obsequia y tú me quitaste eso.

-Solo porque le compramos un tonto pastel que sabíamos la haría feliz ahora somos los malos, sabes mamá el amor no es solo decir palabras bonitas, también se demuestra, es procurar hacer feliz a las personas, velar que nunca les falte nada, no hacerlas pasar hambre o penurias, no dejar que den lástima para que alguien más les pague las facturas, si tu significado del amor es solo decir palabras bonitas, lo siento pero eso no es lo que queremos Gulf y yo para Lamai, ya bastante tuvo con Kanya y Thorn.

-¡No los metas en esto!, ellos trataban de darle lo mejor a su hija, trabajaban para pagar las consultas y medicinas de Lamai que necesitaba para su asma.

-Por supuesto que lo hacian, trabajaban en ir con Gulf para pedirle que les transfiriera dinero para pagar las consultas de la niña que muchas veces ni existían- le replicó Mew molesto de que siempre quisieran poner a su hermano y esposa como los padres adnegados.

-¿Pero que dices?, Tu hermano era un hombre de familia honesto que trabajaba para mantenerlas, les demostraba su amor... Ellos eran una pareja perfecta irradiaban amor y cariño entre ellos y con los demás, no les interesaba lo material... No eran igual que tú y Gulf que lo único que piensan es en lujos... A veces creo que solo están juntos por sus cuentas bancarias.

-Ahora si te pasaste madre, claro como Thorn era tu favorito el nunca hacía nada malo ... No te permito que hables así de mi relación con Gulf, no sabes nada de nosotros y no tienes derecho a juzgarnos... Cuando se muy bien que lo que siempre te ha molestado es que me haya casado con un hombre doncel... Pero para recibir los regalos caros que Gulf y yo te hacemos no te quejas, gracias por decirme que ya no me debo preocupar por comprarte nada o ayudarte con algún problema, con decirte que te quiero o que todo va a salir bien te basta.

Después de esas palabras el castaño salió furioso de su propio despacho azotando la puerta, que él ni Gulf fueran una pareja melosa en público no significaba que no se amaran; Ellos se amaban, y no necesitaban que otros lo supieran con saberlo entre ellos bastaba, y si lo hicieran estaba seguro que igual iban a ser criticados, desde su adolescencia nunca había hecho algo que les pareciera a sus padres.

Siempre estaban juzgando todas sus acciones tal como estaba sucediendo en ese momento, solo por comprar un pastel de princesa, su madre lo estaba acusando de algo que él ni sabía, ya que siempre le dio dinero a Kanya para que le comprará el pastel que más le gustará a Lamai en sus cumpleaños, y su mamá era la que lo hacía ¿Que hacían con el dinero entonces?.

Se metió en el baño para tratar de calmarse, solo para salir cinco minutos después y encontrarse a Gulf en medio de una discusión con los Thanas que tenían a Lamai junto a ellos.

-Lamai no va a dormir fuera de casa, pensé que eso ya estaba claro desde hace varios sábados- dijo el pelinegro molesto.

-Ustedes pasaron todo el día con ella, nos parece justo que nosotros la tengamos la noche y parte del domingo- replicó el hombre molesto.

-Pues con todo respeto, como ustedes decidieron yo soy el responsable de Lamai y ya dejé en claro que ella no duerme fuera de la casa...

-Pero yo quiero ir con mis abuelitos tío Gulf- dijo Lamai con voz triste sin entender que sucedía.

-He dicho que no Lamai, ve a tu habitación- le ordenó el pelinegro con un poco más de brusquedad de la que debía, pero ya lo habían sacado de sus casillas.

-Pero... -Intento decir nuevamente la niña.

-¡Lamai!, ya escuchaste lo que dijo tu tío... Ve a tu habitación- dijo ahora Mew entendiendo de que iba la discusión, no podían dar su brazo a torcer cuando ellos ya habían puesto las reglas.

La pequeña ante las palabras de su otro tío, lo miro con tristeza y una lágrima rodando en su mejilla para luego correr a su habitación se sentía triste por no dejarla ir con sus abuelos.

-Ustedes son injustos, ella solo es una niña que quería pasar tiempo con sus abuelos...

-Y ya hemos dicho que no va a dormir fuera de la casa, no pensamos romper esa regla, ustedes ya lo saben pero aún así insisten, hoy había sido un buen día hasta que llegamos y los encontramos a todos ustedes aquí- dijo Mew molesto por ver qué por su culpa habían hecho llorar a la niña.

-¿Cómo puedes decir eso?, Somos su familia.

-Lo decimos porque nosotros pasamos un buen día junto a ella, solo basto su presencia para que criticaran todo y un buen día se echara a perder- dijo Gulf sarcásticamente.

-¿Despues de que vinimos de tan lejos, así nos pagas?- hablo la señora Thanas molesta.

-Vinieron porque así lo quisieron, nosotros no los invitamos... Ni siquiera estaba en nuestros planes que vinieran.

-Pero es nuestra nieta...

-Ahora si es su nieta. Cuando les dimos la oportunidad de cuidarla ustedes fueron los primeros en decir que no podían- le dijo con veneno Gulf - Ella está bajo nuestra tutela, nosotros decidimos que hace o no hace; despues de todo Kanya se aseguro que firmaramos esos papeles con engaños.

-¡Mi hija nunca hizo eso!- lo contradijo el señor Thanas.

-Pero lo hizo y ahora es tarde para echarse para atrás, solo quiero que sepan que a partir de ahora solo la verán cuando nosotros digamos y  creamos conveniente...

-¿Nos van a negar ver a nuestra nieta?- pregunto la señora Thanas horrorizada.

-Por supuesto que sí, vivimos a cuarenta minutos de distancia y estamos ocupados todos los días, será fácil hacerlo, la escuela tiene prohibido dejar que la saquen de las instalaciones por nadie más que no seamos Mew o yo, no hay manera de que puedan verla si nos lo proponemos, así que no nos tienten.

-No nos pueden hacer eso...

-Podemos y lo vamos hacer si vuelven a estar de metiches criticando nuestra forma de tratar a la niña.

-No te permito que le hables así a mi madre- intervino Samantha.

Y antes de que cualquiera pudiera hacer algo la mujer le estampó una cachetada a Gulf que hizo que girara el rostro; el pelinegro solo sonrió y le devolvió el golpe, sin importarle que fuera una mujer, ya estába arto y esa bofetada fue la última gota de su vaso.

-¡Larguense de mi casa!- grito Mew furioso mientras sostenía a su esposo, y veía como Bosston estabilizan a su mujer que se había llevado un gran golpe por parte del pelinegro.

-¿Cómo puedes decir eso? Después de lo que tú esposo le hizo a Samantha- hablo Kulap sorprendida por las palabras de su hijo.

-Como siempre madre, solo vez lo que te conviene te recuerdo que tu querida Samantha fue la que golpeó primero... Gulf solo se defendió.

Después de esas palabras todos ellos recogieron sus cosas y se fueron de la casa no sin antes Dave decirles que estaban cometiendo un grave error al alejar a la familia.

Ellos comenzaron a subir las escaleras, después de que el castaño revisara la mejilla de su esposo y estuviera aliviado de que no fue tan grave, Samantha salió peor de la situación; encontrándose a Lamai en la cima con lágrimas en los ojos.

-¿Estás bien tío Gulf?- pregunto preocupada la niña que había escuchada toda la discusión.

-El está bien Lamai, vete a tu habitación que ya yo voy a ponerte el pijama- le dijo Mew de manera sería aún molesto por todo lo que había pasado.

A lo que la niña corrió hacer lo que se le decía no quería que ellos también se enfadaran con ella, pero seguía sin entender porque todos ellos siempre peleaban con sus tíos; si ellos eran buenas personas, su cumpleaños había iniciado bien pero después todo se había convertido en gritos y tristeza.

Un capítulo más largo de lo habitual pero no quise compartir en dos la fiesta de cumpleaños.

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