Capitulo 22
La niña no entendía porque estaba todo eso en esa habitación a ella no le gustaba esa caricatura, su favorita era Peppa Pig además de que ese programa era según ella un programa para bebés y Lamai ya no era uno, y llevada por la curiosidad había tomado uno de los peluches de la cama y alli fue que noto un marco de fotos en la mesita de noche en ella se podía ver a Mew y Gulf junto a un pequeño niño de cabellera castaña, pero antes de que pudiera detallar bien la imagen se escucho un grito que hizo que se sobresaltara.
-¡QUE HACES AQUI!...
Ante ese grito Lamai brinco asustada y se giró hacia Gulf que la miraba desde el marco de la puerta, su tío se veía muy enfadado por eso dio un paso atras con miedo, él nunca la había mirado de esa manera.
-¿Que haces aqui Lamai?- volvio a preguntar con tono brusco.
-Yo...
-¿Te pregunte que haces aqui?- volvio a preguntar entrando a la habitación al mismo tiempo que aparecían Mary y Mirian detrás de él.
-La... La puerta estaba abierta- contesto la niña con una pequeña voz.
-¿Y tu entras a donde se te dijo que no podías entrar solo porque las puestas estan abiertas?, ¿cuantas veces la puerta de la oficina ha estado abierta y tu no has entrado?
-No debo entrar aunque esten abiertas- contesto con lágrimas la niña -Perdón Gulf.
-Llévatela a su habitación Mirian- hablo el pelinegro sin verla en eso momentos estaba muy dolido al observar nuevamente esa habitación.
-Gulf...
-¡QUE TE VALLAS A TU HABITACIÓN!- grito nuevamente alterado.
Ella camino a la puerta cabizbaja pero antes de que pudiera salir por completo Gulf le pidió el peluche que aun conservaba entre sus manos, el cual la niña le extendió pero se sintió mal cuando su tío se lo arrebato sin ninguna delicadeza aun sin verla, antes de comenzar a llorar mas fuerte salio corriendo y Mirian tras ella.
-Señor Gulf...-intento hablar Mary sintiéndose culpable de lo sucedido porque por su descuido la niña había entrado al lugar.
-La habitación permanecerá cerrada, que sea la última vez que sucede algo como esto- le hablo el pelinegro estrujando el pequeño muñeco entres sus manos.
-Lo lamento señor, yo solo estaba limpiando la habitación como cada mes, tal como me lo pidió el señor Mew, solo sali a revisar la comida... jamás pensé que Lamai entraría- se disculpo la mujer.
Y el pelinegro solo suspiro, sabia que había exagerado con como se había comportado pero de verdad lo había afectado ver todas las cosas que con tanto amor había escogido para su pequeño niño años atras.
-Mary solo recoge las cosas de limpieza y sal de aqui- hablo un poco mas calmado mientras dejaba el peluche en su sitio.
Ella hizo lo que se le había pedido lo mas rápido que pudo y antes de que saliera Gulf le dijo:
-Por favor, que no se repita.
-Si señor Gulf- termino de decir la mujer mientras salia cerrando la puerta detrás de ella.
Gulf se quedo alli adentro y camino hacia la pequeña cama en donde se sentó, todavía todo estaba en el mismo lugar, no habían movido nada de su sitio, la habitación se veía tal cual como cuando Alexander estaba con ellos el dia que abandono la casa; el no era ciego, sabia que Mary la limpiaba regularmente, solo se había mantenido callado para hacer feliz a su esposo.
Después de lo sucedido solo podía pensar en lo tonto había sido al comportarse así con su hermosa niña y tambien si no era tonto seguir conservando esa habitación intacta, ellos estaban intentando avanzar y si querian comenzar de nuevo no podían seguir conservando todo tal cual como si Alexander no se hubiera ido, no era sano para ellos, tenian que dejar ir a su pequeño de una vez por todas.
-No quiero dejarte ir pero tengo que hacerlo- susurro mientras acariciaba el peluche de pingüino y gruesas lágrimas bajaban por su mejilla -Tengo que hacerlo por Mew y por mi y principalmente por Lamai... no se en que estaba pensando cuando le grite, mi pequeño Alexander siempre vivirás en mis recuerdos.
Mientras tanto Lamai estaba en su cama abrazando a Lulu; Mirian tambien la había regañado por desobedecer las reglas de la casa, para después abrazarla y consolarla diciéndole que Gulf no había querido gritarle y herirla, solo que estaba enojado ... Si ella no hubiese quebrado las reglas nada de eso hubiera pasado.
-Lamai tienes que entender que los adultos se equivocan muchas veces, yo te aseguro que tu tío Gulf vendrá a disculparse contigo y decirte lo mismo que te estoy diciendo yo- trato de consolarla la mujer, ella aun no sabia el porque de la existencia de esa habitación pero pudo ver el dolor en el rostro de su jefe al mirarla.
-¿Estas segura que Gulf vendrá?, no quiero que me vuelva a gritar.
-Estoy segura que no lo hara, solo no vuelvas a desobedecer; las reglas existen por algo y es por ello que no debes romperlas ¿lo entiendes?
-Entiendo señorita Mirian.
Sin embargo, al pasar las horas el pelinegro no se había presentado en la habitación y cuando fue a buscarlo Mary le dijo que estaba en el despacho haciendo unas llamadas, asi que se regreso a su habitación decepcionada.
-Tengo miedo Lulu- le susurro a su muñeca pelirroja -Ya no me quiso una vez, no quiero que ya no me quiera de nuevo.
Horas después cuando llego Mew, frunció el ceño a no tener la bienvenida acostumbrada, Lamai no había corrido a saludarlo y todo en la casa se encontraba muy silencioso.
-¿Gulf?, ¿Lamai?- pregunto en voz alta por sus dos amores, ya que sabia que su esposo había llegado temprano después de tener la reunión con Jackson.
-Aqui- escucho la voz de su Bii venir de la oficina de la casa.
Dejo su portafolios en el sofá y camino hacia él, entro justo cuando este terminaba una llamada y escribia algo en su laptop.
-¿Que haces?
-Arreglando unas cosas para mañana, Jackson me pidió que preparará unos cambios para un presupuesto nuevo que va a presentar.
-¿Alguna vez dejaras de trabajar tanto?- le pregunto con una sonrisa mientras se sentaba en una esquina del escritorio.
-Yo lo haré el dia que tu tambien lo hagas amor, ¿Que tal estuvo tu dia?
-Normal como siempre, ¿Que hiciste hoy aparte de ir a la reunión con Jackson?, por cierto en donde esta nuestra pequeña, llegue y no salio corriendo a recibirme como siempre...
El castaño se dio cuenta que las cosas no estaban bien cuando su esposo evito su mirada y se levanto del escritorio y se fue a ver por la ventana que daba al jardín.
-¿Que pasa Gul?, ¿Lamai se porto mal?, ¿aun está molesta porque fuiste hoy al trabajo?, ¿se ha dormido temprano?- soltó una cadena de preguntas queriendo saber que había pasado en su ausencia.
-Puede que... Lamai entrara a la habitación de Alexander- hablo en voz baja Gulf sientiendose culpable.
-¿Que?
-Mary estaba limpiandola y en un descuido dejo la puerta abierta cuando fue a revisar la comida que estaba preparando, solo fueron menos de cinco minutos pero fue tiempo suficiente para que la niña entrara- le respondió el pelinegro.
Mew solo asíntio sin saber que decir, su esposo estaba tranquilo; no estaba alterado como pensó que lo estaría cuando entrara nuevamente a la habitación y viera las cosas de su niño, en cambio se veía mas culpable y preocupado por lo que había hecho al ver a Lamai.
-¿Dime lo que sucedió Bii?
-Reaccione un poco mal- reconoció mientras se pasaba la mano por sus cabellos.
-Gulf, termina de hablar...
-Esta bien, reacciones muy mal, fui un patán literalmente la corrí de la habitación y le quite el peluche de pingüino de las manos de manera brusca- dijo por fin derrotado.
-Amor entiendo tus acciones, admito que yo también la hubiera regañado por romper las reglas pero, ¿Tanto te afecto verla allí?
-No lo se, no se que sentí... Tenía tanto tiempo que no entraba que verla allí dentro de la habitación... simplemente enloquecí- trato de explicar lo que había sentido mientras se sentaba en el sofá que tenían dentro de la oficina- No razone, solo quería que saliera de allí, a mi mente llegaron los recuerdos de cuando ambos jugaban sobre la alfombra, con nuestro niño hablándole a la pequeña que ni siquiera le entendía porque aún no sabía hablar, no se...
-¿Y como te sientes ahora?- le pregunto Mew mientras lo abrazaba.
-Estoy frustrado y dolido, le grite a nuestra niña cuando ella no sabe de quién es la habitación y mucho menos recuerda las tardes que pasó allí con nuestro Alexander.
-Sabes que metiste la pata verdad - le afirmó Mew.
-Si, y hasta el fondo y no sé que hacer- hablo frustrado pasándose ahora las manos por el rostro.
-Claro que sabes que hacer, y sé que lo has sabido desde que te encerraste aquí en la oficina pero eres demasiado orgulloso para dar el siguiente paso- le reprochó el castaño.
-Bien, si se qué hacer -Se rindió Gulf.
-Eso está bien, yo me voy a dar un baño tu ve a la habitación de Lamai y arregla todo con ella- se levantó Mew del sofá.
-Pero aún no estoy listo...
-Bii no puedes dejar las cosas así con Lamai, ella solo tiene 6 años y aún no entiende muchas cosas, en estos momentos debe estar muy dolida sabes lo apegada que es a ti.
-Lo se, pero es que me siento tan culpable fui un idiota con ella.
-Eso no lo discuto, pero tienes que arreglar las cosas.
-Lo haré- hablo con convicción Gulf.
Ganándose un beso de Mew que estaba feliz de que su esposo por fin entendiera que debía hablar con Lamai, y para ayudarlo un poco le dijo:
-Hablare con ella primero para ver cuál es su estado de ánimo, te daré tiempo para que pienses en lo que le vas a decir.
El pelinegro solo asintió y dejo que saliera de la oficina, justo cuando su teléfono volvió a sonar al ver la pantalla se dio cuenta que era Sunan nuevamente, tenía toda la mañana llamándolo y aún no había tomado la indirecta de que no quería hablar con él.
Entre tanto Mew entró a la habitación infantil de Lamai, hace unos meses atrás no imagino que su insípida habitación de invitados se convertiría en lo que era ahora, paredes adornadas con murales de Mulán y muñecas regadas por todo el lugar; la niña estaba recostada en su cómoda cama abrazando a su último regalo de cumpleaños.
Al acercarse a la cama no pudo evitar tropezar con varios juguetes que estaban regados alrededor de la cama, así hizo notoria su presencia para la niña.
-Lo siento por pisar tus juguetes- río Mew viendo como Lamai salía de sus escondite y se reía tambien por ver su torpeza.
-No importa- le dijo ella mientras Mew tomaba su mano pequeña que ya iba perdiendo la gordura de bebé.
-Gulf ya me contó lo que pasó en la tarde- abrió él la conversación.
-Perdón...- le respondió ella en voz baja.
-No tienes porqué disculparte sabemos que eres aún pequeña y tienes mucha curiosidad.
-Pero Gulf está enojado conmigo- hablo entre nuevas lágrimas Lamai -Esta enojado conmigo porque rompí las reglas y no quiero que esté enfadado conmigo, porque si el está molesto me va a dejar de querer y tú también...
Mew la detuvo abrazándola a su cuerpo, en donde Lamai aprovecho de esconder su rostro en el hueco de su cuello, aún estaba dolida porque el pelinegro le había gritado.
-Solo para que lo sepas Gulf no está enojado contigo- la tranquilizo pasando sus dedos por el cabello de la niña.
-¿No lo está?- pregunto levantando la cabeza para verlo a los ojos.
-No lo está, si está enojado pero con el mismo por gritarte sabe que no estuvo bien.
-¿Estás seguro?
-Por supuesto, yo no te miento.
-¿Y porque está enojado con el mismo?, Yo rompí las reglas merecía que me regañaran...
-Solo se siente mal por gritarte... Nosotros los adultos a veces hacemos cosas de las que después nos arrepentimos y es por eso que Gulf se siente triste... Sabe que te hizo llorar y a él no le gusta verte llorar.
-Pero yo no estoy enojada con él- le dijo ella en voz baja.
-Lo se hermosa, solo deja que se tranquilice un poco ¿De acuerdo?
-Esta bien.
-Muy bien esa es mi niña, ahora vamos a cenar que muero de hambre- la cargo el castaño para llevarla escalera abajo.
En medio de muchas cosquillas que le hizo para terminar de animarla, cuando llegaron abajo la niña tenía todo el cabello desordenado de tanto retorcerse para alejarse de las manos de su tío que no le daba tregua.
La sentó en su puesto en la mesa para después ocupar el suyo propio no viendo ningún rastro de su esposo por lo cual le pregunto a Mary :-¿Dónde está Gulf?
-Me dijo que le duele el estómago, solo se ha llevado un plato de yogurt con fruta- le contesto la mujer.
Ante eso Lamai agachó la cabeza mientras que Mew solo suspiraba frustrado, su esposo a veces podía llegar a ser muy terco y le costaba mucho admitir cuando se había equivocado, llegando a ser en muchas ocasiones un poco insensible con los sentimientos de los demás, solo por miedo a ser rechazado.
Esa noche Gulf no fue hablar con la pequeña y en la mañana se escapó al trabajo antes de que ella se despertara, estaba huyendo lo sabía pero no podía evitarlo, aún no sabía que decirle a Lamai para disculparse; ese día llegó a casa muy cansado y se dejó caer en el sofá sin ninguna ceremonia, su muy eficiente asistente Pineare estaba a punto de casarse y dejarlo por algunos días mientras se iba de luna de miel, por ello debía dejar todo lo mejor posible para que él no tuviera ningún inconveniente con su reemplazo, el cual aún no encontraba después de pasar la tarde haciendo entrevistas.
Algunas de las aspirantes no sabían ni siquiera como pasar una llamada de un teléfono a otro y mucho menos usar una computadora, se sacó los zapatos para subir los pies en el mueble, dándose cuenta que Lamai estaba escondida detrás del marco de la puerta, desde donde estaba podía ver sus negros cabellos.
En ese momento se enderezó en el mueble viendo como la pequeña hacia su camino hacia el abrazada a su inseparable muñeca, la cual dejo en la mesita del centro y se paró frente él mirándolo fijamente.
El intercambio de miradas duro unos instantes antes de que Gulf por fin cediera y la tomara entre sus brazos sentándola en sus piernas, ante ese gesto la niña comenzó a llorar.
-Lo siento, lo siento mucho, lo siento hermosa- se disculpaba el pelinegro dándole besos en la cabeza.- Perdóname fui un tonto y te lastime, perdóname.
La sentó mejor para que quedara frente a el limpiandole las lágrimas aunque ella todo lo que quería era estar aferrada a su cuerpo, ahora se daba cuenta cuanto daño le había hecho al mantenerse en silencio la noche anterior.
-Perdóname Lamai, estuvo mal que te gritara tu no tenías la culpa de nada, eres mi hermosa pequeñita no debí enojarme contigo- volvió a disculparse Gulf con lágrimas también en sus ojos.
-Tenia mucho miedo de que ya no me quisieras ver cómo la otra vez , yo te quiero mucho y no quiero estar lejos de ti- le dijo Lamai aferrándose a él.
-Yo nunca te he dejado de querer, siempre te he querido y siempre te querré yo también quiero que estés junto a mi y Mew, yo no voy a dejar que nadie nos separe- la tranquilizo Gulf.
-¿Lo prometes?
-Te lo prometo, eres lo mejor que me ha pasado; tú y Alexander son lo mejor que me ha pasado- la abrazo rompieron en llanto.
La sostuvo apretado, había estado toda la tarde tratando de no pensar en Lamai estando triste y decepcionada por su culpa, no había ayudado que Mew lo hubiera ignorado desde la noche anterior, y después de mandarle un mensaje a media mañana diciéndole lo que pensaba hacer solo había recibido un escueto "Se lo diremos juntos". Para después volverlo a ignorar, y el sabía que eso era lo menos que se merecía por dejar correr las cosas y no disculparse inmediatamente.
-Hermosa, lo que pasó fue que...
-Ya lo se, Mew y la señorita Mirian me lo explicaron... Me dijeron que a veces los adultos cometen errores y tú estabas triste y enojado contigo por haberme gritado.
-Eso es correcto- le beso la mejilla- Eres una niña muy inteligente y te amo tanto.
-Yo también te amo mucho Gulf.
Se quedaron recostados en el sofá sin decir nada, Lamai estaba entretenida jugando con los botones de la camisa de Gulf, ya había logrado desabrochar uno y ahora iba por el siguiente cuando él rompió el silencio cómodo en el que se habían sumergido.
-Lamai..
-¿Que?
-¿Porque dijiste que otra vez no iba a querer verte?
-Kanya me dijo que ya no me querías, por eso ya no me contestabas el teléfono, no querías que fuera a tu oficina, decía que tú ya no me querías ver ¿Porque ya no me querías, Gulf?- murmuró Lamai jugando con los botones de la camisa.
-Eso no es cierto, yo estaba enojado con Kanya por cosas de adultos- le dijo Gulf separándose para poder verla a los ojos.
-Pero Kanya no decía eso...
-Preciosa, a veces los adultos hacemos y decimos cosas solo porque estamos enojados, pero tú no tienes la culpa de nada, tu eres un hermoso ángel que llegó para darle amor y felicidad a todos los que te rodean, lo único que debes saber que aunque a veces yo me enoje nunca te voy a dejar de querer.
Lamai solo asintió y se volvió a recostar en el pecho del pelinegro y le dijo: -Te prometo que no voy a volver a entrar en esa habitación.
-No hace falta que prometas eso- le dijo tomando su maletín y sacando de el un pequeño peluche rosado que representaba a uno de los personajes de la serie favorita de su pequeño -Alexander siempre te prestaba este peluche, cuando venías a visitar- le entrego el animal de felpa rosado sin raza conocida -¿Sabes cómo se llama?
-Uniqua, porque es la única en su especie, a mi también me gustaba ver ese programa cuando era más pequeña.
-Asi es, comenzaste a verlo por Alexander, quiero que te quedes con ella.
-¿En serio?
-Si, Alexander te quería mucho y estoy seguro que le hubiese gustado que tú la tuvieras.
-Gracias prometo que la cuidare mucho, mucho- prometió la niña abrazándose al peluche.
-Yo se que lo haras, eso no tienes que decírmelo también puedes escoger lo que quieras de la habitación, lo demás lo donaremos- la acurrucó nuevamente contra su pecho mientras las palabras abandonaban sus labios, ya era tiempo de dejar el pasado atrás pero aún le dolía tener que sacar alguna cosa de esa habitación por la cual se esmero tanto tiempo atrás.
-¿En serio?
-Si, quédate con lo que quieras lo demás lo donaremos.
-Ok- dijo emocionada para luego fruncir el ceño y ponerse pensativa -¿Gulf?
-Si.
-¿Quién es Alexander?
El pelinegro estaba a punto de decirle que eso era algo que hablarían en cuanto Mew estuviera en casa, cuando un fuerte golpe en la puerta y los gritos de Samantha lo detuvieron.
-Hablaremos después ¿De acuerdo?
La niña asintió y se pusieron de pie para ver a Jen entrar a la casa.
-¿Pero que te han hecho?- pregunto al notar los ojos rojos de la niña -Mi pobre niña, aquí está la abuela para cuidarte y llevarte a casa.
Samantha también ingreso junto a Bosston y el señor Thanas siendo seguidos por Mew que acababa de llegar.
-Lamai, por favor ve con Mirian y dile que te dé galletas- le pidió Gulf a la niña.
Pero Jen la detuvo antes de que pudiera dar un paso -He venido por nieta, me la llevaré a casa para protegerla de ustedes.
Mew solo rodó los ojos y se colocó al lado de su esposo estirando la mano en dirección de la pequeña que la tomo sin dudar aferrada aún al peluche rosado.
-No le hagas caso Lamai tu no vas a ninguna parte, ve con Mirian que después nosotros te buscamos y hablamos contigo.
Y para sorpresa y furia de los demás ella le hizo caso y salió corriendo en busca de su niñera sin voltear a ver a sus abuelos o tíos.
-Ustedes son unas víboras ponzoñosas. Han envenenado a mi nieta en nuestra contra- hablo nuevamente alterada Jen.
-¡En mi casa no se grita! -hablo nuevamente el castaño -Asi que si quieren hablar con nosotros los escuchamos, pero no vamos aguantar sus acusaciones y gritos dentro de nuestra propia casa.
-Claro que los vamos a acusar, pero por lo visto ustedes no soportan que les digan sus verdades- intervino ahora Samantha.
-¿De que verdades hablas Samantha? ¿Que Kanya y Thorn eran unos drogadictos? ¿Que ellos mismos ocasionaron el accidente? ¿Dime de qué verdad quieres hablar?- pregunto ahora Gulf.
-Ustedes manipularon las pruebas- hablo el señor Thanas - Para ustedes es muy fácil acusarlos de cosas que no hicieron cuando Thorn y Kanya no pueden defenderse, mi hija nunca consumió ninguna de esas porquerías.
-¿Entonces el accidente también nos los inventamos?- pregunto ahora Mew rodando los ojos.
-Ustedes lo causaron- murmuró Bosston haciendo que Mew se tensara -Tu contrataste a Thorn y todos fuimos testigos de como lo explotaban, por más que trabajaba y se esforzaba no lograba un aumento, tan solo le dabas largas para que siguiera de mandadero en vez de darle un mejor puesto, pero no, no podías ayudar a tu hermano.
-No sabes lo que dices Bosston, solo hablas puras estupideces.
-No podías ayudar a tu hermano, claro que no. Tu solo te dabas la gran vida con tu esposo mientras que Thorn se desvívia trabajando para mantener a Kanya y las constantes gripes de Lamai.
-Si tanto te dolía, ¿Porque no le conseguiste un trabajo en el taller?, tantos años y solo cuidabas a la niña, ¿No crees que de los dos tu eres el más hipócrita? Que solo le gusta hablar pero no hace nada por ayudar- replicó el castaño molesto.
-Thorn no sabía nada de autos...
-¿Y crees que de música, contratos, marketing o finanzas sabía mucho?, Por favor Bosston si eras tan buen hermano ¿Porque nunca hiciste nada? ¿Porque no lo invitaste a tu casa cuando se quedó sin la suya? ¿Porque en cada cumpleaños Lamai nunca recibía un regalo tuyo?.
-Tu ni siquiera ibas...
-Tienes razón no lo hacíamos, pero Lamai recibía nuestra visita a horas de la mañana y le entregábamos su regalo.
-¿Van a seguir mintiendo sobre las muñecas?- pregunto ahora Samantha sarcásticamente.
-Claro los perfectos Thorn y Kanya tenían cada año para compara una muñeca personalizada con todos sus accesorios de casi 10.000 Bath pero no tenían ni siquiera para pagar el arrendamiento y electricidad de su departamento- le respondió el pelinegro.
-¿Acaso no te cansas de mentir? Siempre te has creído la gran cosa porque tienes dinero, pero solo era un estupido doncel que miras a los demás por encima del hombro pensando que con aventar unos cuantos billetes tienes el mundo a tus pies- lo acuso el hombre Thanas.
-Le faltó decir que esos billetes eran pedidos por su hija cada día de la semana y que en las noches que supuestamente estaban trabajando, lo que hacían era irse a un oscuro callejón para conseguir sus porquerías ...
-No te permito que hables asi de mi hija- se le fue encima Jen tratando de cachetearlo pero esta vez Gulf fue más rápido y la detuvo -Quítame tus sucias manos de encima- pidió la mujer forcejeando por apartar su brazo.
-¿Saben que?, ya me canse - dijo Mew enfadado -Los quiero a todos fuera de mi casa, cuando realmente tengan algo sensato que decirme serán recibidos nuevamente.
-Ya hablo el siempre tranquilo y compasivo Mew, que nunca hace nada malo- se burlo Bosston -No nos vamos a ir de aqui hasta que ustedes se hagan cargo de la deuda, que nos cargaron por su egoísmo.
-Nosotros no tenemos nada que ver con esa deuda, es mas si ustedes estan seguros que Thorn y Kanya son inocentes busquen las pruebas y demuestren su inocencia asi se salen de tener que pagar alguna deuda, pero por ahora larguense de mi casa.
-Ustedes no tienen compasión de nadie, se estan quedando con mi sobrina y no les interesa mantener limpia la imagen de sus padres para ella- dijo Samantha resentida.
-¡Ah ya salio la verdad!, ven que ustedes si creen todo lo que dicen de Thorn y Kanya las blancas palomas que no rompían ni un plato, aqui el asunto es el dinero, vienen aqui solo porque no pueden pagar las deudas que dejaron, ese es todo el asunto, no estan aqui porque les importe Lamai lo único que les importa es no tener que pagar- les dijo Gulf con sorna.
-¡CLARO QUE NO!- grito Samantha histérica
-Por supuesto que si, pero ¿Que creen?, tu y toda tu familia se harán responsables de las deudas que se ganaron Thorn y Kanya.
-Pues ustedes lo mínimo que tendrían que hacer por nosotros es hacerse responsables de esa deuda- insistió Jen Thanas roja de coraje por las palabras que soltaba el pelinegro -Ustedes nunca estuvieron presentes, nunca ayudaron en nada, mi Kanya siempre me hablaba de lo egoístas que eran ustedes, que lo único que les interesa es seguir llenándose los bolsillos para vivir su vida de lujos.
-Si somos tan egoístas que los dejamos vivir en nuestro departamento sin tener que pagar el alquiler- le replico inmediatamente Gulf.
-¡Esos es mentira!, Kanya decía que sus arrendatarios le cobraban una gran cantidad de dinero, yo misma vi los recibos- replico Jen Thanas nuevamente.
-No me extraña que tambien lo falsificaran, después de todo lo que hicieron unos recibos de alquiler no eran nada -dijo Mew a lo que su esposo solo asíntio ante la verdad que estaba diciendo este -Ya les hemos dicho que nos importa poco lo que piensen ustedes de nosotros, ni siquiera me importa lo que pienses tu Bosston, la verdad es que nunca has sido un buen hermano mayor para mi, nosotros no vamos a pagar nada.
-Ya veo que estamos perdiendo el tiempo aqui, ustedes seguirán siendo los egoístas de siempre; ahora entiendo que algunas personas no tienen corazon, ni compasión, si no pueden ayudarnos con esa simple deuda a nosostros que estamos jubilados y a Bosston y Samantha que tienen cuatro hijos y muchos gastos, entonces no me sorprendería que no puedan hacer feliz a mi nieta Lamai, ustedes no tienen sentimientos, son incapaces de sentir amor por otras personas, lo único que quieren es su cochino dinero, al final solo quedaran ustedes solos, porque ni todo el dinero del mundo les garantizara la felicidad que solo da la familia, se van a quedar sin nadie- volvio a destilar veneno la señora Thanas.
Esas palabras calaron hondo en el corazon de Gulf, el cual no podía entender porque tenian esa fea imagen de ellos, aun estaba sensible por todo lo que había sucedido la tarde anterior recordando todo lo concerniente a su Alexander, ni todos los ahorros que tenian en el banco aquel entonces habían servido para poder mantener a su niño, le hubiera dado todo lo que tenia a Thorn y Kanya si con eso garantizaba que su pequeño pingüino se hubiese quedado con ellos.
Ya no podía mas y algunas lágrimas se escaparon de su ojos, para dejar la sala a pesar de que Mew lo había llamado, era un hombre con una misión, él había jurado que nunca iba a mostrar esas fotografías pero creia que ahora era necesario, quería callarle la boca a Jen, quería que ya no volvieran a su casa, quería que se dieran cuenta de lo equivocados que estaban con ellos, ya no soportaba que los siguieran viendo como los villanos de la películas, pero debía admitir que su cuñado hizo muy bien su trabajo, logró poner a todo el mundo en su contra e incluso muertos seguian haciéndoles daño.
-Dejalo que se vaya, seguro le dolió escuchar la verdad- se burló Bosston -Los cobardes siempre tienden a huir cuando no les agrada lo que escuchan, que se haya ido solo nos esta dando la razón y ustedes deben hacerse responsables de lo que se culpa injustamente a Thorn...
Sin embargo, no pudo seguir hablando porque Gulf había vuelto a la sala cargando un sobre con él, que abrió y aventó una gran cantidad de fotografías en la mesa de centro, para luego decir:
-Nosotros somos tan sin sentimientos que estuvimos con Lamai cuando nació, ¿alguna vez se han preguntado porque no se les permitía ver a la niña en sus primeros dias de vida?.. No ¿verdad?, solo creyeron lo que se les dijo... pues la verdad es que la pequeña estaba internada por el síndrome de abstinencia, su adorada Kanya consumió drogas durante el embarazo y Lamai heredo su adicción, ella estuvo tres meses en una incubadora recibiendo tratamiento llena de tubos y cables intentando respiras, pero ustedes nunca estuvieron alli para ella, prefirieron creer lo que se les decía en vez de insistir en verla, todo lo que ellos decían era santa palabra que no podía ser cuestionada- declaro el pelinegro con lágrimas en los ojos.
-¡Mientes!- murmuro la mamá de Kanya -Ustedes no saben mas que mentir, esa niña que aparece en esas fotos no es mi nieta, mi nieta fue una niña sana, solo nació baja de peso Thorn nunca se alejo de ella solo lo hizo para ir a trabajar, ustedes no son mas que unos mentirosos.
-La única mentira que ha salido de mis labios desde que Thorn y Kanya murieron es que no quería a Lamai aqui en casa- respondió Gulf -Esa pequeña ha sido mía desde que nació, yo fui el que la alimento por primera vez, yo estuve alli cuando tenia recaídas porque el tratamiento no estaba funcionando, a mi era al que llamaban cuando la bebé necesitaba algo, nosotros fuimos los que la trajimos a casa después de tres meses de lucha, no fue su drogadicta hija la que se hizo cargo, a ella lo único que le importaba era mantener su imagen de niña buena, cuando cada semana venia a mi casa para que le diera dinero para que pudiera comprar la formula láctea porque no podía alimentar a su hija, gracias a las porquerías que había en su sistema- los volvio a ilustrar Gulf de quienes eran en verdad, esos que ellos tanto defendían.
-Lo he dicho, ustedes solo saben decir mentiras- dijo el señor Thanas enfadado.
-Ya les dije que no nos importa si nos creen o no, esto te lo digo a ti Samantha tu hermana era una estúpida drogadicta que se acostaba con cualquiera para poder pagar sus deudas, se aprovecho de que Gulf y yo queríamos a Lamai para sacarnos dinero cada semana con la excusa que la niña lo necesitaba- les dijo ahora Mew.
-Eso es mentira mi hermana era una persona honrrada,
-Tan honrada que le debía a traficantes que asaltaron a mi esposo poco tiempo después que murieran, buscando saldar las deudas que habían dejado, amenazando con hacerle daño a Lamai.
-Son unos mentirosos, hablare con los servicios infantiles y haré que les quiten a Lamai, no permitiré que mi sobrina viva con unos mentirosos como ustedes.
-Haganlo, ya ellos tienen toda la información sobre ellos, vamos a ver quien les da la razón...
-El dinero no lo arregla todo...
-Aqui nadie esta hablando de dinero, yo hablo de que los servicios infantiles tienen todo un expediente de Thorn y Kanya por un problema que a ustedes no le interesa, asi que digan lo que digan no podrán quitarnos a la niña, ustedes siempre argumentan que nosotros arreglamos todo con dinero, pero bien que quisieran tenerlo también , ese dinero es el paga la buena educación de Lamai en unas de las mejores escuelas de la ciudad, ¿creen que algún juez va aceptar que la saquen de allí para que vaya a una escuela publica? ¿en serio creen que tienen una mínima oportunidad de llevarsela?, ustedes tuvieron su oportunidad y la rechazaron, ahora ya es demasiado tarde, ningún juez permitirá que una niña que tiene todas las comodidades y el 100% de nuestra atención, se vaya a vivir arrimada a una casa que no tiene espacio y en la cual tendría que compartir la atención con tus cuatro hijos.
-¡Es mi sobrina!- exclamó Samantha.
-Nuestra también, y dado que tu querida hermana nos las dejo a nosotros ningún juez va a revocar nuestra tutela para dárselas a ustedes- le dijo Gulf molesto.
-¡Ustedes no la querían!, Nos ofrecieron llevarnosla, hasta dinero nos prometieron para que la pudiéramos mantener, no me vengan ahora que la quieren mucho- hablo Jen Thanas buscando hasta el último argumento para salir ganando esa discusión.
-¿Cuántas veces les vamos a decir que eso era antes?, Perdieron su oportunidad ahora Lamai es nuestra y no vamos a dejar que nadie no las quite- explico Mew nuevamente tratando que les entrara en la cabeza lo que ya le habían repetido varias veces antes.
La discusión fue interrumpida por el ruido de una de las muñecas de la niña cayendo, dándose cuenta que Lamai había estado escuchando parte de la discusión.
-¿Dónde está la señorita Mirian Lamai?- le pregunto Mew.
-Esta en la habitación esperando que vuelva a jugar- respondió acercándose al castaño -Perdón, no quería escuchar fue un accidente- le dijo abrazándose a su pierna.
-No te preocupes hermosa, pero no lo vuelvas hacer- la reprendió suavemente el pelinegro.
-Lo prometo Gulf.
-Eso es pequeña, ahora despídete de tus abuelos y tíos que ya se van.
-Por supuesto que nos vamos pero Lamai se viene con nosotros- se adelantó el señor Thanas extendiendo la mano a la niña -Vamos cariño, tu no estás segura aquí mienten acerca de mami y papi.
-¡Mew y Gulf no mienten!- protesto Lamai aferrándose a la pierna del castaño -Thorn y Kanya si lo hacian, mentían todo el tiempo, les mentían a todos- completo en voz baja lo que estaba diciendo.
-Eso no es cierto Lamai, ¿Cómo puedes hablar así de tus padres?- la reprendió Samantha.
-Es cierto, Thorn y Kanya mentían...
-No sigas con eso Lamai, no mientas acerca de tus padres y ven aquí ahora- le ordenó Bosston.
-No, yo me quedo aquí... Me gusta estar aquí, está es mi casa y me quedo aquí- volvió a protestar ahora escondiéndose detrás de las piernas de ambos hombres.
Samantha estaba algo impactada porque la niña ya no llamaba papá y mamá a su hermana y cuñado, ahora los llamaba directamente por su nombre, ya se estaba dando cuenta hasta donde había llegado la influencia de Mew y Gulf según ella; sobre todo estaba impactada por las sinceras palabras de la niña al decir que no se quería ir.
-Ustedes han manchado el recuerdo de mi hermana, le han hecho creer a Lamai puras mentiras, Thorn y Kanya amaban a su hija, ellos nunca mentían- hablo entre sollozos la mujer e intento acercarse a su sobrina.
Cosa que fue impedida por Gulf -No la toques.
-Tu eres un estupido doncel, que no puede tener hijos y por eso te quieres quedar con mi sobrina, pero nunca lo lograras... Kanya era una excelente madre y aunque intentes lavarle el cerebro a Lamai tu nunca llenarás el lugar que ella dejo- lo atacó Samantha sin saber que decía.
-Tu tampoco lo llenaras- le replicó Gulf con media sonrisa no iba a dejar que viera que sus palabras le afectaban -¿Sabes porque Kanya no te dejo a su hija?, ¿Porque eras la última opción en la lista? ¿Lo sabes?
-No y tu tampoco lo sabes.
-Por supuesto que sí lo sé, Kanya no te soportaba, ni siquiera porque era tu hermana, ella no soportaba lo controladora que eres, ni que te pusieras histérica cuando no se hace lo que dices.
-¡Mientes!
-Desde que llegaron esa es la única palabra que saben decir, algo que resaltó de Kanya es que a pesar de todos los defectos que tenía, ella quería a Lamai y por eso no te la dejo, ella no te soportaba, la verdad es que nadie te soportaba Samantha, aún no entiendo cómo lo hace Bosston; tu siempre te creíste al mando de ella solo porque eras la mayor, pero la verdad es que nunca te hicieron caso solo dejaban que creyeras que tenías todo controlado, solo fingían escucharte.
-¡No es cierto!
-Claro que es verdad, y no te engañes diciendo que no es así cuando en el fondo sabes que tengo razón, tú siempre te has creído perfecta pero no lo eres, nadie lo es, por eso Thorn y Kanya dejaron a Lamai con nosotros, porque sabían que no viviría bajo tus reglas estúpidas - se acercó Gulf a la mujer para decirle en voz baja - Nunca me quitarás a Lamai y váyanse metiendo en la cabeza que es la última vez que pisan nuestra casa sin invitación y que lo único bueno que hizo tu hermana fue dejarnos a la niña a nosotros.
Tras esas palabras todos por fin salieron de la vivienda hechos una furia, no habían logrado sus objetivos y habían quedado peor que cuando llegaron; Bosston estaba resentido, su hermano no quiso ayudarlo y encima ensució el nombre de su otro hermano, no entendía porque Mew era asi si los tres eran hijos de los mismo padres.
Lo último que escucharon fueron las palabras vacías de el señor Thanas diciendo: -Esto no se quedará así. Van a saber pronto de nosotros nuevamente.
-Ustedes no van hacer nada, o en menos de lo que piensen estarán recibiendo una orden de restricción en las puertas de sus casas, no nos tienten- le devolvió la amenaza Mew.
La puerta por fin fue cerrada y Lamai pudo salir de su escondite detrás de sus piernas caminando hacia las fotografías tiradas en la mesa de centro: -¿Esta soy yo?- pregunto tomando una de las fotografías -Estoy muy pequeña, ¿Porque estoy metida en esa cosa?, ¿Porque dicen que Thorn y Kanya tuvieron la culpa? ¿Que significa droga-dic-tos? - fueron las interrogantes que hizo la pequeña queriendo saber todo.
Ya volvimos a la línea de tiempo principal y al primer enfrentamiento con la familia.
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