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Capitulo 15

Gulf había sido el encargado de ir al colegio y hablar con la directora, la cual no opuso ninguna resistencia en dejar que Lamai saliera antes de vacaciones, tal como había dicho Mew estaban a pocos días de terminar el año escolar y no era mucho lo que la pequeña pudiera hacer en clases.

Mew compro los boletos de avión y se encargo de avisarle a Bass que iban a llegar antes de los esperado; este le dijo que ya estaba en la casa familiar y que iba estar allí esperándolos, incluso iba ir a buscarlos al aeropuerto.

Entre tanto preparativo, Mew no podía dejar de pensar que quizás estaban siendo cobardes al huir así tan repentinamente, no podía dejar de sentirse mal por su familia que no sabía lo que se le venía encima con las deudas que habían dejado Thorn y Kanya, el sabía que ninguno de ellos tenía una buena posición económica y por más que se llevará mal con Bosston y que sus padres detestaban a Gulf, ellos no dejaban de ser su familia.

Esa noche mientras hacían las maletas el pelinegro trato de tranquilizarlo -Amor, solo les van a dar el aviso de la deuda, después acordarán las cantidades que tendrán que pagar mensualmente, no les pasará nada estoy seguro que por consideración a ti acordarán algo dentro de sus posibilidades, pero si los pagos son muy elevados, podemos intervenir por Kulap y Dave.

-¿Y que hay de mis  sobrinos?- le pregunto Mew pensando en los niños que no tenían la culpa de nada.

-Perdón por lo que voy a decir, pero sabes que no tolero a esos niños y si Samantha no les pone carácter y les enseña que lo que hacen tiene una consecuencia puede que tenga en sus manos a unos próximos Thorn y Kanya; esos niños están acostumbrados a romper cosas, ensuciar, gritar, hablar sobre lo que escuchan y sus padres no les dicen nada solo los excusan en qué son cosas de niños, pero si ellos no ponen un límite desde ahora cuando sean grandes.... -dejo la frase inconclusa Gulf para luego suspirar y decir -Pero yo te voy apoyar Mew decidas lo que decidas, si los quieres ayudar allí estaré para ti.

Mew solo pudo tomar a su esposo y darle un beso, el tenía razón su hermano y Samantha debían resolver ese problema por si solos, lo mejor era dejar el tema de lado después lo analizaría con más calma y tomaría una decisión.

La verdad es que la muerte no perdona, los secretos y engaños siempre salen a la luz, pronto Thorn y Kanya iban a quedar descubiertos ante toda la familia, por más que Mew tuviera la intención de proteger a sus padres estos deben  conocer la verdad sobre su hijo, para bajarlo del alto pedestal dónde lo tienen.

Pero muy en el fondo de su mente sabía que cuando regresaran de su viaje, la familia los culparía de todo; Gulf sabía que lo podía soportar ya estaba acostumbrado a que los Suppasit lo juzgarán y no le importaba ni un poco lo que ellos pudieran pensar sobre él, no obstante las cosas eran diferentes para Mew, ellos eran su familia la que lo juzgaría y lo culparía, él estaba preparado para defenderlo, había estado callado antes por temor a que Thorn y Kanya alejaran a Lamai, ahora las cosas eran diferentes ella estaba bajo su tutela y no tenía porque tragarse todo lo que pensaba de tan perfecta familia.

Entre tanto Lamai también estaba preparando sus maletas, bueno Mirian lo hacía ella solo estaba trantando de convencerla para que la dejaran llevar a todas sus muñecas porque según ella se iban a sentir solas si solo se llevaba a Lulu; la mujer solo la escuchaba pacientemente pero ninguno de sus argumentos iba a ser escuchado, la única muñeca que llevarían sería la que le regalaron sus tíos en el último cumpleaños.

Abordaron el avión la madrugada del día que citarían a los Suppasit y los Thanas, ahora solo era cuestión de disfrutar el viaje y esperar que la familia Kanawut no fuera un incordio, algo que era bastante difícil que pasará ya que Gulf también tenía sus propios problemas familiares.

Mew a pesar de que era la madrugada no podía pegar un ojo en el vuelo y se acomodo mejor en su asiento, mirando a Gulf y Lamai como dormían sin ningún problema, Lamai estaba recostada en el hombro de Mirian y su esposo  había montado sus piernas sobre las suyas casi sentado sobre el, su Bii no podía dormir sino estaba en contacto con el.

Esta era la primera vez que hacían ese viaje después de cuatro años, aquel entonces se habían marchado de la casa de su suegro quedando en muy malos términos; aquella vez cuando no sabían nada, lo habían culpado de ser el responsable de que los servicios infantiles le quitaran a Alexander, nunca les dijeron que ya no tenían a Alex ¿Cómo se tomaría que ya no tenían al niño con ellos? ¿Y cuál sería el recibimiento que tendría su pequeña?

Lo que le preocupaba era que en ese viaje, su esposo saliera herido por alguno de sus comentarios conservadores, ese hombre había sido educado en otra época así que sus opiniones y palabras muchas veces llegaban a herir, y por ello cuatro años atrás se había llevado a Gulf y Alexander sin dudar, solo esperaba que está vez las cosas no terminaran igual.

Lamai miraba por la ventana del auto conducido por Bass que fiel a su palabra los había ido a buscar al aeropuerto, llegar a la casa Kanawut no era fácil, del aeropuerto al sitio tenían que hacer dos horas y media de viaje y de ellas solo llevaban una, menos mal que habían almorzado en el aeropuerto antes de que llegara Bass que se había atrasado.

El reloj marcaba que eran las tres de la tarde y el clima húmedo y sofocante no ayudaba en nada a su viaje en carretera, en esos momentos Mew recordó la primera vez que había ido con su esposo, en aquel entonces el auto que habían alquilado se había quedado varado en medio del camino porque se había sobrecalentado el motor, a ninguno de los dos les importo esperar que se enfriará  ya que estuvieron muy ocupados en el asiento trasero sudando y transpirando aprovechando lo desolado del camino.

Y como si estuvieran conectados Gulf también lo recordó ya que sonrió de la nada y le robo un pequeño beso en los labios, esos fueron muy buenos tiempos al inicio de su relación; la pequeña estaba impresionada por todos los árboles que estaba viendo jamás había visto tantos juntos, si había visitado algunos parques en casa pero lo que veían sus ojos era muy diferente a lo que conocía.

-¿Hay caballos a dónde vamos?- pregunto la niña curiosa limpiandose el sudor del cuello.

-Si los hay pero no son para pasear, son caballos de carreras- le respondió Mew.

-¿Entonces no podré montar uno?

-No creo corazón, mi padre es muy especial con sus caballos no deja que nadie se acerque, pero si quieres puedes montar un cerdito- le respondió ahora Gulf mientras le había cosquillas pensado en los animales que le daban el sustento a los Kanawut.

Lamai abrió los ojos y negó repetidamente solo de pensar en subirse en un cochino todo sucio de lodo y grande, la maestra le había enseñado que los cerditos no eran tan lindos como los que salían en su caricatura favorita, así que no esperaba tener un encuentro cercano con ninguno de ellos.

-Nena no te asustes, solo era una broma yo tampoco te dejaría subirte en uno, pero si podemos irlos a ver para que veas como se revuelcan en el lodo- la tranquilizo el hombre.

-Esta bien, podemos visitarlos desde lejos.

Gulf le beso sus sudorosos cabellos y le señaló que estaban a punto de llegar, ya se podía divisar una gran casa rosada y blanco con grandes ventanales, al estar más cerca se dio cuenta que Sari estaba en la puerta esperando por ellos.

Mew fue el primero en bajar ayudo a Lamai, a Mirian y a su esposo a salí del vehículo, Bass como todo un hombre que había crecido en el campo ya estaba a fuera; la pequeña se aferró a su pierna al ver seis enormes perros que estaban sentados en fila junto a la casa, para que se sintiera mejor decidió cargarla.

-Hola Sari, a bueno verte- la saludo el pelinegro.

-Lo mismo digo- respondió la mujer mientras se acercaba podrían no soportarse pero Sari siempre había sido educada con el- También es bueno verte Mew después de tanto tiempo.

-Es un gusto volver a verla- respondió el castaño besando una de las arrugadas mejillas de la mujer con algo de trabajo ya que astenia a la niña- Saluda preciosa- agrego ahora mirando a su sobrina que se había escondido en el hueco de su cuello.

-Hola, soy Lamai- dijo en voz baja estirando su mano como le había enseñado Mirian.

-Un placer conocerte- le dijo la señora tomando la pequeña mano -Se parece mucho a ti Mew, aunque tiene el cabello negro igual que Gulf.

Antes de que pudiera decir algo el castaño, la mujer ya le había dado la espalda y  caminaba de regreso a la casa pero antes de terminar de perderse de vista, se volteo y dijo a su hijastro:

-Tu padre te está esperando en la habitación, para que lo sepas está de malas.

-Esta bien, iré enseguida- respondió esté con un suspiro.

-Sunan siempre está de malas, esa no es novedad- dijo Bass quitándole importancia a lo que había dicho la mujer -Ahora salgamos de este calor insoportable y vayamos adentro, llevaré a Mirian y Lamai a su habitación, Mew tu saca las maletas del auto y tú irás a ver a tu padre de una vez- ordenó después.

-Pero...

-Anda Bii, nosotros estaremos bien no es mi primera vez aquí, se a lo que me enfrentó- estuvo de acuerdo Mew mientras ponía en el suelo a la pequeña.

A Gulf no le quedó otra cosa que asentir y entrar a la casa que durante su adolescencia detesto, y que no pisaba desde hace cuatro años, todo seguía igual como lo recordaba Sari no era mujer de cambios y con una casa llena de niños que vivían saltando por todo el lugar, no se podía hacer una remodelación.

Desde que conocía el hogar Kanawut los únicos cambios que se habían hecho era una ampliación cuando su hermano mayor Daniels se casó y decidió quedarse viviendo allí para ayudar con el negocio, que si bien lo habían sacado de la propiedad tampoco era como si las nuevas instalaciones estuvieran lejos, lo mismo paso con sus otros tres hermanos James, Malee y Tay, el había sido el único que no se quedó.

El pelinegro subió las escaleras hasta el tercer piso de la casa, hasta la habitación principal frunciendo el ceño al pensar que su padre y Sari deberían mudarse a la planta baja, ellos no se estaban haciendo jóvenes y se les iba hacer difícil subir las escaleras más adelante, se paró delante de la puerta de madera maciza y después de tomar una respiración profunda toco tres veces hasta que lo escucho decir secamente "Pase".

-¿Al fin te dignas a visitarme?- esas fueron las primeras palabras que le dijo Sunan apenas se asomo por la puerta.

-Tambien es un placer verte papá- le respondió el pasando por alto el reproche y se forzó a entrar a la sombría habitación.

Recordaba que de niño, creía que esa habitación era la de un ogro y su imaginación infantil era reforzada cuando veía a Sari salír con una mascarilla de aguacate.

-¿Cómo has estado?, Veo que te han quitado el yeso del brazo- volvió hablar mientras se acercaba y se sentaba al borde la cama.

-Asi es, el médico dice que con terapias estaré de regreso en algunos meses... Pero yo opino que ese hombre no sabe nada, no es la primera vez que me fracturó algún hueso y yo estoy bien- bufo el hombre cansado de estar en reposo.

-Tienes que hacerle caso al médico, él sabe lo que hace o ¿Quieres pasar más tiempo metido en esta habitación?

-Gulf, toda mi vida he trabajado no soy un hombre frágil que necesita cuidado y rehabilitación, estoy seguro que estoy más sano que tú y Mew juntos.

-Esta bien, te creo pero aún pienso que debes tomarte las cosas con calma- le respondió Gulf no queriendo discutir.

-No prometo nada- le dijo esté tomando su mano en donde hasta hace unos días había llevado con orgullo sus anillos, Sunan se dio cuenta de ello pero no dijo nada, pensó que se los había quitado para no perderlos -La niña con la que llegaste, ¿Quién es?

Esa pregunta le indicaba que su padre no había estado tranquilo acostado en su habitación y había estado parado en la ventana al momento de su llegada.

-Su nombre es Lamai.

-Pues se parece mucho a Mew, pero tiene el cabello negro como tú.

-¿Pudiste detallar sus facciones desde la ventana?- pregunto sorprendido Gulf, que no creía que eso era posible y solo había dos explicaciones, tenía unos binoculares o Sari le había pasado diciendo algo antes de que el subiera ya que le pareció ver a la mujer entrar a otra habitación en ese pasillo.

-Tengo buena vista, no necesito de lentes como esos que me pediste cuando tenías 15 años.

-¡Los necesitaba!

-En aquel entonces lo que tú necesitabas era comer bien, y no estar metido en esas dietas que veías en las revistas que te daba Bass.

El pelinegro solo pudo sonreír ante las ocurrencias de su padre, así eran  sus conversaciones; el siempre le recordaba lo consentido, mimado y débil que era por ser un doncel de ciudad al que le interesaba tener el nuevo número de la revista de moda, que ayudar con los quehaceres de la hacienda.

Entre tanto Mew ya estaba terminado de sacar las maletas ya había llevado las de Mirian y Lamai a su habitación, le había dicho a la mujer que podía refrescarse que el se ocuparía de la niña, lo hizo porque se le notaba lo incómoda que estaba con todo  el calor que estaba haciendo, era evidente que al igual que el no pertenecían a ese tipo de ambientes.

-¿Hay muchos mosquitos aquí?- se quejo Lamai tomando su bolso de Peppa Pig que era el último que le faltaba por llevar a su habitación.

-No te preocupes, cuando la señorita Mirian termine su baño ella te pondrá repelente- la tranquilizo el castaño.

Al volver a entrar a la casa se encontró con Jenni la esposa de Daniels, junto a dos de sus hijos adolescentes que debían tener entre 15 o 13 años, Mew no recordaba sus nombres y no podían culparlo por ello la familia de Gulf era grande.

-No esperábamos que vinieran tan pronto- le dijo la mujer -Deja que Na y Tom terminen de llevar las maletas y acompáñame al jardín allí estamos todos bebiendo limonada.

Los chicos hicieron lo que les dijo su madre y se fueron escaleras arriba con las maletas incluyendo el bolso rosa de la niña, se fueron tras Jenni y como lo había temido el castaño allí estaba toda la familia en pleno junto a todos los niños de los cuales no podía recordar ningún nombre, ese grupo de personas no concordaban con la personalidad de su esposo aunque lo entendía ya que él era muy parecido a Bass que estaba allí sentado en medio de todos sin prestarle atención a ninguno.

La primera vez que había acompañado a Gulf a provincia, había sido extraño ver cómo el pelinegro no compartía ningún lazo con ellos, en un principio pensó que se debía a la diferencia de edades, aquella primera visita Gulf tenía 23 y el hermano más joven tenía 30 pero no era solo eso, el ser el único doncel entre ellos también hacia una gran diferencia, sin contar que lo veían como un intruso en la familia y cuando le pregunto la razón el le contestó:

"-Sunan engaño a Sari con mi madre y aún no superan que Bass me prefiera a mi por encima de ellos" - esa fue la explicación que recibió en ese entonces, y el le había preguntado que si era por celos para ver si le decía algo más y así fue: "-En realidad es celos y enojo, Sari sufrió un aborto meses antes de que mi madre contactara a Sunan para decirle de mi existencia... Según Bass iba a tener una niña la cual iba a ser la única mujer entre tanto hijo varón y jamás le perdono a Sunan que haya dejado embarazada a mi madre... Ella no era la primera amante pero si la única que le dio un hijo y encima un doncel"

Después de eso el entendió por completo el porque Gulf no le gustaba ir a visitar a su familia, ahora ellos tenían 32 y sus cuñados ya rondaban los 40 y 50 años, para el era estupido seguir enojados por algo que pasó hace bastante tiempo y de lo cual su esposo no tenía la culpa, además de que la persona de su odio la mamá de Gulf ya tenía muchos años muerta.

Mew viendo que su niña estaba algo cohibida al ver tantas personas juntas se sentó en la mesa con ella en su regazo y acepto los dos vasos de limonada. Nadie hablaba, todo estaba en un silencio incómodo lo único que se oía era la risa de los niños jugando y Lamai bebiendo de su vaso ajena a lo que sucedía a su alrededor.

-¿Porque vinieron antes de la fecha?- rompió el silencio Bass que se llevaba haciendo esa pregunta desde que su yerno lo había llamado - No me contestes, que hayan venido antes es mejor para mí, mientras más rápido vaya está visita más pronto yo me puedo ir también, yo solo estoy aquí por ustedes- no lo dejo que abriera la boca al darse cuenta a lo mejor el motivo de su llegada temprana no podía ser divulgado con todos los demás, ya después le preguntaría en privado.

-¿De verdad detestas estar aquí tío?- pregunto Malee.

-Soy un doncel de ciudad cariño- respondió sin ningún problema Bass dándole su teléfono a Lamai para que se entretuviera viendo vídeos -Me gusta ir a un buen restaurante, tener centros comerciales a cinco minutos de distancia.

-Hablas como si nosotros no tuviéramos todo eso Bass- hablo Deina la esposa de Tay.

-Yo no dije eso, dije tenerlo a 5 minutos de distancia aquí para ir a comer hay que tomar un viaje de una hora para poder llegar al pueblo, yo crecí aquí junto a Sunan y antes de que tuviéramos todo esto recuerdo que cuando él tenía 29 y yo apenas 14 ayudaba a subir los puercos a los camiones, pero ahora que soy mayor prefiero una vida más cómoda, pasar mi tiempo en algún spa y gastando el dinero de mis esposos en ropa- hablo el hombre haciéndoles ver su punto de vista el era hijo de la segunda esposa de su padre, cuando vino al mundo Sunan ya era mayor y por eso el podía entender a Gulf aunque sus casos eran distintos, la madre de Sunan ya había muerto cuando su padre se casó por segunda vez y este jamás engaño a ninguna de sus dos esposas.

-¿Porqué montabas los puerquitos en un camión?, ¿Los llevabas de paseó?- pregunto de repente Lamai que había dejado de lado el celular.

Bass respondió afirmativamente la pregunta de la pequeña, nunca le diría que iban directo al matadero, la familia Kanawut eran conocidos por ser los mejores proveedores de carne de cerdo de la región, sus sobrinos/nietos que jugaban en el césped sabían perfecto lo que era un matadero, pero Lamai no necesitaba saber nada de eso y si se lo había ocultado a Gulf hasta los 15 años no tenía que decírselo a la pequeñita que no duraría mucho tiempo en la casa.

Al rato apareció Mirian para llevarse a Lamai a tomar un baño y darle la merienda, sin darse cuenta ya eran las 5 de la tarde y la niña no había comido nada aparte del almuerzo en el aeropuerto.

-Ella es Mirian la niñera de Lamai- Bass presento a la mujer dándose cuenta de las caras de confusión de sus sobrinos- Ya saben con la vida ocupada que llevan mi hijo y mi yerno necesitaban ayuda para atender a mi linda nietecita.

Bass sabía perfectamente lo mucho que les molestaba a sus cuatro sobrinos que llamara hijo a Gulf, la misma molestia sin razón que tenía Sunan, el había educado, amado y visto crecer a su sobrino como si fuera su propio hijo, así que lo iba a llamar cómo se le diera la gana.

-Se parece mucho a ti Mew, con el cabello negro de Gulf pero eso es lo único que tiene de el- hablo Jenni después de que Lamai se fuera con Mirian.

-Eso es porque no es nuestra hija, es mi sobrina.... Mi hermano y cuñada murieron en un accidente hace meses atrás y nosotros quedamos con su tutela.

-Oh cuánto lo siento pensamos que...

James callo a media frase no sabiendo como continuar, no entendía nada y tampoco veía al pequeño pingüino por ninguna parte, podría no llevarse muy bien con su hermano pero no lo creía capaz de alejar un niño de su lado y mucho menos despues de ver lo feliz que estaba con el.

-¿Que paso con el niño?- pregunto Sari que estaba por cumplir 70 años y el filtro de la prudencia ya lo había perdido.

Mew se movió incómodo en su asiento pero contesto -Tuvimos un problema con la adopción, nos los quitaron poco tiempo después de regresarnos a Bangkok- aún era difícil para el hablar de ese tema después de todo lo que había pasado.

-Lo siento tanto Mew, ese niño era perfecto para ustedes- hablo nuevamente Sari entendiendolo perfectamente ella también había pasado por una perdida, no era lo mismo pero si el mismo sentimiento.

-Creo que iré a buscar a Gulf- se excuso el castaño incómodo.

Nadie hizo un comentario ni siquiera Bass, solo lo dejaron ir viendo lo mal que lo ponía hablar de eso.

-Nadie habla de esto- ordenó Sari poniéndose de pie -Nada de preguntas a Gulf y si su padre dice algo, más les vale cambiar de tema ¿Entendido?

Todos asintieron incluído Bass que no podía creer que fuera Sari la que amenazara a sus propios hijos por el bienestar y comodidad de Gulf.

Mew entró a la habitación y encontró a su esposo desempacando las maletas.

-¿Dónde has estado?- le pregunto este viéndolo llegar.

-Nos han invitado a tomar limonada, ahora Lamai está siendo bañada por Mirian... ¿Que tienes?

Para el ojo inexperto el solo estaría sacando la ropa de las maletas y guardandolas en el clóset, una acción simple en la que nadie le prestaría atención al tic nervioso que tenía en esos momentos, Mew conocía muy bien a su esposo como un hombre enamorado conoce al amor de su vida.

-Tenemos un problema- hablo por fin Gulf.

-¿Cuál?

-Sunan cree que Lamai es nuestra.

-También tus hermanos lo creyeron pero se los aclare de inmediato, estaban sorprendidos cuando los saque de su error ...
¿Crees que se lo digan a Sunan?

-No lo creo, ellos no se meterán en problemas por mi conociéndolos esperaran a qué Sunan lo descubra por si solo y yo seré el único culpable- hablo resignado el pelinegro.

-¿Y lo vas a permitir?

-Tengo miedo, ya en el pasado mi padre fue desagradable con Alexander... Nuestro niño era pequeño y no entendía lo que Sunan decía pero nuestra Lamai si lo va entender... No quiero que ella pase por eso- se abrazo a su esposo Gulf buscando consuelo.

El cual encontró en un reconfortante abrazo y un beso sin segundas intenciones, el castaño entendía a lo que se refería su esposo, el tampoco quería que su pequeñita fuera menospreciada ni herida por las palabras de su suegro, el era un hombre que no media las consecuencias de lo que decía y estaba enchapado a la antigua, y lo que para ellos era una cosa simple para el podía ser lo más complicado del mundo.

Por el momento era mejor que siguiera creyendo que la niña era su hija si así evitaban un comentario desagradable.

-Te amo- le dijo Mew separándose del reconfortante abrazo.

-Yo te amo mas- le contesto su esposo despegandose por completo para continuar con su labor de guardar la ropa.

Solo esperaba que hubieran tomado la decisión correcta y que después no les explotara en la cara, la situación de Lamai era una bomba de tiempo que podía explotar en cualquier momento, pero siendo sinceros prefería estar allí en la hacienda que en la ciudad cerca de Samantha cuando le dijeran que debía pagar las deudas de su hermana, ya que seguramente la mujer gritaría como uno de los puercos de la empresa familiar cuando van al matadero alegando que todo era mentira y que Kanya era una santa.


Hola último capítulo de la semana como todos los viernes les deseo un feliz fin de semana, cuídense mucho y el lunes tendrán el nuevo capitulo como siempre 🤗🤗🤗




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