Parte 1

Las horas pasan y yo sigo pegada en la laptop viendo el párrafo que escribí.

No es algo del otro mundo pero sin embargo es lo mejor que he escrito en mis cuatro años de enseñanza y aprendizaje por la literatura.

“Ya No Duele"

“Amar es una palabra tan simple pero con un significado profundo. Amar nos lleva a varias estaciones como el clima, primavera, invierno, verano y otoño. No sabemos en dónde tocaremos pero sin importar la estación nos aferramos con todo el corazón a eso."
“Hay días donde el clima nos afecta más que otros, pero no nos damos por vencidos cuando de verdad se ama."
“No hablo solo del amor entre parejas, también hablo del amor hacia una mascota, el amor de padre a hijos y de hijos a sus padres, el amor familiar, el amor de amigos, el amor está en cualquier parte del mundo y sin importar como nos afecte decidimos amar."
“Somos una vez en la vida y eso debe bastarnos, no podemos pedir más cuando la vida cada día nos ofrece nuevas oportunidades."
“Cada desafío tiene su victoria si de verdad se juega con el corazón, cada batalla puede ser el final de una guerra y oportunidad es un avance al éxito."
“El amor te cala hasta los huesos, te da vida pero también te destroza y es el lado oscuro que mucho le pueden ver."
“Hoy en día nos da miedo amar y abrirnos a personas que tal vez jueguen con nuestros sentimientos, personas que te desestabilizan emocionalmente y te arrojan al vacío sin ningún remordimiento."
“Ese es el significado de Ya No Duele, porque cada herida sana, cada mal rato se olvida, cada persona se convierte en un recuerdo y cada dolor llega a su fin."

Una lágrima se deslizó por mi mejilla al leer esto una y otra vez.

No tengo moral para decir lo que es amar cuando yo estoy traicionando a mi pareja. Tengo miedo de que esto se complique pero es que la verdad también quiero a Jhonathan.
No puedo culpar a mis sentimientos cuando es mi corazón el que anhela un mensaje suyo, una llama, una visita, un contacto que nos mantenga siempre juntos.

Pero, está Daniel. Es un chico tan perfecto que me mira como si yo fuera lo mejor de esta vida y no una infiel que le anda poniendo el cuerno.

Amo a esos dos chicos, y por supuesto que en un momento tendré que elegir con cuál quedarme y esa será la peor decisión de mi vida.

Me levanto de la silla queriendo tomar aire fresco y voy directo a mi balcón, son las once de la noche y las estrellas se pueden apreciar de una manera mágica. Las miro y sonrío sintiendo como el viento frío y nocturno choca en mi piel.
Continúo observando las estrellas hasta que un movimiento abajo me hace mirar el jardín delantero.

Es Hela quién camina en el jardín «Está llorando» y tal cosa hace que mi pecho se comprima porque aunque ella no esté con el padre de la criatura sé que anhelaba a su hijo tanto como yo.
Camina de un lado a otro hasta y a pesar de hace dos semanas ocurrió su pérdida, aun se siente como si fuera ayer.

La observo y noto como Jessica llega envolviéndola en sus brazos, parece un abrazo muy fraternal para ser una sirvienta. Mi vista se pierde en ella que platican algo mientras que mi tía no deja de llorar y es cuando mi nana le da un beso en frente y vuelven a abrazarse.

Las lágrimas corren por mis mejillas sintiendo una tristeza muy grande en mí. La vida es tan hija de puta que por más alegre y feliz que seas un día ella te hará bajar de esa nube tan de golpe que te quedarás en el aire por un gran tiempo.

Entro a la habitación cerrando las puertas de mi balcón, camino hasta mi cama donde me siento suspirando.
Reviso el móvil...

«10 llamadas perdidas de Daniel»

¿Danna está mal otra vez?

Regreso la llamada y contesta en el quinto pitido.

—Buenas noches.— saluda y noto la extrañeza en su voz.

—Hola.— suspiro.— ¿Ocurre algo?

Tardó segundos en hablar y mi corazón se comenzó a acelerar.

—Baby, conseguí lo que me pediste.— pausa un momento.— Tal vez no será lo mejor que verás y quiero que proceses esto con la mente muy fresca y abierta.

—Habla de una vez amor, estoy tenido un ataque de ansiedad ahora mismo.— me como la una de mi pulgar.

—Ya te envié la foto, sé que será algo super extraño para tí tanto como lo fue para mí.— suspira.— cualquier cosa me llamás.

—Ok amor, gracias.

Cuelgo y entro al chat donde está la foto...

¿Qué — es — esto?

No.

No.

No.

«Sus ojos»

Por alguna razón en la vida sonreí porque era algo tan ridículo. Esto era imposible así que si mi papá y...

No, esto es absurdo. Tal vez solo compartieron cenas y ya.

#

Dormir fue la última cosa que puede hacer, estaba tan pero tan pensativa e intrigada por esa foto que no paré de dar vueltas en la cama.
Así que en la mañana me arreglé, me puse bonita y bajé hasta el comedor donde me esperaba mi padre junto con mis abuelos y mi tía.

—Buenos días.— saludo con alegría.

—Hola princesa.— saludo a mis abuelos con un beso en la mejilla, me voy al puesto de papá para abrazarlo y luego al de Hela para abrazarla.— Que bella está la futura heredera.

A mis abuelos siempre le ha emocionado que yo sea la futura heredera de todo lo que conlleva el apellido Evans, de mi parte solo sonrío y el desayuno transcurre en silencio hasta que mi nana llega.

—¿Sigues trabajando aquí?.— pregunta mi abuela en tono de reproche y frunzo en ceño.

—Así es, señora.— miro a papá que está tenso y el ambiente se vuelve pesado.

—Pues entonces lárgate a la cocina como el resto de los empleados, no haces nada ahí parada como la vil muerta de hambre.— una mueca de dolor cruzó por la cara de Hela, era la primera vez que mi abuela se refería así hacia mi niñera o al menos frente a mí.

—Abue, es mi niñera y su deber es estar al pendiente de mí cuando yo esté en casa.— digo para calmar el ambiente, en vano.

—¿Cuidar?.— suelta una risa amarga.— ¿Llamas cuidar a la persona que...

—¡Ya basta!.— papá levantó la voz y hace que todos sobre saltemos.

—¡No! ¡Es mi nieta la que casi pierde la vida en una estúpida carrera!.— el duelo de miradas entre mi abuela y mi padre es terrible.— ¡Es mi nieta la que tiene un trauma generado en los rincones de esta casa! ¡Es mi nieta la que tiene como niñera a está muerta de hambre porque a tí TE QUEDO GRANDE EL PAPEL DE PAPÁ! ¡ESTOY HARTA DE FINGIR QUE MI NIETA ESTÁ EN BUENAS MANOS CUANDO NO ES CIERTO, CASI LA PIERDO TAMBIÉN!

La tensión en el aire se podría cortar con un cuchillo. Jamás había visto a mi abuela en este estado.

¿También que?

—Te amo, eres mi único hijo pero no por eso voy a aplaudir te todo y menos cuando de mi nieta se trata.— bajo la mirada, ¿todo esto es mi culpa?.— Tú haz lo que se te dé la gana con tu vida, pero a ella déjala fuera.

—Abuela, es solo mi niñera.— hablé un poco disgustada.— Siempre me ha servido y no es justo que la trate como la última garrapata de la cola de una rata.— mi apetito se había ido.— Papá hace lo mejor que puede.

—Si tan solo comprendieras mi molestia no actuarías de esa forma.

—Ya basta, mamá.— dijo papá entre dientes.—¡Nadie tiene derecho de meterse en mi vida, ni tú ni nadie. Soy un hombre y yo crío a mi hija como se me dé la puta gana!.

—Criaste una porque no podías con dos.— esa última oración hizo que mi mirada viajara a mi padre que se levantó molesto y se fue.

Todos se fueron y le ordené a mi niñera que también lo hiciera, dejándome en el comedor con Hela que parecía pensativa.
Quería preguntarle algo a ella pero mejor me quedé en silencio porque si sufrimiento estaba en la perdida de su bebé no en los problemas de mi familia.

Al terminar me fui a mí habitación para escoger el outfit de esta noche ya que iría a una galería con Danna, Daniel y algunos amigos de ellos.

Claramente usaría el vestido que mi novio había comprado en aquella tienda, el azul de esa prenda era lo que más me encantaba.

En casa no sé habló nada sobre lo que había sucedido en el comedor y para mí era mejor eso.

«criaste uno porque no podías con dos»

Esas palabras se quedaron en mi mente por el resto del día, ya no sabía que pensar y lo mejor que pude hacer fue arreglarme y verme bonita para la noche.

Estar de vacaciones es lo máximo, ya que solo iré el día que tenga que presentar el proyecto y pum graduada.

Daniel y su hermana me esperan en la cera y me despido de Jessica y Hela con un besito en la mejilla.

Papá hace más de cuatro horas que salió de la casa y mis abuelos se fueron a Chicago. En realidad no entiendo la molestia de mi abuela, fue algo tan extraño pero dejaré de pensar en eso y disfrutaré de esta noche.

La galería es un local amplio que tiene varios salones pequeños donde hay pinturas extraordinarias dividas en sección A, B y C.
Los amigos de mi pareja esperan en la sección A.

—Buenas noches, Daniel.— la rubia de la fiesta pasada es la primera en acercarse para abrazar a mi novio haciendo que yo le suelte la mano.— Que guapo estás esta noche.

1...2...3...4...5...6...

Sigo mi conteo para no arrancarle las greñas.

Los demás siguen saludando y me siento incómoda con la mirada de disgusto que hacen varios ya que para nadie es un secreto que no soy bienvenida en este grupo social.

—¿Que hay de tomar?.— le pregunta Danna a una morena.

—Lo que quieras tomar.— responde esta con emoción.

—Perfecto, hoy me voy a embriagar como nunca.— toma una botella de no sé qué de una de las mesas y se la lleva a los labios, dejándonos sorprendidos con su actitud.

—¿Te pasa algo, Danna?.— cuestiona la rubia.— Mi prima estaría muy molesta porque estas toman...

—Si.— la mira.— Pasa que la perra de tu prima me engañó con un hombre.— se le encima a la chica.— No quiero que me andes diciendo que a tu prima le molesta esto, le molesta lo otro; porque ella es lo peor de persona y no me vengas con que son lo mejor porque gracias a Dios me desligué de ese apellido tan barato.

Mi amiga me hace levantar el mentón con orgullo mientras que Daniel no sabe cómo pararse y lo entiendo. No es normal que su hermana actúe de esa manera estando sus amigos presentes.

La noche sigue y yo sigo admirando cada pintura y estructuras, el arte es la forma más bonita de ver la vida y estás pinturas lo dicen todo.
Me encantaría traer alguna pintura en algún momento para exhibirla con orgullo y dedicación como hacen estas personas.

Daniel continúa conmigo tomados de la mano.

—Doctor, Smith.— dice un hombre como de uno noventa.— Un placer verle la cara esta noche.

—El placer es mío, pediatra Johnson.— ambos se dan la mano y entiendo que se conocen de la clínica.

—¿Y esta muñequita es su hermana?.— cuestiona mirándome.

—No, es mi novia.

Extiendo mi mano la cual él estrecha con delicadeza haciendo que yo me sonroje.

—¿Hija de Alex Evans?.— asiento ante su pregunta.— Eres muy preciosa, pensé que nunca te conocería en persona.

La conversación se extiende y yo solo finjo que me interesa ya que no entiendo nada de medicina, cosas que hago solo para que Daniel note mi interés. No es que no me interese su profesión, es solo que cada quién nace para lo suyo y para mí la medicina es aburrida y me imagino que para él la literatura es aburrida así que somos bandos distintos.
No acostumbro a estar rodeada de personas que hablan sobre temas muy interesantes porque soy una menor que aún no tiene una carrera culminada o en proceso como el resto de las personas que están aquí.

—Dime, Alyx.— habla uno de los amigos de Daniel.— ¿Que piensas estudiar cuando te gradúes?.

—Literatura.— respondo antes de llevarme la copa de champagne a la boca...

—Buenas noches.— esa voz hace que suelta la copa antes de girarme impactando con el azul profundo que tiene Jhonatan como ojos.

—¡Jhona!.— exclaman atrás y yo solo estoy en pausa.

—Alyx, tú vestido.— me dice Daniel sacándome de mi shock.— ¿Estás bien? ¿Que pasó?

—Nada.— sonrío nerviosa.— Me asustó Jhonathan.— bajo la mirada apenada «o asustada».

—No fue mi intención asustarte, Alyx.— lo miro nerviosa, veo como le extiende la mano a Daniel en forma de saludo y yo solo quiero irme corriendo.

—Iré al baño.— le digo a mi novio.

El lugar está vacío y rápidamente me apresuro revisar mi vestido. Solo fueron algunas gotas que cayeron en el y ya se está secando poco a poco.

Regreso al lado de mi pareja quien me da un beso en la mejilla.

—¿Has pensado algo sobre la foto que te envié?.— cuestiona.

—Si.— lo miro.— Muchas gracias pero creo que esa foto solo fue algo del pasado. Tal vez mi papá se involucró con Jessica antes de mamá, es normal muchas veces salir con el servicio.

—Efectivamente.— me sonríe.— Podrías decirme, ¿Por qué te asustó la llegada de Jhonathan?.

Piensa PIENSA.

—No lo sé, fue como una impresión.— miento.— Tampoco es como si me esperaba verlo aquí.

La noche continua con una Danna super ebria, con Daniel afectuoso, con Jhonathan distante.
Aunque yo ande con mi pareja me molesta el hecho de que no esté prestando me atención, se le ve muy entretenido con otras personas y en ningún momento me da la cara y eso me descompone el genio.

Genial, ahora soy la puta que ignoran en público. «calmate, andas con tu pareja».

Camino hasta un lugar mas desolado cuando una amiga de Daniel se lo lleva para tomarse fotos.

—¿Está usted cómoda ésta noche?.— pregunta una voz y al levantar la mirada veo a el pediatra Johnson.

—Si.— asiento.— Esto es muy a mi estilo.

— Debí imaginarme.— sonríe.— ¿Desde cuando sales con Smith?.— cuestiona curioso.

—Hace meses.— miro la pintura que tengo frente a mí.

—Debo decir que me alegra, es un chico bastante exitoso.— lo miro curiosa, tratando de entender.— Es el número 1 en el récord académico y el mejor de su clase, tiene una familia bastante ejemplar y una novia que parece de película.

—Papá siempre dice que cuando eres profesional debes buscar a alguien que esté a nivel o superior .— hablo sintiendo confianza.— No alguien que muestre menos.

—Concuerdo y es usted toda una celebridad.— me sigue halagando.

Sonrío.

—Agradezco mucho sus halagos, y cuénteme.— digo para cambiar el tema.— ¿Desde cuando es usted amigo de Dani?.

—Oh, hace muchísimo tiempo.— sonríe, de verdad es un chico muy apuesto pero no tanto como Daniel.— Desde la primaria y hasta comenzamos la universidad junto solo que ambos tomamos áreas diferentes.

—Wow, ¿son como mejores amigos?.

—Él nunca me ha dado ese titulo pero si somos muy amigos.

A decir verdad, nunca le he conocido un mejor amigo. Solo a los amigos con los que sale y están en este lugar.

Daniel vuelve a mí.

—¿Nos vamos?.— pregunta.

Asiento sonriente y este se despide de su amigo.

Buscamos a mi cuñada que está super ebria acompañada de...

—¡Hermano!.— exclama cuando ve a Daniel.— Jhonathan vendrá a casa mañana para jugar a la play, ¿Verdad?.

El mencionado asiente sin dejar y sonríe a mi dirección.

—Dann, vámonos.— hablo.— Ya está tarde.

—No me quiero ir, aún no estoy ebria.

—Si lo estás.

Entre su hermano y yo la llevamos al auto bajo la mirada de mi ex hermanastro y me alegra que ésta noche no hubo incidentes.

Al terminar de darle besitos a mi novio entro a casa y cuando unos gritos me ponen a la defensiva. Todas las luces están encendidas pero los gritos provienen de la segunda planta.

Al reconocer las voces me doy cuenta que es papá discutiendo con mi niñera.

Me coloco a un lado de la  puerta para escuchar ya que no está cerrada completamente.

—¿Crees que esto lo quería yo?.— le pregunta papá hastiado.— Demasiado tengo con soportarte aquí.

—¡Permites que la perra de tu madre me trate como una cualquiera delante de Alyx!.—Jessica está llorando.

¿Desde cuando le es tan altanera a papá?

—¡No mereces menos!.— grita mi padre.— ¡Mereces que hasta tu propia hija te humille!.

¿Jessica tiene hija?.

—¡Te odio Alex Evans, te odio con toda mi vida hijo de puta!.

—Y yo a tí, así que no veo la diferencia. Solo quiero que te desaparezca de mi vida.

—¿Así como desapareciste a la gemela?.

—Te hice un favor.

¿Gemela? ¿Que gemela?

—¡Eres lo peor que hay en esta vida!.

—Despues de tí, además no me vengas con que te dolió porque desde un principio quisiste acabar con la vida de ambas y yo dos bebés no podía cuidar.

¿que?

—Esperate a qué se entere, te odiará igual o más que yo.

—Jamás se enterará.— papá confirma seguro.— Si tú abres la boca yo me aseguraré de cortarte la lengua.

—¡Cortarme lo que quieras, pero se va a enterar!

—¡Es mi hija!

—¡MIA TAMBIÉN!

Creo que esa fue la gota que derramó el vaso.

**************
Parte 2

Entro a las oficina y ambos al verme se quedan pálidos y sin saber que decir.

¿De quien carrizo hablaban? ¿De mi?. Realmente no entendía pero entré para aclarar las cosas.

—¿De que hablas Jessica?.— la miro a ella y a papá que se han quedado mudos.— Vuelvo a preguntar, ¿De que hablas Jessica?.

—¿Que haces despierta, Alyx?.— pregunta papá segundos después.

—No me cambies el tema que he hecho una pregunta y necesito respuesta.— contesto firme.

—Pues para tu mala suerte aquí estamos hablando dos mayores y te exijo que salga de este lugar ahora mismo...

—¡No!.— levanto la voz.— Sé que algo pasa, descubrí que la mujer en la foto es ¡mi niñera!.— Jessica palidece aún más.— También había una ecografía gemelar y... ¡Ustedes están hablando de unas gemelas y exijo respuesta!.

—Alyx.— la voz de mi nana se hace presente.— Calmate, si todos nos calmamos tal vez podemos hablar mucho mejor.

—¿Calmarme?.— cuestiono incrédula.— Pero si no me han dicho nada.

Papá parece estar teniendo una batalla interna y Jessica solo comienza a llorar poniendo cada vez más ansiosa. ¿Esto tiene que ver con lo que pasó aquella noche?. ¿Y si papá ha dejado que ese hombre vuelva? «Dulce sueños gatita»

«Dulce sueños gatita» mi mente no para de repetir las palabras de aquella persona antes de que yo cayera inconsciente «Dulces sueños gatita» no quiero imaginarme volver a estar en una situación igual. Tanta sangre, el grito de Brenda, el dolor en los ojos de sus padres.

—¿Alyx?.— escucho la voz de papá pero ya es tarde porque se me ha dificultado la respiración.— Está en crisis.— lo oigo decir, no sé en qué momento ha llegado hasta mí que me encuentro de rodillas.— Ya va a pasar, ya va a pasar.

—¡ALYYYX!.— escucho el grito de Brenda, me encuentro en las escaleras sola y a oscuras.

—No... No... No...— murmuro asustada.

Recuerdo la carrera, a la tía Vanesa, el miedo que me invadió en ese momento y que tenía poca posibilidad de salir con vida.

¿Por qué recuerdo esas cosas en un estado de pánico?

—Todo está bien.— la voz de Jhonathan se hace presente y en medio de mi crisis lo busco y ahora es él quien me tiene en sus brazos.— Ya va a pasar.

Rompo a llorar en su pecho, ¿que me ha pasado? Solamente estaba... ¿Que me pasa?.
Continúo llorando en brazos del pequeño que estaba durmiendo aquella noche.

Pierdo la noción del tiempo hasta que logro controlarme, abro los ojos y bajo la mirada culpable de mi papá me levanto.
Odio tener estos episodios y más frente de él que ve lo vulnerable que me pongo.

—Está bien que no quieras decirme que pasa.— le hablo a mi padre cuando consigo mi voz.— Tarde o temprano lo voy a descubrir.

Salgo del despacho lo más rápido posible y con el corazón en la mano.

Al llegar a mi habitación me quito los tacones con rabia y los tiro a algún lugar de la alcoba. Entro al vestido y me coloco una pijama corta para luego ir al baño a quitarme el maquillaje.

—Pensé que ya habías superados esos episodios.— comenta Jhona empeorando mi estado.

—¿Que mierda haces aquí?.— lo miro a través del espejo.

—¿No puedo venir a verte?.— se cruza de brazos y enarca una ceja.

—Son casi las dos de la madrugada, ¿Como entraste?.— cuestiono.

—Le dije a tu portero que venía contigo.— encoje los hombros.

Ruedo los ojos y seco mi cara cuando ya no queda nada de pintura en mi piel. A decir verdad no me molesta su presencia como hace un tiempo atrás y me alegra que esté conmigo en momentos como este.

—¿Quieres hablar de lo ocurrido?.— se acerca a mí.

—No.— lo abrazo.— Quédate conmigo esta noche, ¿si?.

—A eso he venido, Alyx.— besa mi coronilla.— Y antes de que cambiemos completamente el tema quiero que sepas que me preocupó verte de rodillas tratando de respirar.

Una lágrima rueda por mi mejilla, no debí pensar nada y solo esforzarme en buscar respuesta. Pero cada que recuerdo mi vivencia esa noche me quiebro completamente.

—Me alegra que estés de vuelta.— revelo separándome de él y buscar sus ojos.— Te extrañaba un montón.

—Y yo a tí.— besa mi frente.

Junto nos vamos hasta la cama donde cada uno toma su lugar.

—La extraño.— dice luego de varios minutos en silencio y sé a quién se refiere.

—Yo También.— suspiro.— Aún escucho su grito.

Para nadie era un secreto el amor y cariño entre Brenda y yo y es que crecimiento literalmente juntas. Su recuerdo quemaba y aunque no hablaba mucho de ella no significaba que la había olvidado.

—Jhona.— llamo su atención.— ¿Por qué me ignoraste toda la noche?.

Se ríe

—Andabas con tu novio, no podía mirarte a cada rato y evitar acercarme.— me abraza apegando me a su torso.— Además, te asustaste cuando me oíste hablar.

Sonrío feliz por la satisfacción del momento pero con la preocupación de lo que había oído en el despacho.

#

—Alyx.— escucho un llamado el cuál ignoro.— Alyx, ¿Estás ahí dentro?.— vuelven a tocar pero me siento cómoda en los brazos de este hombre.— ¡Alyx!.

Me incorporo rápidamente y es papá quién me está llamando.
A mi lado se encuentra un Jhonathan rendido así me muevo lo más lento posible para no despertarlo.

—¿Alyx?.— vuelve a tocar.

—Un momento.— digo con voz áspera ya que me acabo de despertar.

Busco el baño rápido y enjuago mi boca con enjuague bucal, me medio peino, lavo mi cara y salgo a darle la cara al hombre de mi vida.

—Buenos días.— saludo apenas abro la puerta.

—Buenos días.— me mira de arriba a abajo.— ¿Y Jhonathan?

—Dormido.— me duele ser tan seca pero no lo demuestro.

Movió la cabeza en señal que lo siguiera así que nos dirigimos a su despacho. Al lugar del show la noche anterior.

No tenía ideas de qué hacer o decir en lo que llegué y cerré la puerta.
Sentí mis ojos escocer por la impresión del momento.
Pensé por un momento que estaba alucinando pero esta era la cruel realidad.

Tanto tiempo creando escenarios ficticios en mi cabeza, volviéndome loca para obtener la respuesta en mi cara.

Sus ojos estaban ahí, su cabello, sus labios, sus cejas, sus pestañas, todo estaba ahí frente a mí. Era el espejo que tanto querían ocultar.

Miré a Jessica que me veía perpleja, tenía sus ojos hinchados y la cara levemente roja.
A su lado estaba la tía Verónica que observaba la escena con asco e impaciencia.

No habían más villanos en esta historia, solo la misma familia.

—¿Que... Que es esto?.— mi labio inferior tembló mientras giraba la cabeza para ver a papá, su semblante era sombrío.

—Querías la verdad y te la estoy dando.— clavó sus ojos en mí como dagas.— Está es la realidad.

Sentí mi pecho oprimir.

Jadeé.

—¿De qué me hablas?.— susurré.— ¿Quién es ella?.— señalé a la chica que tenía al frente.

—Soy Brenda.— habló dejándome pasmada.— Tu hermana.

Mis ojos parecían querer salir de sus cuencas, mis emociones gritaban. Todo había pasado muy rápido.

¿Mi qué?

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ACTUALIZACIÓN MIS AMORES

CONTINÚA EN EL 21