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Sí, definitivamente no era broma. Estaba la chica que traté mal temprano, en mi casa. Y su hermano, bueno él es algo que no me cansaría de ver.
La chica Danna es identica a su madre y el chico Daniel es la copia de su padre pero más joven y más bueno.
—¡Alyx!.— exclamó Danna viniendo a darme un abrazo.
—¡Hola!.— finjo alegría.
—¿Se conocen?.— Pregunta la mayor de las Smith.
—Si mami, ella es mi compañera de clases.
—Ay que bueno.— sonrie la señora.— Mi nombre es Annaliet, el es mi esposo Dan y este es mi hijo mayor, Daniel.
—Un placer conocerla, señorita.— hablo el señor Smith.
Asentí.
—Ya nos conocemos.— dice Daniel sonriendome.
—Bueno ya que todos nos conocemos.— habla mi abuelo.— Pasemos al lugar donde la cena espera.
—Como desee Don Al.— dice la señora Smith.
Todos lucen muy elegante esta noche, yo luzco más rapera que una señorita descente pero es que me estaban matando las ansisas de vestir así.
Papá se sienta en la punta de la mesa, mis abuelos a su derecha junto a la pareja Smith y yo me siento a su izquierda con los hermanos Smith.
La cena comienza con temas variados y más que todo hablan sobre las empresas de papá y los emprendimiento que esta tiene.
«Aburrido» Pero como excelente hija tengo que mostrarme interesada por el tema.
—Alyx.— me susurra papá al oído.— Lleva a los chicos a un recorrido.
—Papá, sabes que no soy buena con los demás.
—Solo es un recorrido.
—Papá...
—No se diga más.— me interrumpió con voz dura.— Oigan, chicos. Alyx les dará un recorrido por la casa.
—Que tierna es tu hija, Alex.— habla el señor Smith.
—Si.— me mira.— Una niña ejemplar.
Sonrio, me levanto e invito a los chicos a salir de la reunión.
Me muestro lo más emocionada posible por el recorrido. En realidad ya estaba harta de estar sentada.
—Oye, Alyx.— voltee ante el llamado de Danna.— ¿No tienen Wi-Fi aquí?.
—Si.
—Será que...
—Danna.— Daniel la interrumpe.— No empieces.
—Solo necesito internet.
—Pues, activa la zona.— dije mirando a todos lados.— El internet aquí es libre.
—¡Alyx es la chica más cool que he conocido!— exclama emocionada.
—Gracias, supongo.
—Vayan ustedes a dar el recorrido, yo me quedo aqui.
Trague, ¿yo sola con Daniel? No juegues.
Lo guíe por toda la casa, no toda pues los más simple que pude encontrar en esta enorme casa hasta que llegamos al patio del Este que se encontraba iluminado de bombillas de colores.
—Así que tu eres la famosa Alyx.—Daniel rompió el silencio.
—¿Famosa?.— le mire y asintió.— Si, supongo.
—Tu padre te ama en demasía.
—Me engendró, obvio que me tiene que amar.
—¿Por qué lo haces?.— su pregunta me detiene.
—¿Hacer qué?.— lo encaro.
—Finjir.
—¿Firjir qué?.
—Finjir ser perfecta.— me mira directamente a los ojos.
—Yo soy perfecta, ¿no te diste cuenta?.- digo con la cara en alto.
Suelta una risita sarcástica.—Y yo soy un monaguillo.
—Oye ¿quien te crees?
—Me dan risa las chicas que se creen Diosas, porque cuando las descubres solo son demonios encerrados.
—Yo no soy un demonio.— le clave mi indice en el pecho.— Soy una dama que merece respeto.
—Ya lo veremos.— se dio media vuelta y regreso a la casa.
Nunca nadie me había llamado así ¿demonio? ¿Que le pasa?.
Era obvio que estaba nerviosa, nunca había tenido visitas a la cual tenga que darles recorrido pero con esta familia todo era súper diferente. Debo admitir que estar cerca de Daniel me aceleró el corazón y verlo regresar al interior de la casa me hacia sentir algo extraño en cuerpo.
Eso fue muy raro, apena me estaba conociendo y me estaba insultando.
¿Que le pasa?. Regrese a la casa y vi que se estaban despidiendo de los Smith.
—Tengan feliz noche.— dice la señora Smith.— Adiós Alyx.
—Adiós.— sonrei.
Las puerta se cerrarón y me quede en la sala con mi padre.
—¿Que tal los chicos?.— cuestiono.
—Son... Chévere.
—Me alegra saberlo, ¿te caen bien?.
—La chica es agradable.
—¿Y Daniel?
—Es más reservado.
—Tipico de él.
Ambos nos quedamos en silencio hasta que cada uno agarro a su habitación.
Daniel no paraba de darme vueltas en la cabeza
"Me dan risa las chicas que se creen Diosas".
Muy rudo el imbécil ese, todos los chicos son iguales no hay uno que se diga que es perfecto. Me desvestí, me coloque mi pijama y me acosté en mi cama.
Mi celular sonó justo entonces.
—Aló
—Aló.— Oh Dios, ¿es él? ¿Es Daniel?
—¿Quien habla?
—Tan rápido se te olvido mi voz.
—No se quien eres.
—Daniel.— oh.
—Ah, ¿pasa algo?
—No, solo quería saber que haces.
—No soy tu amiga. ¿Quien te dio mi número?
—Nuestros padres son amigos y nosotros tal vez deberíamos.—Suspiro.— Y no te diré quien me dio tu número.
—No creo que lleguemos hacer amigos y deja de molestar.
—Que ruda la chica.
—No me jodas ¿vale?
—La niña de papi dice malas palabras.
— Se me salierón.
—¿No eres perfecta?
—Lo soy, pero tengo sueño.
—¿Y por eso me tratas mal?
—Oye, no se que quieres pero no soy tu amiga y deja de molestar. Adiós.
Colgué. No lo sé pero este chico me pone nerviosa.
Parace un tumor, y solo le he visto dos veces en el día de hoy. Que horror.
Me llega un mensaje.
Desconocido
" Que hermosa lucías esta noche diablilla".
Ahora si me estoy asustando.
**********
Nota de la autora: Capitulo 2 y ya Alyx está de los pelos.
Aquí publicado este capitulo que tanto me estresó jajajja. Bendiciones para quién le pegue el ojo a esta historia que se está desarrollando.
Besitos.
Dou.
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