17
Parte 1
Siento que mi cerebro y mi cuerpo no concuerdan en nada, creo que estoy en vaivén, en una tormenta tan arrasadora que no me deja despertar.
El rico olor a lavanda que tienen las sábanas me hacen poner más cómoda.
Sé que papá me quiere en casa a las once pero creo que llegaré 12 minutos tardes.
Frunzo las cejas cuando me llega un olor a café.
«¿Café, a esta hora?»
Abro los ojos...
Los rayos de luz solar hacen que me incorpore rápido en la cama mirando a todos lados con nerviosismo.
¿Ya es de mañana?
MIERDA MIERDA MIERDA
Siento la vibración de un aparato así que me muevo a la mesita de noche.
«Papá»
Ave María ruega por mí.
Yo: "Hola papá, buenos días".— trato de sonar lo más normal posible.
Papá: "Hola mi corazón" "¿Te desperté?"
¿Corazón? ¿Te desperté?
Yo: "No no" "Tranquilo, llevo diez minutos despierta"
Papá: "Ok amor" "Tenemos una reservación para un club a las afueras de la ciudad, te quiero lista a las seis"
Yo: "Es... Está bien" "¿Donde estás?
Si, estoy confundida de que no este gritándome por llamada.
Papá: "Fuera de la ciudad" "Jessica dijo que te había dicho anoche cuando llegaste"
¡¿QUEEEEEE?!
Yo: "Ay cierto, es que se me olvidan las cosas"
Papá: "JAJAJAJA" "Te veré más tarde cariño, cuídate"
Eso no me lo esperaba, GRACIAS JESSICA.
Escucho pasos y miro hacia la puerta y está él sonriendo con el cabello mojado, sin camisa y un short blanco.
Qué rico que sea solo mío.
—Buenos días, amor.— saluda con dulzura.
—Buenos días.— sonrío.
—Afuera está el desayuno.— se acerca a depositar un beso mis labios.
—Quiero mi buenos días primero.— le vuelvo a besar.— ¿Si?.
—Mmm... Como quieras.
Yo soy la chica más zorra de la vida, pero equis, me quedo con este hombre.
El se quita su short y yo solo aparto la sábanas blanca ya que estoy como Dios me mandó al mundo.
—Solo una vez.— advierte mientras yo asiento.
Amo la manera en que lo hace, en la forma en que me mira y las cositas que dice cuando yo estoy tocando las estrellas.
Luego de cuatro acabadas termino en su pecho.
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—Que café más delicioso.— exclamo cuando pruebo mi taza de café.
—¿En serio?.— pregunta dudoso, luce ahora una bermuda azul con polo blanca y zapatillas blanca.
—No, está horrible.
Su carcajada es música para mis oídos.
—Que mala eres.— finge dolor colocándose una mano en su pecho.
—Y que lento eres para captarlo.
Esta vez ambos reimos juntos.
—Alyx.
—¿Mmm?.
—Te amo.— rápidamente levanto la mirada hacia él.— Te amo desde la primaria.
YAVA ¿QUEEEEEE?
—¿Qué... Qué quieres decir?.
Procedió a quitarse.. a quitarse...
—Siempre he amado a la sirenita que llegó a un bosque perdida.
No me jodas. Sus ojos... Son el bosque que tanto estuve buscando y jamás los volví a ver.
—Eres el niño que hablaba conmigo en la biblioteca.— susurré mirando sus ojos que ya no eran avellanas.
—Si, misteriosa Alyx.— volvió a sonreír...
Despierto con el corazón a millón, me coloco una mano en mi pecho mirando a mi alrededor.
Estoy en casa, fue un sueño.
Que sueño tan raro. ¿Niño? ¿De la biblioteca? Ja, ya estoy loca.
Veo la hora y pinta las tres y cuarenta de la tarde, llegué hace dos horas super agotada y con mucha hambre.
Papá no sé encuentra y Jessica anda muy ocupada es estos días al parecer.
Bajo de la cama y me dirijo al baño mientras llamo a Danna. La tina ya está lista para mí así que me deshago de la ropa y me relajo.
Danna: Habla Alyx, la amiga mas falsa de la vida.
Yo: Habla Danna, la amiga más preciosa de la vida.
Danna: No me vengas con pendejadas, sé que te perdiste toda la noche con mi hermano ya que él no llegó a dormir anoche...
Yo: Hey, para. Está bien, si estuve con tu brother toda la noche.
Su sonrisa crece a través de la pantalla.
Danna: YO SABÍA, ¿que tal estuvo? ¿te hizo chillar o morder las sábanas?
Yo: DANNA NO TE PASES JAJAJAJAJAJA, solo dormimos juntos y ya.
Eso no sirvió para nada, no me creyó.
Danna: ¿Sabías que yo soy hetero?
Yo: te juro que me sorprendió mucho la información que viví en vivo.
Sus carcajadas me hacen reír también, «mi amiga es tan hermosa»
Yo: Sabes algo, hablamos más tarde. Tengo cosas que hacer.
Termino mi baño, me arreglo y me apresuro a bajar.
Al llegar a la mitad de las escaleras quedo paralizada con la persona que está entrando a mi casa como si todo, absolutamente todo le diera asco.
—Hola, Alyx.
—Tía, Silvana.— susurro no muy contenta.
—¿Donde está tu niñera?.— mira a su alrededor.
—¿Para que quiere hablar usted con mi niñera?.— me cruzo de brazos.
La puerta de la entrada vuelve a abrirse y está vez es Hela la que entra, tiene una cara de cansancio, está pálida y sus labios están resecos. Realmente no parece la tía que siempre está llena de brillos.
—Hela, ¿Estás bien?.— bajo las escaleras rápido hasta llegar donde ella que me da una sonrisa nerviosa.
—Estoy bien, no te...
—¡¿Donde diablos está Jessica?!.— grita Silvana.
—¡No es su problema!.— se me es imposible no levantar la voz también.
—¿Qué está pasando?.— la voz de Jessica me hace voltear.— ¿Por qué tanto alboroto, Alyx?
—La vieja aquí, quiere hablar contigo.— señalo a la mujer.
—Más respeto, niña.— sus ojos quieren prenderme en fuego.— Necesito hablar contigo, Jess...
—Ella no tiene nada que hablar con usted.— la encaro.—Mi casa, mis empleados, mis reglas.— le dejo claro que una vez.— Y si yo digo que te largas, ¡Te largas porque aquí no eres bienvenida!
—¡Mucho cuidado niña, con lo que dices!.— me grita.— ¡Porque tú no conoces mis...
—¡Cuidado tú con lo que dices!.— interviene Jessica haciendo que yo la repare de pies a cabeza.— Ella es la dueña de la casa y por muy familiar que sea no debe venir a este lugar con esas actitudes.
Mi nana destila rabia y nerviosismo al mismo tiempo.
—Pues, me iré.— me mira con asco.— Vendré otro día, así que muévete al auto Hela.
Le habla a mi tía que se ha quedado muda.
—Hela se queda, y es mejor que se vaya antes de que llame a seguridad.
Sin decir mas nada, se da media vuelta y se va.
Es una señora que destila sensualidad por todos lados y más con ese vestido talladito al cuerpo, muchas veces me he preguntado si mamá será como ella o Hela. «Prefiero que sea como Hela».
Al irse Silvana, tomo a Hela y la llevo a mi habitación para estar más cómoda y hablar sobre el tiempo que tengo sin verla. Más tarde me ocuparé en enfrentar a Jessica. Porque a pesar de que me defendió siento que lo hizo más para protegerse a su misma y no quiero crearme una polémica en mi cabeza pero fue realmente extraña su reacción.
La tía que tengo en abrazada no es la misma de la ultima vez, está está delgada, con ojeras, y pálida. Perdió su brillo en el cabello y me preocupa grandemente que esa mujer pude hacerle algo.
—Hela, ¿está bien?.— le pregunto cuando entramos a mí habitación y ella se acuesta en mi cama.— Estás... diferente.
Suspira y sus ojos se llenan de lágrimas.
—Alyx.— rompe en llanto.— Estás en peligro sobrina, te quieren desaparecer solo por ser hija del hombre que tanto odia a mi hermana.
Su confesión me deja la garganta seca.
—Yo... yo quise decírtelo antes pero me raptaron.— susurra.— Me golpearon y me encadenaron en una celda sola y con frío.— mis ojos salpican con la lágrimas «soy un error».— Y para colmo me enteré que estoy embarazada, tía Silvana se molestó mucho y Chris no quiere responder por mí ni por el bebé diciendo que yo jamás estuve con él.
Mierda.
Tanta información hará que mi cerebro explote.
—¿Quién te raptó?.— es lo único que pregunto.
—No sé, unos tipos a los que escuché conversar pero fue horrible como me amenazaron y golpearon.
Llora nuevamente.
Llamo a una de las empleadas para que atienda a mi tía en todos sus deberes. No voy a dejar que Hela se vaya con la loca aquella y me le hagan más daño.
No proceso con determinación lo que me informó pero mientras me mantenga en casa todo estará bien.
Bajo a llamar a mi padre que contesta al cuarto pitido.
—Hola.— saluda
—Holiis.— trato de sonar casual.— Papi, quería informarte que no podré ir a la cena de hoy. Hela llegó y tengo que decirte algo super urgente.
—Alyx, calmate.— lo escucho reir.— En dos horas máximo estaré en casa.
Nos despedimos y yo solo miro la casa del frente, quiero llamar a Daniel y contarle todo pero a esta altura siento que las paredes tienen oído así que mejor me ahorro mis cosas.
Camino de vuelta a mi habitación pero la figura de mi nana entrando al despacho de mi papá me hace regresar.
No sé si son paranoias mías pero desde que tuve el accidente me he puesto en desconfianza con todos. Hasta desconfío de mi propia sombre.
«Aún así me quedé con Daniel»
Hay momentos que detesto de conciencia.
Entro al despacho y encuentro a Jessica revisando los cajones del ala izquierda.
—¿Se te perdió algo?.— pregunto y da un brinco mirándome con miedo.
—Aly... ¿se le ofrece algo?.— su cara está tan roja que parece que va a explotar.
—A mí no, ¿y a tí?.— me cruzo de brazos.
—Estaba buscando las llaves de la piscina.
—Para eso está la ama de llaves.— fruzo el ceño.— ¿Para que papá tendría en su despacho una simple llave?
—Mala mía.— sonríe.— Buscaré a Amelia.
Intenta irse pero la detengo.
—Jessica, hace tiempo estás actuando raro y discutiendo muy seguido con mi padre.— la miro directamente a los ojos «sus ojos son...».— ¿Pasa algo?.
Baja la mirada.
—He tenido problemas por algo que....— suspira con pesar.— No quiero hablar de eso ahora.
Su cara me hace armar y desarmar un montón de cosas en mi cerebro.
—¿Entonces que tenía que hablar Silvana contigo?.— noto su nerviosismo, la estoy encerrando.
—No lo sé, también me sorprendió.— cambia su peso de un pies a otro.— Tampoco me gustó como llegó tan alterada a una casa ajena.
—Está loca.— pongo los ojos en blanco.— Papá siempre dice que todos ellos son locos y que la única medio cuerda es Hela.
Ambas reímos.
—Iré a terminar mis quehaceres.
La dejo ir mientras detallo con atención el lugar. Jamás he husmeado aquí y la intriga que cargo en la cabeza me hace hacer cosas que no debería.
Minutos más tarde solo me faltan dos cajones. En el primero solo veo facturas y cosas de trabajo, cosas de la universidad donde quiero entrar y eso me hace sonreír.
En la última saco varias carpetas donde consigo... dos fotos. Papá joven en un restaurant con una mujer al lado, solo logro ver a la mujer de la cintura para bajo ya que la foto está cortada.
Y la otra foto muestra una ecografía de embarazo múltiple.
Embarazo múltiple es lo único que dice el encabezado.
¿Papá iba a tener dos hijos más?
Sigo buscando y consigo varias en distinto lugares pero en el mismo estado y la misma figura de la mujer.
Guardo todo en una carpeta y me lo llevo a mi alcoba donde encuentro a Jessica y a Hela riendo de algo.
—¿De que me perdí?.— cuestiono.
—Le estaba contando algo a tu nana.— habla la pelirroja.
—Jessica, sal.— le ordenó y obedece.
Suspiro frustrada.
—¿Pasa algo?.— pregunta mi tía.
—Pasa todo.— soy sincera.— Primero llegas con Silvana, segundo confiesas las cosas que te hicieron diciéndome que estoy en peligro, tercero encuentro a Jessica husmeando en el despacho y cuarto consigo algo que me deja confundida.— esparzo las fotos en la cama haciendo que Hela abra los ojos como platos.— ¿Ella es mi mamá, cierto?
Me mira con los ojos llenos de lágrimas.
—Dime.— susurro.
Capítulo 17 parte 2
Su mirada me grita el SI, mi pecho se comprime con muchas emociones.
Mi padre siempre me ha dicho que ella está muerta pero aún conserva fotos de momentos convivido con ella y ha sido tan egoísta de por lo menos mostrarme una foto.
Quiero conocerla y preguntarle porqué me dejó si yo tan solo era una bebé.
Soy la niña de cinco años que miraba la ventana esperando que su madre regresara con un peluche enorme solo por ser su hija. Soy la niña que le preguntaba a su padre por mamá y siempre se llevaba un regaño porque él era el único que estaba conmigo y no tenía derecho de extrañar a nadie.
Pero el si puede tener fotos de momentos inolvidables con esa mujer.
Mi tía se queda callada y yo entro en colapso.
—¡JODER, HELA HABLA DE UNA PUTA VEZ!.— grito.— ¡¿Es ella o no?!.
—¡No sé!.— grita en medio del llanto.— Recuerda que yo solo te llevo un año y a esa mujer nunca la conocí.
—Mientes.— me limpio la cara por las lágrimas rebeldes.— ¡Eres una mentirosa! ¡No la ocultes más y dime! Dime por favor.
Este dolor me quema horrible.
Duele, joder si duele.
—Para completar también encuentro esta ecografía con un embarazo doble, ¿Será que mamá se largó embarazada o papá le dijo que abortará? Y por eso se fue.
—Alyx, no te hagas daño tratando de hallar algo que te abandonó toda tu vida.— me mira.— Siempre dices que no te duele lo que mi hermana hizo.
—¡Es que no me duele!
—¡¿Y por qué lloras?!
Me quedo callada con la quemadura de esta herida, soy la pequeña que más han herido en este conflicto de quién es el mejor padre y la peor madre.
Me muevo corriendo en busca del mayordomo.
—Necesito un arma de seguridad en esta casa.— le hablo sin saludarlo.— Jessica tiene prohibido entrar al despacho de mi padre y a mi habitación sin la autorización de los propietarios, tampoco quiero que Silvana pise esta propiedad y si la llega a tocar la quiero presa por violación de zona, si papá y yo no estamos nadie entra y nadie sale.— le dejo claro.— Y si no se cumplen estas reglas te vas de patitas a las calle junto con todo el personal.
Lo dejo en un estado de Shock y me apresuro al jardín delantero para hacer una llamada que responde al tercer pitido.
—Hola amor.— saluda Daniel.
—Hola guapo.— sonrío.— ¿Tienes veinte minutos para mí?
—Tengo toda la vida si deseas.— suspiro enamorada.
—Ok, iré a tu casa.
—Aquí te espero.
Pido que abran el portón y salgo rapidito porque papá no debe tardar en llegar.
Le doy gracias al creador que mi novio es mi vecino del frente y solo tengo que pasar la calle.
Me está esperando frente a su portón y se me hace chistoso que ande en short y franela reluciendo su cuerpo bien trabajado.
Corro a abrazarlo y besarlo «que curita al corazón tan espectacular»
—¿Me extrañabas?.— me pregunta cuando nos separamos y asiento sin dejar de apreciar la miel en sus ojos.
Lo vuelvo a besar con muchas ganas.
—Necesito un pequeño favor.— le digo cuando nos separamos por segunda vez y me mira expectante.— Hoy en el despacho de papá encontré esta foto.— se la muestro.— Este es papá y una mujer que no conozco, pero me intriga que sea madre y esa foto fue sacada en el restaurant de tu padre en Bélgica.— lo miro.— Y el punto es que investiguen las cámaras a ver si hay algo que me ayude.
—Alyx, eso es arriesgado.— mira la foto.— Estaría violando la seguridad de ese lugar amor.
—Por favor.— le hago puchero.— Pagaré lo que sea, pero necesito saber.
—Por dinero no te preocupes que yo pago eso y todo lo que quieras, pero si te digo que tomará tiempo.
—Perfecto.— sonrío feliz y me le lanzo a besarlo.
No me importa si no es educado, yo solo quiero a este hombre y ya.
Me voy a mi casa...
—¡Alyx!.— grita Daniel al otro lado de la cera haciéndome voltear.— Soy muy afortunado.
—¿Por qué?.— fruzo el ceño.
—Por tener una novia como tú.— me guiña un ojo y solo sonrío como tonta.
—¡Te amo!.— le grito antes de cerrar el portón.
Lo del embarazo me ocupo yo.
Subo para arreglarme cómodamente y esperar a mi papá.
Hela está dormida y me alegra que se vea limpia.
Una hora después escucho la voz de papá en el vestíbulo y bajo corriendo para encontralo sonriente con Amelia.
«¿La de la foto será Amelia?»
No lo creo, mi papá no es de gustos tan baratos.
—Amor.— habla mi papá un poco preocupado.— ¿Estás bien?
—Si.— lo miro.
—Estás ida, tengo rato hablándote.
Sonrío y lo abrazo.
Ordeno que nos preparen una rica cena mientras esperamos en el comedor.
Le comento lo que pasó en el día con Silvana, como llegó Hela y en la situación en la que está.
Mi padre es muy amable con mi tía pequeña y ha aceptado que se quede con nosotros a vivir y que se aleje de la bruja malvada.
No le comento nada de lo que me dijo de que estoy en peligro para no poner mas alarmas.
Ya son las ocho de la noche y miro las luces del jardín se ven por los ventanales y me preparo para hacer que me planteé.
Comienza hablándome de su viaje y de como la pasé ayer con Daniel.
—¿Como es ese muchacho contigo?.— cuestiona.
—Pues... es atento, cariñoso, amable, comprensivo, detallista, es el tipo de chico que cualquier chica quiere tener como pareja y por eso su personalidad la pondré en mi libro.
—¿Cuál libro?.— me mira y la empleada sirve el postre.
—Se llama Ya No Duele, es para un proyecto y Danna es mi compañera.
—Me alegra que te trate bien, a la primera falla me dices y lo mando a arrestar por narcotráfico.
Su comentario me hace reír y a él también.
—Papá.— llamo su atención con mi tono.— ¿Alguna vez pensaste en tener más hijos?.
Frunce el ceño.
—No, ¿Por qué?.
Saco la ecografía que lo deja helado en su puesto.
—Temprano estaba buscando la chequera y encontré esto.— deslizo el papel sobre la mesa.— Ahí dice que iban a ser dos.
Agarra el papel y lo arruga.
—Eran las bebés de un amigo y yo sería el padrino, tristemente el embarazo fue interrumpido.— contesta con simpleza y no le creo nada.
—¿Y que hay de ella?.— muestro las fotos de la mujer.— ¿Es mamá?
—No.— me mira y sus ojos están cargados de rabia.— Alyx, manda a votar todo lo que hay en mi despacho.— se levanta.— Yo no tengo tiempo para eso y esos viejos amores ya no me interesan.
—Pero... háblame aunque sea de mi madre.— esto es difícil.— Cada vez hablas de su familia pero nunca de ella.
—¡¿Para que hablar de basuras?!
—¡Yo también llevo su sangre!
—Eres diferente.— me corta.
—¡No!
—¡Si! ¡Si esa perra te quisiera JAMÁS HABRÍA TENTADO CONTRA LA VIDA DE SUS HIJAS!
Ambos quedamos en silencio, el arrepentido de haber dicho tal cosa y yo procesando lo que dijo.
—¿Sus hijas?.— susurro.
—Su hija, su-hi-ja.— me encara.— Deja de preguntar por desechos que solo me ponen de mal humor, yo soy padre y el único que ha estado para tí.
Sale del comedor y yo solo quiero tratar de hallar respuesta o alguna luz que me dé un conectivo de lo que papá ha dicho.
De repente las luces se apagan en mí y siento que voy a morir.
Veo a brenda sangrando y muerta, mi corazón parece una locomotora y mi respiración se dificulta.
Salgo corriendo a mi alcoba y comprendo que estoy a salvo.
Hela sigue dormida y me voy a la cama a llorar en silencio.
Me veo siendo la niña de cinco años llorando por una mamá que se olvidó de volver con un peluche gigante.
Jamás seré como ella, yo si amaré a mis hijos cueste lo que cueste.
****************
Otro capítulo de Ya No Duele y créanme que si me duele el sufrimiento interno de mi pequeña Alyx pero amo a mi guapo Daniel y me encanta el papi Alex.
Espero que sea de su agrado y si tanto les gusta está historia recomienden la otros lectores y apoyen me votando.
Pueden comentar y hacerme feliz.
Antes de despedirme quiero decirle que vayan y lean mi otra historia "Inefables" estaré muy agradecida.
Besitos
Dou
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