13
Alyx.
Regresar a la preparatoria no fue fácil, ya me había acostumbrado a dormir hasta tarde.
Mi habitación fue mi mejor amiga mientrás pasaba mi estúpida depresión la cual ahora me siento tan rídicula.
Si hay alguién que me quiere hacer daño, que no sea tan gallina y venga y me dañe de una vez por toda.
Pero esta vez no será como cuando me quitaron a Brenda de mi lado.
No no.
Yo no soy Brenda, yo no moriré. Yo Alyx Juliette Evans, viviré para contar mi historia, de aquí al infinito.
¿Quieren ver mis demonios? Pues... les demuestro mis demonios.
Una cosa si está más que clara, a partir de hoy soy Alyx Evans y no le tengo miedo a lo que se me avecine.
Lo que quiero, lo obtengo.
Aunque hay algo, que me tiene un tanto intrigada.
Daniel.
Ha estado al pendiente de mi, en mis días de ausencia. Se preocupó mucho, y de verdad que adoro sus regalos y sus tarjetitas con decoraciones gótica y también en forma de mares.
Sigo pegada en la lapto, ya que estamos redactando un parrafo con la profesora de idiomas y lenaguajes. Solo llevamos cuarenta minutos de clase, sin pensar que son tres horas.
La vibración de mi Iphone me hace sacarlo, es un mensaje.
<<Daniel>>
Daniel:
"Hola, Alyx"
Yo:
"Hola"
Que Daniel me escriba a plena clase es algo realmente peligroso, no para él, para mi que estoy en haciendo tarea.
Daniel:
"¿Cómo estás?"
Yo:
"Muy bien"
¿Y tú?
Daniel:
"Que bueno, eso me alegra"
"Yo estoy súper"
"¿Que harás hoy después de clase?"
Yo:
"Irme a casa"
"¿Por?"
Daniel:
"Pasaré por ti"
Eso me hace abrir los ojos como platos.
Yo:
"¿Que?"
"¿Para qué?"
Daniel:
"Quiero almorzar con una buena compañía"
Su mensaje me hace reír.
Yo:
"¿Cómo que buena compa...
-Señorita Evans.- habla la señora Ema, yo despego rápidamente la mirada de mi celular.
-¿Si?.
-¿Qué es tan gracioso?, se desaparece una semana y regresa solo para estar pendiente de su celular.
-Estem... .- balbuceo.- Yo...
-Mala mía.- la voz otra persona me hace tensar.- Yo le estaba preguntando algo sobre la tarea, disculpe.
Volteo y es...
¿Jhonathan?
-¿Eso es verdad, señorita Evans?.- la profesora me mira penetrantemente.
-Si.- es lo único que articulo.
-Bien.- se regresa a su escritorio <<por lo menos nos perdonó la vida>>.- Salgan los dos de mi clase.
-¡¿Qué?!.- me altero.- Estamos en una prueba, no es justo.
-Nadie los mandó a mensajearse.- se quita los lentes de su arrugados ojos.- Así que salgan y mañana quiero a sus padres en la oficina.
Recojo mis cosas, molesta por tal estúpides. Se supone que estamos justificando todo, aunque sea mentira.
Salgo al pasillo y me encamino a la biblioteca.
-Alyx.- Jhonathan me llama, volteo; luce una polo roja y pantalón negro, ya que hoy es día libre.- Lamento no a ver ayudado más.
-No debiste.- le digo.- Me siento mal ahora, estás perdiendo una clase por mi culpa.
-Es que hace tiempo que no veía esa sonrísa en tu cara.- acaricia mi mejilla.
-Ya es hora de avanzar.- mascullo.
-Me alegra que lo hagas.- susurra y río.
-Gracias.- me alejo, dejando lo solo en el pasillo.
Me adentro a la biblioteca.
Jhonathan siempre fue aquel chico con el que inventabas una y mil veces, siempre estabamos juntos y con mi mejor amiga eramos el trío inseparable.
Todo se fue a la basura cuando Brenda murió.
Mi Iphone está vibrando.
<<Daniel esta llamando>>
-Hola.- saludo
-Hola.- su voz me da escalofrío.
-¿Pasa algo?.- cuestiono mientrás tomo asiento en un sillón de la biblioteca.
-¿Por qué no me seguiste escribiendo?.- se oye tráfico.
-Porque me sacarón del saló por sonreír en la clase.- ambos reímos.- ¿Estás manejando?.
-Si, estoy manejando.- se hace silencio en las dos líneas.- ¿Pasó por ti ahorita?
Me muerdo la uña de mi pulsar.
-Esta bien, te espero en el estacionamiento.
-Estoy ahí en cinco.
Cuelgo
Me coloco mi mochila y me dirijo al estacionamiento tratando de que nadie me vea.
<<Es un error>> me repite la mente varias veces, pero no le presto atención.
Llego al estacionamiento y ya me está esperando.
Tardé tanto en llegar al estacionamiento.
<<Maldita seguridad>>
Corro y subo al auto.
-Por fin.- digo cuando estoy dentro, él está mirándome con una sonrisita.- Lamento el retraso.- me disculpo.
-Tranquila.- sonríe, nunca me cansaré de decir que este chico que muy bonito.
-Ya puedes arrancar, antes que nos cachen.- ambos reímos, estoy agitada de tanto correr de pasillo en pasillo.
Nos mantenemos en silencio por un largo tiempo.
Lo miro de reojo mientras "reviso" mi celular.
Se ve tan precioso manejando, con el ceño semi fruncido.
-¿A dónde iremos?.- rompo el silencio y el despega la mirada del frente por un momento.
-Es una sorpresa.- dice.
-¿No me matarás y venderás mis órganos, cierto?.- cuestiono y suelta una carcajada varonil que hace que una corriente eléctrica.
-No.- sigue riendo.- Nunca pensé que de tu boquita saliera esa pregunta tan estúpida.
-Es que... .- callo por un momento - Nada.
Volvemos al silencio otra vez, y no es para nada incómodo. Me hace sentir bien.
Conduce por curenta y ocho minutos cuando estaciona en un restaurante casi saliendo de la ciudad.
-De tantos restaurantes cerca, ¿Por qué este?.- volteo a mirarlo y sus ojos hacen que me quedé sin aliento.
-Porque este lugar es precioso.- me mira fijamente.- Como usted.
Tal comentario hace que mis mejillas ardan.
-¿Me estás diciendo preciosa?.
-¿Qué tiene de malo?.- acaricia mi mejilla.
-Nada.- susurro sin dejar de mirarlo.
-Bajemos.- susurra y ambos bajamos.
Caminamos a lo largo del pasillo.
Todo es verdaderamente bonito, tiene un diseño campestre pero muy a la moda y el decorado me deja sin palabra.
Él habla con la chica que atiende y pide una mesa lejos de las pocas personas que se encuentran en el lugar.
Camino detrás de ellos y eso me hace sentir muy bajo, siempre soy yo la que va adelante.
Tomamos asiento y nos dan la carta del menú.
-¿Algo de beber?.- pregunta la chica que se está comiendo con los ojos a Daniel.
-Vino blanco, por favor.- pide mi compañero y yo solo veo algo no tan costoso.- ¿Qué quieres comer?.- me pregunta.
-Una ensalada sencilla y papas fritas.- dejo la carta en la mesa.
-Por Dios, Alyx eso no es almuerzo.- se disgusta y yo me encogo de hombros.
La chica llega con la botella y él hace los pedidos, comenzamos a tomar y aún no me puedo creer que este tomando vino en un restaurant casi fuera de la ciudad con el chico que me trató mal la primera vez que nos conocimos. Además que ando más escapada que un preso.
-No puedo creer que este tan lejos de casa con el chico que me trató mal el primer día que fue a mi casa.- digo.
-Ay, no te traté mal.- rueda los ojos riendo.
-Ajá, claro.- miro la copa.- Por cierto, ¿Qué te pasaba esa noche?.
Se lo piensa un momento hasta que habla.
-Te tenía algo de rabia.- confianza dejándome en shock.- Siempre aparecías en las noticias como el ejemplo a seguir, la hija de papá, bla bla.
-Eres un maldito.- le tiró una servilleta.
-Agresiva.- ríe.
Este chico es risitas, es igual que la hermana.
-Pero... ¿Cómo le tienes rabia a una persona sin conocerla?.- cuestiono jugando con la servilleta.
-Tu odias a todo el mundo.- me giña el ojo.
Si respuesta me deja pasmada.
-Oye, ¿Como sabes tanto de mi?.- le miro directamente a los ojos y él no baja la mirada, es como un desafío.
-Te investigué toda tu vida.- confiesa sin dejar de mirarme.- Siempre mis padres hablaban de lo hermosa que eras y de la persona que un día te convertirías.- continúa.- Me creé redes sociales con nombres falsos y te comencé a seguir, tu padre te presumía y eras la envidia de toda niña.- hace una pausa.- Me volví tu fan y tú hater número uno, pero, luego algo en tu cambio.- suspira y yo tengo los ojos llenos de lágrimas.- Comenzaste a vestir de negro y ese brillo en tu mirada se apagó, poco a poco ya no eras el enfoque de la cámara.
Nos traen las comidas, yo solo miro la mesa.
<<¿Merece que le cuente la verdad?>>
No sé.
<<¿Merezco desahogarme aunque sea juzgada?>>
No pierdo nada.
Suspiro y vuelvo a mirarlo.
-Pasé por un mal momento.- él me presta atención.- Hace tiempo tuve una mejor amiga, era como mi hermana y cuando cumplí quince años la perdí para siempre.
Se me hace un nudo en la garganta.
-Si no lo quieres contar está bien.- me sonríe.
-Lo quiero hacer.- mascullo.
Él asiente.
-Ella y yo éramos imparables, nuestros padres eran muy amigos y siempre estudiamos en los mismos colegios e íbamos a los mismos lugares.
Tiempo atrás...
Un viernes planeamos una pijamada para el domingo, yo estaba en su casa mientras que papá andaba cenando con la mamá de Jhonathan y los padres de Brenda.
Nos consideramos los tres mosqueteros.
Todo se planeo muy bien, ya que siempre teníamos pijamadas en mi casa.
Esa noche mi papá no estaría en casa y solo estaríamos con los empleados y mi nana. Ella se fue porque tuvo una emergencia urgente, pero, eso no importaba porque la casa estaba rodeada de seguridad.
....
-Que rico huele la pizza.- exclamó Brenda aplaudiendo.
-¿Es normal que siempre digas eso cuando tienes una pizza enfrente?.- cuestionó Jhonathan rodando los ojos.
-Si.- Brenda le sacó la legua y los tres reímos.
Yo bebía gaseosa mientras buscaba una buena película de terror.
-¡ESA!.- gritaron ambos cuando puse el conjuro y esa dejé.
Acomodamos todo en el piso y comenzamos la función en casa.
-Que película tan mala.- dijo Jhona abrazando a Bren ya que ellos se entendían mejor.
Yo ese momento y todo ese día me sentía muy mal, y presentía algo feo.
Una hora más tarde terminé viendo la película yo sola porque mis compañeros se durmieron plácidamente. La casa estaba en silencio, y eso me preocupó un poco.
Apagué la tele y la luz de la habitación, y el silencio se hizo peor.
Me asomé por la ventana y no ví a nadie rondando el lugar así que me armé de valor y bajé.
Nadie estaba por el lugar, camino a la cocina en busca de agua cuando una sed repentina seca mi garganta.
Todo está en completo silencio, agarro agua en un vaso y tomo hasta estar satisfecha.
Miro la ventana...
-¡AAAA!.- un fuerte grito me hace tirar el vaso que se quiebra en la cerámica.
Todo vuelve al silencio.
Salgo de la cocina, y...
Un hombre vestido de negro completamente me hace detenerme en plena sala, tiene a Brenda agarrada por el cabello y ella bota sangre por el nariz. No logro verle la cara muy bien, solo miro a mi amiga que está tratando de soltarse y eso me hace entrar en un estado de shock.
<<¿Qué está pasando?>>
-Corre, Alyx.- susurra.- Corre.
No hablo, solo la miro y eso basta para el hombre me golpee muy fuerte y caigo al piso.
Me pesa el párpado.
-Esto no es contigo.- habla en extraño.- Solo ten buenas noches gatita.
-¡ALYX!.
Presente.
-Esa fue la última vez que ví y escuché a Brenda.- termino y tengo el rostro empapado en lágrimas y Daniel tiene los ojos llorosos.- Lo que más me duele es no poder ayudarla esa noche, y me frustra que su último aliento haya quedado en manos de un desalmado como ese.
Volvemos a casa, él y yo calladitos. Siento un poco de paz al contar eso.
Llego a casa, ni me despedí de Daniel. Entiendo que este procesando todo, y le daré tiempo para que me dé sus sabías palabras.
Nadie está en casa y solo me preocupo de hacer tarea.
Mi iPhone suena y es papá.
"Tenemos que hablar"
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