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Ha llegado el día de volver a el instituto, odio tener que ir a estudiar, odio ver a mis compañeros, odio estar rodiada de personas y lo que más odio es levantarme de mi cama e ir a un lugar cuyo nombre me da flojera decir.
Vivo en Frinmyk, un lugar bastante alejado del centro de Washington. Es una ciudad bastante grande, contamos con un hermoso lago, con un bosque, tres plazas, cuatro parqués y bastantes comercios de distintos emprendimiento. Es una ciudad tan grande que no la conozco a la perfección.
Tengo diecisiete años viviendo en este lugar, vivo con mi padre, tengo una Nana «Patético» papá dice que es una buena mujer y que me ha servido como madre todo estos años pero yo la veo solo como lo que es: Nana. Bueno y también con toda la servidumbre.
Ahora me encuentro en mi cama haciendome la dormida hasta que la puerta de mi habitación se habre.
-¡Alyx!.- la nana.- ¡Hora de despertar o llegarás tarde a tu primer día!
Sí, mi nombre es Alyx. Es la semejanza a Alex «El nombre de mi padre» Soy Alyx Evans.
-Ya voy Deisy.- digo con pereza.
-¿Ya voy?.- pregunta incrédula.
-Si.
-Levantate.
La escucho rebuscar en mi armario, seguramente el uniforme del instituto. Rato más tarde escucho a alguien caminar hacia mi habitación.
«Mierda»
-Buenos días.- saluda papá.
Me incorporo rápido y me siento en la cama.
-Buenos días padre.- saludo con cortesía.
-¿Por qué aún estas en la cama?
-Ya me voy a asear.
-Eso espero.- dice seriamente.- Te veo en el comedor.
Se retira y yo me apresuro a al cuarto de baño, nunca me ha gustado tener fallas delante los ojos de mi padre. Soy su única hija y solo quiero que este orgulloso de mi.
Termino mi aseo, arreglo lo más rápido que puedo y en minutos ya estoy entrando al comedor.
El uniforme me queda muy bien, es una falda un poco más arriba de las rodillas color negra, una camisa manga larga blanca, un chaleco negro y la corbata azul marino, mis medias son largas que llegan un poco antes de las rodillas y zapatillas negras casuales. Mi cabello negro luce en una coleta que me llega un poco más bajo de los hombros.
Mi padre se encuentra en el encabezado del comedor, luce una camisa manga larga blanca con dos botones desabrochados, un pantalón oscuro y botines oscuros, su cabello negro esta perfectamente peinado hacia atrás y sus ojos azules me observan apenas entro al comedor. Mi padre es un hombre muy guapo.
Mis abuelos estan a su derecha.
Ni sabía que estaban aquí.
-Buenos días a todos.- hago una pequeña reverencia. «Costumbre».
-Hola hermosa. - saludan mis abuelos al mismo tiempo.
Procedo a sentarme a la izquierda de mi padre.
-Luces muy bonita hoy corazón.- dice papá mientras me traen mi desayuno.
-Gracias padre.
Mi padre es un hombre grandioso, solo que las cosas se tienen que cumplir al pies de la letra o si no el castigo no será nada bueno.
-Cariño.- habla mi abuela.- Hoy tendremos una cena con una pequeña familia, quiero que te muestres grandiosa como siempre.
-Tranquila Yina.- replica mi abuelo.- Nuestra nieta es la chica más maravillosa que exite.
Al terminar la frase ambos me sonrien.
Siempre que tenemos una cena con desconocidos doy la mejor imagen que puedo para hacer sentir orgulloso a mi padre y a mis abuelos.
-No hay problema con eso. - digo orgullosa.
Papá me mira y sonrie.
Acabo el desayuno, me despido de todos, salgo y encuentro a mi chofer terminando las escaleras.
-Señorita.- saluda.
Saludo y me subo al auto. Me entretengo tanto viendo video que sin darme cuenta ya estoy frente del edificio educativo.
Bajo del auto, me despido de mi chofer y procedo a entrar. Busco el aula que me corresponde hasta que lo consigo en la cuarta planta.
Esta llena como era de esperarse pero como siempre he sido imbicible paso desaspercibida.
Me siento en la fila de la izquierda y abro mi libreta para estar preparada cuando el profesor llegue.
Miro la hora en mi celular, ocho y quince, faltan cinco minutos.
-Hola.- una chica rubia llama mi atención.
-Hola.- la saludo y fijo mi vista al frente.
-¿Como te llamas?.- la vuelvo a ver.
-Alyx.- sonrie.
-Que nombre tan lindo.- extiende su mano.- Me llamo Danna.
Estrecho su mano de mala gana y sonrio con falsedad.
«Patética».
La clase comenzó y el horario de Ciencias transcurrio en silencio, es repaso del año pasado asi que nada que no sepamos.
Esta institución se llama SheDon Wills, para puros chicos pijos y por supuesto yo soy una de ellos. Solo que sin amigos, ni amistades.
Llego la hora del almuerzo y me sente en una mesa aislada de todos en la cafetería. No hay tanta bulla ni personas tropesandote.
-¿Alyx?.- ella pregunta.
Levanto la mirada para confirmar de quien se trata.- Hola.
-¿Puedo?.- señala el puesto frente a mi.
-Si quieres.
-Obvio.- se sienta.- ¿Eres nueva también?.
-No, este es mi último año aqui.- informo secamente.
-¿Y por qué no tratas con nadie?.- prueba su ensalada.
-Es mejor asi.
-Eres muy lin...
-Pero que tenemos aqui.- es interrumpida por Jhonatan, el popular del instituto.- La rarita y su nueva amiga.
-¿Rarita?.- cuestiona Danna.
-No es mi amiga. - digo omitiendo la pregunta de la chica.
-Que aburrida eres rarita.- se burla Jhonatan.- Deberías tener amigos, este es tu último año.
-Y tu eres un patán sin cerebro que solo me molestas desde primer año.
-No te creas la última cosa de este mundo ñoña.- se acerca a mi oido.- Todos sabemos que detrás de esa apariencia de niña buena y correcta eres igual que todas aqui, adios.
Jhonatan y yo nos conocemos desde el jardín de niños, cuando cursabamos segundo grado en la primaria éramos amigos y poco a poco se fue alejando de mi. Él me conocía y sabía secretos de mi casa que no le contaría a nadie y que si se los confese a él era porque estaba cría y le quería como mi mejor amigo, hasta que en tercero de primaria ya ni siquiera me saludaba. Me dolía verle con otras niñas y compartiendo sus carritos de juguetes con niños e ignorandome por completo. Su madre era la novia de mi papá y creo que desde que ellos terminarón por infidelidad de mi padre, todo tipo de relación entre nosotros se volvió un caos. Él comenzó a ignorarme y en primer año de secundaría se convirtió en el popular que todas las chicas querían como novio y que el solo veía como una noche, se comenzó a meter conmigo de manera brusca y haciendome sentir mal delante de toda la institución. Era el capitán de natación y de fútbol americano, su cabello es castaño, sus ojos son de color azul oscuro que a la vez parecían negros, su tez blanca hacía que el tatuaje de su cuello se viese, sus facciones de niñas lo hacen ver como un príncipe y su cuerpo de deportista es todo lo que derrite las chicas.
Cuando se dio media vuelta y se fue, la ira corría por mis venas.
-¿Por que te trata asi?.- pregunta Danna.
-No es tu problema, no soy tu amiga para que me estes hablando.
Salí de la cafetería molesta ¿como se atreve ese imbecil a compararme con otras? Yo soy única y soy perfecta delante de los ojos de mi familia.
La hora de salida es mi favorita ya que odio este edificio. Voy al estacionamiento y veo a Danna caminando lentamente. «¿Debería pedirle disculpa?».
Se lo merece.
Corrí hasta estar detrás de ella.
-¡Danna!.- volteo.
-¿Si?.
-Oye disculpa por tratarte mal en la cafetería, es que Jhonatan me pone de mal humor.
-Tranquila, no pasa nada.
-¿Segura?.- asintió.- Bien.
-¿Donde vives?
-Cerca de aquí, ¿tu?.
-Cerca igual.- sonrio.
Caminamos hasta estar frente un Mercedes negro con gris, al principio me parecía una cosa normal pero después de analisarlo pude ver que Danna es una chica muy linda, sus ojos son verde, su cabello es largo y rubio al igual que sus cejas y pestañas, sus labios son muy definidos y nariz es recta y su dentadura es bonita. Pero no hablo de la chica voy a hablar del bombom que se acaba de bajar del auto que tengo al frente.
Un chico Fitness porque es fitness, sus musculos que se ven atraves de su camiseta, su cabello negro como la noche, su rasgos faciales perfectos, sus ojos color avellana y su mirada que intimida.
-¡Daniel!.- el grito de Danna me saca del shock.
Vi a Danna correr hacia el chico y se abrazarón. Me acerque.
-Dani te presento a una compañera de clase. - el extendio su mano.
-Daniel Smith.- ok este chico sin duda tiene una voz de actor erotico.
-Alyx.- estreche su mano.
-¿Alyx?.- No digas mi nombre que suena muy bien en tu voz.- ¿Apellido?.
-No hace falta.- sonrei.- Bueno, Fanna...
-Danna.- corrijio.
-Eso.- suspiré.- Nos vemos mañana ¿vale?.
Ella asintio, nos despedimos y me subi al auto que me estaba esperando.
Que día de clases más patético.
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Llegue a casa y lo primero que hice fue ir a mi habitación para buscar el vestido perfecto que luciería esta noche, sin duda nada llamativo solo un vestido negro con rojo manga corta, medias me malla y botines negros, accesorios del mismo color, un maquillaje simple y mi cabello largo luce suelto y ondulado en las puntas como de costumbre.
Me encuentro en la sala esperando a los invitados, bueno en realidad me encuentro en la sala trasera de mi casa, no soy muy buena con el público.
Faltan veinte minutos para las ochos cuando papá aparece en el umbral de la sala.
-Hija te he estado buscando por casi toda la casa.
-Lo siento, solo quería estar aqui.
-Ven, llego la visita.
Camine con papá, él luce muy atractivo y elegante como siempre. Llagamos a donde se encontra la visita y en ese instante me paralice.
«No inventes»
Danna, Daniel y sus padres estaban frente a mí vestidos como una familia de novelas.
-Alyx, ellos son los Smith.- presento mi padre sonriendo.- Ella es Alyx, la luz de mis ojos.
-Hola.- mi voz salio entrecortada.
Esto tiene que ser una broma.
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Nota de la escritora: Para mi es un honor crear esta historia. Si llegas a leer y te comienza a gustar no dudes en recomendarla a otros lectores.
Besitos.
Dou.
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