8: Arrepentimiento
Canción: Not in that way
Soobin se deslizó lentamente hasta el suelo contra la puerta de su casa, después de cerrarla.
Yeonjun se había ido, al igual que Beomgyu, al igual que todos sus demás amigos, al igual que todos hacían siempre.
Ya en casa, no se molestó en ocultar su tristeza, no se molestó en llorar a mar tendido por su estupidez, por sus arrepentimientos, por un amor no correspondido al cual estuvo voluntariamente atado 7 largos años.
Él juraba ser demasiado joven como para amar con tal intensidad, y tal vez lo era. Pero, ¿y qué con eso? Ya lo había hecho, había caído por completo, estaba embobado y totalmente embrutecido por alguien que jamás lo amaría de la misma forma, por alguien quien nunca notó su silencioso dolor todo este tiempo, por alguien que quería odiarlo...
——¿Cariño? ——su madre salió de la cocina y se topó con su hijo, tendido en el suelo, codos contra rodillas, ocultando su rostro con ambos, llorando contra la puerta. Sooyoung se acercó a paso rápido a Soobin ——¿Soobin? ¿Qué te pasa, cariño? ——ella se puso de cuclillas para quedar a la misma altura, retiró una mano de su rostro.
——Yo... Yo se lo dije mamá... ——hipó ——Se lo dije...
Oh.
Después de tantos años...
Sooyoung lo apegó a su cuerpo y acarició sus cabellos cariñosamente, apoyando su barbilla en la cabeza de su hijo, importándole poco que sus pies dolieran por los tacones y por la incomoda posición.
——Fuiste muy valiente, bebé ——sintió el pecho de su traslúcida blusa mojado ——. Fuiste muy valiente, Binnie.
Su hijo por fin sería libre.
+×+×+×+×+×+Flashback+×+×+×+×+×
——Oh vamos, admite que te gusta, cobarde ——Un Beomgyu de 16 años, estaba molestando a Soobin por haberlo encontrado mirando deleitado al mayor mientras este jugaba basket con algunos amigos de su clase.
——¿Qué babosadas dices? ——entornó los ojos fastidiado ——No sé de que me sorprendo, los babosos como tú, siempre dicen babosadas ——Beomgyu rió por el comentario ofensivo.
——¿Baboso yo? ——se señaló haciéndose el ofendido ——Al que se le caía la baba era a ti, por lo que el bab-
——¿Puedes callarte un segundo? ——sus mejillas ya estaban calientes y rojas. Nunca pudo controlar ese reflejo. Demonios, su propio cuerpo lo traicionaba.
——Oye rojito, no seas terco, hay una tienda cerca donde venden baberos muy lind- ——Soobin arremetió contra él con un golpe en el hombro ——¡Auch! ——se quejó con una mueca ——Aparte de pendejo estás violento, rojito.
——¡No estoy rojo! ¡Y no me gusta! ¿Ok?
——Sí, y también tienes muy buenas notas por cierto... ——Soobin bufó.
——¿Por qué disfrutas tanto molestarme?
——Oh vamos, bombón ——le guiñó coquetamente ——Me amas, además eres tan tierno e inocente... Es divertido ——dijo entre risitas, Soobin endureció la mirada. A él no le daba gracia alguna ——. Pero ya hablando en serio, Soobin, sé nota que te gusta...
¿Se nota? No se nota.
Claro que no se nota.
——¿Por qué crees que me gusta, eh? No tiene sentido lo que dices ——mintió ——. Lo he conocido por menos de un año.
——Ok, primero, porque un tomate se sentiría avergonzado de estar tan pálido a tu lado.
——E-el color de mis mejillas es por el sol...
——Soobin ——suspiró con paciencia ——, está garuando y está nublado... ——Soobin desvió la mirada, apretando los labios; no fue su mejor excusa ——Bueno como sea ——prosiguió el rubio ——, él es lindo, quiero decir, no soy gay ni nada, pero tú eres un chico bi que salió del closet con SU ayuda, y podrás ser muy estúpido, pero no estás ciego.
——Yo en verdad voy a golpearte...
——Ok princesa, pero déjame terminar. Otro punto es que su amistad ha crecido DEMASIADO en tan poco tiempo, y cuando digo demasiado me refiero a dos chicles pegajosos e incitadores a la diabetes. ¡Ugh!
——¿Terminaste? ——un músculo se contrajo en la mejilla de Soobin.
——Quita esa cara de culo, corazón. Tercero, se nota en la forma que lo miras.
——¿C-cómo?
Beomgyu sonrió ante la transparencia de su amigo.
——Bueno, para que te hagas una idea, es como yo miro a la pizza.
——Oh...
——Sí, oh... ——enarcó las cejas el rubio, palmeando su espalda dos veces ——Oye, de hecho no es tan obvio, ¿sabes? Lo sé porque has sido mi amigo desde que tengo memoria. Te conozco mejor que nadie, Binnie.
——¿Alguien más lo sabe? ——preguntó tenso. Le preocupaba que Tae o Hyuka lo supieran. Ellos no eran muy buenos guardando secretos, no como Gyu.
——Nop.
——Bien... ——suspiró echándose para atrás ——Esta cosa rara que siento por ese idiota se irá con los días. Es mejor que nadie sepa para que luego no puedan joderme como tú lo estás haciendo en este momento ——miró poco amistoso a Gyu, quien levantó las manos inocentemente haciendo una mueca.
——Bien... No te juzgaré si no dices nada. Ya veremos si es solo un capricho... ——Beomgyu nunca lo había visto mirar a alguien con tanta intensidad. Fuera de bromas, temía que su amigo saliera con el corazón roto.
——Ay, por favor, Gyu... De seguro se me pasa en unos días. No me veas así.
¿Se le pasó en unos días? Riámonos todos, porque para nada.
De hecho, solo se intensificó al punto de querer tirarse por la ventana antes que aceptarlo.
Tener a Yeonjun ahí, constante en su vida, cada maldito día, era una clara rémora para su proceso de superación.
Por más que él dijera que no era más que una tonta infaustación principalmente causada por los visuales, poco a poco, se empezó a dar cuenta de que era mucho más que eso.
Carajo, se estaba enamorando de su mejor amigo hetero.
Fantástico.
Increíble.
Magnífico.
En el momento en el que se dio cuenta de que pasó más de 20 minutos apreciando su bonito rostro cuando este se había quedado dormido después de bailar, supo que algo no estaba bien.
Cuando empezó a hacerlo cada vez que Yeonjun se dormía antes que él, cuando empezó a estudiar detalladamente sus pestañas, su piel, sus labios... Supo que estaba jodido.
Y ni siquiera podía atribuir esa cosa rara que empezaba a crecer en él, como algo únicamente lujurioso; porque sí, Yeonjun era malditamente hermoso y guapo a la vez, pero en su caso también existía apego emocional de por medio, por lo que no, no era solo una simple atracción física.
Soobin lo quería, disfrutaba pasar el rato con él, disfrutaba cada maldito segundo a su lado, pero también le cosquilleaban en las partes equivocadas cuando el mayor hacia ciertas acciones o decía ciertas cosas.
Por dios, que ridículo.
"Tal vez esto baje con los días" pensó.
Así lo pensó cuando pasaron los primeros días, las primeras semanas, los siguientes meses...
Ok, sí estoy bastante jodido.
[...]
——No sé si pueda hacerlo... ——dudó inseguro y queriendo correr lejos de todos. Hacerle caso a Gyu nunca era buena idea, pero a la larga, él era el único que sabía de esa cosa rara que sentía por el mayor. Y no, no diría en voz alta que es amor. Eso lo haría todavía más patético.
Soobin estrujó la carta entre sus manos.
Dios, se sentía tan patético por escribir una maldita carta hoy en día. Sería mucho más práctico enviarle un mensaje. Por el contrario, Beomgyu le dijo que sería demasiado cobarde de su parte hacer algo así.
"Las cosas serias deben decirse en persona para ser tomadas como tal."
Pero Soobin no podía decírselo en persona. Él no era muy confiado en sus palabras, probablemente diría algo realmente patético o balbucearía como idiota. Cuando se trataba del mayor, se volvía ese muchacho remilgado que nunca fue con otros. Y eso le aterraba, pero no más que ver una posible reacción negativa de su parte. Joder, eso dolería el quíntuple.
La carta era el término medio.
——Ya la redactaste, Bin. No puedes echarte para atrás, ¿entendiste? Ya vas meses con esto. Debes sacarlo de tu pecho, da igual cual sea la respuesta. Sino te harás mucho daño... Terminarás lastimado, Bin. Y no quiero ver eso... ——la voz de Gyu era firme, decidida, pero paciente. Soobin negó con el corazón en la boca.
——Él va a rechazarme, Gyu ——tapó su rostro con la carta sintiéndose lo que le sigue a patético, estúpido y avergonzado ——. No puedo hacer esto...
——Bin, sinceramente dudo que lo haga.
——Es hétero, Gyu.
——Mira, como primer punto, es San Valentín, ¡qué fecha más oportuna! Sería asombroso que el aniversario sea en San valentín, ¿no lo crees?
——¡Beomgyu! ——Soobin no necesitaba ilusionarse más, gracias.
——Hey... lo digo en serio, Bin. Él te tiene un cariño especial, es raro... De eso sí todos nos hemos dado cuenta ——Soobin frunció el ceño a su vez queriendo saber más ——Todos nosotros lo conocimos el mismo día, pero ustedes dos solo parecen estar destinados, ¿sabes?
——Serás idiota ——se quejó decepcionado ——. Vivimos a dos casas de distancia. Es obvio que vamos a ser más cercanos si nos vemos más.
——No seas imbécil, no me refiero a eso. Quiero decir, nos ha presentado a amigos suyos de su escuela y aun así, la forma en la que te mira a ti es totalmente diferente.
——¿C-cómo? ——preguntó ansioso y a su vez esperanzado.
——No lo sé... Solo hay una chispa diferente en sus ojos. Él te quiere, Bin.
Las palabras de Gyu lo motivaron tantito más. Era de alguna forma cierto; hasta el mismo Soobin se había percatado de esas miradas tan cariñosas que el mayor le daba que le liberaba un zoológico en el estómago.
Su amistad era la definición de ideal.
Era el balance perfecto entre regodeo y profundidad.
Claro, eso si quitamos el hecho de que era una pequeña tortura para una de las partes.
Imagínense morir de sed y que te ofrezcan pan... Algo así es el no ser correspondido.
Ok, fue una mala analogía, porque sinceramente, no ser correspondido es peor. Duele, y duele mucho más cuando tienes esperanzas o algo que perder.
Y Soobin tenía ambos, esperanzas de un: "También me gustas" como respuesta y también algo muy grande que perder: la amistad más sincera que tuvo y podría tener jamás.
Él amaba mucho a Gyu, a Tae y a Hyuka, pero ninguno era Yeonjun, nadie era Yeonjun.
——Lo haré ——se levantó decidido de su escritorio ——¡A la mierda todo! ——la respiración agitada delatando sus nervios.
——Ese es mi tigre, mi campeón, mi rey, mi diva, mi-
——¿Ya terminaste? ——entre risas, un Soobin impaciente esperaba en el marco de la puerta de su habitación para despedir a su amigo y por fin declararse.
——Sip. Vamos Binnie ——se colgó cariñosamente en su brazo.
Después de prometerle a Beomgyu que lo llamaría sea cual sea el resultado, se preparó mentalmente para ir al bendito parque y entregarle la carta, luego de eso huiría con una excusa estúpida.
Yeonjun le había dejado un mensaje en la mañana, deseándole un feliz San Valentín y diciéndole que estaba muy feliz de tenerlo a su lado, que lo quería mucho y que no sabría que sería de su vida sin él. Que lo amaba...
Eso debe significar algo, ¿no?
Soobin sonrió inconscientemente al recordar el mensaje con el que despertó ese 14 de febrero.
Tal vez Gyu tenía razón, tal vez no tenía que terminar con su corazón un poco más roto esta vez.
Soobin sabía que Yeonjun estaría en el parque para hacer algo importante desde las 3:00 de la tarde. Se lo había contado por mensaje esa misma mañana junto al otro mensaje tan bonito de apreciación.
Soobin miró el reloj, eran las 3:15.
¡Justo a tiempo!
Regulando su respiración, salió de casa y empezó su camino hacia el parque que estaba cruzando la pista.
Como lo pensó, allí estaba Yeonjun, se veía tan perfecto como siempre, Soobin sonrió.
Su sonrisa se borró cuando vio en la mano de Yeonjun un ramo de rosas.
¿Ah?
Segundos después apareció una chica preciosa de cabellos cortos y negros.
Soobin la reconoció al instante, su nombre era Eunha: era muy bonita y Yeonjun le había hablado mucho de ella últimamente...
Oh.
Después de un corto intercambio de palabras, la entrega del ramo, un asentimiento conmovido por parte de la pelinegra, un abrazo, y un puto beso, Soobin lo entendió.
Antes de poder ser visto, se metió a su casa con desespero. Se apoyó en la puerta de su casa, la carta aún en mano.
Empezó a reír, a reír y a reír más, a carcajearse con todo lo que tenía.
Vaya, eso había sido ridículamente estúpido.
¿Oportunidad? Sí claro. Tremendo imbécil.
Los ojos empezaron a escocerle y las risas cesaron.
Ojalá este sentimiento de mierda termine pronto. Ojalá sea temporal.
Llorar entre risas. Que patético que era Choi Soobin, tristemente y absurdamente patético.
Lo peor ocurrió el día siguiente, que Soobin salía de la ducha, topándose a su madre saliendo de su habitación con la basura en mano, como era de costumbre.
Lo que no debió haber sucedido fue que entre las manos de la mujer había un papel arrugado y humedecido que Soobin se había encargado de enviar hasta el fondo del basurero, justo para que nadie lo tocara.
Mierda, mierda, mierda.
Tal vez ella no lo leyó.
La mujer se puso nerviosa cuando sintió la mirada de su hijo recaer en sus manos.
——Bin, yo... ——por los mil demonios, sí lo había leído ——Estaba reciclando papel y plástico y...
¿Qué más faltaba? Que le caiga un piano encima o se caiga con la cáscara de un plátano como en esas películas de comedia antiguas; malas y penosas, tal como su vida.
Sooyoung intentó abrir la boca para decir algo, pero Soobin no lo permitió.
——Ni se te ocurra ——levantó el índice, demasiado avergonzado como para verla a la cara ——. Nunca lo menciones, ¿sí? Solo... Déjalo. Es un capricho tonto.
Era una carta bastante larga y muy profunda como para ser un capricho.
Tan malditamente ingenuo, tan estúpido...
A sus 19, las cosas no parecían mejorar.
Beomgyu se sentó en la silla del bar, de muy mala gana, con un único objetivo: sacar de ahí a Choi Soobin.
——Has estado en este bar de mala muerte desde las 8:00 ——habló apenas se sentó ——Deja de tomar tanto, joder ——pidió irritado ——. Te metes mierda todos los días, Soobin. ¿Puedes parar, por favor? Me duele ver como te estás yendo a la mierda.
Soobin rió mientras miraba su vaso vacío.
——Me gusta vivir así Gyu, que puedo decir, soy un chico moderno ——sonrió sin gracia, sintiendo la cabeza pesada.
——Tú no eras así... Bin, por favor, reacciona antes de que sea muy tarde. No sé cuantas veces más debo decirte esto...
——Estoy mejor que nunca, Gyu, la gente me ama, me busca, me desea... Se siente muy jodidamente bien... ——la convicción en su voz era casi graciosa.
——¿Cuánto tiempo piensas seguir engañándote? Esto va a terminar mal, Soobin. Te lo he advertido años, pero al parecer, como siempre, te importa un carajo lo que diga mientras no sea el cabrón ciego de Yeonjun, ¿no?
——Es mejor así... ——sonrió con la mirada apagada.
——Perfecto ——bramó rendido ——. Entonces vete más a la mierda y no me busques cuando estés arrepentido. No olvides que te lo advertí ——se retiró del bar y a Soobin no pudo importarle menos.
Soobin ya había bebido demasiado, sin embargo, no estaba borracho.
Tomar tanto para olvidarlo y sacarlo aunque sea por un momento de su cabeza, le había desarrollado una gran resistencia al alcohol. Y eso le jodía mucho porque sería más fácil gastar menos dinero con tal de emborracharse.
15 minutos después, un peliazul tambaleante entró al bar.
Saludó exageradamente con la mano a Soobin y caminando como ebrio de filme, se arrojó en el asiento que minutos antes había ocupado Gyu.
——Bebé, precioso ——lo saludó robándole un beso sonoro en la mejilla.
Soobin no se movió. Con los años había aprendido a controlar sus reacciones, sus gestos. Él era el mejor mentiroso.
——Ay cariño ——reposó todo su peso en el hombro de Soobin. Yeon, efectivamente estaba demasiado borracho.
——¿Qué haces aquí? ——preguntó con la mandíbula tensa.
——Gyugi me dijo que me llamaste y me querías decir algo importante... ——arrastró las palabras torpemente.
Ese imbécil...
Se giró de nuevo hacia el peliazul, esta vez lo pudo observar bien porque estaba cerca y porque la playera del mayor tenía un cuello demasiado ancho y suelto.
Varios chupetones.
Sintió asco.
Él siempre había odiado los chupos.
El punto de ellos eran marcar, marcar territorio, dejar en claro que esa persona es tuya. Proclamar a una persona como tuya...
Hacerlos o recibirlos de una persona a la que no amas es denigrante y ridículo.
Yeonjun, en medio de su borrachera, se dio cuenta de la mirada fija del menor en su cuello.
——Oh, ¿esto? ——dijo entre risas mientras se tocaba el cuello ——Ahh, acabo de tener el mejor polvo de mi vida ——seguía riendo despreocupadamente ——. Amo mucho a Yuri. Creo que esta sí es...
Soobin reprimió una risa.
——Lo mismo dijiste de Yeji, de Wendy, de Eunha, de Lisa y de básicamente todas tus ex novias ——sonrió sarcástico.
——Ella es diferente ——hizo un puchero muy tierno.
——Todas lo son, ¿no? ——su mandíbula se tensó aún más.
Esto le enfermaba demasiado.
Soobin se levantó para salir del lugar.
——Oye, ¿a dónde vas? ——Soobin ignoró la pregunta y los bisbiseos de Yeonjun, se dirigió hacia un bartender ——Que no se vaya hasta que un chico pelirrojo venga por él, por favor ——el chico aludido asintió confundido.
Salió con urgencia del lugar y llamó a Taehyun para que se encargará de Yeonjun.
Él ya no podía.
Joder me lastimas.
Respirar a tu lado me lastima.
Saber que jamás serás mío, duele.
No puedo comer, ni dormir como una persona normal por tu jodida culpa.
Te odio Choi Yeonjun, odio no poder odiarte, odio amarte tanto, odio amarte tanto que duela un infierno, odio que no me ames de la misma forma. Te amo tanto...
Mierda, me odio a mi mismo.
[...]
Dos años después, definitivamente vendría su peor arrepentimiento.
Cuanto más grandes son los sentimientos, más grande es el dolor, la decepción, y todo solo empeora cuando la persona es impulsiva, como Soobin.
Hyunsik, un amigo que tenían en común en la universidad, estaba hablando con Yeonjun en un bar café.
Soobin había ido a comprarse un café para la noche, el encontrarlo ahí era pura coincidencia.
Por simple curiosidad, mientras esperaba por su café, decidió escuchar por no decir espiar, detrás del muro.
Cuando recibió su café de todas formas se quedó allí.
Yeonjun le había dicho que tenían un trabajo juntos.
Después de estar hablando de la tarea asignada unos 10 minutos, HyunSik preguntó algo fuera del tema.
——¿Como te va con SinB? ¿Ya son pareja? ——Yeonjun sonrió y negó con la cabeza.
——Me gusta bastante, creo que se lo diré estos días. De todas formas sé que es mutuo, solo habría que oficializarlo. Pero, ¿sabes? Esta vez me da un poco de miedo...
——¿Miedo? ——rió Hyunsik.
——Sí, quiero decir, es la primera vez que intentaría algo con una amiga tan cercana. La conozco perfectamente y me gusta la amistad, por eso mismo no quiero que las cosas se arruinen si llegamos a algo más. Me dolería mucho perderla.
——Aww, tan romántico —exageró burlón.
——Oh cállate ——entornó los ojos riendo, bebió su bebida.
Se formó un pequeño silencio creado por Hyunsik.
——¿Sabes? Lo voy a decir ——dijo de pronto Hyunsik ——¿No eres gay por casualidad? O bueno, bi, hetero curioso, la misma cosa.
Yeonjun frunció el ceño.
——¿Ah? ——casi se le escapa una risa ——Acabo de decirte que le pienso pedir a SinB en unos pocos días y me sales con esto ——dijo entre risas.
Hyunsik rió, y negó con la cabeza.
Nayoung estaba equivocada, era imposible.
——Mi novia cree que lo eres.
——¿Por qué? ——soltó en una risa.
——Por Soobin ——finalmente dijo y el castaño que oía todo a unos cuantos pasos de distancia, sintió su corazón galopar.
——¿Soobin? ——ahora Yeonjun se veía confundido ——¿Qué tiene Soobin?
——Lo ves de manera... especial ——dijo inconvencido de sus palabras. No quería usar un adjetivo que fuera demasiado sugestivo.
——¿Ah?
——De eso yo también me he dado cuenta. Quiero decir, lo miras como si fuera la cosa más hermosa en el planeta. Nayoung me dijo que yo nunca la he visto con los ojos que tú lo miras a él y que esperara el día en el que lo haga ——Yeonjun escuchaba atento ——. Y creo que es cierto ——soltó una risita aireada Hyunsik.
——¿Soobin? No, Hyunsik, te equivocas completamente ——Yeonjun quiso reír ——Soobin es como un hermano para mí, decir que es especial para mí es un eufemismo. Es como el hermanito que jamás tuve. ¿Pero algo más? No me hagas reír, Sik. A Soobin no le gustaría ni en un millón de años y él a mí tampoco. Somos amigos y siempre vamos a ser mejores amigos.
——Ah, lo sabía... Nayoung estará decepcionada ——dijo entre risas ——Decía que harían una linda pareja.
Eran uña y mugre, a veces la gente malentendía su preciosa amistad.
Yeonjun le devolvió la risa.
——¿Yo? ——Yeonjun rió ——Eww, por los cojones que jamás ——bromeó riendo ——. Soobin es por lejos la persona más importante de mi vida junto a mi familia. De que lo amo, lo amo muchísimo.
——Eres tan meloso, me das asco ——Hyunsik puso una mueca burlona, recibiendo un golpe por parte de Yeonjun.
Soobin no necesitó quedarse más tiempo.
Era como si el universo lo posicionara en el momento preciso, pero equivocado para oír y ver esa clase de cosas; para que le quede claro que jamás podría tenerlo.
Ya no iba a tomar más. ¿Para qué?
Se estaba autodestruyendo de esa forma.
Se subió a su coche camino a la casa de Gyu. Él siempre lo escuchaba cuando necesitaba desahogarse.
Tocó la puerta y le abrió SinB.
¿Que haría ella en casa de Gyu a estas horas?
——Oh, hola Binnie ——saludó ella cariñosamente ——. No creí que vendrías ——Soobin le besó la mejilla en forma de saludo y frunció el ceño por no entender lo último ——. Gyu nos invito a pasar el rato, pero nos dijo que no podrías.
Beomgyu nunca le preguntó nada.
Últimamente su amistad también se estaba yendo a la mierda también.
——Pasa ——dijo con una sonrisa.
Ya dentro de la casa, se dio cuenta que había demasiado silencio, no obstante, había música de fondo.
——¿Y los demás?
——Se fueron al arcade ——respondió con un puchero.
—-—¿Por qué? Se supone que tú odias ese apestoso sitio.
——Lo hago, pero se supone que yo no vendría hoy. Por eso se adelantaron a comprar las fichas. Llegué de imprevisto y bueno, ellos ya estaban por salir.
——¿Te dejaron sola aquí? ——preguntó sorprendido. Ella asintió decepcionada, ni siquiera su mejor amiga quiso acompañarla, todo por ir a ese basurero con máquinas.
——Pero tengo que quedarme aquí ——se encogió de hombros —— . Me quedaré a dormir. Gyu ya me separó una habitación.
——¿Peleaste con tu madre de nuevo? ——intuyó mientras tomaba asiento en la sala. Ella asintió.
——Sigue creyendo que es mi culpa lo de la tesis... Ya no sé que hacer, Binnie ——se jaló los cabellos debido al estrés ——. Esa mujer se encarga de recordármelo cada bendito día...
——Tranquila... ——le mostró sus bellos hoyuelos en una sonrisa. Sin embargo, ella se veía igual de triste.
Soobin se fijó en su ropa. Ella estaba usando un negligé negro en la parte de arriba y unos jeans en la parte baja. De seguro Soobin la había interrumpido mientras se cambiaba.
——Ellos se fueron hace unos 20 minutos, puedes alcanzarlos todavía ——dijo ella mientras le daba la espalda.
Soobin pensó; no sería mala idea ir a divertirse con sus amigos un rato, pero la imagen tan decaída de la pelinegra le dio pesar. Lo único que sabía era que no quería estar en su casa para ponerse a pensar en... él.
——¿Puedo quedarme un rato? ——la buscó con la mirada, ella se volteó sorprendida.
——¿En serio? ——había ilusión en su voz, a él le pareció demasiado tierno, y le sonrió grande ——Bueno, no es mi casa, pero sí ——le devolvió la sonrisa.
Ella se dirigió a las escaleras, Soobin frunció el ceño, como vio que Soobin seguía sentado, habló.
——¿Miramos una película?
Soobin asintió sonriente y la siguió hasta el cuarto de visitas.
No era nada raro, ellos eran también muy cercanos.
Entraron a la habitación y SinB le pidió que la esperara a que terminara de cambiarse. Soobin asintió y prendió el TV para buscar una película que los distrayera a ambos de sus problemas.
Soobin seguía dolido y enojado por lo que escuchó en la cafetería, pero como se dijo antes, él era muy bueno para ocultar lo que pensaba, sentía.
Nunca nadie se daba cuenta.
Y tal vez esa era el problema.
Porque esa máscara se le estaba fundiendo en la piel.
SinB volvió con unos shorts negros de pijama satinados. Soobin estaba echado en la cama, con la espalda apoyada en el respaldar.
SinB, de pronto caminó y se sentó en la parte baja de la cama, dándole la espalda a él. Soobin, preocupado, se levantó y se sentó junto a ella. Cuando la vio, descifró su mirada decaída y su expresión triste.
——Me siento tan mal... ——dijo ella de pronto. Soobin calló porque sabía que ella continuaría ——Lo de la tesis me ha jodido la carrera ——rió si gracia ——. Sumado a eso, me siento desplazada, Bin ——confesó con la mirada baja ——. Nadie me cree, Sorn ha estado muy distante, y vengo aquí para escapar de todo eso y resulta que prefieren usar la promoción del lunes en esos juegos absurdos que quedarse conmigo a apoyarme... A veces siento que no tengo a nadie, Bin —— subió la mirada apenada hacia el castaño.
——Me tienes a mí ——le sonrió ladino.
——Lo sé... ——murmuró, sonrió con los labios apretados mientras volvía a bajar la mirada. Empezó a jugar con el dije de un collar de plata. Ese collar Soobin no lo había visto antes.
——Lindo collar ——comentó, porque en verdad era bonito y le quedaba muy bien a ella, la pelinegra se giró hacia él un poco más alegre.
——Lo es, ¿verdad? ——de pronto había emoción en su voz ——Me lo regaló Yeonjun hace unos días para subirme el ánimo ——Soobin vio la pequeña mano de su amiga sostener el dije, era una letra "Y"
Estaba marcándola, por supuesto que estaría marcando a su futura novia.
——Vaya... Creo que me estoy enamorando Bin- ah ——admitió avergonzada ——. Yo solía ser como tú, ¿recuerdas? Me gustaba variar y probar cosas nuevas con gente nueva. Era interesante... ——se sinceró ——Pero cuando encuentras a la persona indicada, las cosas cambian ——sonrió.
Dos semanas antes, ella había estado saliendo con otro chico. ¿En serio iba a decir que estaba enamorada?
Ella no tenía ni idea de como se sentía verdaderamente amar a alguien.
Soobin empezaba a sentirse irritado.
Probablemente era otro de los caprichos de su amigo, o de ella.
Pero Soobin sabía que Yeonjun, de verdad, sentía muchas cosas por ella. Esta vez era diferente a otras veces, porque habían sido amigos por mucho tiempo.
"Soobin es como mi hermano."
"Ew, ni de coña."
"Amo a Soobin más que a nadie en el mundo, pero no de esa forma."
"Soobin, me gusta mucho SinB. No quiero decirlo pero creo que me estoy enamorando de ella."
En algún punto, la rabia que estaba escociéndolo por dentro, no le permitió oír a SinB, que estaba diciéndole algo desde hace algunos minutos.
——¿Soobin? ¿Me estás escuchando?
Soobin era un manojo de rabia.
Mandíbula tensa, venas saltadas, ojos iracundos.
Yeonjun era un idiota. Él lo humillaba sin siquiera pretenderlo, lo hacía sentir una mierda siendo él siempre tan perfecto, sus palabras vacías taladraban su pecho.
"Te amo."
Cegado por la rabia, los celos, el dolor. Él ya no podía contenerlo.
Giró su cabeza hacia SinB, quien se veía confundida por su repentina expresión tensa.
¿Tanto lo amas?
¿Morirías por él?
¿Acaso tienes el derecho para decir que en verdad lo amas?
Vamos a ver...
Soobin era ridículamente guapo, deseado, popular, amable, chacotero. Él lo era todo en uno. Todos lo querían como amigo o algo más; chicos y chicas.
Soobin siempre pensó que SinB era preciosa, pero estaba tan embobado con el peliazul, que nunca pudo ver más allá en cualquier persona que la lujuria y el físico.
Lo que estaba a punto de hacer, era una forma de probarse a sí mismo que en verdad los sentimientos no son nada cuando la lujuria interviene.
No si no son lo suficientemente grandes.
¿Por qué la gente engaña a sus parejas incluso cuando los aman? Placer, eso es. Lujuria.
Vamos a ver si lo amas tanto como dices hacerlo.
Sin escuchar lo que decía SinB, Soobin cegado por sentimientos negativos e intrusivos, en un movimiento brusco y sorpresivo, la agarró del cuello y le plantó un beso agresivo, pasional y salvaje.
SinB lo recibió los primeros segundos, pero luego usó todas sus fuerzas para soltarse, pues el agarre de Bin era casi doloroso.
——¿Qué? ——soltó ella con la respiración ligeramente agitada ——¡¿Que estás haciendo?!
Las manos de Soobin volvieron a posicionarse en el cuello de ella, su cabello corto haciéndole cosquillas, sus dedos rozando dolorosamente ese estúpido collar.
SinB no detuvo el toque. Ella solo lo miraba estupefacta. Soobin miró atentamente sus labios bonitos, y se inclinó lentamente para besarlos de nuevo, ella le volteó la cara con la respiración más agitada que antes.
——S-Soobin, ¿Qué estás haciendo? ——en vez de una respuesta, ella obtuvo otro beso por su parte, uno lento, hasta parecía dulce, pasional, provocador, pero delicado.
Y ella no lo estaba deteniendo, pero lo intentó cuando Soobin ya estaba encima de ella, ambos recostados en la cama, ella se separó.
——Soobin, no ——intentó empujarle sin fuerza, volteó la cara ——. E-esto está mal... ——ni siquiera ella misma estaba convencida de sus palabras entre jadeos.
Soobin seguía con la mente caliente en todos los sentidos. Desconectarse de su parte humana lo volvía esto.
Soobin a horcajadas, tomó su rostro con una mano, la cual cubría todo el pequeño rostro de ella, lo tomó delicadamente, transmitiéndole a ella una paz que claramente él no sentía.
——¿Cuál es el problema? ——la obligó a mirarlo, él sonaba muy tranquilo ——Ustedes todavía no son pareja oficial, ¿no es así? No estarías engañando a nadie.
——S- se siente mal, Bin. Deberíam- ——su propio jadeó le corto las palabras cuando sintió los dedos largos del castaño por encima de sus shorts haciendo presión en el punto correcto, Soobin se recostó más hacia ella.
——¿Segura que se siente mal, bonita? ——sus dedos seguian estimulando la zona. SinB ya estaba demasiado ida como para negarse.
No le hacían daño a nadie, ¿verdad?
Seguían solteros, o algo así.
SinB estiró su cuello para atrapar los labios del castaño.
Definitivamente, ya no había vuelta atrás.
Esa noche Soobin se acostó con SinB.
Más que ser lento o dulce, fue salvaje, pasional, lujurioso, y duro.
Soobin no se contuvo a sí mismo en ningún momento, no se contuvo en sacar todo su odio, todos sus celos, y todo su dolor por medio de las embestidas.
¿Ves? Nadie te va amar como yo.
Jamás.
El arrepentimiento los golpeó a ambos al terminar.
Había sido un error, claramente. Pero no se sintió como uno mientras ocurría.
Acordaron no decir absolutamente nada a nadie. Soobin se fue esa misma noche, sintiéndose una basura.
Lamentablemente para ellos, a Beomgyu no le costó mucho descubrir la verdad después de limpiar su baño y encontrar un condón usado en el basurero de este.
Ya estaba decidido que el entorno en el que estaba era jodidamemte tóxico. Pero el chorro que derramó el vaso fue lo que pasó con Tae, una semana después de enterarse de lo de SinB y Soobin.
Tae y Gyu ya eran novios para ese entonces.
Su historia es cuento aparte.
Le había costado tanto admitirlo...
Pero lo habían hecho al fin y al cabo. Eran felices.
Lo que vio esa noche, cuando Tae volvió completamente ebrio del bar a la casa del rubio. Cuando fue a buscar al rubio a su casa y no lo encontró porque Gyu había salido a tomar aire después de la horrible pelea que habían tenido acerca de Minyeong, la ex de Gyu, pero aún mejor amiga de Tae, quien claramente se le estaba insinuando desde hace meses.
No fue un discusión común. Fue una muy fuerte de hecho, por lo mismo que Taehyun quiso refugiarse en alcohol para olvidar todos los gritos e insultos de su pareja esa mañana.
Ojalá Beomgyu no le hubiera dado una puta copia de su llave.
Minyeong sabía que Tae estaba vulnerable y aprovechó eso. Le seguía guardando rencor al rubio, así que le daba igual joder su relación actual.
¿Había ido a buscarlo a su casa para mostrarle eso? ¿Que siempre iba ser más hetero que cualquier cosa?
Lo que hizo Tae fue igual de bajo o aún peor que lo que hizo Soobin.
Claro porque cojerse a la ex novia de 5 años de Gyu en su maldita cama era la imagen más bonita de ver.
♪
Te entrego mi corazón a cambio de que me borres la memoria ¿Es posible? O retrocede el tiempo... ¿Se puede?
Amar a alguien es entregarle el poder de destruirte.
¿Quién es la persona del espejo?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro