2: Estar juntos
Ya en casa del peliazul....
——Muy bien. Es hora de la acción ——Soobin frotó sus manos con entusiasmo, iba a dirigirse a la vitrina especial, pero Yeonjun lo detuvo jalándolo de la camiseta.
——¿Que haces? ——frunció el ceño Yeonjun.
——¿Qué parte de tomar hasta olvidar nuestros nombres no entendiste? ——repitió sin mucha paciencia
——Pero pensé que compraríamos algo, no que asaltaríamos el bar de mamá ——su mamá lo decapitaría si llegara a enterarse que faltaba algo en su bar privado.
——Jun, no hay nada abierto a esta hora. Nos tomaría mil años encontrar una tienda abierta.
——Soobin... ——masculló con tono amenazador ——Mi mamá ha guardado estos por más de un año. Nos mataría.
——Se lo repongo. Mañana mismo vamos y reponemos todo, incluso con intereses ——guiñó intentando hacer que su amigo se relaje, pero Yeonjun seguía sin quitar esa expresión dudosa de su cara ——. Oh vamos Jun, ni se dará cuenta ——insistió con mirada afligida.
——Me olvidé que tienes más dinero que neuronas ——soltó una risita aireada, luego calló unos segundos para plantearse la tentadora idea una vez más. Al final Soobin lo volvió a convencer ——. Bueno, está bien. Pero lo pagas todo de vuelta ——condicionó apuntándole con el dedo índice.
——¡Perfecto! ——se dirigió hacia la vitrina y empezó a sacar botella por botella de esta. La sonrisa de Yeonjun se fue esfumando cuando Soobin ya había sacado la botella número 14.
——Oye imbécil, no vamos a tomar tanto. Devuelve esas ——le regañó ceñudo quitándole una botella.
——Dije olvidar nuestros nombres. ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir? ——le quitó la botella de la mano dejándola de nuevo en la mesa ——Los dos tenemos demasiada resistencia al alcohol. Si no es todo esto, entonces no funcionará.
¿Por qué quería tomar tanto? ¿Acaso era por lo que había pasado con Minhyuk?
——¿Tanto te afectaron las palabras de ese imbécil? ——inquirió frunciendo el ceño.
Soobin se vio incómodo de responder, simplemente se encogió de hombros como si le fuera indiferente.
——Solo tengo ganas de tomar y ya. Las palabras de ese imbécil solo me han motivado más ——sonrió débilmente.
Sip, todavía le dolía.
——No pienso tomar tanto como tú ——le informó el mayor mientras se sentaba en el sillón.
——Ni siquiera tienes que tomar si no quieres. Es suficiente con estar juntos ——giró para sonreirle ladino, Yeonjun asintió con una débil sonrisa.
Era una mala idea.
Pero justo por eso hay que hacerla, ¿no?
Soobin terminó de llevar las botellas de la mesa del comedor hacia la pequeña mesa de la sala y colocó su playlist favorita de Spotify, la cual ya se estaba reproduciendo por el parlante negro de Yeonjun cuando se sentó junto al peliazul.
Como ambos estaban acostumbrados a tomar ocasionalmente, habían desarrollado una resistencia al alcohol muy buena. Sin embargo, después de 7 botellas de soju, las cosas no parecían ser tan claras para ninguno de los dos.
——¿Qué hora es? ——balbuceó Yeonjun frotando sus ojos.
——Ni idea, pero ¿a quién diablos le importa eso? ——decía entre risas. Soobin había terminado sentado en el suelo, apoyado en el sillón.
——Yiren y mamá van a llegar y van a armar un escánda- ——Yeonjun abrió más los ojos cuando sintió el índice de Soobin sobre sus labios.
——Shhh... ——susurró muy cerca de él con los ojos cerrados ——¿Por qué no puedes disfrutar un momento? Han pasado literalmente tres años desde la última vez que tomamos así ——retiró su índice riendo. Yeonjun decidió relajarse un poco.
[Dos horas después]
——Soobin-ah ——rió Yeonjun como bebé ——. Estamos ebrios ——tiró su cabeza hacia atrás sintiéndola demasiado pesada.
——Tú estarás ebrio ——le empujó la pierna con torpeza ——. Yo estoy de maravilla ——arrastraba las palabras.
——Me encantaría grabarte ahora mismo, pero no sé donde carajos puse el celular ——reía desparramado en el sillón.
——Abre la ventana ——pidió haciendo un gesto con la mano aún sin abrir los ojos ——. Hace calor.
——Ya están abiertas, baboso ——Yeonjun ahora cerró los ojos riendo
Algo que ambos compartían en común era que cuando tomaban mucho les daba sueño.
Típicas etapas de un borracho: Tomar, tomar más, sentirse un poco ido, hacer estupideces, seguir haciendo estupideces, pero sin estar consciente de ellas y luego dormir como princesita.
Eso era exactamente lo que estaba a punto de pasar.
——Deberíamos dormir ——balbuceó Yeonjun ya sintiéndose somnoliento ——. Vamos a tener una resaca horrible mañana... ——hasta borracho era responsable ——Tu mamá estará preocupada si no llegas...
——No pienso ir a ningún lado ——bufó ——. No es como si pudiera caminar hasta mi casa de todas formas ——rió ——. Entonces... ¿La niñita tiene sueño? ——se burló en un balbuceo, girándose hacia Yeonjun quien no había abierto los ojos desde hace mucho.
——Vete a la mierda ——sonrió mostrando su linda sonrisa.
——Bueno, vamos a dormir entonces ——el sueño le había ganado, Soobin se levantó con torpeza y se desparramó en el sillón a lado de Jun, quien parecía estar durmiendo ahora ——Este débil... ——murmuró en una risita, más para sí mismo.
Quiso averiguar si Yeonjun de verdad se había dormido, así que se acomodó de costado, apoyándose en su codo.
Ahora estaba más cerca de Yeonjun.
——Hey ——lo sacudió suavemente con su mano libre ——. Niño, ¿estás despierto? —— sacudió su mano frente la cara de Yeonjun, pero no reaccionaba.
Oficialmente, Yeonjun estaba en los brazos de Morfeo; dormía imperturbable con los labios entreabiertos y la cabeza tirada hacía atrás. La mayoría suele verse un fiasco cuando esta ebrio, pero Yeonjun solo se ponía más guapo por el rubor natural en sus mejillas.
En fin, cosas de niños lindos.
Soobin, aburrido por ser el único despierto, pero sobre todo, muy mareado, pasó su curioso índice primero por la frente de su amigo mientras soltaba risitas sin sentido de vez en cuando. Luego contorneó su nariz para luego empezar a jugar con sus labios abultados con el mismo dedo, cosa que le provocó aun más risitas. Sin quererlo, ya estaba utilizando dos dedos para palpar los labios del peliazul, luego también utilizó su pulgar para delinearlos con el mismo. Los presionaba, los contorneaba y los observaba, solo que ahora, ya no había más risas.
De pronto, Yeonjun, en un reflejo involuntario, abrió la boca e hizo algo que dejó helado a Soobin.
Empezó a chupar y morder el pulgar de Soobin como un bebé por reflejo. A Soobin al principio le asqueó, pero después de ver la expresión completa de Yeonjun, no tanto, por lo que decidió dejar su dedo ahí.
Yeonjun succionaba su dedo como si estuviera consciente, pero al parecer seguía dormido.
Soobin se sintió un poco raro, pero estaba demasiado ebrio como para preocuparse demasiado. Lo que más le intrigaba en ese momento, no era el comportamiento de Yeonjun, sino que a él mismo le había gustado ese comportamiento.
——Yeonjun ——balbuceó bajito ——. Yeonjun ——volvió a llamarlo para pedirle que suelte su pulgar y deje de enrollarlo con su lengua.
Yeonjun no respondía, pareciendo un bebé con su chupón. Seguía durmiendo más profundamente que la misma bella durmiente.
Soobin se rindió, Yeonjun no respondería. Conforme pasaron los segundos en esa posición, Soobin dejó de sentirse raro y por alguna razón, se empezó a sentir bien. Sacó su pulgar para meter otros dos dedos más en su boca.
No obstante, debe quedar más que claro que no lo estaba pensando en lo absoluto, solo lo hizo porque le gustó la sensación, nada más. Nada raro.
Soobin tiró la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos por lo bien que se sentía, porque en un momento, Yeonjun posicionó sus manos en la mano de Soobin como si estuviera reafirmando su agarre.
Eso hizo que Soobin sintiera cosquillas en sus dedos, en la piel de su mano y también allá abajo, por lo que tiró su cabeza hacia atrás sintiendo placer.
Yeonjun no reaccionaba, Soobin tampoco. Ambos estaban demasiado ebrios como para caer en cuenta de lo que estaban haciendo. Aparte, Yeonjun estaba dormido.
En algún momento, Yeonjun fue soltando la mano de Soobin poco a poco, hasta que su boca dejó de aprisionar los dedos de Soobin para seguir durmiendo como en un principio. Soobin por fin pudo sacar sus dedos, pero para ese entonces alguien ya se había emocionado. Y que quede claro: no tenía nada que ver que fuera Yeonjun el causante, era la sensación. Nada más.
Soobin volvió a abrir los ojos para contemplar la imagen de un Yeonjun sonrojado por el alcohol, durmiendo con los labios entreabiertos y húmedos por la saliva.
Soobin se volvió a acomodar de costado, reposando su peso en su codo como antes. Sin pensarlo y solo dejándose llevar, con esos dos dedos, empezó a trazar círculos en el pecho del peliazul.
——Siempre has sido un idiota muy guapo e inteligente ——sonrió ladino ——. Tienes una relación estable y notas excelentes... ——la sonrisa fue desapareciendo ——Como te envidio Jun-ah... En serio lo hago.
El alcohol nos hace decir la verdad, ¿no es así?
Soobin se acercó un poco más para ver de cerca el rostro de su hyung, examinarlo; cada poro, cada pestaña, cada facción.
Siempre se veía perfecto.
——¿Por qué eres tan bonito? ——susurraba escaneando su rostro ——Eres demasiado bonito ——decía mientras inconscientemente se seguía recostando hacia Yeonjun ——Me da ganas de besarte... ——empezó soltar risitas cortas. Sin darse cuenta, su rostro ya estaba a milímetros de tocar el del peliazul, sus labios prácticamente rozando. Soobin podía sentir la respiración ajena mezclarse con la suya ——Me da ganas de... ——ni siquiera pudo terminar su frase porque su instinto animal, más el picor de allí abajo, más el efecto del alcohol, lo abalanzaron a atacar los labios de Yeonjun.
Empezó suave, pero luego no pudo controlarse y empezó a frotar sus labios con fuerza contra los ajenos; besaba con desesperación, encimado a él. Yeonjun no reaccionaba al beso porque estaba en un sueño profundo. Aunque bueno, no lo hizo, hasta que lo hizo.
La fuerza del beso robado por Soobin era tanta, que terminó despertando a Yeonjun.
Yeonjun se asustó, lo empujó y se acabó.
Ojalá hubiese sido así.
Yeonjun no terminaba de despertar por completo cuando su boca empezó a responder con la misma intensidad, dejando que el castaño dominara y se recostara encima de él para seguir el beso.
Se habían recostado en el sillón por completo, Soobin quedando arriba de Yeonjun sin romper el beso exaltado en ningún momento. Necesitaban aire, alejarse un poco, pero les valió totalmente la falta de aire y aumentaron la intimidad del beso añadiendo lengua, mordidas descontroladas y succiones culposas.
Con "Do I wanna know" de fondo y ya habiendo pasado alrededor de cinco minutos entre dientes y labios, la situación no parecía enfriarse ni un poco.
Los dos ya estando despiertos, experimentaron diferentes intensidades: lento y tortuoso, donde Soobin tentaba con un roce para después alejarse pocos centímetros mientras sonreía socarronamente, haciendo que Yeonjun lo buscase y estirara su cuello como pudiera para alcanzar sus labios. O desenfrenado y abrumador, donde no creo que sean necesarios los detalles, más que un ligero cambio que derivaba al cuello y zonas cercanas a este: orejas, clavícula, etc.
Para ese punto la incomodidad en la parte baja ya no era problema solo de Soobin, sino de Yeonjun también.
El alcohol ya había llegado a su punto máximo.
Por seguir besándose de la misma forma, terminaron cayendo del sillón, cambiando de posición. Ahora Soobin estaba tumbado en el suelo y el peliazul encima, sentado sobre él, a horcajadas.
En ese momento ambas miradas se encontraron, sus ojos brillaban en deseo, lujuria, tentación, amor...
Respiraciones irregulares, labios hinchados, rubor natural y cabellos pegados a la frente por el sudor. Imagen tentadora para cualquiera.
La posición en la que se encontraban, ahora les permitía sentirse más. Yeonjun no esperó y volvió a atacar los labios del castaño, apoyándose en sus codos, cada brazo a un lado de la cabeza del más alto mientras que las manos de Soobin se enredaron en los largos cabellos azules del mayor para profundizar el beso.
Besos cortos, largos, lamidas, y jadeos. A eso se resumían. La incomodidad en la parte baja de ambos era cada vez más notoria, por lo que Yeonjun, en la misma posición, empezó a mover sus caderas rítmicamente; adelante, atrás, adelante, atrás.
El roce quemaba, apretaba, y solo le daba más cuerda a esa cabecita, pero no esa que usamos todos, sino la segunda.
Soobin soltó varios jadeos, tirando su cabeza hacia el suelo y no pudiendo evitar arquear su espalda hacia sus movimientos.
Los movimientos se volvieron más bruscos, más rápidos. Soobin mordía su labio inferior sin poder moverse. Yeonjun ahora tenía una mano alrededor del cuello de Soobin, y no dejando precisamente caricias, sino ejerciendo presión, una deliciosa presión.
Sería una noche larga, muy larga.
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