Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15: Factor celos

La casa de playa Soobin era una obra de arte como le decía Yeonjun.

No era demasiado ostentosa, mas era acogedora, también tenía su toque moderno, y definitivamente la decoración marina y rústica le daban una chispa especial y única a la casa.

Cualquiera pensaría que habría una lavandería o una pequeña terraza como patio, pero no. Choi Soobin sabía lo mucho que le gustaban las playas griegas a Yeonjun, y es por eso que con aquella idea en mente, compró una casa que estuviera situada en la misma playa.

En ese entones él creía que no volvería a ver a Yeonjun. Entonces, de todos los destinos que pudo elegir, optó por Grecia, ya que no era solo un lugar bonito sino que significaba mucho para aquella personita que no abandonaba su mente por nada del mundo. Lo hizo para tenerlo cerca por más que no lo estuviera.

El hecho de tener a Yeonjun ahí mismo con él. Se sentía como un sueño.

Ver a Yeonjun emocionarse por cada minúscula cosa como si fuera un niño pequeño, definitivamente lo llenaba.

Cuando salieron a la porción de playa privada de que le correspondía a Soobin. Yeonjun no pudo ahogar un suspiro.

En verdad era como en esos libros que había visto, tal cual como en las imágenes de google; arena blanca, aguas cristalinas y azules, unas cuantas palmeras decorando los costados...

Y dos reposeras situadas en la arena, con una perfecta vista al mar.

Era tarde, el atardecer estaba en su punto culminante. El cielo se teñía de colores cálidos como el rojo y el naranja.

Soobin se sentó en una reposera, mientras que Yeonjun, aún bastante impactado, se sentó en la arena.

Se quedaron así unos buenos minutos, admirando la preciosidad de la escena, el atardecer, el sonido de las aguas apenas moverse, el viento golpear contra los troncos de las palmeras, las hojas sacudiéndose.

Yeonjun se levantó del suelo y miró a Soobin con una grande sonrisa.

——Vamos a nadar, Bin

Soobin frunció el ceño, pues el no se sentía en los ánimos para mojarse. Todo era tan perfecto en sus ojos que no quería dejar de apreciar cada elemento. Pero de lejos, claro.

Yeonjun tomó su mano y lo guió hasta la orilla.

El agua hizo contacto con los dedos del pie de ambos y Soobin gruñó.

——Está helada ——se quejó retirando su pie

Yeonjun se quitó el polo y lo arrojó hacia atrás, en la arena seca.

Soobin abrió los ojos un poco más grandes por dos razones:

1. ¿Como demonios Yeonjun iba a meterse con lo frío que estaba? No, gracias.

2. Ver su torso desnudo, mucho más tonificado que antes, después de 4 años, le provocaron sensaciones incitantes que supo disimular muy bien.

——¡¿Estás loco?! Mejor métete a una tina con hielo si tienes calor.

——Vamos... Por favor ——pidió con un puchero

——Te va a dar una pulmonía, Yeon. No. Podemos ir mañana temprano que hay sol.

——Ok, acepto. También iremos mañana

——Te puede dar un calambre... ——su tono preocupado hizo sonreír a Yeonjun.

——Bueno, como quieras. No te voy a obligar a nada. Tendré que ir solo... ——dejó la frase colgando mientras seguía avanzando lentamente hacia mar profundo, sabiendo que Soobin no lo dejaría solo.

——Ugh, bien. De verdad te odio. Si me resfrío, tendrás que cuidarme tú ¿Entiendes? ——Soobin empezó a caminar más adentro con una mueca por lo frío que se sentía

——¿Piensas meterte con polo? Así sí vas a resfriarte, confirmado ——Yeonjun devolvió sus pasos atrás para ir donde Bin ——No seas imprudente...

Soobin no supo como reaccionar cuando sintió las frías manos de Yeonjun tocar la piel de su torso cuando este le quitó la camiseta por sí mismo.

El ritmo de su corazón felizmente solo podía oírlo él, mas la mirada que tenía exponía su sentir

El cuerpo de Soobin también había cambiado mucho en ese tiempo. Sería difícil saber cual está mejor trabajado.

Yeonjun miró entre sus pestañas a los ojos oscuros de Soobin y luego reposó en su cuerpo descaradamente.

Luego, inhaló y sonrió, se enderezó como si esas miradas raras no hubieran ocurrido.

Yeonjun tomó la mano de Soobin entre la suya, como incontables veces en el pasado; sin embargo, esta vez se sintió diferente para Yeonjun.

——Entraremos en calor. Te lo prometo ——aseguró con la mirada fija en sus pequeños ojos para luego voltearse y jalarlo hacia dentro

Soobin sabía que probablemente él lo había dicho inocentemente, pero él no pudo evitar verle el doble sentido y sentir frustración por no poder comportarse. Como si fuera una colegiala de 15 años. Que ridículo.

[...]

Al fin y al cabo, era cierto.
Si te movías mucho, ya no hacía frío.

Después de estar unos minutos nadando y nadando, jugando a ahogarse, buscando conchitas en el fondo, buceando, etc. No hacía tanto frío.

Estaba empezando a anochecer, por lo que decidieron salir.

Cuando se acercaban a la orilla, Yeonjun volteó alarmado al escuchar un gemido de Soobin.

Lo vio caer sobre sus rodillas con una mueca de dolor, se acercó rápido a ver que pasaba.

——¿Que sucede?

——Conchas rotas... ——musitó con dificultad por el ardor ——Pisé una y ca... caí encima -ah

Yeonjun actuó rápido y lo cargo como princesita, depositándolo en la arena.

Efectivamente, Bin tenía un corte pequeño en el talón y otros dos rasguños cerca de la rodilla.

Yeonjun volvió rápido a la casa para traer un botiquín, una franela y una botella de agua.

——¿Arde mucho? ——preguntó mientras se arrodillaba junto a él y abría la botella

——Solo la del talón ——dijo entre dientes

Yeonjun tomó la franela, le echó agua dulce y empezó a limpiar primero los cortes y luego los rasguños.

Soobin solo pudo quedársele mirando: mojado, tentador, amable, preocupado por él. Cada mínima cosa que hacía el pelinegro solo lo hacían enamorarse más y más. ¿Eso era posible?

——Sigues siendo un niño ¿sabes? ——Yeonjun observó entre sus pestañas a Bin con una linda sonrisa burlona

——¿Disculpa? ——frunció el entrecejo fingiendo molestia

——Como cuando éramos niños. Te enseñaba a montar bici, te caías y yo era quien tenía que curarte las heridas. Tal como ahora ——dijo sonriente concentrado en su tarea

——Yo siempre pude curármelas solo.  Puedo hacerlo ahora también. Dame eso ——intentó quitarle la franela, pero Yeonjun fue mas rápido al alejar su mano

——Lo sé ——se sentó ——Pero siempre me ha gustado hacerlo, me gusta hacerlo ——le sonrió una vez más y volvió a limpiarle los rasguños. Soobin tragó duro por la tensión que solo él sentía.

——Ok, ya están limpias. Volvamos a dentro ——se removió, pero las grandes y fuertes manos de Yeonjun lo tomaron del muslo inmovilizándolo

——Falta el alcohol

Soobin iba a explotar si tenía un toque amistoso más por su parte de nuevo.

——Va a arder, dejalo así

——No voy a dejar que se infecte, Soobin ——maldita sea, ese tono autoritario de nuevo. Soobin se quedó quieto a regañadientes.

Yeonjun sacó alcohol y algodón, lo vertió. Empezaría con los rasguños.

El primer toque.

Soobin detuvo con su mano a la mano de Yeonjun, con una mueca de dolor.

——Duele, idiota

——Será rápido, lo prometo

Lo dijo con tanta dulzura que Soobin no pudo refutar; molesto consigo mismo, desvió la mirada.

Otro toque.

——Ah- ¡Yeon! ——exclamó

Yeonjun pensó en una solución. Se estiró y tomó su camiseta entre mano, le sacudió la arena y se la pasó.

——Muérdela

Soobin frunció el ceño desentendido.

——Que la muerdas, Soobin

¿Por qué tiene que usar esa voz grave del demonio ahora?

——Si te duele mucho, la muerdes ——se corrigió mirando hacia abajo

Soobin, de mala gana, la tomó y la tomó entre labios.

Tenía que hacerlo. No quería una infección.

Otro toque más.

Mordió la camiseta.
Joder, dolía como el infierno.

Así estuvo un momento más, mordiendo y mordiendo la tela.

Ahora faltaban los cortes más profundos del talón.

Yeonjun estiró su pierna para tener mayor alcance y poder desinfectar las heridas como debía.

Un toque.

Si lo de antes había dolido; doler ahora era un eufemismo.

Hola Judas, ¿como estás?

Ya ni siquiera morder la tela ayudaba. ¿tan profundo era el corte?

Soobin intentó retenerlo pero soltó un alto gemido semi ahogado en la tela que alarmó a Yeonjun.

——¿Tanto así? ——preguntó Yeonjun

——No, para nada. De maravilla, idiota. ——contestó irritado aún con la tela entre dientes

Yeonjun se concentró para acabar con ello mas rápido.

Soobin seguía gimiendo por el ardor insoportable mientras lágrimas se acumulaban en sus ojos.

Yeonjun prefirió no mirarlo porque sabía que se terminaría deteniendo. Por eso prefirió hacerlo en movimientos bruscos y certeros que en pequeños para alargar el dolor.

Una vez ya terminó, subió la mirada y sintió un leve pinchazo en el pecho. Soobin estaba llorando en silencio.

Sorbía de su nariz, su camiseta aun atrapada en sus dientes.

Antes de poder disculparse, su cuerpo se movió solo. Acercó su pierna hasta su boca y rozó sus labios delicadamente justo por encima de la herida, dejando a Soobin anonadado.

Besó el otro corte, luego su tobillo, (que por cierto no tenía nada). Sin darse cuenta fue subiendo por su pierna entre besos y besos hasta llegar a los rasguños y depositar dos besos mas ahí.

Luego despertó.
Se dio cuenta de lo que hizo. Como si hubiera estado poseído.

Sacudió la cabeza un par de veces sintiéndose mortificado, como si lo que hubiera hecho fuera malo.

Soobin lo miraba con la respiración entrecortada y Yeonjun solo no podía verlo, ni afrontar el hecho de que había recorrido su pierna con besos.

¿Que demonios?

Lo mismo le pasó cuando lo besó en el baño del bar; se sentía bien hasta que la culpa venía a él.

¿Por qué estaba esa culpa?
¿Y qué si no habría culpa?

Un poco aturdido por sus propias acciones, intentó disculparse, aunque nos sabía si era por los besos o por haberle causado tanto dolor siendo tan brusco.

——L-lo siento... ——se levantó rápidamente ——Deberíamos entrar ——de repente estaba nervioso

——Pero, no puedo pisar la arena ——Soobin no estaba mejor, él se sentía frustrado y ni se molesto en ocultarlo en su tono

——Te cargaré.... No, no ,no. Te traeré sandalias ——y se retiró

♣♠♥♦

Horas después ambos se dieron un baño y empezaron a revisar su celular, cada uno en su propia habitación.

"Revisando" mientras repasaban una y otra vez lo que había pasado en la playa.

——¡Yeon! ¡Baja, vamos a comer afuera! ——se escuchó la voz de Soobin desde ls primera planta

Su estómago rugía, así que le pareció fantástico.

Bajó y se pusieron en marcha.
El pueblo en el que residiaba Soobin era pequeño. Según como le había contado: todos conocían a todos por la zona.

Era un pueblo turístico muy popular.

Mientras caminaban por la plaza, donde por un lado se observaba la playa y al otro los vendedores, Soobin fue interceptado cada cierto tiempo por algunas chicas y un par de chicos que lo saludaban como si fuese una celebridad.

Eso era muy constante, al punto de imposibilitar una conversación.  Estaba empezando a ser fastidioso para Yeon.

Pero su paciencia colmó cuando una hermosa chica peliroja se acercó a Bin por la espalda y lo abrazó por la cintura.

Ella era mucho mas pequeña que él, así que aprovechó eso.

——¿Adivina quien soy? ——canturreó ella

——¿Yuri? ——preguntó Soobin intentando girarse para ver a la dueña de la voz

Cuando lo hizo, ella se trepó encima literalmente, colgándose en su cuello y depositando mil besos en su cara como una fan loca.

Desagradable.

Soobin los recibía entre risitas y con una pequeña mueca de: ¡Ay detente!

——Yo también te extrañe, Yuri —sonrió ladino luego de apartarla

——Escuché que estabas aquí y no pude evitar venir a verte, bebé...

Bebé.
¿Le había dicho bebé?
Ah no, no, no.

En otro episodio del cuerpo de Yeonjun moviéndose solo:

Tomó a Soobin de la cadera y lo apegó hacia él, sorprendiendo a la chica y al mismo Soobin.

——Mi amor, ¿podemos ir comer ya? Muero de hambre ——la sonrisa falsa de Yeonjun para Soobin era escalofriante. Sus dedos presionando con fuerza en la cadera

Yuri abrió los ojos sorprendida al oír  "amor".

——Oh, lo siento beb-, digo Binnie ——se corrigió ——No sabía que salías con alguien...

——Yo tampoco ——susurró entredientes mirando a un no muy feliz Yeonjun

——¿Qué? ——preguntó Yuri

——Que nos vemos después ——se giró hacia ella para darle un sonrisa apócrifa

——Oh, de acuerdo be-, Binnie ——bajó la cabeza y se despidió rápidamente de Jun y Bin para después salir corriendo avergonzada.

Apenas se fue, Soobin empujó a Yeonjun lejos.

——¿Se puede saber que mierda fue eso?

——Ella parecía un loca. Deberías agradecerme ——habló muy serio, pero para su sorpresa, Soobin soltó una mezcla de bufido y risa, algo que a Yeonjun no le agrado en lo absoluto ——¿De qué carajo te ríes? Literalmente acabó de salvarte de esa loca ¿Que no viste como te besaba la cara? ¡No sabe lo que es respeto ni espacio personal! Adem- ——Soobin ahora soltó una carcajada abiertamente que lo interrumpió. Yeonjun frunció el ceño exageradamente.

——Ok sí, amor. Si hubiera sabido que te pondrías así, te hubiera traído hace mucho ——se burló

——¿Crees que estoy celoso? ——contestó el mayor con burla ——Yo no estaba celoso, solo estaba ayudándote

——Ajá... ——la sonrisa triunfal en el rostro de Soobin irritaba a Yeonjun ——Como quieras, señor hetero, señor celos ——se alejó empezando a caminar lejos, dejandolo parado ahí, como un idiota.

——¡Choi Soobin no me dejes con la palabra en la boca! ——Soobin se giró mientras seguía caminando de espaldas, sin borrar esa sonrisa triunfal de su rostro.

Él siente algo por mí.
Lo sé.

——¡¿No que tenías hambre?! ¡Vamos!

Soobin se metió en un callejón y Yeonjun solo lo siguió aun un poco molesto, pero más que nada confundido.

Entraron a un local que tenía la puerta muy pequeña.

Estaba vacío. Ya estaban cerrando.

Una chica rubia, alta, con ojos esmeralda y muy hermosa en general, estaba demasiado ocupada limpiando las mesas con un trapo viejo para notar su llegada.

——¿Una mesa para dos? ——preguntó Soobin y la hermosa chica volteo sorprendida al reconocer esa voz

——No puede ser cierto... ——la rubia dejó en una mesa el trapo con el que estaba limpiando y se cruzó de brazos con una sonrisa encantadora en su rostro ——Choi Soobin... ——se acercó a abrazarlo cariñosamente por el cuello ——¿Como has estado? ——se separó de él con una linda sonrisa, mirándolo fijamente a los ojos.

Yeonjun sintió un vacío en el estómago, pero era porque no había comido, solo eso.

Soobin se giro hacia él con una mano sobre el brazo de ella.

——Lex... Él es Yeonjun

Ella estuvo sonriéndole a Yeonjun antes de que escuchara su nombre.
Miró a Soobin con sopresa.

——¿Yeonjun? ——enarcó las cejas, preguntando a Soobin ——¿Ese Yeonjun?

——El único ——respondió Soobin sonriente

——Un placer, Yeonjun ——le extendió la mano ——Lex, o bueno, Alexia, pero llámame Lex ——Yeonjun tomó su mano y forzó una sonrisa después de que ese abrazo tan íntimo no le sentara tan bien ——Siéntense, voy a cerrar el local. ¿Desean algo específico de comer?

——¿Hamburguesas? ——dijo Soobin mientras ambos tomaban asiento

——Dos hamburguesas, entendido. ——sonrió

Por dios, ella parecía casi irreal. Jamás había visto a una chica tan bonita en su vida. Y le estaba sonriendo tan cariñosamente a Soobin...

——Oh espera ——Soobin se levantó ——Te ayudaré

——Gracias ——le sonrió antes de ir de nuevo a la puerta de metal para terminar de bajarla

Yeonjun se giró sobre su asiento para dejar de verlos y solo empezó a ver su celular. Los cuchicheos que provenían de atrás lo estaban fastidiando. Iba a ponerse audífonos cuando ambos volvieron a su campo de visión.

Lex se metió por debajo del mostrador y comenzó a preparar las hamburguesas en lo que Soobin volvió a tomar asiento junto a Yeonjun.

——¿Y bien niño perdido? ¿Donde has estado estos dos años?

——Lo sabes bien. Hemos hablado todos los días por mensaje.

Yeonjun tenía que llenar su estómago ahora.

——Sabes bien a lo que me refiero... ——Soobin volvió a sonreir ladino bajando la mirada

——No lo sé... Supongo que no quería volver siendo el aburrido que era

——¿Estas diciéndome que dejaste las fiestas y todo lo que hacías aquí? ——ella desvío su mirada un momento de la hamburguesa para preguntar

——Algo así ——se rascó la nuca

——Fue una linda sopresa, debo decir. El que vinieras aquí, digo.

——Por eso mismo no te dije nada. De hecho, no le dije a nadie nada. No quería que supieran que volví, pero salí a caminar con Yeonjun y bueno... Ya sabes ——se encogió de hombros un poco avergonzado

Lex soltó una carcajada.

——¿Sabes Yeonjun? ——le hablaba a él y el aludido se sorprendió de que lo incluyeran ——El chico no te ha contado nada de su vida aquí ¿verdad?

No, no lo había hecho.

Ella salió del mostrador con las dos hamburguesas en mano, las dejo en la mesa y los dejó comer mientras ella hablaba.

——Tu amigo aquí es bastante famoso

Lo sé, me di cuenta.

——Él venían todos los años por tres meses a dar las mejores fiestas del año ——se apoyó en la mesa y se cruzó de brazos ——Me imagino que ya conociste a sus fans

Soobin miró con ojos amenazadores a la rubia.

——Tu chico trae a medio Parga comiendo de la mano ——sonrió con sorna

——No le hagas caso ——hizo un gesto con la mano Soobin ——Ella está exagerado

——¿Ya viste a Yuri? Apuesto mi casa a que fue por ti ——comentó burlona

——Lo hice ——infló las mejillas y asintió ——Me ahogó en besos ——rió negando

——Es su acosadora número uno ——le explicó a Yeonjun, quien no había parado de comer ——Iba todos los benditos días del verano pasado preguntándome porque no habías venido

——Es buena amiga ——defendió

——Está loca, pero como quieras ——rió ella

Un silencio se volvió a formar, esta vez estaban concentrados en ver a Yeonjun, quien no había subido la mirada de su hamburguesa, que por cierto, estaba a dos mordiscos de desaparecer.

——El restaurante ha crecido bien este tiempo ¿no?

——Y todo gracias a ti, conejito ——arrastró las palabras al propósito, ella pareció buscar algo en su bolsillo, sacando de este un encendedor y un cigarro, el cual encendió y dirigió a sus labios

¿Por qué no le estás diciendo nada si sabes que odio que fumen? Ni siquiera hay una maldita ventana, por dios.

Otro silencio.

Lex y Soobin compartieron una mirada sospechosa que Yeonjun no pudo ver pues estaba demasiado concentrado en su plato vacío.

——Yeonjun... ——llamó ella y el levantó la mirada ——Yo sé mucho de ti por lo que me cuenta Soobinie. ¿Él nunca te ha hablado de mí?

Yeonjun negó con la cabeza.

——¿Ustedes son mejores amigos no es así? ——preguntó ella. El pelinegro asintió ——¿Así como hermanos? ——él volvio a asentir dudoso por los sentimientos nuevos, pero era mejor no complicar las cosas frente a los demás ——¿Y nunca te ha dicho nada de mí? ——Yeonjun negó con la cabeza ——¿Really? Vaya conejito, me decepcionas ——ahora miró a Soobin ——¿Nada de un ex novia griega ahora mejor amiga?

Yeonjun no se movió.
Ok. No saber eso le molestó bastante.
Pero no por el hecho en sí, sino que Soobin no le haya comentado nada después de su reencuentro.

——Vaya... ——miró a Soobin ——No tenía idea ——habló por fin

——Wow, su inglés es mucho mejor que el tuyo, conejito. ——se burló de Soobin

——Cállate ——entorno los ojos el aludido

Ella sonrió juguetonamente y se acercó a Bin.

Los dos se quedaron estupefactos cuando ella se sentó en el regazo de Soobin.

——¿Calada? ——ofreció de su cigarrillo. Soobin pareció dudarlo, pero al final aceptó y le dio una profunda calada.

Yeonjun apretó los puños a su costado, por debajo de la mesa.

——Por lo que tengo entendido estas soltero ahora ¿no? ——los dedos de ella jugaban con el cuello de su camiseta. Soobin asintió tranquilo
——¿Entonces no te parecería una buena idea revivir buenos tiempos, conejito? ——lo dijo tan sugestivamente que incluso incomodó a Soobin.

Ok. Esto no era parte del plan.

Lex estaba disfrutando demasiado el molestarlo.

——Puedo hacer cosas como esta... ——estando a punto de besarlo, Soobin iba a detenerlo por su cuenta, pero sintió un jalón por detrás, haciendo que casi de cayera de la silla

Yeonjun se había parado a detener esa escena. Su respiración irregular y mirada intensa.

Los ojos de la rubia y Soobin se agrandaron por la imprevista acción.

Lex se levantó de su regazo, tiró el cigarrillo y lo pisoteó apagándolo.

Una sonrisa maliciosa se emplazó en su rostro.

——Iré por el recogedor ——anunció, mas antes de irse le dijo algo a Soobin lo suficientemente fuerte como para que Yeonjun escuchara ——Tenías razón Bin, él esta loco por ti ——palmeó su pecho dos veces antes de salir del lugar a otra puerta

Yeonjun seguía con esa cara de toro furioso.

Soobin quería sonreír, pero la mirada que lo escrutó le dio tantito miedo.

——¿De verdad fue tu ex novia? ——preguntó con la mandíbula apretada

——No llegamos a serlo ——le respondió Lex entrando a la escena con un recogedor verde ——Él me rechazó ——la comisura de su labio se elevó ——Estaba demasiado ocupado pensando en un lindo peliazul a miles de kilómetros

Soobin quiso pegarle.
Ella no tenía que decir eso.

——Pero sí somos mejores amigos ¿verdad conejito? ——preguntó alegre e inocentemente ignorando la mirada seria de Soobin.

Ella no tenía porque dar detalles. Que molesta.

——Es una vieja amargada como tú, tiene 28, pero parece de 35. Se llevaran bien

——Por eso quería conocerte, Jun. Hacer que Bin rechace a verdaderas bellezas, solo lo puede hacer alguien increíblemente único ——sonrió pícara ——Debo decir que superaste mis expectativas. Eres lindo ——le guiñó

——Tranquila preciosa, no vine aquí para esto ——la empujó con fuerza con su índice

——Todos los guapos o son gays o están ocupados ——hizo un puchero ——Oh y lamento lo del cigarro, tengo claro como lo odias, pero Bin creyó que sería un buen estímulo ——se encogió de hombros

——¿Esperen que? ——Yeonjun todavía no procesaba todo ——¿Hicieron eso a propósito?

——Era la prueba final ——concordó ella ——El factor celos nunca decepciona

——¿El factor que?

——Tú puedes jurar no sentir nada por alguien, pero cuando los celos aparecen, toman control de tu cuerpo y te quitan la venda ——le explicó ——Me pidió ayuda cuando estábamos cerrando la puerta después de lo que vio con Yuri ——rió ——¿En serio no escuchaste? Bintontín habló muy fuerte.

Yeonjun negó.

——Fue demasiado ¿no lo crees? ——dijo Bin

——Fue perfecto. Parecía que quería arrancarme la cabeza ——rió ella

Yeonjun se tiró a la silla avergonzado escondiendo su cara entre sus manos.

——Creo que ustedes dos tienen mucho de que hablar, pastelitos...

——Me parece que sí ——dijo hacia el pelinegro que estaba un poco más colorado ——Vamos, Jun

Lex detuvo a Soobin por la muñeca.

——Ok, me encantó ayudarte a darle celos y todo, pero ¿vas a volver, verdad? ——Soobin le ofreció una sonrisa tranquilizadora

——Tenemos una semana, Lex —— sobó sus cabellos ——Volveré todos los días ——ella asintió más tranquila

Los guió por la puerta trasera.

——Muy bien, coreanito ——dijo mientras metía las manos en sus bolsillos ——Te veo mañana ——lo abrazó ——Oh y Yeonjun, no me odies ¿sí? Lo hice por nuestro Bin

——¿En serio vendremos mañana? ——preguntó en un susurro Yeonjun a Soobin en coreano

——¿Tanto me odias? ——habló Lex en coreano, cosa que descuadró al mayor ——Te daré un tour gratis mañana en recompensa por lo de hoy. ¡Buenas noches!

Desapareció por la misma puerta cerrándola con fuerza.

——Oh, habla coreano

—— Y chino, inglés, portugués, español, francés, italiano, japones y griego... Es guía de turistas de día y mesera de noche ——empezaron a caminar

——Increíble... ——admitió seco

——Sigues molesto ¿verdad?

——Mi ropa apesta a cigarro, así que sí, un poco.

——No lo decía por eso ——ensanchó su sonrisa

Saber que le importaba se sentía tan bien.

Yeonjun no dijo nada.

——¿Vas a negarlo? ——siguió molestando Soobin

——No he dicho nada...

Hablemos.

Pero nunca quieres.

——Ese es problema ——exhaló ——Por mas que hagas ciertas cosas, para ti no significa nada ——la decepción en su voz molestó a Yeonjun, quien lo detuvo un momento

——Bien ——dijo en un suspiro, Soobin miraba expectante ——Solo me vería mas idiota al negarlo. Así que supongo que sí me molestó ¿contento? ——la sonrisa de Soobin se ensanchó y expuso sus bonitos hoyuelos

——Mejor... ——avanzó dándole la espalda

——Binnie... ——llamó aun en su sitio, Soobin se volteó a verlo ——¿Podríamos por favor no volver a hablar de este tema hasta el último día?

——¿Mucha presión?

——Solo quiero disfrutar esta semana contigo. Pero lo voy a consultar con la almohada todos los días ¿sí? Hablémoslo el último día.

——Bien ——le pareció justo ——Ahora vamos ——retrocedió un par de pasos para rodear con su brazo al mayor por el cuello ——Caminemos un poco más ¿sí?

Asintió con una sonrisa.

El problema no es la falta de sentimientos, sino el miedo que provoca el exceso de ellos.

No tengo control.

Por más que te gusten dos sabores de helado, siempre debes elegir uno.

Nota: Siento la demora. Tuve un bloqueo artístico y el final que ya tenía lo sentía demasiado forzado, así que vamos a hacerlo bonito.

Cuídense ♥











































Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro