02
Jimin estaba muy emocionado, audicionaría para ser la "princesa" en la obra escolar que presentarían, deseaba verse como el niño más bonito para dicha ocasión. El papel de la "princesa" le agradaba, era un personaje que le parecía lindo y tranquilo, no era ruidoso como los caballeros que también aparecen en la obra, y tampoco era nada masculina como el príncipe o el rey, eso no le gustaba, al menos no era su cosa favorita.
Jimin se estaba peinando con un cepillo que por la mañana antes de ir a la escuela le había pedido a su mami, ella con facilidad se lo otorgo para complacerlo, más no esperaba que Yoongi también estuviera ahí.
— Jiminie~ ¿Qué haces? — pregunto sin mostrar ninguna mala intención, incluso sin mostrarse tan enérgico como de costumbre.
Jimin decidió no contestar, ignoro el saludo del pálido niño ajeno. Pero pensándolo bien... debía de ser más maduro que Yoongi, no hace mucho había cumplido cinco añotes y según su mami ya estaba comenzando a crecer, por lo tanto debía comportarse como un niño grande. Y mientras tanto... Yoongi seguía molestándolo.
La bonita sonrisa en sus labios se aflojo al ser ignorado totalmente por el lindo chiquillo. Bufo bajito y jalo un poco del suéter que portaba su menor— no me ignores, Jiminie —
Jimin suspiro y lo miro un poquito mal — me estoy peinando — respondió con un tono un tanto... grosero
— ¿Para qué te peinas? — Pregunto confundido, Yoongi bien que sabía pero... no tenia manera de sacarle platica al rubiecito más que esa.
— porque quiero ser la princesa de la obra y me quiero ver bonito — ronroneo con una sonrisa inocente, ciertamente deslumbrante y lindo ante los gatunos ojitos ajenos.
Soltando una risita Yoongi negó y le quitó su cepillo.
— tú ya eres bonito, no necesitas peinarte...— susurro mientras retrocedía un poco — Y solo serás mi princesa — aseguro regalándole una sonrisa ladina.
Jimin sintió su carita arder del coraje, ¡Yoongi tenia su cepillo!
— dame mi cepillo — reclamo extendiendo su manita y esperando el objeto.
Yoongi extendió su manita con tal de devolverlo, el menor era muy ingenuo como para percatarse de sus verdaderas intenciones. En un rápido y quizá algo torpe movimiento había terminado por despeinar el bonito cabello de Park.
El niño de cabellos rubios lo miro enfadado, las ganas de soltarle un golpe no le faltaron. Su mentecita se quedo en blanco y no supo que hacer tras sentir los suaves labios del mayor posarse rápidamente en su mejilla.
— ¡Nos vemos, Jiminie! — fue lo único que escucho por parte de Yoongi antes de que el mismo abandonara el lugar casi corriendo
Se quedo ahí, llevo una de sus pequeñas manos a su mejilla y no tardo en soltarse a llorar inconforme, ¿Quién se creía Yoongi para molestarlo y después darle un besito en la mejilla?.
Definitivamente odiaba a Min.
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