Sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento, sus ojos permanecían cerrados, en su nariz cosquilleaba el aroma de la enfermera. Su mano palpó la superficie acolchada donde yacía acostado y...

¿Estaba en la enfermería?

Sus ojos al instante se abrieron apenas cruzó ese pensamiento, arrugando su naricilla y su ceño ante la repentina luz que dió en su rostro. En efecto, era la enfermería.

—Veo que ya has despertado...¿Como se siente joven Min?—. La voz ligeramente aguda de la mujer le interrumpió en su análisis mental.

—¿Qué hago en la enfermería?...

Sin embargo, el pelinegro aún tenía ciertas manías...como la de evadir preguntas tan simples como un: «¿Estás bien? O ¿Como estás?.» Cuando se encontraba en un estado vulnerable...y no es por desagrado a la enfermera, ni por su falta de cortesía—aunque no está de más mencionar que le hace falta unas cuantas lecciones—, era por cuestiones personales. Clasificadas, secretas...

—... Está aquí porque su hermano y el señor Kim lo trajeron, después de ver el aspecto en el que se encontraba, inconsciente y con leves quemaduras.

Ante la breve explicación este asintió, sintiendo frío...quizás demasiado para una persona acostumbrada a visitar el lugar.

—¿Donde está mi camisa? ¿Porque estoy casi desnudo?.

—no está desnudo, solo tiene el torso descubierto—refunfuñó la Omega—. Y respondiendo a su pregunta...

YoonGi siguió con ojos calculadores los pasos de la mujer, quien se dirigía a un baúl que no había notado que estaba allí.

—¿Qué carajos...?

—Esto es lo que quedó de su camisa—. La elevó a la altura de su rostro, para que sea más fácil de mirar...estaba ahuecada, de eso no había dudas... ligeramente carbonizada y arrugada.

Vuelta nada, hecha jirones.

—Eso...eso no es mío—. Afirmó, pero en su voz se notó la duda.

—Sí, es suya—. Replicó la mujer, firme y franca—. Si está tan preocupado por lo que usará por el resto del día déjeme decirle que está de suerte.

El alfa la miró incrédulo, ladeando la cabeza y enarcando una ceja en su lugar.

—Me refiero a que casualmente tengo una playera extraviada que puede serle útil—. Aclaró, interpretando cada reacción y acción del chico.

—Gracias a dios...¿Cual es?...

—... Ésta.

[…]

Seokjin se desternillaba de la risa, dándole ligeros golpes a la superficie de la mesa. YoonGi estaba encogido en su lugar, abrazándose a sí mismo, intentando cubrirse el torso. Namjoon parloteaba a su lado gesticulando con sus manos.

—¿De todas las mierdas que se pierden tenían que darte ésa cosa?—. Se animó a preguntar jungkook, señalando con desagrado la prenda...

—sí—. Respondió cortante el contrario.

—¿Y que te ocurrió para que tengas que usarla?—. Esta vez fue hoseok el que preguntó.

—Bueno...Es una larga historia—. YoonGi se revolvió el cabello, desviando su mirada al contrario del Omega. Teniendo las esperanzas de que, con sus palabras, hoseok ya no cuestionara.

Pero todo ocurrió al inverso, el pelirrojo se acomodó en su silla, tomando los bordes del asiento para arrimarse más al narrador.

—Tengo todo el día, puedes comenzar.

YoonGi tenía ganas de reír y llorar por lo mala que era su suerte...

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Hola, ¿Como están mis queridas lobitos/as? Espero y bien, pues de ser así tendré que aparecerme en sus hogares con tal de hacerlas sentir mejor...

Aquí les traigo otro capítulo recién salido del horno. Espero sea y haya sido de su total agrado. Agradezco su amor y apoyo...y lo recalcó más en este punto... cerca del fin.

¿Qué les pareció el capítulo?

¿Qué tal les sienta la historia?

¡¡Nos leemos Luego!! 💚💚💚💚

Feliz día/tarde/noche 🐾🐾💕.