Jiang Cheng rompió la hoja que encontró en su casillero, rodó los ojos y la aventó al basurero, luego prosiguió con su camino con el ceño fruncido.

¿Quién se creía ese sujeto? ¡No podía hacerlo ver cómo un maldito manga cortada!

— Te romperé las piernas cuando te vea — murmuró entre dientes. Sujetó con fuerza el aza de su mochila que colgaba en su espalda y maldijo bajo.

— Vaya, parece que tienes un admirador secreto, he. — lo molesto su mejor amigo, acercándose a él, Jiang Cheng bufo.

— Sí, y estoy furioso, si no quieres que desfogue mi ira contigo, será mejor que te calles. — advirtió, Nie HuaiSang rodó los ojos.

— Aiyoh~ , que cruel eres A-Cheng, no sé que te vio ese chico. — se cruzó de brazos. —  Pobre de él.

Jiang Cheng vio a los lados , en cuanto localizó a su objetivo sentado en una banca a fuera de su universidad, se acercó molesto.

— ¿Quién te crees para hacer esta estupidez? — preguntó molesto, el chico se veía con un rostro sereno, leyendo un libro, elevó levemente la mirada dandole su atención al contrario. — Te dije que estaba ebrio, no soy gay, no tengo esos malditos gustos. — habló molesto, el chico se levantó del lugar sin decir nada, apunto de irse, Jiang Cheng lo jaloneó, sujetando el cuello de su camisa. — Mírame, ponme atención, te besé esa noche porque creí que eras una mujer, estaba demasiado ebrio, no soy gay, no le voy a tu bando, si sigues dejandome esas malditas notas, te pondré una demanda por acoso y también te romperé la cara, ¿oíste?

— WanYin...

— ¿oíste? Maldita sea. — apretó su agarre. — Lan WangJi, dime si oíste.

— Hm. — asintió. Jiang Cheng lo soltó de mala forma, los que pasaban por ahí comenzaban a murmurar, Jiang Cheng los espantó con la mirada, marchándose del lugar.

Lan WangJi sonrió ligeramente, ese chico sí que tenía agallas, ese aroma a lotos tan particular, arregló su camisa y siguió su camino.

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Jiang Cheng rodaba en su cama, viendo el techo, con música de fondo, aunque lo escuchaba como bulla de fondo, ¿Porqué estos pensamientos siempre lo atormentaban?

— No soy gay... ¿verdad? — susurró en un hilo de voz para sí mismo, tragó saliva al recordar aquel beso.

Había sido intenso, jura que aún podía sentir los labios ajenos impactando contra los suyos, como el Lan había colocado sus manos en su cintura, como se habían apegado, el calor ajeno, esa lengua que atacó la suya, rápidamente negó con su cabeza frustrado, no podía pensar en eso.

— No, no soy gay. — dijo, quería que sea una afirmación pero sonó más a que trataba de convencerse a sí mismo.

Había pasado al menos dos semanas de aquel incidente, ¿cómo es que solo un beso lo hizo dudar tanto? ¿o tal vez era algo que siempre negaba?

Sus ojos se cristalizaron de sólo pensar en las palabras de su madre; “¡Ja! ¿gay? ¿todos estos años fuiste gay y sólo me usaste? Debí deducirlo cuando ni siquiera tenías deseos en tocarme, eres un maldito maricon, no dejaré que te lleves a los niños, tal vez y se le contagia lo raro” , Jiang Cheng aún tenía aquella discusión de sus padres en su cabeza, como su padre se había marchado sin protestar porque también pensó que era una mala influencia para él. Y Jiang Cheng le tenía mucho miedo (no era respeto) a su madre como para preguntar por su padre.

Siempre le había dicho que gustar de otro chico estaba mal, que fijarte en otro chico era algo horrible, repudiable... Si él se fijo en Lan WangJi, ¿era un mal hijo? ¿merecería el odio de su madre? ¿de su hermana?

— No quiero que me gustes... — ocultó todo su cuerpo bajo las sábanas — por favor, Lan WangJi... Deja de gustarme... — sollozó.

Esta no era la primera noche que dormía llorando o suplicando volver a ser normal, pero tampoco fue la última.

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Rascó su cuello por los nervios al ver a su madre parada frente a él, se supone que nadie sabría que hoy iría a ver a escondidas a su padre, quería siquiera un apoyo en su vida, aparte del de su hermana, la aprobación del padre que nunca tuvo, pero... Ahí estaba su mala suerte de nuevo.

— ¿Así que te reunias con este hombre a escondidas? — su madre se cruzó de brazos — por eso fallaste, por eso sólo sabes cómo defraudarme...

— No, madre... Yo... — sus manos temblaban, no podía hablar claro, sus ojos se cristalizaron y la respiración empezó a entrecortarse.

— Yu ZiYuan, ¿no estás cansada de esto? Tu propio hijo te tiene miedo, — se metió FengMian al ver el estado de su hijo, lo puso detrás suyo, Jiang Cheng solo temblaba. — ¿Cómo lo criaste para que te tema a este grado?

— Madre....

— ¡Cállate! Yo fui padre y madre para ellos, ¿eres alguien para decirme algo? — ZiYuan elevó una ceja, viendo despectivamente el contrario. — No fingí ser alguien que no soy por estatus, ¿hablas de ser buena madre? — rió sarcásticamente — ¡Estás enseñándole a tu hijo a ser gay! ¿eso está bien? ¡Jiang Cheng es un hombrecito que sabe que le gustan las mujeres! ¿porqué le haces dudar de su sexualidad así?

Jiang Cheng sollozó ahora, no tenía cabeza para pensar en qué decir, sabía que algún día su madre se enteraría de su sexualidad, había estado creando todo un argumento para ello pero... Ahora no podía hablar.

— Madre.... Ma-madre... — empezó a hiperventilar, su padre volteó para intentar ayudarlo, su madre se quedó viéndolo de lejos, como si no creyera nada de lo que le decía o actuaba el menor. — y-yo... Madre....

— Tranquilo Jiang Cheng, — su padre acarició su espalda suavemente. — cuenta un poco...

Jiang Cheng no sabe si fue obra del destino, quizá fue para que al fin cayera en cuenta de su error, de que no estaba mal negarse solo... Que cuando vio al Lan justo pasar al frente de donde estaban, se sintió como iluminado, su vista en aquella persona, tan tranquila, con ese rostro estoico, como si nunca tenga sentimientos qué expresar.

— ¡Lan WangJi! — gritó, no esperó que en verdad haya gritado eso tan alto, tampoco el cómo su voz había sonado, como si suplicara por él, como si pidiera por él.

Lan WangJi se detuvo en seco al oírlo, volteó su rostro buscando de dónde lo llamaban, y pudo ver al Jiang en la calle de al frente, su aspecto era penoso, lo suficiente como para hacerlo correr en esa dirección sin importarle que casi dos carros lo atropellaran.

— Jiang Cheng, — Lan WangJi sujetó sus manos, Jiang Cheng apretó sus manos e intentaba estabilizar su respiración pero cada vez sentía que le faltaba el aire.

— ¿Quién eres, muchacho? — preguntó Jiang FengMian, Lan WangJi dedujo que era el padre del Jiang por la similitud en ciertos rasgos.

— Soy Lan WangJi, compañero de la universidad de Jiang Cheng. — respondió rápidamente.

— Por favor, ayúdame a llevarlo al hospital. — pidió FengMian, Lan WangJi asintió rápidamente, deteniendo un taxi y se fueron rápidamente, dejando a la señora Jiang parada ahí, aunque esta tampoco parecía querer hacer algo para ayudarlos.

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Jiang Cheng tomaba un poco de agua que la enfermera le había traído, viendo a las personas pasar mientras él estaba sentado en la camilla donde lo habían atendido, su padre estaba sacando una cita con un psicólogo y un doctor para un chequeo próximo, se había quedado sentado solo, aunque no por mucho tiempo, Lan WangJi volvió con un sandwich en mano.

— La cafetería estaba muy llena. — comentó, extendió el sandwich al Jiang, quien con temor lo sujetó, agachando el rostro.

— Gracias.

Un silencio nuevamente se instaló, dejando solo oír el bullicio del hospital, Lan WangJi se sentó a un lado, viendo al Jiang, quien aún no se animaba a levantar la mirada.

— Lan WangJi, — WangJi lo vio atento. — lo siento... Yo, no debí tratarte mal, no hiciste nada malo, lo siento.

WangJi iba a responderle, pero pudo ver cómo ligeras lágrimas caían de su rostro.

— No debí decirte todo eso antes, ni discriminar por tu orientación sexual, que... También es la mía. — dijo con una sonrisa amarga — mi madre me metió en la cabeza que no debía gustar de otro chico, que simplemente es la peor vergüenza que puedo darle y... Me gustas. — Lan WangJi se sorprendió de ello, ¿estaba Jiang Cheng declarandole sus sentimientos? — estoy harto de fingir odiarte, solo porque tu familia te acepta, porque tú si tienes tus padres juntos y te aman... Estoy harto de fingir que no soy gay.

Jiang Cheng limpió sus lágrimas y al fin elevó la mirada, Lan WangJi podía jurar que esa mirada rota le destruyó levemente el corazón.

— Lamento todo esto, si decides odiarme lo entiendo, tampoco quisiera andar con alguien como yo... Tan patético, tan estúpido, tan...

— Tan bueno, WanYin no es patético ni estúpido, es inteligente y realmente racional. — lo interrumpió, subió su mano limpiando los rastros de lágrimas — no podría odiar a A-Cheng así quiera, solo me gustas.

Jiang Cheng sonrió de lado, ladeo su cabeza para disfrutar del tacto con la mano del Lan.

— Gracias... Lan Zhan...

Lan WangJi sonrió ligeramente tras oír como lo llamó, se acercó y depositó un beso en su mejilla con cuidado.

— WanYin, déjame cortejarte...

Jiang Cheng asintió, y sujetó la mano del Lan.

Tal vez, ya no debía ocultarse, ahora... Podría ser más libre.

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¡Actualización! \•<•/

Espero que les haya gustado <3

¡nos vemos!