Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9. Día del niño


Al entrar al elevador comienzo a lamentarme, no me arrepiento de haberlo besado, porque ¡Dios qué beso tan rico!

Ha de pensar que soy una loca por besarlo y luego salir corriendo.

Mi gato me mira como si supiera algo.

—No me juzgues con esa mirada —le digo quitando mis zapatos.

Me gano la ignorada del siglo cuando comienza a limpiarse la pata.

Lavo mi rostro para irme a dormir, antes me fijo que mi celular esté apagado.

Doy varias vueltas en la cama, no logro dormir. Al cerrar los ojos aparecen unos ojos cafés.

La cafeína nunca impidió que me diera sueño y los ojos de Alan lo ha logrado. No sé cuanto tiempo transcurre para que yo pueda dormir.

⚽️⚽️⚽️

Jueves 30 de abril de 2024.

Hoy no tengo que ir a verde valle. Por fortuna, pues, no estoy lista para verlo.

Así que aprovecho para ponerme a reacomodar mi habitación, cambio de lugar algunas fotografías, pongo otras cortinas blancas para que se vea más iluminado.

Mi cel sigue apagado, la música suena en mi laptop y yo bailo a ritmo de Wisin y Yandel.

Desayuno yogurt con fruta, algo ligero, porque no tengo hambre.

Horas más tarde decido enviarle un whatssap a Mimi y a Mary. Les pedí que nos reunieramos en el sushi, ambas responden casi al instante.

Me doy una ducha rápida y me pongo un overol con una camiseta negra.

El atardecer está cayendo en la ciudad de Guadalajara, la temperatura es agradable; ni mucho calor ni frío. Hoy no llovió.

Al entrar al restaurante veo a Mary quien está haciendo señas para que vaya con ella. Se levanta y me abraza, sus abrazos siempre han sido tan cálidos.

—Hola Meli.

—Hola, gracias por venir —dejo mi bolsa sobre la mesa.

Mimi no ha llegado, ella es un poco impuntual.

—Me muero por saber que nos dirás. Esa carita que traes la conozco —habla Mary.

Minutos después llega la pelirosa.

—Holiiii, perdon por la tardanza chicuelas —nos da un beso en la mejilla.

Ambas mujeres han preguntado que les voy a decir, estoy por contarles, pero soy interrumpida por el mesero que nos ha traído las bebidas. Ordenamos los alimentos.

—Besé a Mozo —digo y después le doy un sorbo a la limonada.

La reacción de ellas es tal y como esperaba. El silencio dura segundos.

—¿Qué? —dice Mimi sus ojos súper abiertos.

—¡OMG! —Mary se lleva la mano a la boca tragándose un gritito.

Les doy un resumen sobre lo que pasó anoche.

—Es que en el momento no lo pensé —suspiro.

—De eso se trata la vida de disfrutar —Mimi dice.

—Exacto, tuviste la oportunidad y no la desaprovechaste. Eres mi idola besando futbolistas famosos.

Las escucho dar sus puntos de vista de porque hice bien. Yo sigo confundida, hasta siento miedo de verlo.

—¿Te gustó? —pregunta Mary recibiendo su plato con teriyaki.

—Obvio bobis, fue genial.

Comemos mientras ellas me dan consejos. Están loquitas.

Tú no te quedas atrás. 

Mi prima es la primera en irse, su esposo ya la está esperando en su casa.

Mimi y yo nos quedamos comiendo galletitas.

—Meli enfrenta las cosas y enciende tu celular —me dice.

—Mañana —le aseguro.

Nos despedimos y quedo atrapada en el trafico durante 20 minutos. No es mucho, pero mi casa queda a 5 minutos.

Me urge llegar a mi depa, me estoy haciendo pipi.

Bajo de mi auto casi corriendo, entro al edificio y me detiene el guardia de seguridad.

—Señorita Gómez tiene visita.

No tengo la mínima idea de quien sea.

—¿Quién? —le pregunto.

—Yo —la voz de Mozo me sorprende.

Giro y veo a Alan con la cara cubierta. Lleva puesta una sudadera con el gorro puesto, unos lentes oscuros y un cubrebocas para completar su oufit.

Se ha de estar cociendo el pobre.

El guardia lo ve con curiosidad.

—Todo está bien, no se preocupe —le digo en voz baja.

Me acerco a Mozo y su aroma me golpea. Siempre huele tan bien.

—¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí?

—No contestas mis mensajes. Vengo a hablar contigo.

Las ganas de orinar aumentan.

—Ok, acompañame —camino hacia el elevador.

Alan me sigue bajo la atenta mirada de don José. Es extraño que un hombre venga a verme, además de mi papá.

El ascensor está vacío y no sé si es bueno o malo. Siento la mirada de Mozo a traves de sus lentes y eso me pone el doble de nerviosa.

Abro la puerta de mi departamento y lo invito a pasar. Mi casita no es tan grande, pero es mía.

—Sientate con confianza, ahorita vengo —corro al baño.

Lavo mis manos y respiro varias veces antes de ir a la sala.

Alan está sentado y en su mano tiene el portaretrato con la foto donde soy una niña de 9 años en disneylandia con mis papás y Micky mouse.

—Sigues igual de hermosa —sonrié dejando la foto en la mesita.

—Gracias, supongo que no has venido a mirar mis fotos.

Quita su cubrebocas, se ha afeitado. En mi opinión se ve mejor con barba.

—¿Por qué me besaste? Dime la neta.

Me siento a su lado manteniendo la distancia entre nosotros.

—Estabas muy cerca y me ganó el deseo de hacerlo.

Evito verlo a la cara, no quiero volver a ser débil.

—¿Y huiste por qué? —me pregunta tomando mi mano.— Mirame Meli.

Mi corazón se acelera al sentir su piel y el calor que emana.

—Huí porque soy una cobarde que no puede resistirse a tu cercania y eso no es correcto —hablo soltado su mano.

—No eres cobarde, el beso me tomó por sorpresa. Me encantó y quiero repetirlo, pero sin que salgas corriendo como la cenicienta a media noche.

Niego.

—No puede volver a ocurrir Alan —elevo un poco la voz con desesperación.

—Nos gustamos no tiene nada de malo.

¿Cómo se le ocurre decir algo así?

—Yo firmé un contrato y ahí estaba muy claro lo prohibido que es una relación.

No quiero perder mi trabajo, es el mejor empleo que he tenido desde que me independicé.

—Entiendo, pero si somos discreto no tienen porque enterarse —sus ojos fijos en mí.

—¿Cuáles son tus intenciones conmigo? —pregunto y me siento como mi padre.

—Me gustas un chingo y quiero conocerte mejor.

Tal vez lo que el quiere es un free.

—Seamos amigos, pero sin derechos —lo veo a los ojos.

—Uy así que chiste.

Borro de mi mente la imagen de otro beso.

—Es lo único que puedo ofrecer.

—Ok Meli. No insistiré —sonríe.

Le agradezco y ofrezco algo de beber.

—Agua, por favor.

Me levanto y voy hacia el refrigerador, agarro dos botellas con agua.

Regreso a la sala, no hay mucha distancia solamente lo separa el comedor con 4 sillas.

—Gracias hermosa.

—De nada Mozo.

Mi gato aparece estirandose y nos observa con curiosidad, él es algo huraño.

—Qué bonito michi, yo tengo un perro su nombre es Coco.

Los perros me dan miedo desde que me persiguieron cuando andaba en bicicleta en el parque.

—Que padre, él se llama Vegeta.

Le explico el porqué de su nombre.

El celular de Alan comienza a sonar y yo voy a la cocina para darle privacidad.

—Tengo que irme, nos vemos mañana.

Me da un beso en la mejilla.

—Bye que te vaya bien.

Lo acompaño hasta la puerta.

No se vaya a perder en la mansión.

La verdad pensé que sería peor su visita, pero todo está bajo control. Una amistad es lo mejor.

Antes de dormir me pongo a editar unas fotografías que tomé del cielo nublado, eso me relaja. Además del olor a vainilla que desprende la veladora.

⚽️⚽️⚽️

Martes 30 de abril de 2024.

Hoy hay un evento para celebrar el día del niño en verde valle.

Termino de maquillarme y me apresuro para irme, no quiero llegar tarde.

Al entrar al lugar veo las brincolinas y recuerdo lo mucho que me gustaba subirme ahí. Hay botargas de distintos personajes que los pequeños aman.

—Hola Meli —me saluda Mimi quien acomoda un mantel de una mesa.

La abrazo. Es genial tener amigas en el trabajo.

Varios futbolistas están llegando acompañados por sus familias.

—Melissa ya está terminada tu locación para las fotos —me indican.

Caminos unos metros y llego donde está adornado con globos de colores. La decoración es hermosa, se sacaron un 10.

Música infantil suena por las bocinas, también hay payasos y animadores para los juegos.

—Hola —Mozo ha llegado junto al nene.

Los saludos a ambos y noto que llevan cargados a dos niños pequeños.

—Son nuestros sobrinos —dice Fernando besando la frente del bebé.

Yo asiento y preparo mi cámara.

—¿Quieren una foto?

Ellos aceptan, el primero es el nene.

—Haces magia para que ese cabrón se vea guapo —habla Alan a un lado de mí.

Su cercania me da nervios y solo sonrió.

—Es tu turno, veamos si hago magia.

Alan abraza a su sobrinito, un niño hermoso de 2 años.

—Mira aquí, bebé —hago señas con la mano para llamar su atención.

—Sí hermosa —responde Mozo.

Capturo la fotografía y ellos se van al área de juegos.

Llegan varios pequeñines de una fundación, ellos están lo que siguen de felices. Les tomo las fotos con los jugadores.

Una hora después he terminado con la sesión de fotos.

Mi estomago ruge y camino al carrito de hot dogs. Por fortuna está solo, pido 2 sin cebolla y una soda de toronja.

Busco una silla para poder comer agusto.

—¡Melissa!

Volteo y es Alan quién gritó. Está sentado junto a Fernando, ellos son inseparables. A un lado de Mozo hay una silla vacía.

—Mande.

—Aquí hay un asiento.

Si no dice no me doy cuenta.

—Gracias.

Me siento a disfrutar de la comida grasosa. Mozo está comiendo una hamburguesa.

—¿Por qué no trajiste un niño? —me pregunta Alan.

Muerdo una papa frita bañada en catsup.

—No hay niños en mi familia que vive aquí.

Soy originaria de Tijuana y la mayoria de ellos viven allá.

—Con razón tu acento norteño —responde él.

—Sí.

—¿Vamos por un postre? —Alan pregunta.

Yo agarro una rebanada de pastel de chocolate y Mozo toma otro. El nene hace rato que nos dejó solos.

—¿En dónde dejaste a tu sobrino?

—Con su mamá, mi hermana Alma —responde lamiendo su labio lleno de chocolate.

Mis ojos viajan hasta ahí.

Yo me ofrezco como voluntaria.

Estás loca.

—El niño se parece un poco a ti —le digo.

—Es muy hermoso como yo.

⚽️⚽️

Es momento de quebrar la piñata, ya se rompió una para los niños y ahora es momento de los adultos.

Nunca he sido muy buena, pero aquí estoy golpeando con todas mis fuerzas la piñata de chiva. Los niños gritan emocionados cuando caen al suelo algunos dulces.

—Imagina que es tu ex —grita Mimi brincando.

La risa me quita la fuerza, mi turno acaba y sigue el pocho.

Mimi y yo estamos chismeando sobre una serie que me recomendo cuando Mozo se acerca a nosotras.

—Toma Meli —me da un chocolate snickers.

—¿Lo envenenaste? —bromeo.

—No, es un regalo con cariño.

Lo agarro para no ser grosera con él. Es un lindo detalle de amigo.

Aja.

—Gracias.

Lo guardo en mi bolso para comerlo después.

Cuando Alan se despide, mi amiga empieza a imitarlo.

—Con cariño, ternura y pasión —me da un envoltorio vació de paleta.

—No seas boba —me río.

Los pies me duelen ya quiero llegar a mi casa a descansar, después de este largo día.

⚽️⚽️⚽️

Holaaa🫶🏼 capítulo nuevo. Sorry por estar desaparecida, tuve problemas de salud ya estoy recuperándome ❤️‍🩹 

✨Redes sociales: martha_books95 en IG

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro