Lunes 1 de abril de 2024.

Alan

Son las 11 pm y yo sigo jugando videojuegos con el nene, es lo bueno de vivir en el mismo edificio.

—Te volví a ganar cabrón —dice él.

Es la tercera vez que pierdo y es consecuencia de estar pensando en los ojos azules de la fotógrafa.

—La última y ya bro —digo tallando mis ojos.

—No carnal, ya me voy a dormir —bosteza y se levanta del sillón.

En ese momento la pantalla de mi celular se ilumina y me aparece una notificación de que Meli_gom31 me ha comenzado a seguir en IG.

No mames, se trata de Melissa.

—Wey, Meli me ha seguido —hablo sorprendido.

Fer se detiene frente a la puerta y regresa palmeando mi espalda.

—Ya está funcionando tu plan de ignorarla.

Yo no tenía pensado rogarle, ella me parece una mujer muy guapa, pero quiero que sea Melissa quien me busque.

—No pudo resistirse a mis encantos —sonrío orgulloso.

Entro a ig y veo que ya no me sigue, le cuento al nene y éste se burla de mí antes de irse.

—Ni pedo, vas a caer Melissa Gómez —hablo en voz alta aunque esté solo en mi cuarto.

Me estoy volviendo loco, pero por besarla.

Viernes 5 de abril de 2024.

Melissa

Los maullidos de Vegeta me despiertan y me asusto cuando veo que hay demasiada luz en el cuarto, la alarma no sonó y son las 7:30 a.m.

Ni modo ya no fui al gym, aprovecho para romper la dieta, preparo dos huevos estrellados, tiras de tocino y pan tostado con mermelada de fresa acompañado de un capuccino.

Sigo indecisa sobre la fiesta, pero por si las moscas lavo mi bikini favorito, porque ayer el nene me platico que será en la playa y ese es uno de los lugares que amo.

Pienso en las miles de fotos que puedo tomar ahí. En mi recamara hay muchas, sin embargo nunca es suficiente.

Hoy es cumpleaños de Alan y estoy decidida a felicitarlo, agradezco que no me dijo nada sobre lo que sucedió la otra noche. Al día siguiente sólo me miró y sonrió sospechosamente.

Al llegar al estadio Akron todos están felicitando a Mozo, le están dando zapes y tomo una foto sin que se den cuenta. Me gusta verlos divertirse.

El partido contra los xolos de Tijuana comenzará en hora y media, los jugadores están en el calentamiento. Mozo se acerca a donde están las hieleras con las bebidas y ahí a un lado estoy yo.

—Oye, muchas felicidades Mozo y mucha suerte en el partido —le digo.

—Gracias Melissa —sonríe y me da la botella de powerade medio vacía.

Las chivas ganan 3-1 con goles del nene, pocho y piojo. Mozo tuvo una asistencia para el gol que metió pocho.

Ahora estamos festejando en los vestidores, Gago trajo un pastel que se ve delicioso, es de chocolate con cherry.

El nene y Alan están bailando "Feliz cumpleaños" una canción de Feid.

—Límpiate la baba, amiga —dice Mimi sentándose a mi lado.

—No estoy babeando —respondo sin quitar la vista de Alan.

El piojo grita que ya partan el pastel, porque ya se quiere ir con su familia. Encienden la velita del pastel y cantamos las mañanitas, como siempre no se sabe que cara poner.

Alan sopla la vela y entre todos tratan de empujarlo contra el pastel, se embarra la barbilla.

—Pinches nacos —grita limpiándose con una servilleta.

Todos ríen y reparten los platitos con pastel, no me equivoque está riquísimo.

Me despido de todos y me voy de los vestidores hacia el estacionamiento solitario, ya está oscureciendo. Ya quiero llegar a mi casa y acostarme a dormir.

—Espera —escucho la voz de Alan detrás de mí.

Casi se me sale el corazón por el susto que me dio.

—Me asustaste, ¿Qué pasa?

Guardo la bolsa con la cámara en el carro y cierro la puerta.

Alan es un poco más alto que yo y como está parado en la banqueta tengo que verlo hacia arriba.

—Tú me debes algo —dice y yo no entiendo ni papa.

Ora y este man de que habla. Seguramente le cayó mal el pastel.

—No entiendo, yo no te debo ni un peso.

Él sonríe y yo entrecierro los ojos confundida, camino hacia la puerta del piloto para irme.

—Me debes un abrazo y no te iras de aquí sin dármelo —se apoya en la puerta de mi carro.

—No estoy para tus juegos, quítate —trato de moverlo sin lograrlo.

Voy a la otra puerta y me agarra del brazo deteniéndome, es el primer contacto piel con piel que tenemos y provoca más nervios.

Sé que podría soltarme, porque su agarre no es fuerte. Sin embargo quiero seguir sintiendo sus dedos en mi piel.

—Abrázame y te suelto —sigue sonriendo como loco.

—Estás loco.

—No, ya te dije dame un abrazo, no huelo mal así que puedes hacerlo tranquila; tampoco tengo piojos o pulgas.

Tranquila es lo que no estoy y ya comprobé que no huele feo, al contrario su aroma es delicioso.

5 minutos tardamos discutiendo, cuando me doy por vencida y lo abrazo tomándonos por sorpresa ambos. Segundos después siento sus brazos rodeando mi cintura y su cara en mi cuello.

El corazón late fuertemente al sentir su cercanía.

—Ya ves ¿Qué te costaba? —susurra en mi oído.

Mi piel se eriza y estoy segura que él se da cuenta de esto.

El abrazo continúa y yo cierro los ojos para disfrutar del momento que no puede volver a ocurrir.

—¿Qué está pasando aquí? —la voz del señor Vergara hace que lo suelte.

Me aparto y volteo a mirar a Mozo quien traga saliva y se separa de mi auto.

—Me estaba felicitando por mi cumpleaños —dice sin titubear.

—Sí —trato de que mi voz no tiemble.

No quiero perder el trabajo por una tontería.

—Tengan cuidado, porque puede mal interpretarse. Ya conocen las reglas —nos dice vergara mirándonos fijamente a ambos.

Mier....coles.

—No se preocupe señor, no volverá a ocurrir —digo.

—Así es —dice Mozo viéndome.

Me despido de ellos y me voy de ese lugar. Enciendo el estéreo para no pensar en ese abrazo, pero la canción que sale no ayuda; "para siempre" de Kanny García.

Tengo muchos mensajes de Mimi tratando de convencerme de que vaya a la playa, ella irá con su novia y yo no quiero sentirme mal tercio. Le sigo diciendo que no.

La verdad sigo indecisa, así que hago dos papelitos, en uno escribo sí y en otro no, con los ojos cerrados elijo uno y al abrirlo confirmo que el universo no estuvo de mi parte.

Le envió un DM al nene pidiendo la ubicación, él responde a los segundos diciendo que nos iremos todos en una camioneta que rento.

Suspiro y cierro los ojos pensando en que pasará mañana.