3. La invitación
Domingo 31 de marzo de 2024.
Hoy me toco descansar de mi trabajo, más no de limpiar mi depa, pongo música de aventura y mientras barro bailo con la escoba.
El timbre comienza a sonar y pauso la canción, no sé quien sea, porque no espero a nadie.
Al abrir me encuentro a mi prima.
—Hola hola, arréglate vamos a la plaza —entra como si nada.
Veo mi vestimenta, traigo solamente una camiseta over size y un boxer.
—Ora ¿Por qué tanta prisa? —dejo la escoba y me siento el sillón.
Mary se sienta a mi lado y se quita sus lentes.
—Hoy es mi aniversario y no me acordaba, no sé que regalarle a Santiago y él ya me dio ésto —dice preocupada mostrando una pulsera pandora.
—Felicidades, pero ¿Yo cómo puedo ayudarte?
Su pierna izquierda no deja de moverse, señal de que está nerviosa.
—Dame ideas, él ya tiene todo, conmigo se sacó la lotería.
Le digo varias opciones y decide que la acompañe al centro comercial, acepto e invito a Mimi, ya que habíamos quedado de ir por un café.
—Iré a bañarme rápido.
—Sí, porque te hace falta —se tapa la nariz.
15 minutos más tarde estoy eligiendo ponerme una falda de mezclilla y una camiseta naranja. Mi cabello lo dejo suelto para que se seque.
Cuando salgo de mi cuarto encuentro a Mary jugando con Vegeta.
—Vámonos —agarro las llaves y salimos.
Al llegar nos dirigimos al local donde venden café y ahí está Mimi.
Nos saludamos y las presento, ordenamos unos cafés helados.
—¿Qué se siente trabajar con muchos hombres guapos y masajearlos? —pregunta sonriendo pícara.
Mimi y yo nos reímos.
—No siento nada cuando los toco, soy lesbi y tengo mi novia desde hace 6 meses.
La cara de Mary es épica, se disculpa con ella.
Notamos que robamos varias miradas de hombres, no es que seamos miss universo, somos 3 mujeres diferentes.
Mimi con su cabello rosa y tatuajes, Mary es gordita con curvas y luego estoy yo con mi cabello negro, ojos azules y el naranja de mi camiseta.
Mi prima le compró unos tenis a su marido y después de 2 horas aquí nos iremos.
—Ese muchacho de allá no te quita la vista de encima y viene para acá —susurra Mary.
Estoy buscando las llaves y levanto la mirada encontrando al Nene.
—Hola chicas —no saluda de beso a las 3.
—Hola nene, que coincidencia.
Mary abre los ojos sorprendida seguramente porque le dije nene.
—Sí vine a buscar el regalo de cumpleaños de Alan —dice con una sonrisa.
Con la mención de ese nombre se borra mi sonrisa, desde que rechacé que me llevara a mi casa nos hemos ignorado mutuamente.
—Ah, ¿Es su cumpleaños?
Mimi y Mary ya saben lo que ocurrió entre nosotros y se me quedan viendo.
—Es el 5 de abril y le estoy organizando una fiesta sorpresa el 6, están invitadas —nos dicen.
—Gracias, pero no creo que vaya.
—Piénsalo Meli, bueno me voy, byee —se despide.
Ya arriba del carro Mary trata de convencerme de ir, según ella es buena idea.
—Es tu oportunidad de hacer las pases con ese bombón.
—¿Tú cómo sabes que es un bombón? —le pregunto.
Chin ya la regué.
—Ja picarona, ya lo admitíste —se burla picando mis costillas.
—¡Noooo! Ya te dije que él no es mi tipo.
Hace unas noches le platique sobre Alan, le dije que es lindo, pero a mí nunca me han gustado güeritos.
—Podría ser tu excepción.
—Estás loca Marisol.
Al apagar el coche mi prima vuelve hablar.
—Confieso que stalkee el Ig de Mozo y ulala que fotos —se muerde el labio y sonríe.
—¡Queee! —grito.
—Agradece que no lo seguí —me da un beso en la mejilla y se va como si nada hubiera pasado.
Lunes 1 de abril de 2024.
Me pase parte de la madrugada pensando en si es buena idea ir a la fiesta de Mozo y aún no lo decido.
Al llegar al entrenamiento a la primera persona que veo es a Alan.
—Buenos días —lo saludo por educación.
—Buen día —me saluda sin mirarme y se va.
Por lo menos me contesto.
Estamos en el gym y les tomo fotos haciendo ejercicio, me acerco a donde está Mozo levantando pesas y mis ojos me traicionan al no poder dejar de ver como sus brazos se flexionan y se marcan las venas.
Tiene varios tatuajes en los brazos, yo solo tengo un tattoo de una cámara en la espalda.
Alan me ve y rápido dejo de verlo. Que oso que me haya cachado, va a pensar que me muero por él.
Termino la sesión de fotos y me quedo un rato mirando lo fuerte que son sus entrenamientos; en cambio yo hoy casi muero mientras hice pierna en el gym.
Estoy tan distraída pensando en que comeré hoy y no me doy cuenta que Alan está a mi lado. Me parece extraño porque mantenía su distancia.
—¿Te gustó lo que veías? —pregunta secando el sudor de la frente.
A pesar de estar sudado no huele mal.
—No sé a que te refieres —me hago la loca mirando la pared.
Sabia que se había dado cuenta. Trágame tierra.
—Mírame a los ojos y dime que no —murmura.
No sé porque diablos obedezco y observo sus ojos cafés tan bonitos.
—No me gustó. Nada —miento.
Él baja su mirada a mis labios, aumentando mi nerviosismo.
—No te creo Melissa, algo me dice que lo disfrutaste un chingo —le da un toquesito a mi nariz con su dedo.
Se va con el nene quien nos observa sonriente.
¡Dios qué acaba de pasar!
**
Estoy viendo una película de terror a la vez que ceno un cereal con leche y no he podido dejar de pensar en lo que ocurrió hoy.
Agarro mi celular y entro a Ig buscando a Alan, lo stalkeo. Su foto más reciente es él con un bebé; leo los comentarios y la mayoría le dice que es herMozo🥰
10 minutos después me levanto para ir al baño a cepillar mis dientes y dejo el cel sin bloquear encima de mi cama, al regresar veo a mi gato arriba de éste.
¡OMG! Vegeta aplastó la pantalla y le dio follow a Mozo, por increíble que parezca así fue.
Rápido le doy unfollow rezando porque no se haya dado cuenta.
⚽️⚽️
Holiii🤍 aquí les dejo unas imágenes de como me imagino a las chicas en el centro comercial.
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