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18

Tranquila, no te desmayes…no te desmayes por nada del mundo…solo es James.

Con fuerza me pesqué del brazo de mi padre, él me miró sin entender, suponiendo que tenía frio. Pero el frio era la menor de mis preocupaciones, senti mi cuerpo paralizarme cuando James estaba en la puerta para recibirnos.

La desventaja de ser una adolescente a los trece, era ese pequeño flujo de hormonas que no avisaba cuando podía alterar mi pobre corazón.

Y el causante siempre era James. Pero no lo culpaba estaba muy guapo.
Con pantalón de mezclilla, botas, una playera roja a cuadros y una chaqueta de cuero a juego le daba un aire de tipo malo. Uno que toda chica soñaba con tener como novio.

Desde el percance del helado, cada vez que le veía no podía evitar sonrojarme hasta las orejas. Una cosa muy diferente era que se burlara de mi, pero que limpiará mi rostro.
Recordar solo me aceleraba el corazón. Observe rápido mi ropa, un sencillo vestido de color celeste, zapatillas blancas, un abrigo blanco grueso y un sencillo moño amarillo.

Estás bien, la abuela dijo que estabas hermosa…calma.

Mis padres pasaron enseguida, al final del pasillo estaba los señores Potter bebiendo, intentando pasar desapercibida camine lo más rápido que pude.

— ¿A dónde vas con tanta prisa?

— A buscar a Lily… — no podía verlo, no podía, me detuve en el pasillo y los retratos eran diferentes.

Cada navidad que entraba a esa casa, esos mismo retratos estaban en diferentes posición. Juraba que se movían en breves momentos, pero solo era mi imaginación. Nerviosa me acomodo el bolso, dentro se encontraban los diversos regalos para el intercambio.

— Está fuera, con Fred y Hugo — lo vi suspirar fastidiado.

— Pensé que no iban a venir tus primos.

— Algo así, Fred solo está de paso y Hugo se coló, así que estarán hasta la cena y luego se irán.

El primo de James, Fred era un chico alto, de piel clara y con pecas. Por lo regular siempre cargaba una caja con pequeños artículo de bromas James siempre se alteraba cuando intentaba ver el contenido.

— ¿Qué me vas a regalar este año? Espero una colonia — sonrió al estar a mi lado invitándome a caminar.

— No es una colonia — sonreí tranquila — Además quien dice que me vayas a tocar en el intercambio, puede que me toque Lily, tu papá o incluso Albus.

Su rostro cambio un poco, lo pude ver, cuando una mueca cruzo su rostro en lugar de la sonrisa habitual. Algo pasaba y no sabía que, desde la visita al centro comercial Albus se mostró distante y James igual, no sé qué pasaba entre esos dos y me volvía loca no saberlo.

Lily no me decía nada, solo rodaba los ojos cuando le preguntaba.

En la cocina cerca de la enorme mesa se encuentra un gran árbol, decorado con escobas, pequeñas snicht, banderines con el grabado de un león y otros con los de una serpiente. Abajo del mismo estaba los obsequios, me apresure a depositar los que trajimos, Fred entro en la cocina y James dejo de prestar atención.

Al parecer esos dos se traían una broma en manos, rodé los ojos y puse los brazos en jarra. Esperaba que su broma no fuera para Albus.

— ¿Qué están tramando?

— ¿¡Cuánto tiempo llevas ahí!? — Fred guardo la caja de sus artículos tras de su espalda.

— El suficiente para saber que algo planean, espero que no sea algo contra Albus.

— Claro que no, sería incapaz de lastimar a mi hermanito.

Pero esa sonrisa no me convencía para nada.