∆
14
James

Rodé los ojos al ver a Fred, deseaba irme imbécil pero no podía negar que la broma fue bien elaborada. Una cuerda sostenía una cubeta cerca de la puerta del conserje, al abrir la puerta la cubeta se iba a vaciar y su horrible contenido a ajo molido iba a caer en la cabeza de Filch.

Ese viejo cascarrabias seguía vivo, una vez que mi padre acudió en mi cuarto curso por mis pequeños delitos lo saludo. Y me comentó, que en sus años de colegio era el mismo que los perseguía.

¿Cuánto va a tardar el viejo?

— Fred, yo me piro, tengo cosas que hacer.

— Ya se, anda ve con esa rubia de Hufflepuff que no te quitaba el ojo de encima.

— Gracias, te veo más tarde canuto.

Los usuales sobrenombre que mi abuelo y padrino de mi padre usaba, se volvieron nuestros. Aún faltaban dos integrantes, Lysander no estaba de humor para formar parte de nosotros y Lorcan tal vez después de meditarlo.

La sala común estaba sola, no iba a ir con esa rubia la verdad no presté atención a nada durante la cena.

¿Dónde la deje? Necesito poner orden…

Justo entre la ropa encontré el último sobre, uno rosa. Una pequeña sonrisa asomo mis labios, una genuina, abrí con cuidado el sobre y despegue las hojas. Reí al ver una fotografía mal tomada. Ella siempre hacia todo mal.

Diciembre.

¡James! Por favor, no te rías al vernos este diciembre, te lo suplico. Sabes que soy mala en tomar las fotografías, pero Dilan no me dejó ni sonreír a gusto, ya sabes cómo es ese cabeza hueca de mi hermano.

Pero te tengo buenas noticias, ¡Voy a ser hermana de nuevo! ¿Puedes creerlo? Tendré un hermanito pequeño.

Estoy tan emocionada, no quería contarte nada en las otras cartas, es tan poco el tiempo que nos vemos…hay, que cursi sonó.

La escuela va bien, es difícil creer que estoy en Francia. Aunque aquí entre nos, la directora es demasiado extraña, estirada, disciplinada, me hace falta tus locuras y bromas.

Solo una vez intenté hacer una de tus bromas a un profesor, termine castigada toda una semana. No sé cómo lo haces.

Por cierto, me pediste que te recordara: ¡No se te olvide mi regalo!

Te veo dentro de unos días James, saluda a Albus y Lily de mi parte.

P.D: Deja de meterte tanto con Albus o te daré una paliza.

Una carcajada escapó de mi boca, una sonora que despertó a mi compañero Frank. Esa niña, esa chica era la única que me causaba risas como esas. Ni Fred, lograba aquella hazaña.

— Hay gente que duerme James… — Frank rodó los ojos.

— Lo siento lunático.
— Te he dicho que aún no sé si quiero formar parte de los merodeadores…— suspiro con la almohada en la cabeza.

— Ya me dirás que si un día de estos, duerme Longbottom.

Tomé entre mis dedos la fotografía, ella se veía realmente linda, con su cabello largo, las pecas acentuando sus mejillas sonriendo en el cuarto de hospital junto a su madre. Estaba un poco movida la imagen pero eso tenía solución. Al tomar la varita y recitar un sencillo encantamiento la fotografía cobro vida.

Cubrí mis labios evitando reír de nuevo, ella sacaba la lengua antes de sonreír asustada. Tal vez Dilan, su hermano le advirtió de tomar la foto y la tomo por sorpresa. Pero sin dudaba eso no cambia lo linda que estaba.