01
∆
1
Querido James.
— Eso suena demasiado cursi.
James Sirius Potter
— ¿Qué es esto? ¿Una carta? .... Claro que es una carta boba, cielos espero nadie me escuchará hablar sola...
Estimado James Potter
— Ahora sueno igual a mi madre... ¿Por qué están difícil escribir una carta?
¿Cómo estás James?
— No suena mal, pero...él no me conoce... ¡Maldita sea! Calma, calma, piensa.
¡Hola! Sé que es prematuro y te preguntarás quien te escribe, pero me gustaría mantenerlo en secreto. Considera esta carta parte de una admiradora secreta, es algo cursi, lo sé pero es la única forma que tengo...el valor de hablarte.
En un segundo mi rostro adquirió esa tonalidad que tanto odiaba, un rojo intenso acentuando las pecas de mis mejillas. Suspiré, no frustrada, de ilusión, tal vez era sin duda una locura. Una de la cual me iba arrepentir, solo tenía ocho años pero valía la pena arriesgarme. De acuerdo a mi abuela, el que no arriesga pierde o eso solía decirme cuándo tenía miedo de enfrentar retos.
Por esa razón me animé a escribir la carta, por eso y porque me gustaba ese niño. Más de lo que pensaba y lo peor de todo, es que no le conocía. No de la forma que me gustará. Pero había muchas razones por las que mi corazón bombeaba hasta casi querer salirse de mi pecho.
Su forma de caminar relajada, confiada me atraía.
Su sonrisa que iluminaba las mañanas y derretía la nieve me fascinaba.
Su voz profunda a causa de la pubertad que presenciaban me hacía temblar y paralizarme.
Pero lo que más me gustaba, era sus ojos, de un intenso color castaño. Esos ojos hacían que mi corazón quisiera salirse.
Solo era una boba cursi, pero que niña no iba a ser al experimentar su primer amor.
Suspire de nuevo, cada suspiro que daba era el amor que escapaba de mi cuerpo y se iba con esa persona especial. De acuerdo a mi mamá cuando me vio suspirar tanto, ella solo bromeaba al respecto pero me animé a decirle que me gustaba mi vecino y ella solo me dijo estás muy pequeña para que me guste alguien.
Por esa razón, escribí la carta. Si no lo hacía me iba arrepentir el resto de vida.
Con manos temblorosas sostuve el sobre delante de mí. Una sencilla carta envuelta en un hermoso papel de color rosa pálido, sin nombre o firma que identificará mi delito. Una pequeña sonrisa iluminó mi rostro, baje corriendo las escaleras y escuchar el regaño de mi madre ¡Te vas a caer! antes de salir afuera y ocultarme tras la cerca de madera de color blanco.
Si iba a hacerlo, esperaba hacerlo en secreto. Sin que nadie me viera, siendo discreta.
El corazón estaba por escapar de mi pecho, respire un par de veces para calmarme y dispuesta a salir de mi escondite, al ver el buzón de mi vecino lo vi. Justo al salir de su casa, y mi cuerpo se paralizó, la carta seguía en mi pecho y pensé que mi mundo se detenía cuando James puso sus ojos en mí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro