Veinticinco años después

Diciembre de 1992, Londres.

Una joven de cabellos castaños, vestida con un traje negro se encontraba arrodillada frente a una tumba, sus ojos rojos debido al llanto, su piel fria y sus manos temblorosas acarciaron el nombre de la persona que yacia debajo de la tierra, el dolor de su corazón era un claro recuerdo que nunca lo volveria ver, que nunca volveria ver a la persona que más amo, que nunca volveria ver a su padre.

Con una sonrisa temblorosa, Thea volvió a acariciar las palabras grabadas en aquel pedazo de mármol.

"Kim Taehyung 1930-1992"

Miro el cielo que se teñían de colores naranjas, muy pronto sería de noche pero no le importaba, ella se quedaría en ese lugar hasta que su corazón se calmara, limpio las lágrimas que volvían mojar su mejillas, mordisqueó sus labios, hasta que sintió pequeñas gotas sobre su cabeza, negó con la cabeza, ni la lluvia la movería de ese lugar.

De un momento a otro sintió que la lluvia se detenía o eso supuso, levantó su cabeza y un paraguas se posaba sobre esta, miro hacia un lado y ahí estaba la persona que había estado esperando todo este tiempo.

—Lamento haber tardado, pequeña. -el hombre se arrodillo al lado y pasó su brazo sobre los hombros de ella.

Thea lloro más fuerte. —Tio Jungkook, lo extraño.

Jungkook respiró profundamente tratando de calmar su llanto, abrazó más a Thea ocultándola en su pecho, era su sobrina aunque no compartiera lazos de sangre, él había estado junto a ella en todo momento y era consciente del amor que sentía Thea hacia su padre.

—Tranquila si, sé que te duele pero enfermarte no es la mejor forma de superar tu perdida.

Thea se separó de Jungkook y lo miró con ojos acuosos .—Entonces qué es lo que tengo que hacer tío, papá no volverá y yo no sé que voy a hacer sin él.

Jungkook le sonrió levantándose del piso y le tendió una mano. —La Thea que conozco nunca se dejaría vencer, se que te duele a mi también me duele, pero también sé que a tu padre no le hubiera gustado verte derrotada.

Thea tomó la mano de Jungkook levantándose, se limpió las rodillas y miró hacia la piedra con una sonrisa dolorosa. —Vendré todas las semanas papá, hasta luego.

Se dio vuelta entrelazando su brazo con el de Jungkook, caminaron por el pasto verde sin decir ninguna palabra, Thea miraba al frente sin ningún gesto en el rostro, siguieron avanzando hasta que llegaron al lugar donde estaban estacionados sus autos.

—Thea hay algo que debo decirte.- murmuró Jungkook acompañando a su sobrina a la puerta del auto.

—¿Sobre qué es?. - pregunto curiosa

—Tu padre me dejó encargado que te diera esto.- le extendió un pequeño libro

Thea leyó el título del libro "El príncipe de la luna", una sonrisa melancólica se pintó en sus labios, era el cuento que su padre había escrito y que le contaba todas las noches.

—Gracias, pensé que papá lo había botado.- sonrió y abrió la puerta del auto.

—Una cosa más Thea, en el libro hay una nota que tu padre pidió que leyeras, supongo que es su último deseo.

Thea asintió y se despidió de Jungkook subiendose al auto, condujo en silencio mirando de reojo el libro que se posaba sobre el asiento del copiloto. ¿Qué era lo que su padre le había escrito?.

Giro el manubrio a la izquierda para estacionarse en la entrada de su casa, tomó el libro y bajó del auto, caminó hasta las rejas empujandolas para abrirse paso al pequeño camino de piedras que la llevaría a la puerta de su hogar,

Entró a su casa el olor a tabaco y whisky aun permanecia o ella lo sentía de esa forma, avanzó derecho sin enfocarse en el resto de la casa, entro a un pasillo y se paró en medio de este, habían dos puertas una frente a otra, observó el estudio de su padre dudosa si volver a entrar o no, con un suspiro giró su cabeza para dirigirse al suyo.

Se sentó en el sofá que había en medio del lugar, colocó el libro en su regazo, era más que todo un cuaderno viejo con hojas amarillentas por el paso de los años, con cuidado abrió el cuaderno, la letra delicada y prolija de su padre llenaba cada hoja, siguió pasándolas hasta que llegó al final, un trozo de papel doblado estaba oculto ahí.

Tomó el papel y los desdobló, sus ojos se llenaron de lágrimas.

Mi dulce niña

Hola Thea es papá quien te escribe, bueno en realidad no se por donde empezar, se que dejarte esta pequeña carta abrirá muchas dudas en tu cabeza, pero solo quiero pedirte que por favor no me juzgues.

Recuerdas cuando eras pequeña, siempre te contaba el cuento del Príncipe de la Luna y siempre me decías que querías ser feliz al lado de un hombre como él, bueno cariño el príncipe es real y papá se enamoró de él, lo siento cariño por favor no te decepciones de mi.

Lo que quiero pedirte puede que sea injusto pero eres la única que puede hacerlo, pero si no lo quieres cumplir esta bien, papá entenderá cariño...

Thea continuó leyendo la carta, una lágrima cayó sobre la hoja, terminó de leerla y arrugó la hoja sobre su pecho. ¿Cuánto tiempo había estado sufriendo su padre? .

Limpiándose las lágrimas se levantó del sofá, salió de su estudio, cruzó el pasillo y abrió la puerta de enfrente, el olor a tabaco y whisky era aún más fuerte, con pasos rápido abrió uno de los cajones del escritorio.

Ahí estaba la pequeña caja y una carta sobre este, la tomó con manos temblorosas y la colocó sobre el escritorio, debajo de todo estaba la agenda, la abrió y deslizó su dedo buscando el nombre que su padre le había dicho, paso a la siguiente hoja, hasta que por fin lo encontró, Park jimin y al costado de este un número telefónico.

Tomó el teléfono y marcó el número, cumpliría lo que su padre le había pedido, ella jamas lo juzgaría.

Invierno de 1993

Seúl, Corea del Sur

El avión aterrizó y una joven avanzó por el lugar con la maleta de forma apresurada, estaba muy segura que ya la estaban esperando en la entrada, siguió avanzando y esquivando a las personas que andaban por ahí.

Con la respiración agitada llegó a la entrada, miró a su alrededor buscando al Señor park, siguió buscando a su alrededor hasta que una voz detrás de ella la sobresaltó.

—Señorita, usted es Kim Thea.- preguntó el hombre mayor.

Thea volteo al escuchar la voz y recordó que en Corea primero era el apellido y luego el nombre, asintió. .—Lo soy, ¿Usted es el Señor  park?

Yoongi asintió con la mirada seria y ayudó a Thea a llevar la única maleta al auto. .—¿Prefieres ir al hotel o directo a la casa de yoongi?.- pregunto jimin abrochándose el cinturón.

Thea hizo lo mismo en el asiento del copiloto. .—Directo a la casa del Señor yoongi, por favor.- sonrió amable.

Jimin asintió, ninguno de los dos habló, hasta que estuvieron casi cerca del lugar. .—Tu padre es muy cobarde al enviarte a ti, en lugar de venir él mismo.- soltó con lengua filosa

Thea volteo a verlo apretando los puños. .—Quizás no se lo dije por la llamada, pero mi padre está muerto.

Jimin tragó saliva, debía controlar mejor su lengua, Hoseok se lo había dicho miles de veces, era muy brusco al soltar las cosas. .—Lo siento, no fue mi intención.

—Solo abstengase de hablar de mi padre por favor, quizá usted tenga sus motivos para odiarlo, pero por favor respete su memoria, al menos frente a mi.

Jimin se quedó callado asintiendo, se estacionó en la entrada de la casa de yoongi. —Ya llegamos, solo toque el timbre y la atenderán.

Thea se bajó del auto, tomó su maleta y agradeció con una leve inclinación. .—Gracias y Hasta luego Señor Park.

Con manos nerviosas Thea tocó el timbre, esperó varios minutos hasta que hablaron a través de este.

—Buenas Tardes, ¿Quién es?.- la voz de un joven se oyó a través del pequeño parlante.

Thea con voz dudosa hablo. .—Soy Kim Thea, vengo a ver al Señor min.

Espero varios minutos y la puerta se abrió dejando ver a un hombre alto de cabellos castaños, Thea avanzó y saludó respetuosamente- .—Buenas Tardes

—Hola Thea, soy Min Soobin, tío jimin dijo que vendrías, pero no creí que sería tan pronto. - hablo el hombre brindándole una sonrisa amable. .—Bueno no interesa, ya estás aquí, ven sígueme, mi padre está en el jardín trasero.

Thea avanzó detrás de Soobin, mirando a su alrededor, la casa se sentía muy hogareña, su mirada se pasó al frente cuando Soobin abrió la mampara invitandola a pasar primero.

En el jardín se encontraba un hombre ya mayor, leyendo un libro muy concentrado.

—Papá.- llamó Soobin

Yoongi se giró y miró a la mujer que estaba al costado de su hijo, el rostro de esta se le hacía muy conocido. .—¿Ella es tu novia?. - preguntó dejando el libro sobre la mesita

Soobin negó y Thea sintió que los colores se le subían al rostro. .—Ella es Kim Thea, vino a verte.- sonrió y empujó levemente a Thea para que se acercara al otro asiento. .—Bien, los dejare solos para que puedan hablar.- dijo como lo último para adentrarse de vuelta a la casa.

—Siéntate.- dijo yoongi invitandola.

Thea tomó asiento y colocó su bolso sobre su regazo, la maleta la había dejado en la entrada de la casa.

—Bien, Señorita Thea, ¿Nos conocemos de algún lado? o ¿Cuál es el motivo por el que está aquí?. - pregunto yoongi, sirviéndose un poco de café.

Thea lo miró durante largos segundos para luego animarse a hablar. .—Soy Kim Thea, soy la hija de Kim taehyung.

Las manos de yoongi temblaron un poco y dejó la taza de café que estaba dirigiendo a sus labios, sobre la mesa. .—Ya veo, ¿Y que te trae por aquí? ¿Tú padre te envió?.

Thea negó. .—Se podría decir, emh... mi papá murió.

Yoongi sintió que la respiración le fallaba, lo último que se imaginaba era que taehyung estuviera muerto. .—Lo siento supongo que debió ser muy doloroso para ti y para tu madre.

—Lo fue para mí, sobre mi madre no lo sé, no la he visto en los últimos diez años.- hablo Thea recibiendo la taza de café que le era ofrecida.

Yoongi solo la miró comprensivo, pero aun no entendía qué hacía la hija de taehyung frente a él . —Thea ¿ Por qué estas aquí?

—Por mi padre.- le dio un sorbo al café y miró a yoongi. .—Le contaré algo Señor yoongi, cuando yo era pequeña papá siempre me contaba un cuento muy bonito, un cuento que él mismo había escrito, se llamaba "El príncipe de la Luna" y hace un tiempo me entere que mi padre lo había escrito por el recuerdo de un hombre, papá en el libro llamaba al príncipe suga. ¿Sabe quien es ese hombre?.

Yoongi miró hacia un lado tratando de que las lágrimas traicioneras se desvanecieran de sus ojos. —No lo sé, lo lamento.

Thea asintió comprensiva. .—No tiene que mentir Señor yoongi, se que mi padre escribió el cuento inspirándose en usted, usted es el Príncipe de la Luna.

Yoongi se quedó en silencio observando la mirada llena de ternura y comprensión de Thea, taehyung había criado muy bien a su hija. .—Entonces lo soy, soy Suga, Thea. Pero dime algo ¿Tu padre te envió a contarme solo esto?

Thea negó. .—Papá me envió a entregarle algo.- abrió su bolso y sacó la pequeña caja junto a la carta, la puso sobre la mesa pero no se la entregó a yoongi. .—Antes de dársela, quiero decirle algo más. - yoongi asintió. .—Cuando encontré a mi padre sobre su cama, los doctores dijeron que había muerto por una falla en su corazón, pero tío Jungkook dijo que era debido a la tristeza, yo crei que era porque se había divorciado de mi madre, pero luego de su muerte entendi que no era así.- le dio el último sorbo a su café.

—¿Entonces que era?.- pregunto yoongi curioso.

—Papá vivió con la tristeza en su corazón porque lo había perdido a usted, cuando tenía quince años escuche a mamá gritarle a mi padre, que todo había sido un engaño, que el accidente había sido solo una mentira para alejarlo de usted. - Thea respiro profundo y sintió sus ojos acuosos. .—A lo que quiero llegar es que, si yo no hubiera existido, mamá no le hubiese mentido a papá y ustedes seguirán juntos¿Verdad?. ¿Es mi culpa Señor yoongi?

Yoongi tomó las manos de Thea y la acarició con ternura. .—No es tu culpa, ni la de tu madre, no es la culpa de nadie, tu padre y yo nos enamoramos, en un tiempo donde la presión de la sociedad era mayor, donde nos iban a juzgar hasta el día de nuestras muertes, no era el momento indicado para estar juntos.

Thea limpio sus lágrimas y le entregó la caja junto a la carta, para luego sonreírle. .—Muchas gracias por hacer feliz a mi padre, Señor yoongi, aunque se que estuvieron juntos muy poco tiempo estoy segura que él no dejó de amarlo en ningún momento.- yoongi le sonrió a Thea

Ambos se despidieron con una sonrisa, yoongi vio a Thea desaparecer dentro de la casa acompañada de Soobin quien la ayudaría a pedir un taxi.

Se quedó varias horas sentado en el patio trasero, miró de reojo la pequeña caja sobre la mesa y por fin se animó a abrirla, dentro de esta se encontraba algo cubierto con una tela, con cuidado lo sacó y lo descubrió, sonrió cuando vio el cuadro, era la primera foto que se había tomado con taehyung, rio ante el recuerdo, eran solo unos adolescente cuando se tomaron esa fotografía.

Dejó el cuadro con cuidado sobre la mesa y cogió la carta, dio una respiración profunda y abrió el sobre sacando el papel doblado, lo observó por varios segundos y por fin la desdobló, su corazón latió con rapidez cuando vio la letra de taehyung.

Moonchild

Querido yoongi ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi, visite muchas veces aquel callejón que me llevaba a tu departamento con la esperanza de que alguna vez regresaras, pero nunca fue así y no te culpo. Por qué querrias regresar al lugar donde terminó nuestra relación, al lugar donde rompí tu corazón, seria ilogico.

Sabes antes de esta carta deseche dos, porque me había ensimismado en describir tus hoyuelos, aquellos que siempre aparecían cuando sonreías con dulzura.

Tan solo quería agradecerte mi amor, gracias por haberme esperado tantos años y amarme de una manera que nadie mas lo hará y me disculpo por no ser lo suficientemente valiente para afrontar los problemas que llegaron, por haberte dejado ir.

Y aunque nuestra despedida fue dolorosa, ten la certeza de que siempre estarás en mi corazón.

Una última cosa mi amor, prometo buscarte en la otra vida y amarte como no pude hacerlo en esta.

Te amaré hasta mi último respiro, te amaré hasta mi último día de vida y recuerda yoongi que cada vez que mires a la luna yo estaré cuidándote.

Para mi Suga.

De tu mejor amigo y eterno amor Kim taehyung.

Yoongi miró la luna con las lágrimas mojando sus mejillas y una sonrisa en los labios, él también amaría a taehyung hasta su último día de su vida y en las siguientes si era necesario.
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Y luego de tanto tiempo le damos fin a esta linda historia, muchas gracias a todas las personas que la leyeron desde que subí el primer capítulo y a lxs que se unieron después.