-Hola, mucho gusto, soy Silver, soy el inquilino más nuevo.

-Ah, ya veo, yo soy Blaze.

Se presentaban amablemente, se habían encontrado en la casa de la casera, Blaze había afirmado ser de alguna manera, la hermana de la difunta Amy Rose y Silver, de alguna forma, era el amigo de Tails.

-Oh, entonces tú has de ser el amigo por el que tenía que pasar la noche pasada.

-¿Uh?

-¡oh Blaze! Ya estás de nuevo en la ciudad, me da gusto mi niña.

La casera abrazaba con fervor a aquella ahijada suya.

-Disculpe, joven Silver, los presento...

-¡No es necesario!- Exclamó rápido la felina.- Lo que pasa es que ya nos presentamos solos y pues resulta ser amigo de Tails.

-Sí, así es, el es modelo y le está yendo bien ¿Cierto Silver?

-Algo, algo...

Silver se ruborizada y pensaba en lo bien que le estaba yendo, que estaba ahí, con la casera listo para pagar varios meses de renta anticipados.

-Y bien Silver, ¿Qué te trae por aquí?

-Vengo a pagarle la renta, con meses adelantados.

—¿Ves Blaze? Te lo dije, este muchacho está creciendo rápido en su trabajo.

—Sí, también venía a preguntarle si sabe si Tails está en su casa, no lo he encontrado ni tampoco lo he escuchado hacer de las suyas.

—¿No está el doctor?— Blaze preguntó extrañada.

—No, no está, me dijo que iría de viaje, que se tomaría bastante tiempo.

—¡¿Y porqué no me dijo?!

Silver se levantó del sofá bastante indignado.

—No tengo idea, pero se veía bastante emocionado, creo todo le está yendo bien en sus investigaciones.

—¿Usted cree? ¿Sabe a dónde iría?

—No, no dijo más que iría de viaje

—Y... ¿No sabe que es lo que hizo?

—Que no.— La casera ya se estaba artando, ¿Porqué tanta duda?

—Ahh... — se dejó caer desilucionado.

—Disculpa Silver... ¿Acaso tú y Tails son pareja?

Silver nuevamente salió volando del asiento, enrojecido y tartamudeando.

—¡No, no, no es eso! ¡Esque... Es mi primer amigo en el mundo de verdad que...! Me duele un poco que no me haya dicho nada.

—Así es Tails— afirmó la casera— Él no suele pedir permiso ni avisar con muchos detalles, no te lo tomes personal, él en verdad aprecia tu amistad, lo sé.

Silver sonrió y calmó sus emociones, tenían razón, por muy amigo suyo no tenía derecho a saber cada segundo de su vida.

Los días pasaron, y con los días los meses, incluso esos meses se convirtieron en años y su vida estaba de lo mejor, vivía entre tanta gente famosa y adinerada que, aquella alcantarilla de dónde salió se estaba cortando "borrosa" aquellos seres iguales a él, comenzaban a ser "seres distintos" estaba olvidando uno de sus primeros sueños, todo por seguir los sueños de alguien más y crear nuevos con él, Mephiles.

—La verdad prefiero que la boda sea lo más sencillo posible ¿No crees?

—Eh... Yo... Yo quería que fuera lo más pomposa posible.

—Silv, amor, tengo dinero pero no soy un tonto para darle de tragar a tanta gente en un día que debería mejor tener con mi esposo, gastando mi dinero en él.

Silver hizo un puchero entre enojado y alegre, era bonito saber que le amaban así pero era muy triste no tener aquello que siempre soñó.

—Mira, puede ser algo mini pomposo, solo con muy, muy selectivos invitados y listo ¿Si?

—¡¿Puedo invitar a Tails?!— Silver echo bronquitos de emoción.

—Si, pero ... ¿En serio es tu único amigo?

—Bueno, aparte de los de la agencia, que solo son amigos del trabajo y eso incluye a Sally...sí, solo él es mi amigo.

—Pero dices que apenas y lo has visto desde que regresó.

—Pues si pero, no ha dejado de estar en mi corazón

Mephiles miró algo incrédulo a su futuro esposo, a veces, cada que hablaba de ese tal Tails no podía dejar la idea que tal vez, Silver estaba enamorado de su amigo secretamente, tanta lo mencionaba, tanto se preocupaba y cuando consiguió saber de él, después de ese dichoso viaje, le hablaba todos los días y le contaba de su vida, era lo mismo que hacía con él pero, no podía dejar de sentir que apenas y recibía un poco más de amor que el susodicho zorro .
Lo abrazó fuertemente, nadie podía quitarle a su erizo plateadito, nadie, Tails no era nada a comparación de él, él era perfecto, un erizo exitoso, con muchas admiradores que podrían fácilmente "matar" por el lugar de Silver, pero él amaba a Silver, era su todo, su luna, su mundo, y era suyo, solo suyo y de nadie más, y si...

—Silver... ¿Siempre me vas a amar?

—¿eh? Que pregunta tan más tonta amor, ¡Claro que sí!

—¿Verdad que nunca te enamorarás de nadie más?

—No podría— Silver aprovechaba ese abrazo para acurrucarse más en su amado— Te tengo clavado en mi corazón con clavos que ni la NASE tiene, y bien pegado en mi mente con la COLA LOQUIS que nadie jamás a vendido.

—Jejeje, me encanta tu sentido del humor, todo de ti me fascina Silver, nunca cambies amor.

—Nunca amor, tú igual, nunca cambies, te amo.

Un beso profundo los unió, estaban tan enamorados, tan felices, que Mephiles debía dar una advertencia, era sencilla pero echa desde el corazón enloquecido de amor que poseía por Silver.

—Amor, si te llegas a enamorar de alguien más... Si alguien más me quita tu amor ... Si alguien quiere quitarme tu corazón... Lo mato.

Silver se quedó estupefacto, en la locura del amor se escuchaba muy bonito saber que se moría de celos, pero en la razón de su mente aquello le provocó un miedo que prefirió esconder detrás de una sonrisa, tratando de sanjar el tema con palabras eternas de amor porque... Aunque le daba miedo aquellas palabras, estaba seguro que jamás traicionaria a Mephiles, jamás podría enamorarse así de nadie más, jamás.

—Así que te casas el mes que viene...

Tails se encontraba en su nueva casa, la que en un futuro vería nacer sus dos grandes proyectos. Estaba terminando de acomodar su laboratorio y tenía a un Silver completamente feliz dando brinquitos de alegría con su malteada de chocolate.

—¡Si! Vieras que todo está siendo de ensueño, no invitaremos a mucha gente, Meph quiere que sea lo más discreto posible.

—Que bien, y bueno ¿Estoy invitado?

—¡Por supuesto! ¿Porqué no te invitaría? ¡Eres mi mejor amigo!

—Pues... Bueno, nunca le he caído bien a tu novio.

—¡Esas son ideas tuyas! El que no quiere a mi novio eres tú.

—Admito que no me cae bien del todo, pero, veo que en verdad te ama, pero algo sigue diciéndome que es muy posesivo. Te ha prometido tantas cosas, te llena de ilusiones que, tengo miedo no cumpla.

—¿Y porqué no? Si es rico y me ama con locura.

—Lo es. <<Y eso es el problema>>— pensó lo último mientras sonreía.

—Bueno, ¿Y cuando voy a ver qué tanto hiciste en ese viaje tan largo?

Tails tragó saliva y desvío la mirada borrando la sonrisa que tenía hace unos segundos, no quería dar detalles de nada, aún faltaba tanto, aún faltaba tanto que hacer.

—Es complejo y la verdad no tengo nada aún.

—¿En serio? Yo veo que aquí estás montando algo muy grande.

Le tenía confianza si, pero no la suficiente para revelarle sus más profundos pensamientos.

—Algo, algo, pero aún no estoy listo para mostrarte algo, sólo... Confía en mí.

—Bueno jiji, espero ser el primero en saber que te traes entre manos, ya que esa noche que fue la última vez que te Vi, la señorita Blaze me dijo algo que me sacó de onda.

—¿Qué?

—Que le dijiste que pasarías por mi, esa noche de la fiesta, y ese día, tú me dejaste plantado.

—¿Ha? ¡Cómo si de verdad te hubiera importado!— sacó la carcajada, Tails rara vez hacía tal cosa— No seas hipócrita, si estoy seguro que ese día lo menos que te preocupó es mi presencia. Sé que te fuiste con tu ahora novio a pasarte la muy bien que seguro, seguro, en tus pensamientos no se asomó ni un pelo de mí en ellos.

Ahora entre ellos existía una escena de celos amistosa, eso era lo que Mephiles odiaba de esos dos amigos. Más Tails, lejos de aquellos "celos" esperaba que Blaze no hubiese investigado más de la cuenta. Debía verla pronto.

Continuará

Está vez me tardé más, pero aquí andamos. Gracias por su paciencia.