La vida para Chloe no era tan fácil.

Ser hija de un hombre que sólo pasaba viajando por el país concretando negocios o cerrando contratos con nuevos socios de los bancos significaba no tener la presencia de su padre la mayor parte del tiempo, por ese motivo Chloe siempre fue una persona solitaria y muy dedicada a los deportes, a la naturaleza y los negocios.

Quito  era hermoso, el panecillo era un monumento emblemático que representaba el arte colonial y por la noche se podía observar la ciudad iluminada; Chloe disfrutaba de esos momentos de soledad, le ayudaban a recordar a su madre, le otorgaban un poco de tranquilidad.

Sacó su celular para llamar a Julián y saber si ya estaba en su casa.

-- Buenas noches Julián ¿Cómo estás?

-- Bien gracias Princesa por preguntar y tú ¿Ya estás en tu casa?

-- No Julián todavía no, estoy en el Panecillo   disfrutando de la tranquilidad.

-- Pero Chloe, ya es tarde, no es seguro que estés sola.

-- Tranquilo Julián, termino mi recorrido  y voy a mi casa.

-- Por favor me llamas cuando estés en tu habitación ¿De acuerdo?

-- Sí, yo te llamo. 

colgó la llamada y se apoyó en la baranda para observar la ciudad iluminada por los faros de luz. 

Chloe terminó la  caminata  y luego de colocarse el casco se dirigió a su casa en el valle de la ciudad.

Al llegar estacionó la  moto y entró por la puerta de la cocina para prepararse algo de comer. 

Alfred terminaba de inspeccionar la casa y que todos los dispositivos de seguridad estuviesen en correcto funcionamiento; apagó las luces de la sala de estar y al dirigirse a la cocina desde el pasillo observó una sombra, alistó su gas pimienta y caminó con cuidado para no hacer ruido y  atrapar al intruso. Al acercarse a la cocina detuvo sus movimientos al notar que la persona que se encontraba en la cocina era Chloe. 

-- ¿Señorita Chloe? Me ha dado un susto, no me percaté de su llegada.

-- Lo siento Alfred, tenía ganas de preparar algo rico  y no quise molestar a Esperanza.

-- Está bien, pero si necesita algo me informa.

-- De acuerdo Alfred. 

esperó que Alfred se retirara y se colocó el delantal de su madre; Chloe deseaba tener a su madre en esos momentos de melancolía, pero como eso era imposible preparó con cuidado la receta favorita que su madre le enseñó antes de morir; sacó con cuidado todos los ingredientes de la despensa; buscó una fuente  de cristal para colocar la harina de trigo  y mezclarla poco a poco con agua y una pisca de sal, cuando estaba lista la amasó con cuidado y formó las bolitas para los buñuelos; dejó en una fuente  las bolitas de masa  y en una pequeña olla derritió a baño María la panela y cuando estuvo lista la retiró del fuego; doró por unos minutos en una sartén las bolitas de los buñuelos y después  de cinco minutos  los retiró y los colocó con delicadeza en una bandeja de cristal con forma de una manzana grande de color verde, roseó  sobre las bolitas la miel. Preparó té de frutos sin azúcar, tomó con cuidado la bandeja y  se dirigió a su habitación para deleitarse con su postre.

Cuando se disponía a probar y verificar que los buñuelos estuvieran bien cocidos por dentro sonó su celular.

¡llamada entrante de Carlos!

-- Buenas noches Carlos ¿En qué puedo ayudarte?

-- Disculpa la hora Chloe, sólo quería informarte que mi hijo quiere verte mañana a primera hora, dijo que necesita contarte algo importante.

-- Bueno Carlos, estaré en el hospital temprano en la mañana.

-- Gracias Chloe y disculpa tantas molestias.

-- No es nada Carlos, Dante es un buen amigo y yo estaré cuando me necesite siempre.

Luego de unos minutos de haber colgado la llamada y probar  sus buñuelos  Chloe recordó que debía llamar a Julián. 

Esperó unos segundos y la llamada se conectó. 

-- ¿Ya llegaste Nenita?

-- Sí, estoy comiendo buñuelos con miel.

-- ¡Que delicia Nenita! Tú nunca estás satisfecha, siempre vas por un postre en la noche, eso no ha cambiado en ti.

-- Es un deleite este postre, y sería un crimen no prepararlo, además mi mamá me enseñó ésta receta.

-- Perdón Chloe, no fue mi intención traer algún recuerdo triste de tu mamá. 

-- Tranquilo Julián, estoy bien y no es un recuerdo triste, al contrario me alegra haber aprendido mucho en su compañía y más en los momentos de su enfermedad. 

Julián notó su tono triste y cambió el tema de conversación. 

-- ¿tienes planes para mañana?

-- Sí Julián, tengo que hacer unos trámites y unas reuniones con algunos patrocinadores para un evento social de turismo.

-- ¡Lástima nenita! yo quería invitarte a pasear.

-- Déjame pensar en algo no te pongas triste Julián ¡Lo tengo! Podemos hacer algo el fin de semana ¿te parece si reviso un plan turístico?

 -- Sí, es más que perfecto Chloe, me encanta la idea.

-- Bueno Julián es una cita, por ahora me despido tengo que levantarme temprano.

-- Descansa Nenita.

Chloe colgó la llamada y terminó sus buñuelos.

El deseo de acabar con la vida de Dante todavía estaba latente en su cabeza y pensaba de qué forma podría lograrlo sin fallar la próxima vez.

terminó su aperitivo, colocó la bandeja en su mesita y se estiró, decidió dedicarse a mimarse un poco, así que se dirigió al baño, se retiró el maquillaje, abrió e-grifo del agua para llenar la bañera y rosear espuma de rosas, se sumergió en el agua y se relajó; luego de veinte minutos de meditación en su bañera salió y después  de secar su cuerpo con suavidad mientras lo contemplaba en el espejo terminó su rutina cepillándose los dientes y colocándose su crema facial hidratante; se puso  la pijama para envolverse en su frazada favorita y dejarse llevar por el delicado sonido de música instrumental que reproducía en su celular  para dormir.

Luego de esperar un poco que su cabello se secara se recostó y se entregó al sueño profundo.

A la mañana siguiente Esperanza le subió el desayuno y la despertó con delicadeza.

-- Señorita Chloe, ya amaneció.

Chloe se retiró con cuidado la frazada.

-- ¿Qué hora es?

-- Ya es 6:15 mi niña.

Chloe se acercó a la mesa de desayuno y comió lo más rápido que pudo.

-- Mi niña se va a ahogar si continúa comiendo de prisa.

-- Lo siento Esperanza, pero tengo que salir al hospital; tomó su jugo de naranja, unos trozos de fruta y un par de mordidas a sus tostadas y se sintió llena.

Esperanza asintió y recogió la bandeja

-- ¿Necesita que le anuncie a Alfred que tenga el auto listo?

-- Si por favor Esperanza.

La aludida asintió y se retiró

Chloe se dirigió a su vestidor y escogió un jean casual, una blusa con mangas tres cuartos y unas botas bajas de cuero negras.

Se colocó frente al tocador y se maquilló; utilizó sombras en tono café, un delineador líquido, máscara de pestañas y brillo con olor a fresa; alisó su cabello negro y largo, se colocó perfume, su reloj y dos pulseras doradas; guardó su celular en su cartera de mano y llamó por el intercomunicador a Alfred para saber si ya estaba en la entrada de la casa.

Unos minutos después llegaron al hospital y Chloe le indicó a Alfred que estacionara el auto y ella lo llamaría al salir. Alfred asintió y Chloe se dirigió a información. 

una mujer joven con lentes grandes se colocaba detrás del mostrador y tecleaba con rapidez. 

Chloe se aclaró la garganta y preguntó por el número de habitación de Dante para confirmar que no lo hayan cambiado de habitación.

la recepcionista le informó que se encontraba en el quinto piso, Chloe asintió y se retiró. 

Al llegar al quinto piso notó que la  puerta del dormitorio de Dante estaba entreabierta y Chloe entró sin tocar, al verlo despierto se acercó y le dio un beso en la frente.

-- Buen día campeón ¿Cómo amaneciste?

-- Fatal! ¿Acaso no notas el estado en el que estoy?

Chloe respiró para no perder la compostura

-- Trato de animarte un poco ¿Y me recibes así gritándome?

-- Lo siento Chloe, pero detesto el hospital.

La enfermera Somers  verificaba los signos vitales de Dante y al no ver nada extraño  se retiró y los dejó solos.

-- cuéntame Dante ahora que estamos en confianza ¿Qué es eso tan importante que tienes por decirme?

-- No sé si fue un sueño, pero tú tienes una moto roja y pensé que tal ves y sólo tal ves fuiste tú quien me atropelló; además yo tengo una deuda contigo pero no quiero inculparte sin estar seguro, mi papá dice que las cámaras sólo captaron el color de la moto.

Chloe se sintió expuesta pero fingió indignación. 

-- ¿Insinúas que yo te atropellé y tengo las agallas de estar frente a ti?

-- No te molestes conmigo Chloe, ya te dije que sólo son ideas mías, por eso necesitaba mirarte a los ojos y asegurarme que tú jamás me lastimarías.

Chloe se colocó frente a Dante y le tomó el rostro con cuidado entre sus manos.

-- Mírame bien dante ¿Crees que yo te lastimaría? Además te recuerdo que la moto tiene placas y la compramos juntos y está a nombre de ambos, tu papá me informó que la moto que captaron las cámaras no tenía placas.

Dante se perdió en el verde de sus ojos y lo cristalizados que estaban y sintió una opresión en el pecho por dudar de ella.

-- Perdóname Chloe he sido un idiota al dudar de ti, pero no estamos en buenos términos y tú eres impulsiva y como estabas tan molesta por la deuda pensé que tomarías cartas en el asunto.

Dante no se equivocaba, pero Chloe era la acríz más experimentada y dejó caer sus lágrimas.

-- Me siento muy afectada por tu accidente y sólo he pasado buscando pistas de la persona que te causó daño ¿Y tú me acusas?¡Al demonio con la deuda! podré estar molesta contigo por engañarme, usarme a tu antojo, despreciarme y una lista negativa muy larga; pero jamás encontraría un motivo demasiado fuerte para lastimarte, los asuntos se arreglan hablando no conseguiría nada poniendo en riesgo tu vida; eres una persona muy lógica e inteligente, pero no esperaba que me acuses. 

-- Perdóname, perdóname, perdóname estoy muy confundido.

-- Además Dante te aclaro algo; el día de tu accidente yo estaba en una reunión y ya he dado mi declaración a las autoridades y ya verificaron las cámaras de la casa de Márquez y si dudas de mí puedo pedir el video que prueba mi inocencia.

Al escuchar esto Dante se sintió fatal  por acusarla y Chloe sonrió disimuladamente.

La enfermera Somers entró para colocarle un sedante y dejarlo descansar; Dante se negaba porque necesitaba disculparse con Chloe, pero ella le tomó la mano y le aseguró que en la noche regresaría para hacerle compañía.

Dante asintió y dejó que le colocaran el sedante en el suero.

En ese momento a Chloe se le ocurrió una idea...

Esperaría a que la enfermera salga y dante se duerma para inyectarle una gran cantidad de aire en el suero así  moriría sin saber nada.

Antes de que la enfermera Somers termine su rutina  y Dante se duerma Chloe se despidió, de esa manera se aseguraba que la vean salir y si Dante moría nadie podía culparla. 

esperó que la enfermera Somers salga de la habitación y se dirija  al elevador para tomar su lugar y llevar a cabo su plan...