Fingir y sonreir
Chloe se encontraba en una encrucijada, por una parte los recuerdos con Dante le dolían porque a él le entregó todo lo mejor que podía y sin embargo la despreció y por otro le intrigaba saber por qué Julián apareció después de 17 años y por qué no la había escrito antes, por qué precisamente en el momento que había decidido cerrarse por completo a la posibilidad de amar o sentir algo por alguien. tantas interrogantes y la situación de dante la agobiaban.
Caminaba pensativa por el pequeño jardín de su casa, mientras sostenía en una mano un vaso con jugo de naranja, Miró hacia el cielo las hermosas nubes que formaban diferentes formas y recordó que a Julián le encantaba adivinar qué forma tenían las nubes recostado en el césped de su jardín.
"He pasado por tanto ¿Por qué ahora Julián?"
Mientras se debatía con sus pensamientos una llamada la sacó de su transe.
Llamada entrante de papá
— ¿Ya visitaste a Dante?
— Buen día para ti también papá, estuve en el hospital el día de hoy y conversé con Carlos, Dante todavía no reacciona, lo único que sabemos es que una mujer lo arrolló.
— Espero tú no tengas nada que ver con este accidente, se que Dante y tú no estaban en buenos términos y te conozco, sé lo impulsiva que eres cuando alguien te falla
— Me ofendes papá ¿Cómo puedes creer que tu pequeña hija sea tan cruel?
— En los negocios es bueno no tener piedad hija, pero en la vida podemos ser un poco flexibles, pero si tú dices que no tienes nada que ver está bien no insistiré; sólo quería informarte que seguiré fuera de la ciudad por dos semanas más, cuídate mucho por favor y cualquier novedad me llamas, te quiero mucho princesa.
— Está bien papá, por favor cuídate mucho y cuida tu dieta.
colgó la llamada y dejó su celular sobre una mesita de jardín, terminó su jugo y pidió a su mucama que encienda las luces del gimnasio y verifique que todo esté limpio.
con un traje deportivo de color verde aceituna con franjas negras y recogida su cabello en una cola alta Chloe Ingresó al gimnasio y alejó sus pensamientos de Dante; por media hora mantuvo un ritmo moderado en la caminadora Y luego utilizó la bicicleta estática para fortalecer un poco los músculos de sus piernas y sus glúteos.
A pesar de tener una figura esbelta Chloe siempre se preocupaba por su salud física y mental, realizaba ejercicio con frecuencia; su mamá siempre le inculcó el amor al deporte y a la naturaleza, juntas recorrían parques y montañas hasta cuando Chloe cumplió 27 años y un cáncer al hígado terminó con la vida de Su madre, Cristal , una mujer llena de vitalidad y energía que no permitió que la enfermedad la consuma en una cama de hospital; llevó una vida activa junto a Chloe hasta el último día en que su corazón dejó de latir.
Chloe había heredado la energía y la belleza de su madre y la inteligencia de su padre, después de la muerte de Cristal se dedicó a los negocios con su padre y se transformó en una mujer implacable, tierna y astuta; características que la mantenían en el top de las diez mujeres más bellas e innovadoras en el mundo empresarial.
Dos horas después de hacer ejercicio se dirigió a tu habitación para refrescarse bajo el agua, llenó la bañera y le colocó un poco de esencia de vainilla y burbujas de miel para exfoliar su piel, lavó su cabello con mucho cuidado y se colocó un tratamiento mientras dejaba que su cuerpo se relajara al pasarle una esponja.
Unos minutos después enjuagó su cuerpo con un poco de agua fría y salió de la bañera mucho más relajada. Desenredó su cabello y se frotó en su cuerpo crema corporal con olor a fresa, se colocó una bata para decidir su atuendo de esa tarde.
Un mensaje en WhatsApp interrumpió su rutina.
Julián: Buenas tardes nenita ¿Tienes planes para esta noche?
Chloe: Buenas tardes para ti también Julián, no, no tengo planes ¿Por qué?
Julián: Quiero ofrecerte una disculpa por pensar que Dante y tú tenían algún tipo de relación y aprovecho para invitarte a cenar, pero quiero que tú escojas el lugar
Chloe: Gracias por la invitación, Dame media hora y escojo el lugar, yo te envío la ubicación y a las ocho de la noche nos vemos allá
Julián: Perfecto Nenita, así será
Chloe: Perfecto, nos vemos al rato.
decidió usar un conjunto de cuero con una blusa de hilo fino y cuello de tortuga y unos tacos medianos en punta con una correa en cruz; dejó su cabello negro suelto, se aplicó una base efecto mate, delineó sus ojos con lápiz negro líquido y agregó máscara de pestañas, un labial brillo con olor a fresa y por último el reloj que Julián le obsequió cuando cumplieron un año. la chaqueta de cuero le quedaba al cuerpo y le hacía lucir hermosa.
"No entiendo cómo pueden atreverse a despreciarme ¡Soy una princesa hermosa, elegante y con creatividad e inteligencia!"
¡Dante pagará cada lágrima! Por ahora necesito despejarme.
Chloe envió un mensaje a Julián cuando llegó a pizza Hot, escogió la misma mesa donde lo conoció hace diecisiete años y ordenó una pizza familiar con extra queso y trocitos de piña y salsa dulce; estaba muy nerviosa pues escogió ese lugar para insinuarle a Julián que aún recordaba sus pequeños detalles, pero prefería fingir y sonreír.
Julián estaba vestido con un traje negro, camisa blanca y una corbata; cuando recibió el mensaje de Chloe con la ubicación sonrió al notar que era la misma dirección en donde se conocieron, pero prefirió no mencionárselo para ver la reacción de Chloe.
Chloe sentía el impulso de morderse las uñas de la ansiedad que le provocaba esperar; estaba distraída mirando publicaciones en Instagram, cuando levantó la mirada y se percató que Julián se encontraba parado frente a ella con los brazos cruzados.
-- ¡Por dios Julián! ¿Cuánto tiempo llevas ahí?
-- El tiempo suficiente para observar el cambio de tus expresiones al ver las publicaciones en Instagram.
-- ¡Tramposo! Debiste hacerte notar, no me asustes así.
-- Perdón Nenita, pero es divertido ver que a pesar de tantos años no has cambiado, sigues proyectando la ternura que te caracteriza.
-- Gracias por la observación, pero ¿Te parece si tomas asiento y ordenamos? ¡Tengo horas sin comer!
-- Como desee la princesa.
Julián pidió la carta y el mesero le informó que ya estaba tomada su orden. Julián arrugó la frente en señal de confusión.
-- Tranquilo Julián, ya realicé el pedido, se me apeteció una pizza mixta con queso y piña y salsa dulce. ¡Espero te guste!
-- Me parece una convinasión extraña pero deliciosa, pero me hubieses esperado para ordenar y mirar que opciones tienen en el menú.
Chloe puso carita de perro regañado y Julián se sintió mal por parecer su padre al hacer ese comentario fingiendo no recordar nada.
-- No fue mi intención hacerte un mal comentario Nenita, ¿Me disculpas?
-- Está bien Julián, disfrutemos de la noche. Comieron en silencio hasta que llegó el postre y era el turno de Julián de sorprenderla, pero Chloe rechazó la idea de comer más.
Chloe amaba la pizza y el día que conoció a Julián fue una coinsidencia que realizaran el mismo pedido; pensar que Julián no recordaba ese detalle la entristeció pero lo disimuló bien, lo que Chloe no sabía era que Julián recordaba cada mínimo detalle y que se había entusiasmado al verificar la dirección a la que debía asistir.
por ello esa noche a Chloe le tocó fingir su tristeza y sonreír.
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