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Capítulo XVI: La cuarta guerra shinobi.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Obito seguía caminando cerca de las ruinas del distrito Uchiha, no había encontrado a Hinata en su habitación del hospital, así que la buscó por los alrededores de la aldea. Sabía que debía estar cerca, puesto que sentía su presencia con ayuda del Sharingan. 

—¡Obito-kun!— Hinata lo encontró primero, en medio de la lluvia y con la luna como única fuente de luz. 

El Uchiha no tardó en notar como ella tenía su Byakugan activado.

—Estás empapada, ojos de ángel— Obito se acercó a ella, acariciando su cabello y ayudándole a estar de pie. 

—Obito-kun... Lo siento mucho— la Hyuga le miró entre lágrimas, sus ojos habían vuelto a la normalidad, y al estar tan cerca de ella se volvía evidente que estaba llorando. 

Él imaginaba que Hinata se veía tan débil debido a que aún se estaba recuperando. 

—Debemos irnos de aquí— sin esperar una respuesta, Obito la abrazó con fuerza, silenciando cualquier palabra por parte de ella.

Hinata se sintió un poco mareada cuando se movieron con la técnica de Obito, pero después de que él se separó un poco, logró reconocer la casa en el país del hierro.

—Obito-kun...— 

—Quédate aquí un momento, te voy a preparar un baño caliente y algo de ropa— le dijo Obito mientras se quitaba la máscara y se apartaba de ella para irse.

Hinata lo detuvo y negó con la cabeza.

—No hace falta, Obito-kun— la Hyuga elevó su mano para poder acariciar su mejilla, su piel se sentía húmeda y fría —Voy a morir— a Obito se le cayó la máscara de las manos al escucharla. 

—¿Qué estás diciendo?— Obito tomó los hombros de Hinata, apretando su cuerpo con más fuerza de la que pretendía. 

—No me queda mucho tiempo, Obito-kun. Puedo sentirlo...— murmuró Hinata, quiso hacer un esfuerzo por seguí de pie pero sus piernas comenzaban a temblar.

Fue Obito quien la sostuvo, y resultó que hasta entonces se percató de lo pálida que estaba.

—Hinata...— Obito apoyó su frente en la de ella, cerrando los ojos para tratar de concentrarse en otra cosa que no fuera la inevitable perdida —No puedes dejarme, no lo hagas, por favor— suplicó, pero sabía que sus palabras eran en vano.

—Te amo, Obito-kun. No te dejaría solo, yo...— su voz se estaba desvaneciendo, pero su amor era tan fuerte como siempre.

—Te siento cada vez más débil, te llevaré de regreso al hospital— Obito acarició sus mejillas, la piel de Hinata se sentía muy fría, quizá la lluvia había empeorado su condición.

—Ya es tarde... ¿Puedes besarme por última vez?— la Hyuga le miró con sus ojos llenos de amor y dolor.

Hinata le había dedicado una última sonrisa, una que Obito jamás olvidaría. 

Obito sintió un nudo en la garganta, pero no perdió tiempo. Tomó a Hinata delicadamente entre sus brazos, como si fuera la cosa más frágil del mundo. Sus labios se encontraron en un beso lleno de amor y desesperación, uno que hablaba de promesas no cumplidas y futuros que nunca llegarían.

—Te amo, Hinata— susurró Obito contra sus labios, sintiendo las lágrimas correr por su rostro.

Sintió cómo el cuerpo de Hinata se volvía más y más liviano en sus brazos, y el pánico comenzó a invadirlo. Su corazón pareció dejar de latir cuando ella ya no movió sus labios junto a él. Buscó su pulso en su muñeca, en su cuello, pero no lo encontró. Su dulce Hinata había decidido cerrar sus ojos para siempre.

Hinata había muerto.

—No me dejes solo, Hinata— Obito siguió acariciando el rostro de la joven, se dejó caer de rodillas, abrazando con fuerza el cuerpo de Hinata y llorando por su perdida.

Ella ya no respondía.

El mundo de Obito se derrumbó en ese instante. Sintió como si una parte de él hubiera sido arrancada, dejándolo incompleto, vacío. Pero, aunque Hinata ya no estuviera físicamente a su lado, sabía que su amor perduraría. 

Por eso decidía odiar al mundo que le arrebató a Hinata, porque sólo el odio podía proteger el amor puro que ella le había profesado.

Llevaría siempre en su corazón la memoria de la mujer que había amado más que a nada en el mundo.

—Lo siento mucho, es mi culpa, debí haberte protegido— el Uchiha besó su frente antes de cargar a Hinata para recostarla sobre la cama.

Con pasos lentos y sin fuerza, se dirigió al armario que estaba en la habitación,  buscaba el kimono que le había comprado a Hinata, mismo que ella iba usar ese día. Porque prometió llevarla al festival de linternas del país del hierro junto a su vecina.

Con un semblante ausente, Obito le comenzó a quitar la ropa mojada para poder colocarle el kimono. Terminó llorando al mirar lo realmente bonita que se veía con ese atuendo. 

Le habría gustado llevarla de la mano hasta el parque de la plaza principal, pedir junto a ella un deseo y dejar ir alguna de las linternas que habían comprado. Quizá Hinata le habría contado entonces de su embarazo.

Obito la cargó de nuevo entre sus brazos, en esa ocasión para llevarla hacia el jardín trasero. La nevada en el país del hierro se estaba haciendo más fuerte, por lo que Obito la dio un último beso antes de depositarla sobre la nieve.

—Volveré por ti en un momento, hay algo que debo hacer antes— el Uchiha acomodó la nieve alrededor de ella, esperando que el frío conserve su cuerpo hasta que él regrese. 

Obito miró en dirección a la casa, donde había dejado su máscara. Había llegado el momento de ir hacia la reunión de los kages.

Ya nada le importaba ahora, la única persona que podía detenerlo había muerto entre sus brazos.

.

.

.

Sasuke iba corriendo de regreso a la aldea, había acompañado a Tobi a la reunión con los kages, pero después de eso se habían separado. 

Su antiguo aliado le había declarado la guerra ninja a todas las naciones, y habría estado con él de no ser porque Kakashi le confrontó para decirle que Itachi seguía con vida y estaba en la aldea. 

Necesitaba encontrar a su hermano mayor.

Sasuke nunca imaginó que estaría regresando con Kakashi, Naruto y Sakura, mucho menos si Suigetsu, Karin y Jugo le seguían haciendo compañía. Aunque lo más extraño no era eso, sino que Naruto cargaba el cuerpo sin vida de Hinata. 

Antes de irse del país del hierro, Naruto había percibido un rastro de Hinata, por lo que terminaron encontrando el cuerpo de la joven entre la nieve. Sasuke sabía que fue suerte el hecho de que Tobi no estuviera ahí, o no los habría dejado irse con el cuerpo de Hinata. 

Lo único que no comprendía es porque ella había muerto, Sakura no encontró heridas y por más que la intentó reanimar con ayuda de Karin, nada funcionó. 

Le daba pena, hasta cierto punto, ella le agradaba. Sabía que había cuidado de su hermano cuando creían que eran sus últimos días, y resultaba irónico que ella hubiera muerto en lugar de Itachi. También le causaba lástima que Naruto no había dejado de llorar desde que partieron del país del hierro, incluso se quedaba atrás del grupo a propósito para hablarle al cuerpo de Hinata, esperando alguna respuesta.

—Puedo sentir a Itachi— Karin señaló el lugar en donde el chakra del hermano de su compañero se hacía presente, Sasuke reconoció las ruinas del templo Nakano.

Antes de que el grupo siguiera avanzando, Ino apareció ante ellos e Itachi y Shisui detrás de ella.

—¿Qué hacen ustedes...?— Ino quedó congelada al ver que Naruto llevaba entre sus brazos a Hinata. No sentía su chakra, lo que provocó que sus lágrimas salieran sin control.  

—Dámela, arreglaré esto— Shisui caminó hacia Naruto pero el rubio retrocedió, siendo cauteloso.

—¿Quién eres tú?— le preguntó Naruto haciendo evidente su desconfianza.

—¿Shisui?— murmuró Kakashi, se revisó en busca de haber caído en un genjutsu, pero la presencia del Uchiha resultaba muy real.

—No tenemos tiempo para explicar— les dijo Itachi elevando la voz, haciendo reaccionar a todos —Naruto, ¿Puedes confiar en mi?— 

Naruto abrazó con más fuerza a Hinata —¿Qué quieren hacerle a Hinata-chan?—

—Haré que ella vuelva— le respondió Shisui, y al ver su sinceridad, Naruto no pudo evitar emocionarse.

—¿Realmente puedes hacer eso?— el Uzumaki le miró con un gran destello en sus ojos azules.

Shisui sonrió y asintió —Ella hizo lo mismo por mi, le devolveré el favor—  habló el Uchiha al mismo tiempo que se acercaba un poco más hacia ambos.

Naruto le entregó el cuerpo de Hinata sin protestar, Shisui sonrió una vez más al ver a Hinata, aunque le entristecía sentirla tan fría. Sin perder el tiempo, Shisui corrió de regreso a los escombros que escondían el lago de sus ancestros, Naruto no tardó en seguirlo al igual que Itachi y Sasuke.

—¿Pueden esperar un momento aquí?, Prometo que les explicaré todo cuando terminen— pidió Ino, pues quería seguir cuidando la integridad de su amiga, sería extraño que todos vieran lo que estaría a punto de suceder.

Kakashi asintió, sabiendo que podía confiar en Ino —Debo reunirme con Gai y el consejo. Dejo a Hinata en sus manos— 

—Kakashi- sensei...— lo llamó Sakura, sintiéndose un tanto insegura.

Kakashi frotó un poco el cabello de su alumna, ganando una leve sonrisa de su parte.

—Tengo que decirles lo que sucedió en la reunión, regresaré pronto— les prometió Kakashi antes de marcharse.

Cerca del lago, Shisui dejó a Hinata por la orilla del agua, observó su reflejo pero no encontró rastro de Kaede. Ella seguramente no quería aparecer.

—Sé que estás ahí, devuélveme a Hinata— le gritó Shisui visiblemente molesto, era tanto su enojo que golpeó la superficie del agua.

—¿Por qué lo haría?— el reflejo de Shisui sonrió, Kaede se estaba burlando de él.

—Te aprovechaste de su estado, ella no debía morir— le recriminó Shisui apretando sus manos, no era justo que Hinata tuviera que irse para que él regrese.

—Hinata es mi hermana, y ahora me pertenece. No me interesa nadie más— le respondió Kaede viéndolo con rencor, no habría dejado a Shisui con vida de haberse enterado que sería tan fastidioso.

—¡Obito va destruirlo todo!, ¿No lo entiendes?— volvió a gritar el Uchiha, su desesperación era palpable, e incluso Naruto, que no entendía muy bien lo que sucedía, comenzaba a irritarse. 

—Lo comprendo mejor de lo que imaginas— Kaede le sostuvo la mirada —Mi hermana siempre ha muerto por culpa de la reencarnación de Indra, ¡Y tú te atreviste a traerlo aquí!— la voz de la mujer retumbó dentro de la pequeña cueva, causando escalofríos en todos.

—¿De qué hablas?— preguntó Naruto, sin importar que, en palabras de Sakura, fuera de mala educación meterse en una conversación ajena.

—Sasuke Uchiha es Indra, es él quien siempre asesina a Hanae— Naruto miró por reflejo a su amigo, que parecía consternado por esa revelación, para Naruto no tenía sentido que Sasuke haya asesinado a Hinata.

—Sasuke-kun no asesinó a Hinata, lo hiciste tú— le recordó Ino, puesto que Shisui se había dedicado a contarles la situación mientras ellos trataban de idear un plan.

—La estoy protegido, Obito Uchiha pronto destruirá todo— le dijo Kaede, que a ese punto había llegado a su límite. Estaba de muy mal humor.

—No planeo asesinar a Hinata, ella no me ha hecho nada. Ayudó a mi hermano, eso tiene valor para mi— murmuró Sasuke después de salir de la sorpresa, era extraño creer en las reencarnaciones, y más creer que en sus vidas pasadas había asesinado a su compañera.

¿Por qué lo haría?, Si bien era un poco molesto ver cómo se perdía de amor por Tobi, ella nunca le había hecho algo directamente. Al contrario, parecía comportarse como si fuera una hermana mayor, cuidando de él y obligándolo a comer bien.

—Sasuke no podría lastimar a Hinata-san— confirmó Itachi, confiaba plenamente en las palabras de su hermano menor. No lo creía capaz de herir a Hinata deliberadamente.

—Sasuke rompió el ciclo, Kaede— una voz más fuerte se hizo presente.

Y ante la interrupción, Naruto no pudo evitar gritar "fantasmas" en voz alta, cuando por fin distinguió las dos figuras flotando arriba del agua, a la que se unió una más.Kaede por fin había tomado una forma física, y aunque parecía ser sólo un espejismo, a Naruto le pareció linda, tenía unos ojos parecidos a los de Hinata. 

—Izanami...— murmuró Kaede, sorprendida por su repentina aparición. Pocas veces se hacía presente en el mundo mortal, Izanagi era el único que solía aparecerse con más frecuencia.

—Debes hacer lo correcto— le dijo Izanami con un leve suspiro, aún no podía creer que estuviera de acuerdo con algo que Izanagi le hubiera dicho.

—Mi hermana no estará a salvo mientras Sasuke esté con vida— Kaede miró de reojo a Sasuke, no le agradaba, aunque Itachi asegure y crea ciegamente en su hermano, ella no lo hacía.

—Hinata estará bien, Sasuke no tiene esa obsesión enfermiza que tenía Indra— le aseguró Izanagi, pues sí bien parecía haber una ligera atracción entre ellos, a Sasuke parecía no interesarle Hinata en un ámbito romántico.

—¡Y yo no permitiré que le hagan daño a Hinata!— prometió Naruto con gran determinación, no estaba dispuesto a perder un amigo, menos uno tan especial como lo era la Hyuga.

Kaede observó a Naruto, sabía bien que aquel joven no mentía, podía sentir a Ashura en él.

—No es justo, nunca he podido estar con mi hermana, el futuro me mostró que esta era la única manera— Kaede se esforzó por no mostrar algún indicio de los frustrada y triste que se sentía en ese momento, pero fue inevitable, Izanami podía leerla a la perfección.

—El futuro puede ser incierto. Quizá debiste seguir a Kaiten, y buscarla justo como lo hacía él— le dijo Izanagi mientras posaba su mano sobre su barbilla por un momento, no lo diría en voz alta, pero estaba feliz de que su elección fuera mejor que la de su esposa.

—Pero a Kaiten no le funcionó, mi hermana siempre moría antes de que ellos pudieran ser felices— Kaede observó por un momento el agua del lago, no odiaba a su amigo, era el único que podía comprenderla. Por eso entendía perfectamente a Obito Uchiha y su deseo por destruir el mundo que odiaban. 

—Y lo hemos arreglado, su maldición por fin se rompió— le confesó Izanami, si bien el hecho de que Hinata muriera era parte del plan, decidió seguir el consejo de su esposo para revertirlo.

—Y sabes cuál es la manera de traerla de regreso— Izanagi la miró con una ligera sonrisa, estaba agradecido de que su esposa no le llevara la contra en esa ocasión.

Izanagi por fin quería ver a sus trágicos amantes siendo felices. Izanami no le arruinaría eso.

—Puedes tomarme— habló Shisui en dirección a Izanami, que se giró a verlo —Soy yo quien debería estar en su lugar— 

—No, debo ser yo— lo interrumpió Kaede, para gran sorpresa del Uchiha —Quiero hacer un último trato, Izanami. El alma de mi hermana por la mía, déjame estar con ella— le pidió, si su amigo Kaiten siempre regresaba para estar con Hanae, confiaría en qué a ella también se lo permitirían.

Izanami asintió —Siempre debió ser así— 

Kaede se acercó al cuerpo de su hermana, sonriéndole mientras acariciaba su mejilla —Te prometo que volveremos a estar juntas, Hanae— 

La presencia de Kaede dejó de sentirse después de un movimiento de mano de Izanami, Naruto e Ino se acercaron más a Shisui, quien sostenía el cuerpo de su amiga.

—¿Puedes escucharme, pequeña?— Shisui acarició su mejilla, era un poco extraño estar ahí con Hinata, pero comprendió que si estaba vivo era gracias a ella.

Hinata estaba dispuesta a sacrificarse por los demás.

—Shisui-kun, Naruto-kun, Ino-chan...— Hinata abrió ligeramente sus ojos, les miró con una débil sonrisa en sus labios, misma que no duró demasiado, puesto que volvió a quedarse dormida.

—¿Estás bien, Hinata-chan?— Naruto tocó su frente, preocupado porque su amiga no reaccionaba.

Ino sintió su pulso en su muñeca y suspiró al encontrarlo —Ella estará bien— se dirigió a Shisui y Naruto mientras les daba una pequeña palmada en el hombro.

Sasuke e Itachi observaron en dirección a Izanami e Izanagi, pero ellos desaparecieron de la misma forma en que habían aparecido, en silencio.

—Hinata-san tal vez tarde en volver en sí— Itachi se fue acercando al grupo, le hacía feliz que ella estuviera de regreso, también que Shisui no tuviera que irse de nuevo.

—Y ahora que Hinata-chan y Shisui-kun están aquí, Obito ya no tiene motivos— Ino reaccionó por sus propias palabras, podían detenerlo, no había necesidad de asesinar a Obito Uchiha si él miraba a las dos personas que amaba.

—Debemos darnos prisa, él nos declaró la guerra— Sasuke dió un corto suspiro, se sentía sólo un poco arrepentido de haberle ayudado.

—Es verdad, quiere destruirlo todo— Naruto acomodó un poco el cabello de Hinata, sonriendo al poder sentirla con vida.

—Mi hermano mayor puede llegar a ser un dolor de cabeza— Shisui rió ligeramente, se sentía bien el poder compartir su calor con Hinata y ver cómo sus mejillas poco a poco tomaban un mejor tono.

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.

.

La guerra que Obito había declarado se adelantó después de que se diera cuenta de que le robaron el cuerpo de Hinata, las grandes naciones ninja apenas habían podido agruparse después del gran discurso de Gaara, aunque era notable que Konoha era por el momento algo inestable, pues tanto Kakashi como Tsunade parecían no darse abasto luego de la destrucción de la aldea. 

La alianza fue un buen momento para que Sunagakure como otras aldeas hayan prometido ayudarles en la reconstrucción de sus daños al finalizar la guerra, y eso sumado a que Naruto parecía representar un nuevo símbolo de unidad, traía esperanza. 

Kakashi había sido especialmente cuidadoso al enterarse de que su mejor amigo seguía con vida, y aun en contra de la opinión de Tsunade, no reveló la verdad a las otras naciones más que a Gaara. Obito no se dejaba ver demasiado, planeando por el momento todo desde las sombras, por eso es que Kakashi estaba esperando el momento adecuado para llevar a Shisui y Hinata al campo de batalla. 

Cuando Naruto por fin se acopló al campo principal, fue porque Obito había decidido salir junto a un equipo que Naruto logró identificar como una técnica parecida a la de Nagato. Kakashi y Gai le protegían con ayuda de Killer Bee mientras Tsunade se unía a los Kages para enfrentar al inesperado Madara Uchiha. 

Naruto sabía que el plan era acercarse tanto como fuera posible a Obito para poder revelarle la verdad, no podía entender por completo al Uchiha, pero cuando Kakashi le contó que había perdido a su familia desde pequeño y después a su único hermano, sintió pena por él. Aún así, no permitía que sus sentimientos intervinieran en su batalla. Con ayuda de su equipo había podido derrotar a los cuerpos de quien en vida fueron otros Jinchuriki.

—Pareces cansado, Uzumaki Naruto— se burló Obito un tanto entretenido con el alumno de Kakashi. 

Naruto era como un reflejo de lo que pudo haber sido él. 

—No tanto como lo estás tú— Naruto sonrió, no estaba dispuesto a parecer más débil que Obito.

—¿Cuando comenzamos el plan b?— Gai se acercó a Kakashi con la clara intención de apartarse de Obito y Naruto, que parecían seguir provocando uno al otro.

—En cuanto lleguen, Shisui no debe tardar— murmuró Kakashi en voz baja, quería ser discreto para no llamar la atención de Obito, pero él no parecía muy interesado en ellos.

—Hinata todavía no está recuperada por completo, me gustaría que Tsunade regrese para poder traerla aquí— le dijo Gai, sintiendo preocupación por la joven. De no ser porque ella significaba tanto para Obito, habría optado por no llevarla al campo de batalla.

Los demás parecían olvidar que la pobre joven aún no se recuperaba de su batalla contra Pain ni del hecho de que había muerto por unas horas, y por si fuera poco, también estaba embarazada.

Detalles que no quisieron revelarle a Hiashi o al clan Hyuga por ahora.

—También a mi— Kakashi hizo notar el Mangekyo en su ojo izquierdo, confiaba en que Ino podría atender a Hinata en caso de una emergencia.

—No estoy asustado de un poder prestado que sólo puedes usar un par de veces más— le advirtió Obito, pues aunque estaba más enfocado en Naruto y Bee, todavía seguía teniendo en cierta atención en Kakashi y Gai. No podía descartarlos. 

—Naruto— Kakashi lo llamó al ver que Naruto golpeaba con su rasengan la cabeza de Obito gracias a la distracción del kamui, algo que en realidad parecía muy propio de su alumno.

—Ese pequeño idiota— Bee se adelantó a sus compañeros para recuperar a Naruto, impidiendo que reciba un ataque de Obito. 

—No puedes huir, maldito bastardo— le gritó Naruto, olvidando por un momento su plan —Dime quién eres tú— 

—Obito...— Kakashi le miró entre sorprendido y decepcionado, aunque ya sabía la verdad, una parte de él no quería creerlo.

—¿Realmente es Obito?— Gai parpadeó en varias ocasiones, tratando de asimilar que el compañero que creían muerto, en realidad ahora era su enemigo.

—No hay error, es Obito Uchiha— le respondió Kakashi aturdido, se sentía especialmente culpable de que su amigo se hubiera perdido tanto.

—Puedes llamarme por el nombre que quieras, para mi no significa nada— Obito se limitó a ver a Kakashi, debido a la conmoción, ellos parecían no querer atacar.

—¿Cómo sobreviviste?— quiso saber el Hatake, había tanto que quería preguntarle a su mejor amigo. 

Cómo el hecho de que se terminó relacionando con Hinata Hyuga. Que de recordarlo, le dolía la cabeza al imaginar la reacción de Hiashi Hyuga.

—Si sobreviví o no, no es importante— le contestó Obito sin demasiado interés, lo que menos deseaba ahora era hablar con Kakashi sobre el pasado. 

—¿Por qué estás destruyendo todo?— Naruto llamó su atención, no le gustaba el cambio de actitud en su maestro, por eso preferiría ser él quien dirigía la conversación.

Nunca había visto a Kakashi tan perdido.

—No estoy interesado en este mundo, porque pienso construir uno mejor— le dijo Obito, ahora más que antes estaba seguro de que ese era el único camino.

La única forma de poder ver de nuevo a Shisui y a Hinata.

—No entiendo porque Hinata-chan podría fijarse en un idiota como tú— soltó Naruto con odio, su amiga era dulce y amable, pero enamorarse del hombre que amenazaba a todo el mundo shinobi parecía tan fuera de sí.

Con ojos demostrando su completo enojo, Obito tomó a Naruto del cuello —No pronuncies su nombre— le advirtió, su fuerza era tanta que el Uzumaki se sintió sin aliento.

—Naruto— Bee de nuevo se acercó a Naruto para recuperarlo con ayuda de Hachibi. 

—No tengo algo que decirles, mueran atados a esta realidad— habló Obito teniendo sus ojos fijos en el Uzumaki, Naruto recordó a Sasuke cuando vió las posiciones de mano de Obito —Katon, Bakufu Ranbu—

Debido a la técnica de Obito todos debieron retroceder, aunque Naruto pudo sentir la presencia extra que había llegado para posicionarse a lado de Obito. Aún con prisa, Naruto corrió hacia Kakashi para alejarlo de las llamas del Uchiha, siguiendo a Gai y Bee en busca de un mejor punto.

—Parece que te estás divirtiendo, Obito— Madara movió su cuello, lo suficiente para que truene un poco. La pelea que había tenido antes parecía aburrida, en comparación a la de su alumno.

Obito estaba peleando con dos Jinchuriki, y él sólo con personas decepcionantes.

—Ese es...— Naruto le miró sorprendido, su cuerpo reaccionó ante el peligro haciendo temblar sus manos.

No podía ser posible que Madara esté ahí, porque eso significa que habían derrotado a Tsunade, Gaara y los demás. 

—Desafiaste al Edo tensei, no me esperaba menos de ti— Obito lo observó de reojo, Madara era como un obstáculo en su idea original, pero también creía que era algo que podía manejar.

—¿Por qué estás aquí?, ¿Donde están los demás?— le gritó Naruto, desesperado por una respuesta. Estaba demasiado lejos como para poder buscar la presencia de sus amigos.

—Probablemente no estén muy bien— le contestó Madara con calma, no parecía ser su intención, pero Naruto sentía que se estaba burlando de él.

—Obito, te apresuraste mucho. No debiste empezar el proyecto sin tener al Hachibi y al Kyūbi— le dijo Madara, no era del todo un regaño, pues al ver cómo todos se habían unido para proteger a esos dos, se imaginaba un poco el motivo de sus acciones.

"¿Por qué conoce del proyecto?", pensó Kakashi, tratando de analizar la aparente cercanía entre Madara y Obito.

—¡Hinata-chan!— Naruto gritó al sentir la presencia de Hinata junto a sus amigos. 

Obito giró en la misma dirección que estaba viendo Naruto, no le sorprendió ver a Itachi junto a Sasuke e Ino, pero su corazón pareció dejar de latir un segundo al ver a Shisui cargando a Hinata. 

Sabía bien que no se trataba de alguna clase de ilusión, pues podía sentir el chakra de ambos. 

—Hinata... Shisui...— Obito dió un paso hacia ellos, deteniéndose por un momento que pareció eterno. Se sentía en shock, no era divertido que alguien juegue de esa forma con sus emociones.

—Hoshi— Madara la observó con gran sorpresa, aunque parecía más joven, esa chica tenía el mismo rostro de la mujer que amaba, tenía sus mismos ojos. 

—Obito— Shisui intentó ir con su hermano, en vista de que él seguía sin moverse, pero antes de que pudiera reaccionar bien, ya no sintió a Hinata en sus brazos —¿Qué demonios?— murmuró.

—Te puedo sentir, Hoshi. Sigues teniendo los ojos que tanto me gustan— Madara sostuvo a Hinata entre sus brazos, acariciando su mejilla con cariño, como tanto había esperado por años.

—Creo que m-me está confundiendo. Hoshi es mi antepasado— le intentó explicar Hinata, pues aunque era verdad que fue ella en una vida pasada, también resultaba que Hoshi fue la bisabuela de su padre.

—Imagino que lo es, pero está ahí. Ella eres tú— Madara le sonrió, Hinata abrió más sus ojos al sentir los labios del Uchiha sobre los suyos —No pienso dejarte ir. Eres mía, Hoshi— le susurró cerca del oído, causándole un escalofrío que recorrió su espalda.

—Suéltala, no te atrevas a besarla de nuevo— lo amenazó Obito mientras aparecía justo frente a Madara.

—Eres un anciano para ella— le gritó Naruto, que no imaginó que terminaría hablando para apoyar a Obito.

—Sí, lo eres— se unió Shisui rápidamente.

Madara se rió fuertemente —¿Qué pretendes, Obito?— el Uchiha le observó divertido al entender que Obito realmente lo estaba retando. 

—Hinata es mía— le advirtió Obito, logrando que las mejillas de la joven se tornen rojas, algo que no pasó desapercibido por Madara.

—¿Estuviste jugando con la mujer de tu maestro?, Parece que no te enseñé bien— Madara acarició el cabello de la joven Hyuga con tal de provocar más a Obito, no estaba dispuesto a dejar ir a Hoshi, no ahora que por fin la había recuperado.

—Aléjate de ella— Obito apretó sus manos, tratando de controlarse para no hacer un movimiento precipitado que pudiera lastimar a Hinata.

—Resulta que no quiero hacerlo— Madara comenzó a reír, alterando más a su alumno.

Obito se acercó para atacar a Madara con una barra de interrupción de chakra que había preparado con su mano derecha, Shisui aprovechó la distracción de Madara para robarle a Hinata de sus brazos, mientras éste se distraía para defenderse de Obito. Hinata miró a Madara pelear con Obito, sintiéndose preocupada especialmente por Obito. Confiaba más ahora que Obito ya no tenía el sello de etiqueta de maldición individual prohibida, por qué ella misma se lo quitó cuando Obito le pidió golpear su corazón con el puño suave, Madara ya no podía controlarlo, pero aún así, tenía miedo de que pudiera sucederle algo.

—Ino, llévate a Hinata. Itachi, Sasuke y yo nos encargaremos de ayudar a Obito— le pidió Shisui mientras sus ojos se dirigían a su hermano, Obito era rápido y podía seguirle el ritmo a Madara, pero ninguno de los dos parecía estar muy estable en ese momento.

—De acuerdo— Ino asintió y sostuvo a Hinata, ayudándole a estar de pie.

—Karin, encárgate de que Naruto, Kakashi y Gai recuperen sus fuerzas— le ordenó Sasuke a su compañera, la joven pareció reaccionar al escucharlo.

Karin se acercó rápidamente a Naruto, al ser el primero que Sasuke había nombrado —Tienes que morderme— le indicó mientras extendía su brazo.

—¿Qué dices?, Primero debes pedirme una cita o algo— respondió Naruto avergonzado, Karin se sonrojó ante sus palabras.

—Cállate, idiota. No es momento para tus estupideces— le gritó Sasuke, molesto con Naruto por estar jugando en un momento tan delicado.

—¿A quién llamas idiota?— se defendió Naruto, dispuesto a enfrentar a Sasuke de no ser porque Kakashi sostuvo su hombro y negó en silencio.

—No vas a detenerme, Obito. Todo esto es por ella, Hoshi me pertenece— Madara se defendió de otro ataque de su alumno, Obito era fuerte y eso le parecía muy entretenido. 

—Ella ya no es la mujer que asesinaste en el pasado— se limitó a responder Obito, queriendo no caer en sus provocaciones.

Madara miró por un segundo en dirección a Hinata, su rapidez sorprendió a Ino, que no logró asegurar a Hinata cuando Madara volvió a capturarla. 

—¿De nuevo escoges a alguien más, Hoshi?— le preguntó Madara al mismo tiempo que acariciaba la mejilla de Hinata, quién no pudo evitar el sonrojo que se extendió por su rostro.

—¿Por qué me asesinaste?— quiso saber Hinata, tener a Madara ahí también significaba encontrar algunas respuestas.

—Porque tenías que esperarme, cuando quise regresar por ti... Ya habías formado una familia— los ojos oscuros de Madara reflejaron tristeza y cierto rencor, se mostraba tan herido que Hinata sintió su pecho oprimido.

—Madara...— para su sorpresa, Hinata elevó su mano hasta la mejilla de Madara, quien la encontró realmente cálida.

—No me puedes hacer lo mismo, tienes que elegirme. Este plan es para ti— le suplicó el Uchiha, no estaba preparado para ser rechazado de nuevo por ella. 

Hoshi era la única mujer que amó y que amaría en su vida.

—No volverás a tocarla— aprovechando que Madara estaba tan distraído con Hinata, Obito se acercó a ellos para arrebatarle a la joven Hyuga de sus brazos. 

Ante los sorprendidos ojos de Madara, Obito había hecho desaparecer a Hinata con ayuda de alguna técnica que por el momento desconocía.

—¿Ese es el poder de tus ojos, Obito?— la sonrisa de Madara se hizo más grande —Será interesante, ¿Bailamos?—

.

.

.      

Notas de la autora:

• Puede contener errores ortográficos.

• Debo decir que la idea de dejar a la Hinatita muerta y a Obito medio cumpliendo su plan fue muuuuy tentadora. Pero sentí que no era el final que se merecían, ya habían sufrido mucho incluso en otras vidas, les tocaba algo bonito 🙂‍↕️

• En fin, creo que fueron demasiadas emociones en este capítulo 🙈

• Que Kaede decidiera por fin irse fue también una forma de reunirse con su hermana pero agradeciéndole a Shisui, que estaba dispuesto a revertir el trato para dejarla vivir a ella. Así que tenemos a Shisui vivo 🙏🏻

• Y Madara viendo a Hoshi en Hinata fue divertido de escribir por el hecho de que inevitablemente tendría que pelear con Obito. Y estando Obito, Shisui, Itachi y Sasuke de lado de Naruto contra Madara, creo que quedaba claro que Madara podría tener una buena pelea, pero sería demasiado complicado que le pueda ganar a ese grupito. 

• Shisui tiene sus dos ojitos, pues recordemos que Itachi guardó su otro ojo en Naruto. Y creo que también Obito podría tener ambos ojos si Kakashi se lo cede, está en veremos por ahora jaja

Dejen sus votos y comentarios 💜 

Nos leemos en la próxima actualización 👀❣️

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