Capitulo uno.
Esta historia se remonta una sola y pequeña pregunta: "¿Y si...?"
Pregunta que dio origen a una maravillosa amistad, a un acercamiento que todos podemos pensar que es algo imposible.
« ¿Y si Chat Noir es un excelente modelo para sus prendas? »
Fue el pensamiento de Marinette una noche, cabe decir que extraña, al recibir la inesperada visita de su compañero felino con la excusa de estar aburrido hasta los bigotes, ella rápidamente arrancó y ocultó las fotos de su amor secreto no tan secreto.
Ella ya había acabado sus deberes por la tarde, así que como buena artista estaba dedicando parte de la noche en poner su inspiración en marcha, terminando una chaqueta de mezclilla con unos parches al estilo de los años 80.
No estaba terminada, pero llamó mucho la atención de Chat, quien sin su permiso (Como de costumbre, como cuando entraba a su habitación sin su consentimiento) tomo la chaqueta y se la probo, descubriendo que le quedaba casi como un guante y que Marinette de verdad tenía mucho talento.
Por su parte descubrió que Chat Noir tenía un talento oculto sobre el modelaje ¡Vaya que sabía posar! Además así fue más fácil para ella encontrar los puntos débiles de su prenda y corregirlos.
« ¿Y si Marinette puede ser una chica más extrovertida y un gran apoyo? »
Pensó Adrien, después de ir a apoyar a Marinette por las noches con sus diseños, siendo Chat Noir ella actuaba realmente cómoda alrededor de él, como si fuera lo habitual, incluso el pan de cada día, hasta el punto de oírla gritar cosas que nunca imaginó que saldría de su boca.
Además que últimamente lo recibía con leche y bocadillos de la panadería de sus padres cuando se enteró que no habituaba a comer ese tipo de alimentos para su desgracia.
Y siempre lo escuchaba, aunque siempre hablara de los mismos temas, particularmente de su infancia, de cómo extrañaba a su madre y como era ella, hasta de su hermosa Ladybug, era muy fácil hablar con ella siendo Chat Noir, tanto que Adrien comenzó a sentir una leve punzada de celos de su alterego.
« ¿Y si fuéramos amigos? »
Más bien la pregunta era "¿Y si ya éramos amigos?" Pero realmente no importó mucho, podían sentir confianza entre ellos y una amistad tan única y tan extraña al mismo tiempo.
Estaban acostumbrados el uno al otro, pero a la vez comenzaban a acostumbrarse a ese contacto. Contradictorio, pero así se sentían ambos y también podían imaginar que el otro se sentía de esa manera.
Y así, ambos comenzaron a atravesar ese camino tan duro y tormentoso llamado "Adolescencia" más juntos de lo que creían, llegando así a estar a un paso de ser "jóvenes adultos" cuando sus respectivos cumpleaños número 18, llegaron.
Aun así seguían siendo tontos, muy tontos, tenían a su gran amor delante de ellos cada día y cada noche más cerca, pero no eran capaces de ver más allá.
Aunque, en esta etapa de sus vidas las hormonas ya comenzaban a formar un papel muy importante.
Como por ejemplo, Adrien tenía que girar la mirada más habitualmente de lo que pensaba, debido a un intenso cosquilleo que sentía en varias partes de su cuerpo al observar detenidamente a su amiga.
El mismo asunto cuando veía a su amada Ladybug.
Y bien, si para Marinette siempre fue sumamente atractivo Adrien (Con quien por gran milagro compartía salón los últimos años, siendo este el ultimo donde partirían a la universidad) No cabía duda que la pubertad de había sentado más que bien y no podía apartar su mirada de él.
Pero ahora tampoco podía apartar su mirada de Chat Noir, el condenado se había puesto malditamente bueno, ¡Y ese traje de cuero sí que le hacía justicia!
Se había encontrado a si misma observando fijamente la figura de su compañero y amigo, tanto en los patrullajes como en sus visitas nocturnas y era tan, pero tan tentador el simple hecho de verificar si sus músculos eran tan firmes como aparentaban ser.
Simplemente ya no podía ver esas visitas nocturnas como algo inocente, e incluso había pensado en decirle que dejara de hacerlo, pero después de 2 años ya lo sentía como parte de un ritual, y no quería dañarlo de alguna manera.
Así que, por el bien de ella, tendría que resistir.
Y, por el bien de él mismo y de su amor por Ladybug, también tenía que resistir.
— Tu turno — Habló Marinette mientras tomaba un sorbo de la bebida que posteriormente estaba en el escritorio, había podido conseguir un poco de Whisky y lo habían combinado con agua mineral.
No acostumbraban beber bebidas alcohólicas, pero quizás la curiosidad había matado al gato, además con ellos cuidándose las espaldas todo saldría bien.
Y no es como que fueran a tomar una botella entera, lo más que habían conseguido para experimentar había sido medio vaso extraído de una de las botellas de Tom Dupain.
— De acuerdo... ¿Y si te dijera que mis poderes vienen porque me mordió un gato radioactivo? — Levanto sus garras, intentando hacer la pose más felina que podía, con resultado nulo.
— Difícil de creer, la radioactividad podría matar al gatito, y de paso a ti — Comentó levantando los hombros y sonriendo burlonamente.
— A Spiderman le funcionó — Refunfuño, frunciendo su ceño, Marinette giro el rostro para intentar restarle importancia — Te toca, escúpelo —.
— ¿Y si un día no pudieras ehm — Hizo una pausa, pensando bien sus palabras — Quitarte el traje de Chat Noir? —.
— Cierta princesa tendría que adoptar a este minino —.
Y ahí estaban de nuevo con ese juego que ellos mismos catalogaban como catastrófico, consistía en plantear situaciones hipotéticas y contestarlas de la mejor manera.
Usualmente comenzaban cuando era un día aburrido, pero ambos sabían que en algún momento aquel juego se convertiría en una muy mala idea.
— Bien, me toca — Tomo su barbilla con sus manos enfundadas en aquellas curiosas garras — Uhm, okey ¿Y si descubrieras que soy Chloe Bourgeois cuando no soy Chat Noir? —.
Marinette escupió el agua que estaba tomando.
— ¡¿Estás diciendo que lo eres?! —.
Chat limpió su rostro de toda el agua que Marinette escupió sobre él y solo suspiró.
Ok, se había pasado un poco.
— Princesa, bien sabes que así no es como jugamos este juego — Le guiñó un ojo, logrando que a Marinette le recorrieran unos escalofríos por la espalda.
Tragó saliva, maldito gato.
— Bien — Mordió su labio inferior, pensando — Si fuera así, lo más seguro es que nunca más me sentiría atraída hacia ti — Dijo con sinceridad, más que nada para probar el ego del superhéroe.
¿Ven? Juego peligroso.
— ¿A-atraída por mí? — Sus ojos se ensancharon de la impresión ¿Acaso estaba bromeando, no?
O quizás era por que en algún momento ambos iban a salir quemados.
Marinette sonrió maliciosamente mientras que por dentro solo se estaba dejando llevar.
Usualmente en este punto ambos sabían que debían detener el juego, pero también después de tantos años era divertido ver hasta qué punto se aventuraban, además que avergonzar a Chat era más que divertido.
Porque había aprendido que entre ella y su alterego, solo su identidad civil lo podía poner en ese estado.
O quizás, solo quizás, el poco alcohol consumido estaba haciendo presencia en ellos.
— Mi turno. Veamos... ¿Y si te dijera que me has atraído en más de una ocasión? — .
— ¿Es por qué soy increíblemente atractivo? — Dijo sonriendo de manera socarrona.
Y bueno, otras veces se comportaba de manera muy engreído.
Marinette torcio levemente su boca, para después suspirar.
— Pienso yo que tengo una especie de debilidad por los rubios con ojos verdes, son un infierno — Suspiró, riendo levemente — No te lo tomes personal por favor —.
— ¿A que otro rubio y de ojos verdes debo vencer para ganarme tu afecto? — Comentó de manera seria, intentando parecer lo más apacible posible.
Bien sabía que Marinette tenía un llamado "Crush" pero, a pesar de sus insistencias al preguntar sobre este, nunca quiso hablar sobre algo de aquel personaje.
Y vaya que le sorprendía un poco, al mismo tiempo que le molestaba un poquito.
«Pero solo un poquito» Se dijo a si mismo.
— Bien sabes que así no es como se juega esto, gatito —.
— De acuerdo — Pensó un poco su pregunta — ¿Y si fueras a decirme quien tiene tu corazón, princesa? —.
— No creo que eso cuente, es trampa —.
— Hice una pregunta con "¿Y si...?" y es literalmente la única regla del juego.
Marinette hizo una mueca demostrando incomodidad ante la pregunta, realmente no quería contestar eso.
— Disculpa, princesa — Hizo una pausa — No quería ponerte incomoda — Bajó la mirada levemente — Creo que soy algo torpe en muchas ocasiones —.
Ella observo como sus orejas caían hacia adelante, dándole un aspecto de arrepentimiento.
— No es tú culpa Chat, es más bien la mia — Suspiró — Mira, nunca lo he dicho, aunque es algo muy obvio para las personas que están a nuestro alrededor pero sencillamente me siento avergonzada —.
— ¿Por qué te sentirías así? — Preguntó, tomando su mano que se encontraba sobre su regazo.
— Porque llevo tres años enamorada de él, pero mi cobardía no me deja declararme para almenos recibir un rechazo digno — Bufó, girando su cabeza hacia otro lado al tiempo que Chat se posicionaba a un lado de ella sobre el piso.
— ¿Por qué no lo haces? Estoy seguro que sería un tonto si te rechazara —.
— No es tan fácil, además, tú tampoco te has declarado a tu Bugaboo —Comentó ella, frunciendo el ceño y preguntándose por qué de pronto aquello le preocupaba, realmente no tendría el corazón para lastimar a su amigo.
— Ella sabe de mis sentimientos, por ahora no siente lo mismo, pero sé que me quiere y yo tratare de ganarme su corazón — Ella giró su mirada para encontrarse con la de él, realmente hablaba con el corazón — Confiésate, Mari — Un gesto pensativo apareció en su rostro — ¡Ya sé! Practica conmigo, imagina que soy tu chico rubio y de ojos verdes, no va a ser tan difícil — Bromeó.
Era irónico que él la alentara, y no le parecía buena idea.
Pero aquel leve rastro de alcohol le decía lo contrario.
— ¿Estás seguro? —.
— Vamos Mari, podrás hacerlo, practica conmigo lo que dirías al rubio seguramente oxigenado —.
Marinette rió e intento estar molesta por el comentario, pero lo dejo pasar.
Ella suspiró, tomando el coraje.
— Desde el momento en el que nos conocimos nunca dejaste de sorprenderme — Cerro sus ojos recordando cuando un joven Adrien se disculpó con ella aquella tarde de lluvia — Me hiciste querer ser una mejor persona en todo aspecto — Por un momento Chat sintió una pequeña punzada que intento ignorar — Creo que lo que quiero decir es que estoy irremediablemente enamorada de ti, Adrien Agreste —.
Y al escuchar el final de aquella frase, el corazón de Chat Noir, no, más bien, el corazón de Adrien Agreste empezó a latir de manera frenética.
Estaba en shock.
Y su rostro completamente sonrojado lo demostraba.
— ¿Chat? ¿Todo bien? — Preguntó ella, mostrando la preocupación por la actitud de su amigo.
[…]
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Primer capitulo de este Twoshot. Con suerte esta semana subo la siguiente parte si es que tiene buen recibimiento uvu
Lo escribí cuando no tenía nada que hacer en el trabajo (Uno de los dos que tengo)
En fin, esperó que les guste este uvu
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro