Tormenta.
"A menudo la lluvia encierra sin saberlo dos corazones en la misma tristeza"
Llevo dos semanas intentando hablar con Amanda, las primeras dos veces ella me recibió y me dijo lo que todos, "no puedes ir, el esta bien" las siguientes veces no me recibió, su asistente se limito a decirme que estaba en reuniones y que estaba muy ocupada reforzando la seguridad.
Alec no me hablo en esas semanas, para ser sinceras ni siquiera lo vi en todo ese tiempo, eso me frustraba, pero lo entendia, despues de todo no soy su persona favorita, por otra parte me había limitado a solo salir de mi habitación para ir al comedor, aun no me habían encontrado un entrenador adecuado por lo que seguia sin entrenar.
Hubo un dia incluso en que considere escaparme, armar un plan y ir a ver a Regen, pero ese mismo dia Amanda me mando a llamar y no me pude negarme después de todo es lo que buscaba desde mucho.
— Lo siento muchísimo cariño, después del ataque de los Norystarc tuve que ocuparme de mucho— me dice.
Lleva un vestido color negro, el pelo atado en una coleta perfectamente peinada y los labios con su labial caracteristico color rojo vino, me señala una silla para que me pueda sentar, obedezco mientras ordeno en mi mente lo que tengo que decir.
— ¿Sabes cómo entraron? — le pregunto.
Noto que tiene rasguños por el cuello, supongo que esos seres la dañaron, si yo no hubiera llegado seguramente la hubieran matado.
— Se están volviendo inteligentes — me responde — Me dijo mi asistente que me buscabas con urgencia, supongo que por lo mismo del ser lluvia.
—Regen, su nombre es Regen — la corrijo.
— Regen entonces — estira sus manos para tomar las mías — Escucha cariño, después de el ataque de los Norystarc es muy peligroso...
— Necesito verlo — la interrumpo — Por favor.
Separa sus manos de mi, escucho como su silla se mueve y mi mirada sigue sus movimientos, se para en frente de la gran ventana donde se ve el pueblo experimental a lo lejos, me estira su mano para que se la tome y me ubique a su lado.
— Valeza se creo para proteger a seres como Regen — me toma del hombro delicadamente — Creamos un lugar para ellos, para que siguieran con su vidas lejos de Ataraxia y de los Norystarc, cariño, Regen ya debió crear su vida, es momento de que tu hagas la tuya.
Me aparto, mis ojos no pierden de vista el pueblo experimental, ahí fue donde conocí a Regen, esa noche bajo la lluvia el llego, fue creado, bajo la lluvia junto al mar nos besamos, en las noches de frio nos abrazamos y cuando las estrellas salían, pedimos deseos, me niego al pensar que el ya hizo su vida.
— No te vas a rendir ¿Verdad? — me dice y me abraza — Al verte me veo a mi hace algunos años, te dejare verlo, pero una vez que pase no podrás hacerlo otra vez, son las reglas ¿Entiendes?
Mi corazon late con fuerza, asiento con demasiada felicidad que la hace sonreir, esta vez soy yo la que la abrazo con cariño y fuerza, no puedo evitar sentir mariposas en mi estomago, en valeza te enseñan a controlar tus emociones pero, joder chico lluvia mi entrenamiento no sirve contigo.
Diez minutos después estoy en la salida de Valeza, Amanda aparece a mi lado tomándome de la mano y diciendo que me acompañara, Alec tambien viene y aunque no me habla me sonrie a lo lejos, nos subimos a las camionetas, mis nervios van de mal en peor, dos soldados se ponen en las orillas de las ventanas de la camioneta con armas por si algo nos ataca.
En todo el camino nos prohiben hablar, aunque estamos en un área segura es posible que algo nos ataque, cierro los ojos cuando los rayos del sol tocan mi rostro, mi corazon late con fuerza al darme cuenta que estoy fuera, en el mundo real, lleno de peligros pero es hermoso, las flores hacen que el bosque tenga color, algunas brillan como si fueran pequeñas lamparas.
Alec me toma la mano, esta igual de emocionado que yo, es nuestra primera vez fuera y aunque estamos dentro de un auto es igual de emocionante, la mayor parte de mi vida estuve encerrada en Valeza, después me mandaron a el pueblo experimental, tengo derecho a emocionarme.
— Estamos por llegar — anuncia el soldado que conduce.
Aprieto la mano de Alec, el me sonrie para que me calme, pero suelto su mano cuando una gran puerta dorada se alza ante nosotros, estas se abren dejando paso a el mejor escenario que he visto en mi vida, abro la boca asombrada cuando noto que hay casas a lo largo del lugar, en cada una de ellas estan ellos, los seres lluvia.
Es imposible describir este lugar, pero puedo decir que el brillo de la felicidad abunda en cada casa y cada ser, hay pequeñas gotas doradas que caen del cielo haciendo que el pasto verde se pinte de pequeños toques dorados.
— Es hermoso ¿verdad? — me pregunta Amanda.
No respondo, mis ojos lo ven, como si nuestra conexión fuera única el tambien me ve y su boca se entreabre de asombro, ya no escucho y no veo a nadie que no sea el, es hermoso, las gotas doradas tiñen su cabello blanco de dorado, no soy consiente de lo que hago, solo se que abro la puerta de la camioneta con la misma rapidez que mi corazon late y corro hacia el.
Escucho a lo lejos los gritos de Alec pero los ignoro, mi mente no obedece ordenes, mis pies solo quieren ir adelante y mi cuerpo quiere sentirlo a el, y cuando lo hago puedo sentir como mis lagrimas caen de felicidad pura.
Nunca crei que yo dependiera de una persona, tampoco crei enamorarme, mucho menos que aquella vez que me mandaron al pueblo experimental encontraría al amor de mi vida.
Mis manos rodean su cintura y mi mejilla se pega a su pecho mientras acepto que al fin estoy con el, que al fin lo tengo junto a mi, podría fácilmente quedarme ahí junto a el.
Pero mi felicidad se esfuma cuando noto que el no me abraza, no lo hace, lo abrazo con fuerza esperando que el corresponda a mi abrazo pero no lo hace.
— ¿Que pasa Regen? Estoy aqui — digo en voz baja solo para que ambos lo escuchemos.
— Summ, ¿Que haces aqui?
Y con la misma fuerza en que mi corazon latio al verlo, asi es con la misma fuerza en la que mi corazón se rompe en pedazos al escuchar mi nombre en su voz, nunca crei que extrañaria tanto su apodo como ahora, y en un movimiento delicado separa mis brazos de el.
Siento como si me arrancaran cada parte de mi, que en un momento lo tenia y ahora ya no, me atrevo a alzar la mirada a sus ojos plateados, dicen que el corazon roto duele, nadie me dijo que dolería tanto.
Podría soportar cualquier cosa pero no esto... no el mirandome a los ojos sin amor, sin ternura.
Me aparto, mi mano va inconscientemente a mi pecho, la presiono ahi como si quisiera tocar mi corazón y decirle que todo va a estar bien, que esto no esta pasando, pero esta vez yo no puedo controlar mis lagrimas, Regen ama la música, pero en esta ocasión no hay ninguna canción que le pueda cantar para tenerlo de vuelta.
— Yo...debería irme — logro articular.
— ¿No te quedaras? Tengo que presentarte a alguien...
Una chica aparece junto a el, es hermosa, el pelo blanco largo trenzado caen detrás de su espalda y su sonrisa es como un cuchillo en mi corazon, cuando Regen la mira...¿Como decirlo sin que el corazón se me rompa mas? La mira como cuando alguna vez me miro a mi en aquellas tardes en que nos quedamos abrazados.
— ¿Estás enfadado? — le pregunto.
— Estaba, me mentiste — baja la mirada haciendo que yo no pueda mirarlo a los ojos — Pero después lo entendí, gracias por cuidarme todo ese tiempo.
¿Cómo puedes amar a alguien que no existe? No lo sabia, hasta que el apareció, el existe es cierto pero mi corazon lo empieza a evitar en el momento en que su mano toma la de ella, dejando mi corazón roto en medio de la tormenta mientras él alcanza el arcoiris que alguna vez yo quise alcanzar junto a él.
— Déjame preguntarte una cosa — me acerco a el, y en un movimiento lento mis labios tocan su mejilla —¿Cuando dejaste de amarme chico lluvia?
Siento como se tensa.
— Nunca te ame, ni siquiera esa vez que te bese mientras veiamos las estrellas.
***
Me deje caer en la cama, sabia que Amanda posiblemente estaba vigilando por las camaras, seguramente estará preocupada, pero mi corazon no puede parar de doler y mi mente no deja de pensar en las últimas palabras de Regen.
Estaba preparada para quizás me ignorará, o para su mirada de decepción, incluso para que me gritara pero sabía que mi chico lluvia no haría eso.
Pero no estaba preparada para que me dijera que no me amaba.
No fui tan fuerte, porque en cuanto una lagrima salio de mis ojos y la aparte enojada, otras más salieron desesperadas por gritar el dolor que guardaba mi corazón. No podía parar de pensar en lo poco que quizás fui para el, en que una humana como yo no era bueno para el.
Quiza la chica que estaba detrás de él era lo mejor.
Pero ¿Por que yo no?
Y una vez más, igual a aquella noche lluviosa en que lo encontré, igual a aquella noche en el que pedía a gritos morir, igual a aquella tarde en que me hizo creer que viviría por mi, una vez más, vuelvo a ser presa de aquella soledad a la que llamo vida.
Cierro los ojos esperando dormir, pero unos toquidos muy lejanos me sacan de mis pensamientos, los ignoro, solo escucho la tonada cálida que con el tiempo de espera se vuelve cada vez más exigente, mi cuidador tambien decia que tenia una sorprendente habilidad para reconocer algo a base del ruido. Es Alec.
Una vez dije que Regen y yo éramos perfectos, pero la perfección no existe, supongo que a veces te toca ser solo un momento en la vida de alguien.
Abro los ojos volviendo a la realidad cuando los ruidos son mas secos y fuertes.
— Traje comida — escucho a Alec al otro lado de la puerta.
—¿Que te hace pensar que con eso abriré?
— Bueno...la Summer que conozco no se resistiría a un pedazo de pastel de chocolate.
Me levanto y abro la puerta, Alec está recargado con los brazos cruzados y en una de las manos una pequeña bolsa donde se ve el pedazo de pastel, me sonríe triunfal antes de mirar a las camaras.
— Todo tuyo — me entrega la bolsa antes de entrar.
— A veces odio que me conozcas bien — gruño.
Cierro la puerta detrás mío, me siento junto a él en la cama, trago saliva cuando los recuerdos llegan, en lugar de que me deprima mas optó por tomar una gran cucharada de pastel y metermela a la boca, ya entiendo eso de comer cuando estás triste.
— ¿Cómo estás? — me pregunta.
— Oh ya sabes, ando tirando mariposas y brillitos por la cola, casual ¿Y tu?
Noto como sonríe, me quita un pedazo de pastel al cual yo reclamo pero muy tarde porque se lo mete a la boca...el pastel je.
— Notaste lo mismo que yo ¿No? — me pregunta.
Mastico lentamente el último pedazo de pastel antes de responder.
— Lo hice.
—¿Y porque estas tan tranquila?
Es verdad que el corazón se rompe, es verdad que sana, es verdad que se sufre en el amor, pero en esta historia, yo no soy la que sufre, en esta historia Regen es quien lo hace.
Es curioso cómo una persona puede engañar, pero todo engaño tiene una pequeña abertura a la verdad, es verdad que Regen y yo no tuvimos el tiempo para conocernos completamente, pero dos personas no necesitan tiempo para hacerlo, a veces solo basta un par de miradas de sinceridad en el alma para conocerse completamente.
—Solo estoy esperando a que caiga el rayo para que comience la verdadera tormenta.
Alec hecha un leve vistazo a la cámara de mi habitación y después recuesta su cabeza en mi hombro, su dedo busca la palma de mi mano y dibuja letras invisibles en ella.
"MIENTE"
Mire triste a Alec, sus ojos tenían un leve color rojizo de haber llorado, tristemente estuvimos esperando una traición, pero esa traición venia de alguien que no esperábamos. Amanda.
En un principio no lo entendi...despues todo cobró vida, Regen y yo nunca nos besamos en otro lugar que no fuese en la playa, pero eso nadie lo sabía, solo nosotros dos, el me dio a entender que algo estaba mal, asi que en el momento que el dijo esas palabras fue como luz roja a mis habilidades.
No se que carajos esta haciendo Amanda, pero lo descubriré, y cuando lo haga empezare la verdadera tormenta. Esto va por ti Regen.
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