Si somos Ex, somos panas.
"Y colorín colorado, el trasero ha enseñado"
Dicen que las historias de fantasía solo son eso, historias, al igual que esas palabras que nos roban el corazón y que están plasmadas en un libro, porque al fin y al cabo, los personajes, los momentos y lugares, no suelen ser reales.
Pero...la realidad apesta.
Eso lo entendí, como entendí que en ocasiones ese mundo de fantasía si puede llegar a ser real, solo que nosotros estamos metidos en la idea del "no" hasta que todo aquello imposible se volvió realmente imposible.
Pero ví como esa noche, mientras la lluvia caía, mientras la oscuridad llegaba, ví como las historias cobraban vida.
¿Alguna vez han sentido que no estamos realmente solos? Si, suena loco, quizás me estoy volviendo loca pero...no conocemos más haya de unas cuantas imágenes que nos dan del universo, ni siquiera conocemos la mitad de nuestra ciudad.
Ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos.
Tenemos sueños, cada persona vive su propia historia y es protagonista de ella, cada quien es el malo en las historias de otras personas ¿Entonces quien es realmente bueno y malo?
El mundo es confuso, pero Regen lo ve con esas ganas de conocerlo, de conocer la gente, las acciones y costumbres.
¿Cómo le explico que el mundo real no es tan bonito? ¿Cómo le explico que la gente destruye aquello que es diferente?
Si algo se que me gusta es la música, cada parte, cada letra y tonada.
Todo se vuelve inexplicable cuando encuentras una canción que te describe perfectamente.
Le pongo agua a la lavadora mientras la música se reproduce a través de mis audífonos, Regen está sentado en las pequeñas escaleras de concreto que dan para el jardín, esperando pasiente a qué termine de hacer los deberes, le prometí que le iba a dar de esos dulces que te pintan la lengua de azul, después de que terminara los deberes.
Mueve los pies como un niño pequeño esperando.
Tomo el jabón en polvo y lo pongo junto con la ropa, la primera vez que lave una ropa termine tiñendo mis sostenes blancos de color rojo por mi blusa del color.
Hasta el momento lo peor que ha pasado es que metí mi ropa interior en la secadora y creo que se me olvidó poner la tapa porque en cuanto empezó a dar vueltas mis calzones salieron volando.
No sirvo para ser adulto.
Tarareo la parte de una canción mientras espero a que la ropa cumpla su tiempo de lavado, una vez que lo hace me dedico a tenderlo antes de encargarme de darle de comer a las gallinas.
Jo toda una linda campesina.
La primera vez que Regen conoció las gallinas este entro queriendo tocarlas, los pollitos son los que más le llamo la atención, pero las gallinas adultas se fueron contra el picoteandolo, creo que incluso uno le picoteo el trasero.
Desde ese día ya no quiso acercarse a ellas y lo entiendo...un día a mí me persiguió un guajolote (pavo) corrí por mi vida.
Una vez terminada mis deberes le hago una señal para que me acompañe adentro, saco la pequeña bolsa de dulces en dónde están los dichosos, se sienta a lado de la cama en el suelo.
—Ven aquí — dice.
Me siento a su lado y le pasó la paleta de color azul mientras yo meto a mi boca una paleta del mismo color, la música se reproduce en mis oídos haciéndome tararear un poco.
—¿Que es eso? — pregunta mientras me los quita de golpe.
Ay mis audífonos.
— Casi me quitas la oreja — le reclamo.
—¿Y? — parpadea curioso viendo los audífonos.
Pongo los ojos en blanco mientras veo como se pone los audífonos en frente para verlos mejor, sonrió cuando con la mirada me pregunta cómo se usan.
— Yo te los pongo — le digo sonriendo.
Veo como se inclina un poco para quedar a mi altura y poder ponérselo en sus oídos, le pongo pausa a la música y el espera curioso a qué suene la siguiente canción.
—¿Listo? — le pregunto y el sonríe.
Tomo mi móvil y le pongo play a la canción, no tengo ni idea de que canción es pero el parece asombrado, se toca las orejas emocionado mientras yo no puedo evitar sonreír por sus caras.
—¡Mi cerebro suena! — grita emocionado.
Lo guío a las escaleras de concreto y ambos nos sentamos juntos, espero pasiente que que el termine de escuchar la música pero entonces levanta la mirada y me pone un audífono en mi oreja.
—Juntos. — dice.
Sonrío y también escucho la música, no reconozco la canción, la verdad es que tengo muchas en la lista que son muy difíciles de recordar, pero la letra es melancólica y al mismo tiempo romántica.
Siento como el aire toca mi rostro y si, aunque suene loco, desearía quedarme así todo el tiempo.
Veo como alza la mirada hacia mi, quien diría que aquel chico que aparecería aquella noche de lluvia llegaría a hacerme sentir que quizás la muerte no siempre es una opción, el no lo sabe pero...esa noche me salvó.
—La canción dice "yo moriría por ti" pero...yo no moriría por ti, yo viviría contigo, que me cuentes cosas, no quiero algo que es rápido, quiero algo largo y duradero, quiero vivir para ti y que tu vivas para mi.
Y me sonríe, con esa sonrisa que demuestra que lo que dijo es más que seguro que lo cumplirá, desde el primer día el sabía mis intenciones, sabía lo que quería y pedía, más sin embargo el no fue como todas las personas que lo notaban.
"La hija del señor Williams es tan débil que no quiere vivir, se intento suicidar"
"Débil"
"Morir no es una buena opción, solo es debilidad"
"Solo lastimaras a quienes te aman"
¿A quien iba a lastimar? ¿A las mismas personas que con el pretexto de "porque te amamos" me destruían con sus comentarios? No, quizás si era débil, quizas morir no era la mejor opción, pero era mi única salida.
Morir o vivir, ¿Que diferencia hay? Estás viviendo pero solo es una manera de morir lentamente.
Llore en las noches hasta que me quedé dormida, los de mi clase decían que era porque quería llamar la atención, mi madre decía que era por mi edad, realmente las personas se las pasan buscando el porque y nunca el como se arregla.
Regen fue diferente, en algún punto de la historia no fue el "No lo hagas tienes mucho que vivir" y empezó a ser el "viviré por ti"
Sin querer me enseñó cuánto vale vivir y cuánto vale morir, y si me preguntan nuevamente, ahora vivir tiene un valor más importante, porque lo tengo a él y se que el solo no podrá, me tiene a mi y yo lo tengo a él y eso...eso es lo único que me importa.
— ¿Te puedo pedir algo? — me pregunta y yo asiento— Por favor, vete cuando ya no te necesite... porque si te vas cuando te siga necesitando, moriré contigo.
Hago una mueca, siento como su mano alza mi barbilla, retiro la paleta de mi boca y está acción llama la atención de Regen, mis nervios vuelven cuando su mirada intensa no sé aparta de mis labios.
Y entonces pasa, su pulgar traza la curva de mis labios, siento como un leve escalofrío recorre mi cuerpo, trago saliva ante la cercanía, estamos muy cerca...
Está muy cerca de mis labios... esa cercanía se esfuma cuando se aparta mirando su pulgar, frunce las cejas mirando como su pulgar está levemente manchado de azul, curiosidad pura, solo eso.
Jsjss déjame captar está humillación.
Aparto mi rostro sientiendo mis mejillas sonrojadas, afortunadamente el momento incómodo se ve interrumpido ante dos toquidos en la puerta. Camino hasta la puerta de la casa encontrándome con las dos personas que esperaba que vinieran.
— Tu madre está furiosa — dice Liz mientras se mete a mi casa como si fuera su casa.
¿Que le pasa a la gente que ahora se adueña de mi casa? Ni es tu casa boba.
—¿Te ha llamado? — le pregunto.
Mira a ambos lados y se asegura de que Regen no está.
— Me ha llamado toda la noche porque tú no contestas, quiere saber las razones de lo que hiciste, los de...
—¿Quien es gotita?
Ambas giramos el rostro encontrándonos con Regen que se sienta en la mesa mirándome.
— Hola — saluda Alec.
Regen lo mira y alza la cabeza en modo de saludo ¿De dónde aprendió eso? Los gritos de emoción por parte de Liz llaman mi atención.
—¡Holaaaa!
Y se abalanza hacia el chico lluvia, los miro incrédula cuando Regen medio sonríe ante el abrazo intentando correspordele.
— Volviste chica café.
Alec sonríe ante el apodo pero Liz parece toda boba porque Regen le ha puesto un apodo.
— Ser creativo con los apodos no es la habilidad del chico — se burla.
— Cállate Alec — lo regaño.
— Y disimular que estás celosa tampoco es lo tuyo.
— No estoy celosa.
— Eso es más falso que los "te quiero" de mi ex.
Lo miro alzando una ceja.
— Yo soy tu ex idiota.
— Ah, igual tus te quiero eran falsos que.
Suelta una carcajada dándome un empujón con el hombro juguetón.
— Vamos, antes de ser novios éramos amigos.
—¿Y quieres que te cuente de lo que siento? Somos ex's Alec.
Me alborota el pelo mientras yo lo empujo sonriendo.
— Si somos ex, somos panas.
Sonrío cuando logro empujarlo y alza la mano dándose por vencido, mi mirada va hacia el chico lluvia que parece entretenido con lo que le dice Liz.
— Liz, deja de babear por el novio de Summ y di lo que tenis que decir. — dice Alec.
—¿Es tu novio? ¡Perdón, no lo sabía! — se levanta alarmada.
— No es mi novio.
Pero no le estés coqueteando.
¿De dónde se apaga mi conciencia?, Liz parece emocionarse otra vez ante mi contestación, Regen me mira con esa mirada de que tiene la duda de algo, seguramente me preguntara después.
— Hoy en mi casa hay fiesta — sonríe Liz.
—¿Que?
— Y es obligatorio que vayan — me mira — No pueden faltar.
Era obvio que esto sería.
Asiento aceptando las cosas, eso me pasa por tomar decisiones tan deprisa, cada paso que doy... joder ¿Estoy haciendo lo correcto? Regen vuelve a lanzarme otra mirada y le sonrió para que vea que todo está bien.
— Bueno, voy a seguir avisando, el Internet aquí es una mierda, me queda avisar casa por casa.
Se agacha un poco y le da un último abrazo a Regen, este sonríe ante el afecto, Liz se despide sonriendo mientras que Alec me lanza una mirada de burla ante mis reacciones.
— Ni a mi me celabas tanto — se burla.
— Ni i mi mi cilibis tinti — lo imito.
—¡Aleeeec! — Liz le grita y Alec me mira.
— Nos vemos, linda ex.
Sonríe mientras sale con las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones con una sonrisa en el rostro, cierro la puerta sonriendo.
Ahora resulta que los ex's pueden ser amigos.
Me giro y choco con algo duro, es el pecho de Regen, alzo la mirada dando un paso hacia atrás.
— Perdón — me disculpo.
— ¿Por qué tus sentimientos son confusos cuando estás cerca de Alec? Trato de entenderlos pero...no puedo.
— Regen... — le interrumpo.
— No me interrumpas quiero saber...
—¿Dónde están tus pantalones?
— Me los quite. — dice como si nada.
— Ve a ponertelos — digo tapándome los ojos — No puedes ir por ahí enseñando el trasero.
— Pero me gusta estar fresco del culo.
Afortunadamente su sudadera de tela delgada le tapa lo necesario aunque el bulto sea notorio, aparto la mirada con las mejillas rojas. Lo empujo cerrando los ojos y obligandolo a qué camine a ponerse pantalones.
— ¡No digas esa palabra! ¡Y ponte pantalones!
— ¿Gotita? ¿Iremos a dónde dijo la chica cafe?
—¿Ya te pusiste pantalones? — le pregunto.
Escucho como suelta una carcajada.
— No...
— Cuando te los pongas te digo.
Ay mamá, sal de mi cuerpo.
***
Una fiesta, dos palabras que no me gustan para nada teniendo a Regen, no se cómo el se lo va a tomar pero vamos, no le fue muy bien cuando me acompaño a la escuela y eso no termino ni bien para el ni para mí.
En pocas palabras existe un 0.0005% de que las cosas termine bien, pero bueno que puedo pedir yo que mi vida es un desastre.
Regen se está cambiando con un poco de ropa que le encontré ¿Y yo? Bueno yo estoy a punto de cortarme las venas con una galletita de animalitos, Liz se planta delante de mi con dos labiales, ambos de un color intenso que dicen a plena vista "porque soy perra y me desaparezco" vale, no es eso pero si están muy intensos, al final tomo uno color mate y ella me pone mala cara pero no dice nada.
—¿Que me pongo? — le pregunto.
— Ropa — me sonríe la tonta.
— Ah, gracias, es que pensaba ponerme una televisión y un ladrillo como sosten.
Me da un pequeño empujón mientras me da a escoger dos vestidos, un vestido suelto negro con pequeñas flores doradas, con la tela delgada, el largo cubre un poco mis muslos.
Liz me sonríe sastifecha por mi elección, me lo pongo rápido, no es que no me gusten los vestidos, es que en ocasiones no me siento segura con ellos, creo que mi madre tenia razon cuando decia que tenia que comer menos "Cuida tu alimentacion Summer, que a una gorda nadie la va a querer" Mi madre es magnifica...pero en ocasiones me destruye sin que se de cuenta.
Joder es una mierda sentirse insegura por todo y más por tu propio cuerpo.
Liz me alza dos pulgares dejandome saber que me queda perfecto y yo le sonrío a ella por lo linda se le ve, la puerta de mi habitación se abre y Regen aparece junto con Alec, el segundo no se ve muy bien.
— Ese idiota casi me destroza la mano— se queja — Dijo que solo tú podías verlo vestirse.
Mis mejillas se pusieron rojas.
—¿Que?
— Al parecer son más cercanos de lo que creí — me mira — Recuerdame no venir a cambiarme a tu casa estando el.
Alec abre la puerta de salida murmurando algo de que esperara afuera, Liz no dice nada y Regen hace una mueca al verla.
— Iré con Alec — dice Liz.
— Solo le tome la mano...algo crujio y el hizo una cara rara — me dice Regen rascandose la cabeza pensativo— Es muy debil, hizo un ruido extraño desde el culo.
No puedo evitar soltar una sonrisita, ignoro la palabra "culo" vale, soy una mala influencia, al ver mi sonrisa Regen baja la mirada a mi cuerpo, su sonrisa se borra y empieza a aclararse la garganta.
— Si te vas a ver asi de bonita cada que vamos a una fiesta...vamos a cada fiesta que el mundo organice — dice y abre los ojos —¡No estoy diciendo que no te veas bonita siempre...solo que ahora estas mejor...! Mejor no digo nada.
El baja la mirada...esperen ¿Acaso...? Estas sonrojado...owww.
Liz lo llama y el alza la mirada para despues ir con ella, ella se cuelga de su brazo mientras el la mira curiosa, caminan enfrente de mi mientras Liz habla y Regen escucha.
— Me huele a un corazón roto — dice Alec a mi lado mientras caminamos.
— Me huele a qué mi rodilla terminara en tu entre pierna si no te callas — lo amenazo.
Veo como sonríe, está empezando a oscurecer y las sombras de Regen y Liz son notorias, parece que Liz es la que habla más mientras Regen solo la escucha atento, noto la mirada de Alec.
— ¿Que?
— Lo que dije en la mañana no era broma — dice — Antes de ser novios fuimos amigos...si quieres hablar de lo que sea que tienen tu y ese chico tienen, aquí estoy.
— No hay nada entre ese chico y yo, solo somos...— me detengo — ¿Amigos?
— Ya... Teodora...
Lo miro, el se deja de reír porque sabe que no me gusta ese nombre.
— ¿Cómo me has llamado?
Da tres pasos atrás mantenimiento distancia y una sonrisa retadora aparece en sus labios.
—¿Que pasa Summer Teodora Williams?
Vale que me llamen por mi segundo nombre es el colmo, aparto los mechones sueltos de mi pelo y lo miro desafiante.
— Será mejor que corras.
— Eres lenta.
— Oh sí, se me olvidaba que el que se viene más rápido en el sexo eres tú.
— Oye eso no...
Se acerca a mi desafiante pero decido correr, escucho como corre detrás de mi y lanzo una patada al aire para que no me atrapé, me toma por la cintura atacando con cosquillas, eso es malo, odio las cosquillas, suelto un codazo que hace que me suelte y aprovecho para correr, paso por entre Regen y Liz, el primero parece confundido con un aire alerta y la segunda solo se ríe.
— Ven acá Teodora.
— Vamos Alec — hago un puchero con la respiración al mil — Puedes correr, no importa que el camino sea mas grande a comparación de lo pequeño que es tu...
— Vale estás muerta.
No lo veo venir, se abalanza hacia mi cargandome y poniéndome en su hombro, pataleo pero siento que no me va a dejar, aún así es considerado porque se asegura de poner una mano en el bajo de mi vestido para que no se me alce.
— Suéltame — le exijo.
— Eres una niña mala Teodora.
Suelto un manotazo que no le hace nada solo que se ría.
— ¡Eso no es justo! — gruño.
— ¿No te han dicho que la vida no es justa? El claro ejemplo son tus padres al ponerte Teodora.
Vale, en eso tiene razón ¿Quien diablos le pone Teodora a su hija? Exacto mis padres.
— Solo juegan Reg — escucho que dice Liz.
Alzo un poco la mirada y alcanzó a ver a Liz que toma del brazo a Regen que me mira en alerta, sonrio para demostrarle que todo esta calmado, aun asi su semblante es salvaje y mas serio.
Alec no me suelta en todo el camino hasta llegar a la fiesta, la casa está llena de adolescentes que parecen estar borrachos, miradas van de mi a Alec, el pueblo es pequeño por lo tal un chisme es oro puro, joder eso es malo.
— ¿Si sabes que pensaran que hemos vuelto? — le gruño a Alec.
— Tampoco es tan malo — siento como se carcajea.
— Malo será mi puño en tu cara.
— Prefiero otra cosa en mi cara — dice.
— Pervertido.
Siento como me toma de la cintura y me baja lentamente, quedó a la altura de su barbilla, no es tan alto como Regen pero es más alto que yo.
— Un pervertido caballeroso — dice mientras se asegura que mi vestido haya quedado bien puesto.
Le aparto la mano en una sonrisa, busco con la mirada a Liz y a Regen y los localizo en uno de los tantos sillones de la fiesta, mientras estén ahí todo está bien, un grupo de personas se acercan a saludarme mientras Alec me dedica una que otra mirada burlesca.
— ¿Cómo está tu madre? — me pregunta una chica a la que no conozco.
— Ella...está bien.
— ¿Ya sabes que elegirás al final del año? — me pregunta otra.
— Eh...no aún no.
— ¿Serás igual a tu mamá? ¿Escogeras el mismo trabajo que ella? — dice un chico.
— No lo sé...aún faltan meses...— trato de sonreír.
— ¿Y si tienes buena relación con ella?
Vale, ¿Por qué todo el mundo se interesa por mi relación con mi madre? Eso me frustra.
— Si la tengo...— miento.
— En la entrevista que le hicieron ella lo nego...
Alguien me toma del brazo.
— Tania, nadie te paga para andar de chismosa así métete tus preguntas en el culo, al igual que todos — dice Alec.
Me jala del brazo llevándome a un lugar más apartado, entramos a una pequeña terraza en dónde la música se escucha leve, el aire toca mis brazos desnudos y suspiro cuando veo como los chicos se alejan enojados.
— Eso fue incómodo — trato de bromear.
— No tan incómodo como cuando descrubri tus calzones que usas para la regla.
Me tapó el rostro apenada.
— No olvidemos cuando el bloqueador solar se que te quedó pegado y las piernas se te pintaron de amarillo — se ríe — Toda la alberca termino pintada de amarillo y la gente pensó que te habías meado.
Siento como una carcajada sale, vale esos momentos fueron muy penosos, una locura, creo que ya quedó claro quien es el bueno para aliviar la tensión del momento.
— Vale...yo no sabía que las piernas por el bloqueador se podían pintar de amarillo — me defiendo entre risas.
— ¿Recuerdas a la niña que grito como loca "¡mami esa niña se cago!"? y te termino señalando a ti porque toda la alberca termino pintada de amarillo.
— La gente inventa cada cosa...
— Te tuve que sacar cargando porque caminando se te veían las piernas pintadas.
Recuerdo esos momentos, no fue hace mucho pero fue algo y quieran o no, recordando eso me doy cuenta que quizás las cosas si eran buenas en su momento solo que yo pensaba que todo iba a ir bien en mi vida que no valore esos momentos como debía.
El silencio se abre entre nosotros, me recargo en la pared viendo a lo lejos el mar, escucho la música de la fiesta por lo bajo.
— Eran buenos momentos — susurra.
Asiento, el sol empieza a esconderse y las luces de las casas se empiezan a encender, Alec se recarga en la pared de enfrente mirándome, aparto la mirada incómoda, no niego que es lindo no por nada fue mi novio, recuerdo cuando lo ví formado en las filas de los niños para tomar sus puestos, recuerdo su mirada dulce cuando me cedió su lugar ya que yo había llegado tarde.
— ¿Cuando dejaste de quererme Sum?
Si supieras...
— Aún te quiero — trago saliva — Pero no de la manera a como te quise antes.
—¿Que hice para que dejaras de quererme de ese modo?
No fue tu culpa...
— No hiciste nada... simplemente paso.
A lo lejos la luz diurna se hacia cada vez más presente, los ojos tristes de Alec me observaron y algo dentro de corazón dolió.
—Eres el amor de mi vida —susurro.
—Pero...tu no eres el mio.
Le dije en una sonrisa de disculpa, vi como el dolor llego a sus ojos en pequeñas lágrimas que no dejo salir, ahí entendi que las personas nacen para estar juntas pero necesitan el momento correcto y nuestro momento había pasado y justo ahora, con mis palabras había terminado.
El silencio se vuelve a alzar entre ambos al igual que la tensión, yo también solía preguntarme ¿Que había pasado entre nosotros? Era muy chica en ese entonces, no comprendia que las cosas no suelen durar y que duele cuando se termina.
—¿Y si nos besamos? — dice para aliviar la tensión.
— ¿Para que o que? — pregunto sonriendo.
— Vamos a reforzar la amistad de ex's — sonríe.
Pongo los ojos en blanco, y las pupilas de Alec se dilatan...eso es malo ¿O bueno? Trago saliva cuando veo que se acerca a mi, dejo de respirar cuando pone ambas manos en la pared detrás mío y me dice muy cerca de mi.
— No importa que pasó o que pasará en el futuro...pero justo ahora, lo único que quiero es besarte.
Virgencita de los besucones.
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