Sangre.
"Regen es un ser creado de la lluvia, fuerte y poderoso, mas sin embargo aquel ser poderoso, ya me ha dedicado las gotas de lluvia que conforman su corazón"
En las guerras siempre hay caídos, algunos son notorios otros mas simplemente pasan a formar parte del grupo de cuerpos que solamente su familia recuerda, si no eres reconocido de vivo, de muerto lo seras menos.
El traje de combate se me acopla a cada parte de mi cuerpo, siento como el arma golpea levemente con mi muslo cuando camino para reunirme con los demas, todos los escogidos para luchar estan reunidos en frente de la puerta principal, aquella que dejaron libre, la tensión es notoria, los nervios recorren mi cuerpo.
Mi cuidador decía que el alma necesita algo para sentirse poderosa, algunas necesitan palabras, otros mas algún objeto, cuando mis manos rodean mi arma puedo sentir que tomo el valor suficiente que necesito, Alec se ubica a mi lado derecho mientras que el joven de hace un rato se ubica a mi lado izquierdo.
Amanda esta detrás de nosotros en lo alto de su balcon, su traje no tiene ninguna arruga y puedo sentir su mirada en mi, es una mentirosa.
Ella sabia que yo no tenia el suficiente entrenamiento, mi agilidad se desgasto en el tiempo que estuve en el pueblo experimental, mis artes de batalla son borrosas, se lo que quiere.
Mi muerte.
En cuanto la puerta se abre dejando paso al mundo real, yo alzo la mirada y esta se topa con la de Amanda, saco mi arma y dedicandole la mejor sonrisa cargada de veneno salgo de la fortaleza de lo que alguna vez fue mi hogar, quizás a mi muerte, pero la muerte debe temerme, porque yo solo decido cuando morir.
"¿Quieres verme muerta Amanda? Si yo caigo, tú vas a caer conmigo"
— Nos dividiremos en parejas, en sus trajes aparecerán numeros, encuentren a su numero igual y investiguen el lugar, que Dios los acompañe.
El soldado adulto se da la vuelta antes de entrar a Valeza nuevamente dejandonos a nosotros fuera, el silencio es horrible, nuestras respiraciones estan descontroladas y todos abrazamos nuestras armas como un amuleto de la suerte.
Los pájaros cantan de una manera poco normal, el aire mueve las ramas de los arboles haciendo que entremos en alerta.
De manera muy silenciosa todos se mueven hasta buscar a su numero igual, Alec y el otro joven se alejan no sin antes dedicarme un guiño, parecen los menos preocupados pero se que en el fondo lo estan.
—Muevete.
Una chica me empuja con el arma en mano, tiene mi mismo numero "7" parece nerviosa pero al mismo tiempo enfadada, pronto nos quedamos solas sumergidas en el silencio del mundo.
El traje de combate tiene censores que parpadean cada que se acerca algún ser que se considere amenazante, y eso hace que entre mas nos sumergimos en el bosque profundo mas parpadea.
—Estamos yendo a la boca del lobo —digo en un susurro.
—Sea lo que sea tenemos que matarlo, asi que muevete.
Su pelo café se mueve amarrado en su coleta cada que da un paso decidida, es como si no tuviera miedo.
—¿Te gusta Lady Bug? —pregunto.
Me tapo la boca, es inevitable que hable de cosas idiotas cuando me siento nerviosa jeje.
— Es para niños —dice aun en alerta.
— No es verdad...es muy interesante.
—Hablas de una serie en la que ambos personajes son mas ciegos que yo intentando verme el culo.
Pues, para que le digo que no si es verdad, recuerdo que yo le solia gritar a la pantalla "Ella es Lady bug ¿que no estas viendo? Ash maldito Adrien, te amo"
Pero el miedo se apodera de mí cuando algo parece venir de atrás, haciendo que ambas avancemos hasta el fondo del bosque, algo se impacta con un árbol no muy lejos de mi mejilla haciéndole un ajugero.
—Vienen detrás —dice la chica.
—Si no me dices no me doy cuenta —respondo.
Cargo mi arma rápidamente en lo que corremos al fondo del bosque, la luz del sol se tapa con los arboles espesos, miro hacia atrás donde varias cosas nos siguen, la falta de luz no ayuda por lo que es imposible ver que carajos es.
—Summer...
Mi rostro choca con la espalda de mi acompañante, me separo bruscamente.
—Oye no te detengas, vienen detrás de nosotros...
Mi voz se apaga cuando veo lo que esta enfrente de nosotros, abro los ojos, lo que era cielo azul ahora es solo un cielo con nubes grises con truenos escandalosos como temerosos, un muro de piedra nos rodea y pequeñas flores luminosas hacen que el lugar se vea con una belleza de muerte.
Eso no es lo único que me sorprende...en medio de todo aquello estan nuestros compañeros, se miran entre todos con la misma sorpresa.
—Nos reunieron a todos...—murmuro.
—¿Para que?
Como queriendo responder a su pregunta un ruido fuerte se escucha en el cielo y en lo alto del aquel muro de piedra unos Norystarc muestran sus zarpas.
—Apunten. —grita un hombre.
—¡No lo hagan! —grito.
Pero el ruido de las armas siendo usadas acallan mis palabras, todos apuntan hacia aquellos Norystarc pero con miedo miro como esas balas no les hacen nada, como si su piel fuera inmune ¿Que esta pasando? ¿Evolucionaron?
Cuando las balas se terminan el verdadero miedo comienza, los gritos no se hacen esperar, no puedo ser capaz de contar cuantos Norystarc bajan del muro de piedra dispuestos a matar.
Un golpe se impacta en mi costilla haciendo que caiga al suelo, me giro rápidamente al ver a un Norystarc encima de mi, las zarpas duras queriendo traspasar mi piel, lanzo un par de golpes que hacen que se aleje pero solo me permite pararme porque vuelve a saltar hacia mi.
Saco el arma y doy dos disparos que lo mandan hacia atras pero vuelve a pararse mas fuerte, no le hace nada, al fondo puedo escuchar como los gritos se hacen mas y mas fuertes.
—Soy Sagitario y seguro tu eres Geminis...cero compatibles —digo.
"Claro ¿no quieres contarle todos los signos zodiacales al Norystar? Ya sabes ser amiguis"
El ser espantoso vuelve a atacarme, sus dientes afilados rasgan un pedazo de la parte de arriba de mi traje, se mueve con agilidad lo que hace que sea mas difícil para mi, uno de sus dientes hace que mi mejilla duela y gotas de sangre caigan al suelo.
—Bien, no quieres ser mi amigo, eso duele —saco mi látigo —Lastima, yo que te contaría todo sobre el cuadro amoroso de Lady bug.
Antes de que el ser pueda reaccionar, mi latigo se enrolla en uno de sus brazos, este parece tener mas efecto en él, porque gruñe cuando siento como mi latigo le corta el brazo, jalo con fuerza escuchando como su piel se rompe y el brazo cae al suelo.
—Ay, tu mano —digo —Una lastima ya no te podrás jalar el ganso je.
Vuelvo a hacer la misma maniobra haciendo que el otro brazo caiga, el icor cae al suelo haciendo que manchas negras aparezcan, aun asi el ser no se rinde, se lanza con los dientes tirándome al suelo.
Abre la boca y yo no puedo mover el brazo,intentó darle una patada pero uno de sus dientes traspasa mi hombro haciendo que grite, su hicor cae en mi estómago dolosamente.
—Muere animal de mierda.
Alec aparece en mi visión, el Norystarc cae a mi lado con una gran espada de combate negra en su pecho, salta como si le quemara y finalmente queda quieto, una mano aparece en mi campo de visión y la tomo.
—¿Estas bien? —me pregunta Alec.
—Gracias.
Localizo a mi compañera que batalla con un Norystarc mas, lanzo mi latigo cortandole la cabeza de un golpe, sonrio con triunfo pero dejo de hacerlo cuando ella no se mueve, corro hacia ella y suelto un grito cuando noto que tiene un gran corte en la pierna y otro en la frente, esta inconsciente.
—¡Retirada! ¡Ahora! —escucho a lo lejos.
Alzó la mirada y veo como todos corren como pueden por donde vinimos.
—¡Esperen! ¡Ella esta herida! — grito con fuerza.
La mujer adulta con músculos grandes y trasero de piedra me ve, le hago una seña a lo lejos para enseñarle a la chica herida, niega con la cabeza y el alma se me cae a los pies.
—¡Summer! ¡Summer! —Alec grita — ¡Sueltenme joder!
La mujer lo toma del brazo haciendo que no pueda venir hacia mí, otros dos hombres lo toman con fuerza jalandolo.
—¡Summer ven!
—¡Esta herida! ¡Ayudenla!
Mas hombres aparecen cuando el otro joven aparece intentando también venir a mi.
— ¡Retirada! ¡Estamos todos! — grita la mujer antes de correr a la camioneta de Valeza.
El pánico se apodera de mi al ver que me dejan, que no les importo ni yo ni la chica herida, como puedo me levanto y tomo de las piernas a la chica, en otra situación seria gracioso pero no en esta, "La camioneta no esta lejos...tengo que llegar...tengo"
—¡AYUDA, NO SE VAYAN! —grito tanto que la garganta me duele.
Las puertas de la camioneta se cierra y mi corazón se rompe, caigo de rodillas al suelo sintiendo como mis lágrimas caen.
—No me dejen...
***
Lento. Asi se mueve el tiempo a mi alrededor, lento, todo pasa frente a mí como una pelicula, me vuelvo cada vez mas consiente de donde estoy y en el peligro que corro, veo como la chica en el suelo tose con fuerza y un hilito de sangre sale de sus labios, veo como las gotas de lluvia empiezan a caer lentamente a mi alrededor.
Sin decir nada le limpio los labios a la chica preocupada por su salud, tiene varias heridas, dos de ellas sangran mucho, el escudo de mi uniforme de Valeza esta manchado de sangre ya, casi invisible.
Mis sentidos se ponen en alerta cuando escucho los ruidos conocidos de los Norystarc, no se me olvida que estamos rodeadas.
—Tu..tu estas herida —habla la chica en un susurro.
—¿Yo? No...
Ella estira la mano y toca mi abdomen, rapidamente un dolor se abre paso haciendome, con mi mano toco levemente mi abdomen, como era de esperar esta termina teñida de color escarlata.
—Estoy bien —digo y apoyó su cabeza en mis piernas — Solo es una pequeña herida...
Mentira, disimuladamente alzo la tela y veo con terror como la herida es grande, la sangre fluye cada vez mas, rompo un pedazo de tela y la amarró en mi abdomen para evitar que me desangre.
—Debiste huir...subir a la camioneta —dice ella muy bajito.
—No podía, no dejaría a alguien vivo en medio del peligro.
Además...estoy segura que no me hubieran dejado entrar, miro hacia donde estaba la camioneta, aunque hubiera corrido, seguramente la mujer me lo hubiera impedido, me odia tanto que no le importo dejarme en medio de la muerte.
—Debes irte, morirás...
No termina la frase, en un movimiento rápido se me es arrebatada, escucho como suelta un pequeño grito antes de desaparecer entre los grandes arboles, me levanto rápidamente buscándola con la mirada, mi cuerpo se pone alerta a cada paso que doy.
Algo cae en mi cabeza, al principio pienso que es una gota de lluvia, pero cuando esta se escurre por mi mejilla y noto el color escarlata me doy cuenta que gotas de sangre combinadas con gotas de lluvia caen a mi alrededor.
Y al alzar la vista veo lo mas aterrador, en cada rama de un arbol estan los cuerpos de mis compañeros caídos, las ramas traspasan sus cuellos, brazos y piernas, y en el arbol mas grande esta quella chica tomada del cuello por un Norystarc como si fuera un trozo de papel.
—Dejala ir —gritó para que me escuche.
Pero su agarre se aprieta mas a ella haciéndola jadear por aire, escucho movimientos por los demas árboles, esta claro que no la dejara.
—¿Quieres jugar? No estoy de humor
En un movimiento rápido sacó mi latigo y corro hacia el monstruo, veo como se pone en alerta subiendo a lo mas alto del árbol, sonrió cuando mi latigo se enrosca perfectamente en una de las ramas fuertes, escaló el árbol y antes de que las zarpas del Norystarc me ataquen yo doy el primer golpe.
Escuchó con satisfacción cuando mi pie se estampa con el brazo del Norystarc y este suelta lo mas parecido a un chillido, los pájaros salen huyendo ante el ruido seco de sus huesos al romperse, la chica suelta un grito bajo cuando el Norystarc salta del árbol hacia el suelo y me espera ahi.
—Estas haciendo que me canse querido monstruito —le digo en cuanto mis pies caen en seco al suelo.
Y como si fuera un trapo, el Norystarc lanza a la chica haciendo que esta se estampe en un árbol, no me da tiempo de ir con ella ya que salta encima mio haciendo que uno de sus dientes filosos rocen la piel de mi brazo al tratar de esquivarlo, aprovecha eso para tomar mi brazo y lanzarme al suelo.
El dolor punzante me hace abrir los ojos, el latigo se soltó de mis manos y está lejos, en menos de un segundo tengo al Norystarc encima mio, el hicor que emana cae en la parte baja de mi rostro haciéndome gritar de dolor.
Estiro mi pierna para darle un golpe pero no logró apartarlo, parece empeñado con acabar conmigo, gritó cuando dejó caer todo su peso en mi y en mi herida anterior, el brazalete con el gran símbolo de valeza se rompe con los movimientos bruscos.
Y entonces como si eso arreglara todo, el Norystarc se aparta de mí, veo nuevamente como avanza hacia la chica que se pega a un árbol queriendo escapar, reuniendo todas mis fuerzas grito.
—Quitate el uniforme — ella me lanza una mirada asustada —¡Ya!
El Norystarc vuelve a olfatear y sus pasos se vuelven más apresurados, mi mirada va rápidamente a la chica, el uniforme de Valeza está hecho bola y lo lanza lejos, está en ropa interior y solo tiene las telas manchadas de sangre amarradas a sus heridas.
Y tal como lo supuse, el Norystarc sigue el uniforme perdiéndose en medio del bosque.
—¿Que...?
No termina, la tos no le permite hablar, veo con terror como su boca se llena de sangre y se toma con ambas manos el cuello intentando respirar, intento levantarme pero mis piernas no funcionan, sin rendirme me arrastro en la tierra hasta que llegó a ella.
—No puedo...re-respirar.
Más sangre fluye de su boca y de su nariz, noto como su desesperación llega a sus ojos y sus uñas se clavan en mi brazo.
intento voltearla hacia un lado para que no se ahogue, pero se niega, vuelvo a intentar pero sus uñas se vuelven a clavar en mi.
—No...
—No te puedes rendir, joder ponte de lado.
Se niega nuevamente y veo como sus ojos se abren del dolor.
—Mi hermanita...cuid-cuidala —abre los ojos y se abraza a mi brazo — Gracias Summer.
Y veo como en sus ojos el dolor se marcha y la muerte llega, dejando un vacío en su mirada, su agarre en mi brazo se vuelve débil y al final me suelta por completo, hasta que la vida se marcha de su cuerpo.
¿A dónde vamos cuando morimos? No lo sé, creo que realmente nadie lo sabe, solo son teorías, pero si vamos a algún lugar espero que ella vaya a ese lugar al que todos llaman cielo, al igual que todos los que murieron hoy.
—Los gritos de batalla que diste nunca morirán, mis respetos Susan Hall, diste una buena lucha —me despido cerrándole los ojos.
Repito tres veces más el lema de despedida de Valeza y cierro los ojos tratando de tranquilizarme, deje morir a aquella persona que crei que podia salvar, es injusto y el peso en el pecho no se me va a quitar, pero yo aun sigo viva y paso algo, en aquella pelea contra el Norystarc paso algo.
Y lo voy a descubrir.
Me amarro nuevamente el pedazo de tela y me obligo a levantarme, con fuerza jaló el cuerpo de la chica en medio de los arbustos, no tengo la suficiente fuerza para enterrarla como se debe, pero al menos su cuerpo quedará oculto entre los arbustos tranquilamente.
Beso su frente antes de alejarme lentamente, llegó al punto donde la camioneta se fue y las marcas de las llantas empiezan a ser notorias, estoy sola, débil y desnuda.
Si, con el trasero al aire, mi trasero está fresco, de lo más lindo ¿No? Me da miedo que a una Hormiga se le vaya a parar.
Valeza no está muy lejos, el viaje es corto, pero se que la entrada no lo será, muy pocos se dieron cuenta que me dejaron a mi y a la chica, todos estaban lo suficiente asustados para correr y querer volver dentro de los muros de Valeza, me hubiera gustado no salir, pero si no lo hubiera hecho, no me hubiera dado cuenta que los Norystarc no son solo monstruos.
Dejó de llover desde hace un rato, mi pelo húmedo se pega a mi cuello, suspiro cuando el muro de Valeza se alza ante mi, veo como las tres rejas que cubren el espacio son grandes, Valeza está reforzada para cualquier ataque, también veo como tres hombres se asoman al verme.
Las cámaras debieron detectarme, estos sin dudarlo abren la puerta para dejarme pasar...así que nadie sabía que me habían dejado, esto solo es plan de una persona.
Hay un montón de gente en el pasillo principal de la entrada, y aunque suene loco, al poner ambos pies dentro de Valeza siento un alivio, ese sentimiento de estar segura, los heridos me miran con asombro, las enfermeras me toman para que me siente y así poder tratar mis heridas.
Pero antes de hacerlo, la mujer de traje y peinado impecable aparece en mi vista, tiene el rimel corrido y al verme se avalanza sobre mí en un abrazo que en algún otro momento...me hubiera reconfortado.
—¡Summer por Dios! Crei que habias muerto...
—Para matarme se necesitan muchas cosas —susurro solo para ella — Abandonarme, eso no me va a matar.
Siento como se tensa, aún así no deja de abrazarme.
—¿De qué hablas cariño?
—Si me hubieras lastimado solo a mi quizás te hubiese perdonado —esta vez soy yo la que la abrazó con fuerza —Pero estas engañando a un pueblo, no se lo que haces, pero te metiste con Regen y eso Amanda, no te lo puedo perdonar.
—Creo que te golpeaste la cabeza cariño —esta vez su tono es duro — Deberías dormir...para siempre, te ayudare con eso.
—Lo intentaste una vez y fallaste, ¿creías que ya estaba muerta? — beso su mejilla — Dime Amanda ¿Cómo se siente saber que tu plan no funcionó?
—Estás iniciando una guerra que no es necesaria —susurra con una falsa sonrisa.
—La inicie y tambien planeo terminarla — me separo de ella — Bonita tarde Amanda.
Una vez Regen dijo "Tocala y te juro que te rompere la cara con solo apretar un poco" Regen estaba dispuesto a protegerme y defenderme, es mi turno, algo le estan haciendo a Regen y lo voy descubrir.
***
Desconocido.
—¿Sabes quien es?
—Llega a tiempo señor, estamos en eso.
El mundo afuera es un campo de batalla en donde aquellos que son débiles mueren, matas o eres matado, la muerte respira cerca una vez que tus pies tocan la tierra del inmenso bosque donde guardan criaturas capaces de matarte sin siquiera tocarte.
— Pertenece a Valeza, la segunda comunidad de humanos más fuerte después de Ataraxia — me dicen.
Observó cuidadoso la pantalla desconocida, el rostro de la mujer aparece, aquella mujer que fue capaz de matar a más de tres Norystac sola y proteger a su estúpida compañera humana.
—¿Tiene algún poder? —pregunto queriendo atravesar la pantalla desconocida y arrancarle la cabeza.
—Valeza se caracteriza por tener personas que carecen de poder, lo más probable es que ella no tenga ninguno y si lo llegase a tener, lo oculta muy bien.
Chasqueo la lengua antes de que el brazo del humano empiece a arder, este hace un ruido que no me gusta.
—Habla de una manera que yo entienda, maldito humano —lo amenazó.
—Ella...no tiene ningún poder.
Los sentimientos del humano empiezan a ser notorios y me es sencillo saber qué siente.
—Tu la conoces...
—No señor.
—¿Entonces porque ocultas tus sentimientos tan de prisa?
Mi mano va a su cuello y puedo decir que el sonido que me gusta es el de los humanos sufriendo, por eso no puedo matar a este humano, es divertido escuchar cómo sufre.
—Dime quien es.
—Es...es mi prima.
Dejo de apretar mientras alzo una ceja.
—¿Que es...prima? —el simple hecho de no saber algo me enoja.
—Es como una hermana...solo que esta es hija de otras personas, esas personas son hermanas de tu madre o padre.
—Ah...
No entendí.
—Dices que no tiene algun poder, ¿Entonces porque es tan fuerte?
—En Valeza nos enseñan a luchar, ella empezo desde que era una niña de cinco años.
Las edades humanas es algo que nunca voy a entender, el humano se aleja de mí en cuanto lo suelto, la presencia de alguien...no cualquier alguien, me hace girar con una sonrisa.
Sinag, su solo nombre la caracteriza, el pelo rojizo largo le cae hasta debajo de la espalda, sus musculos delicados y de acero adornan su cuerpo, la mirada fria color negro le dan un aspecto salvaje, a simple vista Sinag se ve como cualquier chica humana, delicada y debil, pero con que mencione que ella fue la que termino con la mayoria de los humanos lo explica todo.
Ella lanza a mis pies dos cuerpos humanos, sin ningún rastro de vida, el traje de Valeza les adorna el cuerpo y verlo me da asco.
—Débiles...—dice.
Veo como se esfuerza para pronunciar otra palabra pero al final no dice nada, Sinag es una de las pocas de nuestro pueblo que aun no aprende la lengua humana, tampoco entiende por completo los significados, pero es muy buena para matar, es como un arma importante, tan hermosa como peligrosa.
—Ella —señalo la pantalla desconocida en donde está el rostro de la humana asquerosa — Matala.
—¡No puedes hacer eso, es mi prima! —se adelanta el humano — ¿Entiendes? Familia.
El me dijo que la familia es importante.
—Pero es tu familia, no la mia ¿Sabes donde esta la mia? Muerta gracias a humanos como ella, es una amenaza — miro a Sinag — Esa humana debe morir, matala.
Porque no dejare que ningun humano vuelva a dañarme a mi ni a mi pueblo, si algo tiene que desaparecer de este planeta son ellos, seres despreciables que solo piensan en ellos, me dan asco, deseo la muerte de los humanos y algo me dice que eso esta por comenzar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro