"Observa bien, que están a tu alrededor, esperando atacar, pareciendo buenos o malos"
Los días siguientes fueron peor que esa tarde, Regen se negó a ir a la escuela a pesar de que en un principio había parecido emocionado ahora se negaba, el segundo día me quede en casa, alegando a mis maestros que me había enfermado.
Los demás días ya no tuve escusas, puesto que mi madre me había llamado exigiendo presentarme a la escuela, no podía hacer nada, si no me atrevía a ir seguramente ella vendría y no seria una buena idea que ella viese a Regen.
En esos días, el no me hablo y no me miro, cuando quería comer solo se limitaba a tocarse la panza y yo me limitaba a ponerle la comida en la mesa, y aunque suene imposible, algunas cosas ya empezaba a realizarlas solo, con dificultad pero los hacia.
Cuando me toco ir a la escuela tuve que dejarlo, me sentí tan mal de dejarlo solo que en cuanto el timbre de la escuela sonaba corría hasta la casa, solo para encontrarlo durmiendo, en cuanto llegaba el solo abría los ojos, miraba mi cuerpo y volvía a dormir.
Nunca miraba mi rostro a pesar de yo buscar su mirada. Y justo ahora, mientras el duerme, me sigo preguntando que carajos le pasa.
Me levanto de la cama bostezando, no dormí muy bien en la noche, eso se nota en mis ojeras, mis pies descalzos tocan el suelo frio en cuanto me paro de la cama, mi cabello cae a ambos lados de mi cara y me lo aparto de mala gana.
Los días anteriores solía decirle unos "buenos días" a Regen, también intentaba tocarlo antes de que se apartara de mala gana.
Pero me canse, así que solo me limito a abrir la puerta de mi habitación hiendo directo a la ducha, abro la llave de la regadera mientras busco mi toalla, cierro la puerta del baño y me dedico a limpiarme el cuerpo.
Y la cola tambien. Callate
El rechazo nunca me gusto, creo que es algo a lo que le temo, uno de mis miedos, creo que por eso tengo dificultad para hacer amigos, tarde o temprano harás algo que a ellos no les guste y te rechazaran, así como Regen lo hace ahora y ni siquiera se el porque.
En cuanto salgo de la ducha un movimiento rápido llama mi atención, maldigo por lo bajo cuando me doy cuenta que estar descalza y con los pies húmedos no me ayudan, aun así corro lo mas rápido que puedo evitando besar el suelo, lo que sea que esta en la casa se mueve igual de rápido y consigue meterse en mi habitación.
Oh...Regen.
Deosico...que no me vaya de osico
Esta vez no me importa si me caigo, corro y abro de golpe la puerta, abro los ojos sorprendida al ver quien esta en frente mio. El respira agitado, pasa saliva un par de veces y por primera vez en una semana sus ojos se alzan para mirarme...¡mirarme de verdad!
— ¿Tu fuiste el que corrio hacia acá? — le pregunto.
No me contesta y eso me hace salir de mis casillas.
— ¡Joder Regen! ¿Que he hecho yo para que me trates así? — grito.
Veo como aprieta los labios y frunce el ceño al ver mi reacción, genial sabe lo que siento, pues que sienta cuanto me enoja y me frustra su comportamiento.
— Trato de saber que carajos te pasa...pero no me dejas ¿por que? — digo con la respiración agitada.
No me responde, se que no dirá nada mas así que me limito a tomar mi ropa y cambiarme rápidamente sin que me vea, el uniforme de la escuela no me gusta, últimamente tiene cortes en algunas partes que lo hacen ver viejo y desgastado, no comprendo el porque.
Supongo que algún bicho debe de romperme la ropa de la escuela, una razón por la cual no me gusta estar tan cerca del bosque.
Cuando aparezco a la vista de Regen con el uniforme puesto el se pone tenso pero no dice nada lo cual me hace querer quedarme con el, pero se que tendré un rechazo por parte de el.
Voy a los sillones en donde esta mi mochila dispuesta a salir de ahí a pesar de que no quiero, veo como Regen me sigue y se sienta en el sillón mirando mis movimientos, lo ignoro completamente mientras tomo las llaves pasando junto a el, estoy a punto de caminar hacia la puerta cuando el aun sentado me toma de la mano.
— No vayas a ese lugar — dice en un susurro apenas audible.
— ¿Ahora si me hablas? — aparto mi mano — No te entiendo Regen...
Trato de dar otro paso pero sus manos me toman por la cintura tan rápido que no me da tiempo de reaccionar y caigo sentada en sus piernas.
— No me entiendes y yo no te suelo entender, la verdad es que eres muy confusa— dice y noto una pequeña sonrisa — Pero quedate aquí... conmigo.
Trago saliva al notar lo cerca que estamos, noto que el suspira pero no hace ningún movimiento para que me aparte.
— ¿Por que?
— Porque no quiero que el te haga daño.
***
Las palabras salieron de su boca dejándome sin habla, no solo era eso, era lo cerca que estamos y la manera en su mano se mueve en un toque delicado por mi cintura.
¡Controla tus hormonas babosa!
Intento hablar pero no puedo ¿El? Trato de buscar respuesta razonables entre mis pensamientos pero no los encuentro ¿Se refiere a la cosa que entro a la casa la otra vez? Quiero hablar, pero no puedo, la manera con la que me esta mirando es tan...tierna.
Su pelo blanco esta desordenado, algunas puntas le caen en los ojos y el parpadea un par de veces para que no le estorbe el pelo, al final termina enojándose y acerca su frente a mi hombro para apartarse el pelo, no puedo evitar soltar una sonrisita a pesar de la situación.
— ¿Quien es "El" Regen? — pregunto en un susurro.
Sus ojos se encuentran con los míos y párese pensar las palabras por un momento.
— ¿Recuerdas la cosa que entro a nuestra casa?
Ignoro el "nuestra" porque me interesa mas lo que tiene que decir, asiento dándole una señal para que siga, trato de ignorar lo feliz que me siento por volver a tener su atención.
— Te dije que sentí lo que esa cosa sentía...enojo y miedo...ese hombre, sentía lo mismo.
Pero eso era imposible, esa cosa parecía mas una copia de un slenderman, si, en otras circunstancias me hubiese asustado y probablemente hubiese rogado que me metieran a un manicomio, pero conociendo a Regen, conociendo su singularidad...bueno ahora todo parece posible.
Como si las historias que nos contaron de niños, aquellas que creíamos imposibles, aquellas que parecían un cuento de hadas...cobraran vida, y en cierta manera cobraron vida con el...con el chico creado de la lluvia.
— Eso no puede ser...¿Viste esa cosa? Era horrible, el profe solo...es alguien normal.
El niega con la cabeza frustrado.
— No, cuando me vio sus sentimientos...feos...mas fuertes.
También en otras circunstancias...bueno no le creiria, pero sinceramente ¿Quien dice que esas cosas no se pueden trasformar o algo así? Ademas estoy segura que buscaban a Regen ¿Para que? No lo se, pero de algo si estoy mas que segura, es que no se lo van a llevar, mientras este conmigo, nada ni nadie le hará daño.
— Tranquilo...lo arreglaremos ¿Si?
El asintió un par de veces y sus manos tomaron mi muñeca en un agarre fuerte pero no tanto para dañarme.
— Y por favor gotita...no vuelvas a dejarme solo...nunca.
Quise preguntarle el porque de su alejamiento, pero se que en su cabeza tiene aun proseando el peligro que emiten esas cosas, aunque yo quiera responder una de mis tantas preguntas...debo dejarlo, poco a poco el me dirá las cosas. Solo se que...quizás no me tiene la suficiente confianza que creía.
Bueno...tu tampoco le has dicho la verdad de todo ¿Verdad Summer?
Decido no ir a la escuela de verano, llamo a Liz para que le diga algo a la secretaria, Liz va unos cursos adelante que yo, por lo cual ni enterada de que Regen fue a la escuela, lo que es un alivio, así como es mi amiga se volvería loca en cuanto supiera que Regen casi le parte la cara a Ramiro.
Me quito el uniforme mientras busco una ropa cálida ya que estoy que me muero de calor, cuando vuelvo a la sala el chico lluvia esta arrugando la nariz ¿Ahora que le pasa? Me acerco a el pero un olor desagradable me hace alejarme.
El no se sabe bañar...mierda.
— Apestas Regen — le digo tapándome la nariz.
Me mira y sonríe al ver mi mueca, se pone frente a mi y estira la mano jalandola para taparse a si mismo su propia nariz, si, me esta imitando, sonríe cuando se da cuenta que le sale igual.
— No puedo respirar — dice poniéndose rojo.
— ¡Regen tienes que respirar por la boca! — digo.
— ¿Que es respi...respirar?
Pongo los ojos en blanco y quito su propia mano de su nariz, exhala todo el aire como todo un dramático, me tengo que alejar de el porque queramos o no sigue apestando, pronto me doy cuenta de que su ropa y su pelo están embarrados de algo café.
Oh no...
— Regen...¿Donde carajos te fuiste a meter?
— ¿Quien? ¿Yo? — no se si se hace el inocente o en verdad pregunta inocentemente.
— No...Yo. — respondo sarcásticamente.
— Ah, tu ¿Entonces para que me preguntas donde fuiste? Yo no se.
Me doy un golpe con la mano en la frente, no se si reírme o enfadarme con el, el mira mis movimientos y copea lo de la mano, el problema es que se da mas fuerte de lo previsto y hace una mueca cuando su propio movimiento le hace dar dos pasos atrás.
— Seras tonto... — digo sonriendo — Vale, ahora dime a donde estabas.
— ¿Te acuerdas de la alberca grandota? — asiento recordando el mar, no se porque le puso ese nombre — Había una chiquita de un color...¿Como se llama uno que tiene nombre de café?
— Es color café — sonrio.
— Ah...bueno, ahí afuera esta una...¡estaba calientita!
Ay no...ahora entiendo el olor.
— Regen...¡Te metiste en un charco de popo de caballo!
Donde vivo es un pueblo, prácticamente los caballos suelen ser el trasporte mas común de aquí, les dije que en frente de mi casa hay un gran árbol, bueno los caballos suelen hacer su popo en mi arbolito, al final cada semana tengo que limpiarlo. Lo se, injusto.
— Debes bañarte... — digo riéndome.
Busco en el ropero alguna prenda de mi primo y encuentro una sudadera delgada y un short largo de hombre, no hay mas playeras o camisas, supongo que tendré que lavar lo que Regen ha ensuciado.
Tomo una toalla y lo jalo para que se meta al baño, abro la regadera esperando que el agua se entibie un poco, por el calor no hace falta que el agua este caliente.
— Ok — entro en pánico — Voy a cerrar los ojos, y tu te vas a desvestir.
— ¿Que es desvestir? — pregunta burlón.
— Lo mismo que me hiciste en la playa — digo en sarcasmo.
— ¿Que te hice en la alberca grande ? — se hace el loco pero parece comprender — Pero yo solo te quite la ropa...ahh.
Dice sonriendo, estoy a punto de cerrar los ojos cuando el estira las manos hacia arriba
— ¿Puedes ayudarme con esto?
Hace un puchero y yo alzo una ceja.
— ¿No puedes quitártelo tu sólito?
Sonríe y vuelve a hacer el puchero.
— No puedo, estoy chiquito.
Pongo los ojos en blanco tratando de que no vea mi sonrisita toda idiota, estira las manos hacia arriba y le logro quitar la sudadera con dificultad ya que es alto, pero lo logro, en cuanto lo hago siento su respiración en mi pelo, me aparto rápidamente.
Muchos acercamientos por hoy.
— ¿Listo para bañarse señor Regen? — le pregunto sonriendo.
— No tengo ni idea de que es eso pero por ver tu sonrisa dejo que me hagas lo que sea.
Continuará...con resultados sexuales.
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