Me gusta la lluvia.
"Me gusta la lluvia porque me gusta saber que no soy la unica que cae y se rompe en pedazos"
—¿Qué es el amor?
Me pregunto Regen con la cabeza ladeada mientras movía las piernas.
—Es aquello que te hace creer que quizás no estás solo...es un cúmulo de emociones, es como una tormenta, algo hermoso y peligroso.
Los pequeños mechones de mi pelo rojizo se soltaron de mi moño mal hecho y antes de yo poder acomodarlos él se adelantó poniéndolos detrás de mi oreja, se detuvo cuando el torso de su mano tocó mi mejilla, los pequeños rayos del sol que se dejaron ver por encima de la gran montaña le iluminaron el rostro, uno en especial hizo que uno de sus ojos se volviera de un plateado más claro.
—Puedes llevarte las gotas de lluvia que conforman mi corazón, igual no lo necesito más que para sentir algo por ti.
No voy a negar lo que siento, porque sé perfectamente lo que siento, pero también sé que eso que siento está mal, no porque él sea malo, sino porque es imposible, ¿alguna vez han estado enamorados de algo que es prácticamente imposible? Déjenme decirles que duele como no tienen idea.
El destino suele hacer bromas, pero una de las que más te jodera será conocer al amor de tu vida en el momento equivocado, y esperar a que ese momento llegue aunque corras el riego de que su tiempo termine.
Él trae la música dentro y las palabras dulces en los labios, él es el tipo de tonadas de canciones dulces que escuchas con los ojos cerrados, él es lindo y no de esos que salen en revistas, es lindo de aquellos que con un abrazo te sanan el corazón, el es Regen.
Mi chico lluvia.
—Si alguna vez dejamos de hablar y no sabes como regresar, mandame una canción — le dije tomándolo de la mano.
Regen y yo no éramos el uno para el otro, pero encajamos tan jodidamente bien.
—Yo no se muchas canciones...
—Solo di lo que sientes en una tonada —le digo.
Amiga en verdad, no trabajes como maestra, te va mal explicando.
Regen se rasca la cabeza y mira el cielo, estamos en el balcon de mi casa, el cielo se ve precioso y las nubes forman figuras lindas.
—Meeeee dueleeeee la colaaaaaa tuturu —intenta cantar y yo solo abro los ojos asombrada por lo pésimo que lo hace —Llevamoooos más de tres horas sentadoooooos
Mis manos van rápidamente a su boca y aun así no cierra la boca y sigue cantando lo mucho que le duele el trasero.
—Shhh Regen —sonrío y eso me pesa.
Entonces al ver que el no deja de cantar aparto mis manos y me inclino para darle un pequeño beso que hace que mi corazón duela y al mismo tiempo lata rápidamente.
El deja de cantar y se abalanza sobre mí.
Últimamente a Regen le gustan mucho los besos, no le gustan los delicados o los que solo duran poco, lo noto cada que el pone su mano en mi pelo y abre la boca invitándome a que no corte el beso, no me aparto porque me gusta escuchar su respiración acelerada o su voz ronca pidiendo más.
—No me gustan los besos cortos —dice buscando mi boca.
—Era para que dejaras de cantar —le digo esquivando sus labios en un aire juguetón.
Eso parece fastidiarlo porque su mano va a mi barbilla obligandome a mirar sus ojos plateados que no lucen para nada inocentes.
—¿Por que? ¿Ahora quieres cantar tu? —dice con voz juguetona.
—¿Cantar? — pregunto confusa.
Por un momento los ojos inocentes aparecen pero se ven nublados por la sonrisa ladina del chico lluvia.
—Cierto, tu no cantas —roza mis labios —Pero dices mi nombre muchas veces cuando te beso.
Me pongo roja, tanto que el lo nota y sonríe, ese es el nuevo Regen, divertido y juguetón, ese es el chico por el que caí enamorada y por el que ahora mi corazón duele.
Antes de poder besarle de nuevo, una luz en lo alto de las montañas aparece, Regen no lo nota pero yo si.
La señal.
Entonces sonriendo tristemente poso mis labios en los de Regen y esta vez lo obligó a darme un beso lento y el lo acepta.
No lloro, tampoco estoy muriendo pero mi alma estaba haciéndose pedazos.
—¿Gotita? —pregunta apartandose— Tus sentimientos...
—Si hubiéramos tenido más tiempo...
Me permito llorar, esperando que con las lágrimas mi dolor también se aminore, Regen toma mi rostro preocupado y empieza a besar mi rostro en un intento de quitar las lágrimas tristes.
—Pudimos serlo todo.
—T-te amo —susurra mi chico lluvia confundido.
—Entonces si me amas, por favor Regen, no te olvides de mi, no te olvides de que soy tu gotita y tu mi chico lluvia.
Y dicho esto, asegurándome que el lo entendiera, en un beso lento y mentiroso cargado de perdones y de te amos, Regen cae al suelo desmayado, mientras yo veo como el muro invisible de la ciudad se abre y varios soldados entran.
Mi respiración se entrecorta y las manos me tiemblan.
Se acabó el tiempo.
Mis ojos pesan y me dejo caer a lado de Regen apretando con fuerza su mano, como si ese apretón guardará y protegiera todos nuestros momentos, desde la primera vez que lo vi en mi cama hasta el roze de nuestros labios en la fiesta o el beso bajo la lluvia mientras el mar nos atrapaba, las estrellas en el cielo a las que el llamaba focos de cielo, la música que nos unía y las sonrisas dulces, inocentes y juguetonas.
Me odiara.
Con eso en mente me dejo sumergir en la oscuridad, en la oscuridad de aquella historia que Regen y yo no podremos tener, la lluvia terminó, pero llego la tormenta.
***
Hace un año
Existen diferentes mundos, los cuales guardan seres poderosos, creaturas que son hermosas como peligrosas, mundos con la belleza más preciada, donde el cielo es solo un espejo mostrando el universo.
En todo lo creado existen millones de universos en donde cada uno aporta su propia tierra, la tierra 9 es mi tierra, o lo fue al menos hace cincuenta años, antes de que los seres lluvia llegaran a destruir todo, dejando a su paso solo destrucción, miedo y extinción.
La tierra nueve entró en una crisis completa, la humanidad empezó a terminar, primero por desastres naturales los cuales creyeron que eran normales, después un terrible virus el cual no se pudo controlar más, cualquiera pensaba que la terrible neblina negra que había caído en la humanidad terminaría, pero eso solo empezaba.
Los humanos destruyen todo lo que es diferente, pero antes de que eso diferente los destruyera, lo diferente los destruyó a ellos, hasta que los bosques quedaron vacíos, las casas abandonadas y el mundo cayera en un silencio puro, y en donde la humanidad había estado, ahora no quedaba nada.
Pero eso solo fue lo que quisieron aparentar, el humano es fuerte como inteligente y esos seres no lo sabían, en lo profundo de un bosque, en lo profundo de una cueva, un grupo de personas se resguardaban esperando que el tiempo pasase para ser fuerte y luchar por lo que es suyo.
La tierra, nuestra tierra.
El grupo fue creciendo, como la inteligencia, pronto aquella cueva sucia y fría creció, volviendose asi instalaciones en donde ahora los pocos humanos se protegían, generaciones pasaron y pasaron, al igual que los años, el pequeño grupo dejó de ser pequeño y se volvió casi un pueblo y después una ciudad debajo de la tierra.
La llamaron Valeza, mi hogar.
Pronto los más jóvenes empezaron a entrenar hasta tener habilidades en pelea y estrategia, esos mismos jóvenes salieron al mundo, creidos de las historias de sus antepasados, pero encontraron algo totalmente diferente, había un segundo grupo, los cuales se hicieron llamar Ataraxia, primero la paz llego a sus cuerpos pues estos habían salido primero al mundo a enfrentar a los seres poderosos, acabando con muchos a su paso.
Después el terror y arrepentimiento vinieron, no todos los seres tenían las ganas de sangre y destrucción, no todos acababan con la humanidad, no todos eran peligrosos, pero eso Ataraxia no lo entendió y Valeza no estuvo de acuerdo.
Amanda Ford fue la mujer que se decidió a proteger a esos seres, Sebastian Lewis, el jefe de Ataraxia no estuvo de acuerdo y rompió lazos con Amanda y con Valeza, dejando dos grupos de la poca humanidad que queda...separados.
La ciudad de Valeza tenían que estar seguros de proteger a los correctos, pidieron tierras y se creó un pequeño pueblo, con características iguales a como el mundo había sido antes, dividieron a Valeza en dos categorías. Los de pureza: destinados a aportar ideas a los ciudadanos, mantener el orden y apoyar al necesitado. Los de Valentía: Su labor, saber que seres son buenos y que seres son malos, entrenan cada día para poder proteger a esos seres del grupo de Ataraxia y de los Norystarc.
Los Norystarc, seres repudiados, con capacidades poco conocidas, no solo nos destruyen a nosotros, también todo aquello que se mueve y existe, pero especialmentea los seres lluvia, son su presa y siempre eligiran a ellos por sobre los humanos, no tenemos muchos conocimientos de ellos, no sabemos cómo llegaron ni cómo se crearon, tampoco sus habilidades completas, todo lo que sé...es que ellos mataron a mi padre.
Soy Summer Williams, hija de Jonathan y Delia Williams, pertenezco a la categoría de Valentía, entreno desde pequeña diferentes habilidades de defensa como control de sentimientos y engaño ¿Por que? Los seres lluvia saben los sentimientos, leen cada movimiento y no se les fácil engañar y si queremos saber a quien salvamos, ellos no deben de saber nada.
Valeza alzó un muro, el cual aleja a otras personas de nuestra pequeña ciudad bajo tierra y del pueblo de experimento, pero es viejo y se que pronto vendrá la guerra...y estoy lista para ello.
No le temo a nada, aquello importante para mi ya lo perdi, mi cuidador dice que el amor es importante, pero lo niego, el amor destruye y te hace débil, ire a el pueblo de experimentos, callare las bocas de los que no creen en mí, incluso de mi propia madre y pondré en práctica todo lo aprendido.
Engañaré al ser lluvia, me engañaré a mí misma y quizás...engañaré al mundo.
***
El dolor leve de un piquete me hace abrir los ojos de golpe, mi mirada baja rapidamente a mi brazo donde esta una jeringa sacando un poco de mi sangre, hay doctores y gente caminando de aqui y haya, unos heridos y otros al igual que yo, aturdidos por el movimiento rápido de las personas.
A lo lejos en una de las camillas encuentro a Alec aun dormido, alzo el rostro queriendo localizar a Liz pero hay mucha gente hablando y haciendo pruebas.
—¿Summer Williams? — escucho mi nombre a lo lejos.
— Soy...soy yo.
Parpadeo un par de veces aun cansada y aturdida, en mi campo de visión aparece un señor adulto, lo reconozco enseguida, Matt Cooper, es el segundo al mando después de Amanda, pertenece a Valentía, tiene el traje de combate y unas hojas entre las manos.
— Amanda quiere hablar contigo y también con los que tuvieron contacto con el ser lluvia número M83 — dice sin mirarme.
— Se llama Regen— trato de decirle pero parece no escucharme.
Alza una mano dándome un gesto de que me apresure, me levanto de la camilla poniendome rápidamente mis botas, ya no tengo ropa común, ahora tengo el vestido característico de los de Valeza, un blanco liso sin vida, de verlo solo me da asco, busco con la mirada a Alec, él parece ya estar despierto porque esta hablando con uno de Valentia, ese mismo me señala y Alec asiente, en menos de cinco minutos lo tengo a mi lado.
— ¿Solo dos tuvieron contacto? — pregunta el señor cooper sin mirarme.
—Si, solo dos señor.
Se que falta Liz, pero liz aun tiene cosas que hacer, el señor cooper empieza a caminar, a Alec y a mi no nos queda otra que seguirlo, pasamos por varios pasillos blancos, ya casi se me había olvidado una de tantas razones por querer salir de aquí, en uno de los pasillos donde la gente de pureza suele caminar más, esta misma nos recibe con aplausos como si fuéramos los héroes.
Y quizás si lo somos, entonces ¿Por que no lo siento así? Alec sonríe como un bobo y le dedica leves saludos a las personas, yo solo puedo dedicar una sonrisa de boca cerrada mientras mis ojos buscan a mi madre ¿pero a quién engaño? Ella nunca vendría estas cosas.
Finalmente llegamos a donde debe de estar Amanda, es un cuarto de seguridad, en donde estan cámaras y botones de acceso, prácticamente ella puede ver todo lo que pasa, cuando era niña me sentía segura con ello, todas las entradas y salidas estaban protegidas por ella.
Y efectivamente, cuando abrieron la puerta Amanda estaba ahi, con su traje blanco y pelo negro recogido en una trenza bien peinada, en cuanto nos ve nos sonrie, su sonrisa es calida y dulce, de esas que te dedican las personas que valoran lo que haces, cuando madre no estaba ahi para felicitarme, Amanda si.
— ¡Cuanto los extrañe! — dice emocionada mientras nos abraza con mucha emocion — Mis niños, estan mas grandes que la ultima vez.
—Supongo que también mas guapo ¿No es asi madre? — le pregunta Alec abrazándolo de nuevo.
Si, Alec es hijo de Amanda, su padre al igual que el mio lo mataron los Norystarc, aun asi su madre le dio todo y en verdad la respeto.
— Quisiera hablar de todo con ustedes, pero aun hay mas chicos a los cuales preguntar — se separa de nosotros, roja por la felicidad— ¿Quieren algo de tomar?
Yo niego con la cabeza agradecida, Alec por su parte acepta pidiendo agua, nos sentamos frente a su escritorio, un gran ventanal se abre paso detrás de la silla donde ella está sentada, se puede ver gran parte del campo de entrenamiento donde los de Valentía entrenan.
— ¿Dónde está Regen? — le pregunto.
—¿Quien es Regen cariño?
— M83, le he puesto nombre, espero y no te moleste.
—¡No! Eso es maravilloso, es un gran avance que un ser lluvia responda por un nombre.
Recuerdo perfectamente lo que paso, Regen y yo estabamos sentados en el balcon mientras el sol acariciaba nuestros rostros, sabia que el tiempo se estaba acabando, lo supe en el momento en que a lo lejos vi como la pequeña barrera se abria, Regen no lo noto pero yo si, por eso antes de que el gas llegara a nosotros, lo bese.
Fundi mis labios en los suyos, en una despedida cobarde pero pura, en donde cada toque le decía silenciosamente que me gustaba, que me gustaba mucho.
Los de valentia suelta un gas el cual duerme a la mayoría de la población que esta cuidando a los seres lluvia o que son mandados como "extras" esto para que los seres lluvia no lo noten y puedan ser llevados a Valeza con seguridad, por eso desperté en medio de camillas.
—¿Puedes decirme donde esta? — vuelvo a preguntar.
Ella me sonrie antes de tomar mi mano dulcemente.
— Esta bien, tranquila, solo necesitamos saber si no es ofensivo, una vez hecho eso estará con los de su especie — me sonríe — Estará a salvo de los Norystarc y de Ataraxia.
Eso me tranquilizo un poco, pero aun quería una cosa.
—Quiero verlo —pido.
— Pronto cariño, pronto.
Se que menti, joder menti muchisimo, pero en algo no pude mentir y es en que mi corazon ya pertenece a cierto chico lluvia, eso es la unica verdad en toda esta mierda.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro