La película.
"Din Dong
—¿Quien es?
— Wenaaas soy la resaca"
Dormir, si dormir se considerará un trabajo yo sería rica de lo mucho que me encanta dormír, por no mencionar de la comida...no tengo ni idea de porque estoy soñando con borreguitos pero me agrada el sueño.
—Sum — siento un piquete en mi cachete.
Que bonito borreguito...
— Sumeeeeeeer
Que se joda, nada ni nadie me va a hacer que me despierte, no importa que pase no importa quien venga...
— ¡Summer Teodora Williams, levántate! — no respondo — Vale entonces te quedas sin comida.
— Estoy diespertisima, desde hace cinco horas. — me levanto de golpe.
¿Que? La comida ante todo.
Me encuentro con el rostro de Alec, el muy idiota está cruzado de brazos en la puerta sastifecho por qué lo que dijo funcionó, estoy a punto de reclamarle de la comida cuando me lanza una bolsa con el rico olor de una hamburguesa dentro.
— La última vez que te menti de la comida termine en cama dos días — dice — Y no precisamente por sexo.
Me lanza una botella de agua la cual golpea mi cabeza antes de atraparla, empiezo a notar el dolor en mi cabeza, abro la bolsa y el olor a Chile es notorio, vale es eso o tener una resaca todo el día.
— Eres mi salvación — digo dando una mordida.
Rica ricaaaaa hamburguesa, ¡Viva la comida!
— Lo sé — se encoge de hombros sonriendo — Estamos siempre al servicio.
Alza una mano simulando un saludo militar, le lanzo una almohada y me arrepiento en seguida porque la cabeza me empieza a doler con más fuerza, pronto me doy cuenta de mi aspecto y en dónde estoy.
—¿Que paso anoche? — pregunto.
Mi vestido está destruido, roto en algunas partes y tiene manchas de pisadas en algunas partes, ¿Que paso anoche?
—Esta vez te falle, te perdiste a la mitad de la noche, en la mañana te encontré aquí.
—¿Sola?
Ruego a dios que si, no me agrada la idea de enrollarme con quién sea y no recordar al día siguiente, el alza una ceja y asiente con la cabeza.
— Si, sola.
Suelto un suspiro, bueno al menos no pasó nada grave anoche, espero empezar a acordarme poco a poco de lo contrario me voy a frustrar, doy una mordida a mi hamburguesa y un sorbo a mi agua.
—¿Y Regen?
No tengo buenos recuerdos de el de la noche anterior pero tampoco es como si no me preocupe, le advertí como mil veces que no podía decirle a nadie de dónde viene ni la singularidad que tiene, es peligroso, el mundo no está preparado para eso.
— Está con Liz.
No me sorprende, la verdad es que me alegro por el, está conociendo lo que es querer a alguien, si el está bien yo también, eso es lo que significa ser amigos ¿No? Después de todo Regen y yo podemos catalogarnos como eso... amigos.
— Te traje ropa, te veo abajo — dice Alec antes de salir.
Asiento mientras tiro a la basura la bolsa de comida, localizo la ducha y abro la llave, el agua está fría lo cual espero y me ayude para bajar la resaca, cuando salgo me pongo la ropa de Alec, si de Alec, el muy capullito dejo su ropa.
Vale, puede que no sea tan malo, después de todo no tengo ropa y mi vestido no es una opción, la tela suave de la playera de Alec toca mi cuerpo y es lo suficiente larga como para que me llegue abajo de los muslos, considero ponerme los pantalones pero están tan anchos que prefiero quedarme así y ponerme el short que tenía debajo del vestido, solo para no quedar con las bragas al aire.
Bajo las escaleras tallandome los ojos, me sorprende que todo esté limpio después de la noche de ayer, escucho ruidos en la mesa y localizo a Liz, Regen y Alec sentados comiendo, bueno mis dos amigos comen porque el chico lluvia solo toca el plato pensativo.
—Buenos días bella durmiente — saluda Liz.
— No tienen nada de buenos — digo apoyando mi mejilla en el frío mármol de la mesa.
—¿Y si vemos una película? — pregunta Liz.
Escucho a Alec decir un "si" y un "mmm" de Regen que Liz lo toma como otro si.
— Tomaré tu baba como un si amiga mía — me dice Liz.
Escucho como se marcha y creo que no es buena idea porque siento la mirada de los dos en mi.
— Dejen de mirarme, me veo fatal — gruño tapándome el rostro.
— Tienes un poquito de baba pero te vez...bien — dice Alec.
Escucho como da una carcajada, la cabeza me zumba con cualquier movimiento, ignoro la presencia de Regen, ya dije que no es mi persona favorita, no después de ese beso que le dió a mi amiga, es borroso pero aún así se que se besaron, joder casi me río de mi misma por mis sentimientos que ni yo misma entiendo.
— ¿Estás bien? — escucho por primera vez la voz de Regen.
— No es problema tuyo Regen — respondo de mala gana.
— Todo lo que tenga que ver contigo es problema mio, tu eres problema mío.
Alzo la cabeza sorprendida, su mirada no es la misma, es como si estuviera ¿Enfadado? Trago saliva y frunzo las cejas tratando de comprender que le pasa, yo creo que Alec empieza a notar que sobra porque se va diciendo que tiene que ir a ver a Liz, mejor.
—¿Por qué estás enfadada?
— No estoy enfadada.
Suspira como si le frustrara la situación.
— Se te olvida que puedo saber tus sent...
—¡Shhh! No puedes decir eso aquí — lo reprendo.
Se encoge de hombros y estira la mano para apartar su plato con una mueca de asco.
— ¿Y?
Vale volvemos con el famoso "¿Y?" lo desafío con la mirada.
—¿Hay algo que me tengas que contar?
Calmada mija.
Veo como abre la boca y la vuelve a cerrar, en su cabeza debe de estar...tomando información.... procesando...UPS fallo de señal vuelva a intentar.
—¡Ya está la peli! — grita Liz.
Me levanto un poco enfadada, vale no un poco, quizás un mucho pero ¿Se lo merece no? Camino hasta los sillones sentándome en uno, para mí mala suerte el chico lluvia se sienta a mi lado y justo a su otro lado se sienta Liz con cara de "me voy a tatuar tu cara en mi trasero" Alec decide mantener distancia porque se sienta en el suelo frente a la pantalla.
Media hora después soy un mar de lágrimas y mocos, me muerdo las uñas y abrazo con fuerza el cojín intentando calmar mis lágrimas, la última escena de la película pasa, en dónde el perrito regresa a dónde esperaba a su dueño y se queda ahí...joder que película tan más triste.
Los créditos aparecen junto con la estatua del perrito, algún día iré ahí y lloraré.
Siento miradas en mi, Alec me mira como si estuviera loca, Liz está igual que yo llorando así que me lanza una mirada comprensiva y Regen...bueno el tiene la cabeza inclinada a un lado con su mirada característica de curiosidad pura.
—¿Que? — pregunto entre sollozos.
Alec me da una palmada antes de murmurar que va al baño y Liz se levanta junto a el diciendo que lo acompaña porque tiene que limpiarse la nariz.
—Se llama llorar — digo antes de que pregunte.
— Lo sé...cuando me dejaste solo en casa ví esa caja negra grande, aprendí muchas cosas ahí.
Ahora entiendo algunas acciones y palabras que el usa y que yo no le enseñé.
— ¿Entonces por qué me miras así? — pregunto limpiandome la nariz.
— Todas...las personas que ví se veían mal al llorar — se mueve — Pero tu...bueno tu no te ves tan mal.
Suelto una carcajada en medio de las lágrimas, ¿Quien se ve bien llorando? Nadie, yo me pongo roja y los ojos se me hinchan horrible, definitivamente nadie se ve bien llorando.
— Me veo horrible — digo.
— Ven aquí — veo como abre los brazos inclinándose hacia un lado.
Eso no me lo esperaba de el...vale no me lo esperaba nunca, bendita televisión.
Lo pienso un momento, bueno ¿Para que miento? Me gusta cuando se pone así, aquella noche en que dijo "te necesito a ti" y después me abrazo...creo que fue algo lindo y quizás (solo quizás) me gustó la manera en como me abrazó, aparto el cojín y los pañuelos sucios, intento apartar un mechón de pelo pero el me lo aparta antes, tan cariñoso...es mucho para mí pobre corazón.
Veo como estira las piernas por lo largo del sillón y yo me acuesto encima de el, mi mejilla queda recargada en su pecho, no escucho sonido alguno de algún corazón, no me asusta, después de todo no conozco todo lo que a él conforma.
—¿Puedes hacer eso que haces siempre que dormimos? — me pregunta.
Siempre que dormimos aprovecho para tocar su pelo y cuando menos me doy cuenta terminamos dormidos, yo con una mano en su pelo y el con una mano en mi cintura.
— ¿Que ganaría yo? — bromeó.
— Solo hazlo — dice sonriendo.
Pongo los ojos en blanco pero estiró mi brazo por encima de mi cuerpo hasta localizar su pelo, es una posición incómoda pero me gusta, siento como su mano también toca mi pelo con ternura.
Quizás a Liz le gusta, quizás soy una mala amiga porque lo he notado, más sin embargo estoy aquí, dejando que me abrace, quizás debería enojarme conmigo misma por ser tan mala amiga y no dejarle el camino libre a Liz, quizás debería hacer muchas cosas ¿Pero saben que? No me importa, me la he pasado la mayor parte de mi vida tratando de compensar mis errores que entre ellos no les tomo importancia a los errores de los demás.
Quizás ahora solo debe de importarme yo y este chico lluvia, solo los dos.
— No entiendo muchas cosas, no entiendo mis sentimientos, por eso te pido que me expliques que es esto que siento cada que te veo con alguien que no soy yo.
***
De alguna manera, no se como, estoy en casa, la cabeza me duele menos y me siento mucho mejor, estiró las manos por encima de mi para estirarme, cuando mi mirada cae en el buro de a mi lado no puedo evitar soltar un jadeo de asombro.
Es un despertador, es de color negro y esta enredado con un liston rojo, digo enredado porque el liston le dio como cinco vueltas al despertador y termina con un nudo mal hecho, creo que no hace falta saber quien le puso el liston.
— El otro sin querer lo rompi, te compre otro, no es igual al anterior pero espero y te guste — dice jugando con sus manos.
— Me gusta, gracias don brillitos.
Le dedico una sonrisa a la que él responde, me levanto hacia el ropero a buscar mi ropa, Regen está enfrente de este y alza ambas manos hacia mi, al ver mi cara de confusión se pone rojo.
— Oh...yo pense que me abrazarias...jeje pero tu vas por ropa, c-claro porque necesitas cambiarte — tartamudea nervioso.
— ¿Por qué estás nervioso hoy? — le pregunto y él se encoge de hombros — Si quieres un abrazo solo pídelo.
Digo rodeándolo con ambos brazos, apoyo mi mejilla en su pecho sintiendo su aroma y cercanía, el me rodea con sus brazos acercándome mas a el, y asi nos quedamos, no se por cuanto tiempo, aunque ese tiempo se esfumo cuando las leves tonadas de musica se empiezan a escuchar.
— ¿Has puesto música? — le pregunto.
— Me gusta.
Nos sentamos en la orilla de la cama mientras escuchamos las leves tonadas de las canciones, Regen me pregunta cosas triviales de mi niñez, lo cual yo respondo un poco timida, me muestra sus avances en su singularidad, ahora manipula también el agua que se encuentre cerca.
— ¿Puedes ir por esos dulces de color azul? — me pide y yo acepto.
Camino a la mesa dejando la puerta abierta sintiendo la mirada de Regen en mi, tarareo la canción de I Need You de M83.
Regen.
Le pedí a Summer que se alejara porque suena la canción que me gusta, las canciones se recuerdan, no quiero que esa canción me recuerde a ella porque se que en algún momento se irá, pero mientras la veo sonreir entiendo que no necesita estar cerca de mi para que la canción sea suya y cada que suene me recuerde a ella.
***
«El era un desconocido creado de la lluvia, yo era el arcoiris después de la lluvia, destinada a ser el arte después de su catástrofe»
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