"Las cosas no suelen pasar por casualidad, y si llegan a pasar entonces abre bien los ojos porque alguien mas lo hizo parecer "casualidad" para bien o para mal" 

— Tengo frio gotita — escucho la voz entre sueños. 

Cierro los ojos ignorandolo, hace unas horas que Liz y Alec se marcharon, despues de eso le di de merendar a Regen y nos acostamos a dormir. 

¿Como bajamos? Bueno...su culo termino en mi carita.

 — ¿Gotita? — vuelve a preguntar. 

Gruño por lo bajo y me giro hacia el, si, dormimos juntos, cosa que no se me hace de otro mundo, solo somos dos personas queriendo dormir, aparte es mejor estar asi juntos, si la cosa llega otra vez, al menos podremos protegernos, protegerlo.

Ademas Regen se aferra a que no lo deje, cuando quiere hacer pis yo lo tengo que esperar afuera de la puerta mientras me obliga a hablar para que el sepa que estoy ahi. 

Me giro hacia el, tengo un ojo medio cerrado pero logro verlo, parpadeo un par de veces para poder ver con mejor claridad, el esta con la mitad de mi cobija tapado completo y solo deja destapado sus ojos color plata. 

— ¿Que? Estoy durmiendo. 

— Tengo frio. 

— ¿Y? — frunce el ceño con mi respuesta. 

— No seas grosera conmigo gotita — se tapa el rostro.

 Si, Regen es como un pequeño niño al cual debes de cuidar y apapachar para que no se sienta mal, para que se sienta seguro. 

— Vale, perdon chico lluvia — digo en una mueca 

— ¿Quieres otra cobija? 

Sus ojos vuelven a estar a la vista, sonrio un poco al ver su pelo alborotado y su cara pensativa, piensa mi pregunta y despues niega con la cabeza. 

—¿Entonces? ¿Que necesitas? 

Siento como estira los brazos y uno toma mi cintura para acercarme a el, es fuerte porque me mueve con facilidad, su calor corporal es notorio y su olor a lluvia me hace cerrar los ojos de lo lindo que huele, pasa su brazo por encima de mi hasta que quedo pegada a su pecho.

 Siento como apoya sus labios en mi pelo, mi mano va automatica hacia su pelo y se queda ahi mientras dejo que el sueño me consuma. 

— Te necesito a ti, gotita. 

Y ahi en medio de la noche, el chico creado de la lluvia y yo dormimos abrazados esperando...esperando lo peor. 

***

Los rayos del sol me despiertan, bostezo un poco y siento que he pasado horas durmiendo ¿Que hora es? ¿Que dia es? 

Dia de escuela idiota... 

Me levanto de golpe, tanto que llego a marearme, estoy a punto de tomar las cosas para bañarme cuando noto que Regen no esta, ayer en la noche me quede dormida junto a el muy rápido, supongo que estaba muy cansada.

 Mis ojos se abren buscándolo, el ruido de algo caerse detrás de la cama me pone en alerta, suspiro lentamente para que mi respiración no se escuche, mis manos se vuelven puños dispuesta a soltar algún golpe a quien esta detrás. 

— ¿Regen?

 El chico lluvia se sobresalta tirando todas las cosas que trae en la mano, frunzo el ceño tratando de comprender que carajos hace ahí, observo los objetos con detenimiento, cables...pilas.

 — ¡¿Que le has hecho a mi despertador?! 

— ¿Yo? — se hace el inocente mientras se para — Buenos días ¿Como amaneciste? 

— Regen...

—No pensé que le pasaría eso — dice — Yo solo quería que dejara de hacer ese ruido. 

Regen es fuerte, eso lo se, y ahora con mi pobre despertador aplastado lo confirmo aun mas, me agacho para tomarlo y para ver si sirve aun. 

Pero si esta mas muerto que el amor que te tiene tu ex.

Suspiro, tengo que guardar las cosas importantes sino quiero que Regen termine aplastandolas en un solo movimiento. 

— Bueno, que tragedia pero...¿Tienes comida? — me pregunta. 

— ¡¿Rompiste mi despertador y pides comida?! 

— Bueno...tengo hambre y aparte no estas enfadada. 

Alzo el mentón pareciendo enojada pero creo que eso no funciona ya que me veo muy pequeña a su lado. 

— ¿Que te hace pensar que no estoy enfadada?— pregunto y el sonríe. 

— ¿Se te olvida que puedo saber que sientes? — pregunta con una sonrisita — Tengo hambre y sera mejor que coma algo si no quieres que te coma a ti. 

— ¿Que? 

— ¿Que? — pregunta alzando una ceja. 

Lo ignoro y me voy directo a mi móvil buscando el horario, son las nueve de la mañana, me perdí dos clases, si corro ahora mismo seguro llego a las siguientes...pero tengo un problema. REGEN.

 ¿Que hago? No puedo dejarlo solo, no podría y el no quiere, no puedo dejarlo con nadie mas porque es tan inocente que seguro cuenta de sus habilidades...odio los cursos de verano que parecen clases, se supondría que tendría que estar de vacaciones pero...bueno lo que callamos los estudiantes. 

— Regen... 

El alza la mirada emocionado. 

— ¿Quieres ir a la escuela? — trago saliva al preguntar. 

El abre los ojos y sonríe emocionado. 

— Si es contigo...entonces si quiero ir

***

—

¿Estas diciendo que debo de inscribirlo a pesar de estar a mitad del curso? 

La señora secretaria alza una ceja desafiante y yo me limpio las manos en el suéter de la escuela ya que estas empiezan a sudar por los nervios, durante los años que viví con mi madre entendí que para resolver algo es mejor estar tranquila, así que saco mi mejor sonrisa. 

— Se que suena loco, pero...bueno solo es un curso ¿Podrá inscribirlo?

 Ella mastica con fuerza un chicle que no se si esta rojo porque así es su color o porque se embarro del labial rojo que tiene, aparto la mirada antes de que me de asco y le vomite encima. 

Doy una miradita hacia las bancas de espera en donde esta Regen, el mira sus manos y alza la cabeza curioso en cuanto siente mi mirada, sus ojos chocan con los míos y me sonríe, le sonrió para que no note mi nerviosismo. 

— No. — contesta. 

Bueno parece que debo ensayar mas esa "tranquilidad" jeje.

 — ¿No? ¿Por que no? 

¿Entro en pánico? No...no entres en pánico. 

— Porque no. 

Vaya que madura. 

Siento como Regen se acerca poniéndose a mi lado, por alguna razón su cercanía me calma un poco pero aun así me alejo un paso para evitar que sienta mis nervios, aunque claro no se si eso funcione, la secretaria lo ve de arriba abajo y casi quiero lanzarle el café en la jeta. 

Ay que agresiva señorita, en ocasiones amo ser tu consciente, la paz nunca fue una opción. 

— Mire, el solo no quiere quedarse sin hacer nada en casa y pensé que quizás esto le ayudaría... 

— Estos cursos ayudan para el promedio de las materias originales — pone sus manos al frente como si fuera un licenciado — Esto no es una guardería, ni un centro para pasar el rato. 

— Solo sera una semana... 

— ¿Usted no debería estar en clases señorita Williams?

 Hola dios soy yo de nuevo. 

Dios: Wey ya.

 Me giro lentamente tratando de parecer como si nada, me encuentro con la cara de uno de mis maestros, el maestro Cárter.

 Jjsjsjs se llama Cárter y no trae dinero en la cartera. ¿Ustedes no tienen una consciencia bien pendeja? Porque yo si. 

El profe de hecho es un poco joven para su puesto, no pasa de los 25 años quizás, aun así me da miedo, bueno en teoría todos los maestros me dan miedo. Suelen contarle todo lo que hago a mi madre, lo cual es muy malo. 

— Ay...hola — digo sonriendo. 

— Le hice una pregunta. 

— Yo...se me hizo tarde. 

Escucho como la secretaria se aclara la garganta y yo empiezo a ser un manojo de nervios, observo al profe que ha detenido la mirada en Regen y este en el. 

Pero la mirada del chico lluvia no es curiosa, es mas pensativa, tiene el ceño fruncido y observa cada movimiento del profesor, por no mencionar que esta tenso. 

— La señorita Williams vino a pedir un cupo para su amigo — habla la secretaria.

 Eso vuelve a llamar la atención de mi maestro. 

— ¿Se lo has dado? — pregunta el. 

— No señor...

— Dáselo y rápido, ambos se están perdiendo clases. 

¿Que? La secretaria me da una ultima mirada antes de teclear en su portátil para sacar el pase de Regen, me giro hacia este que parece pensativo, no le pregunto nada porque no estamos solos pero aun así por instinto paso mi mano por su brazo para acercarlo a mi. 

Noto como su cuerpo se relaja poco a poco, suspiro aun con la duda latente en mi cabeza. 

Tengo que arreglármelas para poder inventarle un apellido decente y tengo que poner escusas sobre sus papeles alegando que el solo vino de vacaciones dejando sus pertenencias importantes en su hogar, en todo ese rato el chico lluvia no alza la mirada, eso me pone en alerta y casi lo jalo en cuanto nos dan el dichoso cupón. 

Caminamos por el largo patio y entramos a los pasillos escolares, estos están vacíos puesto que las clases ya están en curso, a lo lejos escucho los gritos de los chicos jugando en la cancha.

 — ¿Te pasa algo? — le pregunto. 

El se separa de mi un poco, tarda un momento para contestar pero lo hace. 

— No pasa nada — dice sonriendo. 

Vale ¿Debería alarmarme?

— Estas muy callado... 

— Solo...estoy nervioso por esto. 

Su sonrisa es cálida, trato de ver mas haya de esa sonrisa para ver si me oculta algo pero gira el rostro antes de que lo observe mas, intento tocarle la mano pero la aparta metiendolas en los bolsos de su pantalón. 

El no me mentiría ¿O si? 

***

 Una de las cosas que admiro de Regen es la facilidad con la que ve el mundo, no lo ve con errores o estereotipos, lo ve como lo que es, un mundo con gente que espera cada día cumplir sus sueños. ¿Como lo se? 

 En mi curso hay una chica, se llama Susi, la mayoría de mis compañeros se burlan de ella por tener sobrepeso, la llaman "gorda" "obesa" entre otros apodos, aun así, nunca he visto que llore o que deje de venir a la escuela por esos comentarios y en cierta manera la admiro.

 Pero me odia, y supongo que esta bien, cuando recién entre a la escuela a ella un grupo de niñas le gritaron cosas horribles, yo baje al baño y las vi, en la mirada de ella se veía que me pedía ayuda. Me pase de largo. 

Me odie por eso, por lo débil y tan idiota que fui y sigo siendo, cada que me ve, baja la mirada enojada y quizás decepcionada, si, cometí un error muy grande. 

— Te he dicho que la dejes. 

Abrí los ojos asombrada al reconocer la voz, habíamos llegado a clase y el maestro encargado aun no llegaba por lo cual el tiempo libre era notorio, yo estaba sentada en mi silla actual, pero Regen no. 

Regen esta enfrente de un chico al que reconozco como la pesadilla de Susi, o como según es su nombre Ramiro, un nombre tan malo como su actitud. 

— Quitate idiota — le dice Ramiro. 

Ok, diosito ayudame y ayudalo. 

Me levanto dejando mi mochila, me acerco a donde están ambos, Susi esta detrás de Regen mirando sorprendida al chico lluvia.

— No entiendo muchas cosas, pero se que le estas haciendo daño con lo que dices. — habla Regen. 

— ¿Vas a defender a la gorda?

Y entonces el chico lluvia sonríe, no es esa sonrisa dulce que me dedica. 

— No te lo repetiré otra vez — habla con un volumen alto — Dejala en paz. 

Ramiro sonríe y se gira hacia mi, oh no. 

— ¿Por que no controlas a tu pendejo Zanahoria? Es muy chico — se ríe. 

— ¿Chico? ¿Estas hablando de tu pene? — le contesto.

 Y cierro la boca en seguida, bueno morir joven no era una de mis opciones, pero tengo que abrir la jodida boca, el salón entero hace ruiditos y Ramiro pone mala cara, puedo sentir la mirada de todos en mi, si algo le enoja a un hombre es que le digas algo de sus intimidades.

 Trago saliva cuando da un paso hacia mi, Susi me observa, me debe de ver como la misma débil que cuando entre, Ramiro da otro paso hacia mi pero la mano de Regen se pone en su pecho deteniéndolo. 

— Tocala y te juro que te romperé la cara con solo apretar un poco, y te dolerá, créeme. 

La tensión es notoria pero deja de serlo cuando el maestro de la clase llega, Ramiro aparta la mano de Regen de un golpe que en una persona normal la mano apartaría rápidamente, en Regen su mano solo se aparta un poco.

 Regen se sienta a mi lado y su mirada se pierde en el pizarrón, le hablo un par de veces pero el profesor se da mas cuenta que el propio Regen, pasan las horas de clase y no me habla, no me mira, no se mueve, solo mantiene la mirada al frente.

 El timbre de la escuela suena anunciando el termino de las clases, Ramiro es el primero que se marcha, mientras que Regen lo sigue con la mirada, una vez que todos salen me levanto y me pongo en frente de la banca del chico lluvia. 

— Te pasa algo, dilo de una vez. 

Entonces sus ojos color plata se alzan a mi, por un momento me quedo muda pero mis ansias de que me hable son mayores ¿Que me pasa? 

Estiro mi mano para tocarle la mejilla pero el la aparta de un golpe nada amable, abro los ojos tratando de comprender su reacción. 

— Vamos a casa Summer. 

¿Que sucede por esa cabecita tuya mi chico lluvia?