-¡CLARO QUE NO LO ENTIENDES, SOLO ERES UN PATÉTICO OMEGA DE CASTA BAJA, NO SE COMO PUDE INVOLUCRARME CON UN SER TAN ESTÚPIDO E INFERIOR!- 

************************************

Había pasado una semana y aquellas palabras tan crueles por parte del alfa seguían resonando en la mente del omega. 

Hidan se encontraba en su cama, con su cabeza recargada sobre la almohada, todavía no era capaz de entender porque su pareja había reaccionado de una forma tan agresiva. 

Llevó su mano hacia su vientre donde poco a poco estaba creciendo su bebé y de cierto modo eso provocaba cierta preocupación en el jashinista pues ahora temía lo peor con Kakuzu echando humo por la cabeza. 

Con calma se incorporó para ir a la cocina y beber algo de agua pero en el camino noto que todos los miembros de la organización se encontraban reunidos discutiendo con el líder, de forma sigilosa se posicionó junto a la puerta para enterarse de lo que hablaban, pero lo que escucho lo dejó helado. 

-Kakuzu abandonó la organización- 

Esa oración hizo que el estómago se le resolviera, y como si eso fuera poco, también Pain estaba considerando deshacerse de él debido a su condición. 

Con miedo y desesperación el chico de los rituales volvió a poner su mano sobre aquella zona que se encargaba de darle calor y refugio a su bebé, sólo que ahora sentía un fuerte deseo de deshacerse de él. 

“¡Todo por esta cosa!, ¡este maldito engendro destruyó mi vida!” y con ese pensamiento en la cabeza el religioso se retiró con la intención de ponerle fin a su sufrimiento. 

************************************ 

La ira y el resentimiento habían invadido por completo la mente del inmortal, el cual no pensaba de una forma racional. 

Tomó una de sus estacas dispuesto para después dirigirse a las afueras de la base de Akatsuki, en donde atravesó su mano haciendo que grandes cantidades de sangre salieran de esta para así formar el símbolo de Jashin-sama. 

Una vez que todo estaba preparado para la ceremonia Hidan entró al círculo sosteniendo con fuerza su arma. 

A lo lejos podía sentir como lo llamaban sus amigos algo asustados por el escenario que había montado. 

-Voy a ofrecerle a mi Dios, sacrificare a este engendro- dijo el omega antes de seguir con acto. 

Alzó su arma apuntando directamente a la parte baja de su estómago, sintiendo como unas cuentas lágrimas se desbordaban por sus ojos debido al dolor tan grande que cargaba. 

-¡MUEREEEEEEE!- 

Y antes de que el filo chocará contra la piel de Hidan una mano lo detuvo, era Kakuzu, que vestía una túnica negra y que ahora estaba sin su máscara dejando a la vista su rostro que demostrará una clara preocupación. 

El omega al ver a su amado, dejó caer la estaca, para luego ponerse de rodillas contra el suelo. 

-Pensé que te habías ido- soltó el creyente. 

Fue entonces cuando el moreno dejó su agarre para agacharse y darle un fuerte abrazo al joven. 

-Jamás podría ser capaz de abandonar al amor de mi vida- contestó Kakuzu haciendo que Hidan explotara en un enorme llanto. 

************************************ 

Cuando las cosas se calmaron, Deidara e Itachi llevaron al omega a su recámara para que pudiera descansar, mientras que Kakuzu se quedó con los líderes para tener una buena charla. 

-No pensé que volverías- comentó Pain cruzando los brazos. 

-Debía hacerlo, es cierto que al principio me acobarde por mi pasado, pero luego entendí que no sería capaz de vivir sin Hidan- confesó el castaño. 

Konan sonrió por aquella declaración tan honesta. 

-Entonces, ¿qué harás al respecto?- preguntó la flor de la esperanza. 

-Me haré responsable de todo y aceptaré las consecuencias, solo quiero que mi familia esté a salvo- 

Hubo un momento de silencio hasta que el Dios del nuevo mundo decidió hablar. 

-Por ahora les permitiremos que se queden dentro de la organización, una vez que nazca el bebé volveremos a hablar sobre esta situación- 

-Ya puedes retirarte Kakuzu, apuesto que tu y Hidan tienen mucho de qué hablar- dijo Konan. 

El mayor hizo una pequeña reverencia antes de abandonar el cuarto. 

Los líderes intercambiaron miradas para después soltar un gran suspiro. 

-Tengo el presentimiento de que de ahora en adelante las cosas se pondrán muy locas dentro de la organización- dijo el portador del rinnegan haciendo que su amiga soltara una pequeña risita. 

*************************************

Cuando Kakuzu llegó a la habitación se le hincho una vena al ver que tanto Deidara como Itachi estaban sobre su omega en el colchon. Ambos lo abrazaban con la intención de brindarle un poco de consuelo. 

-Yo me encargo a partir de aquí, así que lárguense de una maldita vez- ordenó el moreno. 

El rubio enfurecido por aquella insolencia decidió bajarse de la cama para empezar a pelear. 

-¿¡DESPUÉS DE TODO LO QUE LE HICISTE PASAR A HIDAN CREES QUE PUEDES LLEGAR Y- pero el menor no terminó con su ataque ya que Kakuzu lo había envuelto en varios hilos para luego lanzarlo por la puerta. 

El Uchiha que era más consciente de la fuerza monumental del alfa simplemente le dio una última muestra de afecto al religioso antes de salir de ahí. 

Una vez solos, Kakuzu tomó asiento al lado de su amado y como era de esperarse Hidan comenzó a golpearlo directo en el pecho. 

-¿¡TIENES UNA PUTA IDEA DE LO ASUSTADO QUE ESTABA!?- gritó el creyente mientras que cientos de lágrimas brotaban nuevamente de sus ojos.  

El mayor agachó la cabeza dejando que el omega sacará todo su coraje. 

-¡TENÍA TANTO MIEDO DE NO VOLVER A VERTE, DE QUE TODO NUESTRO AMOR SIMPLEMENTE QUEDARA EN EL PISO HECHO MIERDA!- 

Tras varios golpes y rasguños, el chico se cansó y permitió que su alfa lo envolviera entre sus brazos. 

-Como lo siento Hidan, fui un imbécil, un traidor, un maldito cobarde y te causé mucho dolor, de verdad lo siento- dijo Kakuzu. 

Al escuchar eso, el jashinista recargó su frente contra el hombro del mayor, se quedó unos minutos en esa posición ya que era un gran lugar para impregnarse del aroma de su alfa. 

-Como me vuelvas a dejar juro que te mato- dijo el religioso haciendo que el avaro sonriera, ya que al parecer su amado había regresado a la normalidad. 

Con cuidado, Kakuzu bajó su mano hasta llegar al vientre del creyente. 

-Juro que jamás volveré a dejarlos, son lo más valioso que tengo en este mundo- aclaró el castaño dándole a Hidan unas cuantas caricias. 

-También te amamos, estúpido vejestorio- 

Aquí les dejo el capitulo nwn ❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️✨️❤️ espero les guste.

Ahí tienen su pareja feliz 😂