Capitulo 4
—Me vas a seguir diciendo que "no significa nada"—Pronuncie teniendo el celular en mis manos.
—Hasta que te quede claro lo volveré a decir, no significa nada Venus—Nego con un poco de molestia.
—Entonces respóndeme ¿desde cuándo se hablan por mensajes? si cuando se ven son como perros y gatos—Exprese apagando la pantalla del celular.
—Ella fue la que me escribió, yo solo le respondí ¿eso demuestra algo?
—Yo misma vi que tú iniciaste la conversación—Lo contradeci.
—Te estás dando cuenta que estás invadiendo mi privacidad—Se excuso haciéndome ver como una metiche.
—Te estás dando cuenta que me estás mintiendo.
—Solo dame mi celular y ya—Me pidió rodando los ojos.
Si prefieres tener esa aptitud para que olvide esto, pero no lo haré eso te lo garantizo.
—¿Sabes? sería muy estilo cliché que al final mi mejor amiga este con mi hermano—Me reí de tan solo imaginarme esto en un futuro, sé que pasara es un hecho.
Lo más interesante que sería saber.
¿cómo fue el proceso?
—Créeme tu amiga no es mi tipo—Se defendió.
—Tu tampoco lo eres—Hablé con simpleza y le di el celular.
Pensé que el me diría algo, pero solo se quedó callado solo me recibió el celular y fue la señal perfecta para entender que debía de irme ya.
Cuando salí de mi habitación, entendí que debía de iniciar un plan para mí ya que es sábado y literalmente mi salvación en Ludmila ya que ella siempre es invitada a fiestas a mi igual.
Así que esta vez fui a mi habitación, y me cambié de ropa para salir y no era para ir a la casa de Ludmila sino para algo que estaba pensando hace tiempo.
Me vestí con un jeans color negro y una blusa color roja, por último, me cepille el cabello agarre mi bolso y sin más salí de mi habitación.
Fui directo a salir de mi casa y lo logré, ahora mismo estoy conduciendo mi auto hacia el rumbo que tomaré ahora.
Al llegar a dónde tenía planeado, tenía en cuenta que esto sería una muy mala idea más que nada porque al hacerlo saldría de mi zona de confort, pero después de lo que pasó ayer estoy decidida del todo por borrar todo lo que siento.
Examine todo el lugar, bueno aquí vamos.
Observé cada vestido que había en la tienda, pero siendo sincera ninguno me agradaba ya que no es mi tipo de ropa que utilizo, aunque ese es el punto de esto ¿verdad?
Así que en contra de mis gustos agarré dos vestidos, uno era color rojo que hacía resaltar la parte de mi busto y en la parte de mi espalda es un poco descubierta, y uno de color negro que a comparación del anterior me quedaba pegado a mi cuerpo y hacía notar de una manera muy notoria mi busto, luego de elegir ambos vestidos fui a pagarlos en la caja.
Automáticamente le hable a Ludmila que si hoy tiene algún evento asistiré.
¿Qué me respondió?
Pues efectivamente tenía planes, una fiesta en la cual asistiría muchas personas y es lo justo que quería, le dije que en la noche venga a recogerme a lo cual me dijo que bien solo que no me tardará mucho.
Así que por esa razón es que volví a casa, más que nada para prepararme cuando venga a recogerme.
Horas después.
Estuve alistándome desde hace casi dos horas, literalmente ya estoy lista.
Me veo en el espejo y me noto tan diferente, diría que demasiado, pero este era el objetivo que quería con esto.
¿Porque hago esto?
Si seguramente te estarás preguntando eso.
Después de lo de anoche entendí que debo alejarme de Eiden a toda costa, así sea que tenga que hacer esto lo haré.
¿Quién es Eiden Maxwell para mí?
! Ay si tan solo supieran ¡
Bueno llegó el momento en que lo sepan, así que en donde estés acomódate bien, toma una taza de café y lee esto atentamente.
Antes que nada, debo de aclarar que mis sentimientos por el no son de ahora, son de muchos años atrás.
Para ser precisos yo me fijé en el desde que tengo seis años de edad, sí sé que en estos momentos estarán diciendo ¿qué? ¿cómo? no quiero alargarlo mucho, pero desde ese entonces él me tiene así, tan cautiva hacia él.
Él siempre me cuido, digamos que fue como mi niñero en lo que tengo uso de razón, a donde yo iba él siempre estaba no de una manera sobreprotectora, sino que cuidaba a qué no me pasará nada manteniendo su distancia.
Siempre me pregunte.
¿Porque el hacia esto?
Es que ni siquiera recibía una paga por cuidarme, yo lo sé porque yo a veces lo espiaba y jamás lo he visto salir de la casa con algún cheque.
Solo se limitaba a decir en qué "soy hija de Alexis y Addison y por esa misma razón cuida de mi"
Juro que yo tenía la esperanza en que lo hacía porque yo le importaba, pero se a la perfección que solo lo hacía para ganar aprecio hacia mis padres ya que bueno, mi mamá es la directora de la convención y mi padre también lo es, y obviamente él está a servicio de mis padres.
¿Qué cargo tiene?
Digamos que es como su persona de confianza en la convención, para ser exactos lo llaman "hechicero privado de la directora y directo y del consejo"
El resuelve los problemas de todos ellos, en encargarle cualquier cosa el las cumple y jamás ha fallado con ninguna misión que le han otorgado, así que tiene unas excelentes referencias por todos ellos, y claro su suelto habla por si solo de lo eficiente que es.
Nunca había cruzado más de dos palabras, era reservado y alejado a quererme conocer o entablar una conversación conmigo.
Se suponía que yo al cumplir mis 18 años se acababa todo, es decir, el cuidarme y tener que verlo creí que al cumplir mi mayoría de edad me podría deshacer de él y eliminarlo de mi vida totalmente, pero no él está más cerca de lo que creí.
Siempre intente sacar estos sentimientos que tengo hacia él, pero su presencia no era de ayuda, claro que no lo era.
Cada vez me era más difícil, verlo y tenerlo cerca de mí a pesar que no sea por su propia voluntad sin duda hacía que mi atracción abundará más, que todo se multiplicará día a día a pesar que me decía "Venus el jamás se fijaría en alguien como tú, aterriza antes que salgas lastimada" y aquí estamos, en medio de un inicio hacia el olvido de mi amor imposible.
En ese momento recibo un mensaje de Ludmila diciéndome que ya está abajo, así que antes de salir de aquí alisté mi bolso y mi celular y mi billetera y unos segundos antes de salir me observé en el espejo.
Hoy comienza un nuevo inicio para ti, grávatelo.
Fui bajando las escaleras hasta llegar a la puerta de salida, pero justo en ese momento paso algo inesperado.
¿Que fue exactamente?
Era Eiden quien estaba afuera de la puerta de mi casa, al parecer iba a tocar para ingresar y consigo llevaba unos papeles, así que eso solo indica que vino a buscar a mi mamá o papá.
Pero ¿porque tenías que aparecer ahora?
Lo observé asombrada al encontrarme lo afuera, pero su expresión no se notaba agradable diría que estaba disgustado.
¿Porque ese rostro Maxwell?
—¿A dónde vas así vestida? —soltó observando me de pies a cabeza.
—No es de tu incumbencia, bye—Pronuncie con indiferencia, hasta a mí me impresiono en la forma que maneje esto, una estrellita para mí misma.
—No te dejare ir—Me advirtió con un tono de autoridad hacia mí.
—Te sales por las buenas o por las malas—Le anuncie con una pizca de molestia.
—Vamos quiero ver tu lado "malo"—Hizo comillas, como dándome entender que yo no sería capaz de hacerle algo.
En ese instante apareció una sonrisa fingida en mi rostro, así que él quiso esto, así que se lo daré.
Con mi magia lo termine tirando al piso, termino un poco lastimado, pero nada que un buen hechicero que es el mismo pueda solucionar.
Me dirigí hacia mi camino, en donde encontré a Ludmila con su auto y quién por lo visto presenció aquella escena en la entrada, y ingresé al auto.
—Acabo de ver lo que creo que vi—Murmuro con su expresión de diversión.
—Solo maneja—Me límite a decir, a los segundos entendió que no diría más y empezó a conducir.
En el transcurso del camino lo único que hacía era pensar en lo que pasó hace rato, es que! por dios porque me lo haces tan difícil ¡
—¿Crees que no opinare nada al respecto? —Cuestiono mi conductora en estos momentos.
—Vamos, hazlo.
—A mi parecer creo que siente un tanto de atracción hacia ti—Menciono con su tono de voz insinuante.
—No me interesa—Negue de inmediato.
—Hare como te creo—Dijo sarcástica.
Minutos después.
Llegamos a la fiesta, debo de admitir que la mansión es muy grande había muchas personas aquí, tantas que hacía hacerme cuestionar de irme de aquí pero no, debo de quedarme.
Ludmila me guio a un sitio donde había como 6 personas.
—Hola chicos—Los saludo, había tres chicas y tres chicos—Les vengo a presentar a mi mejor amiga se llama Venus.
En ese momento sentí sus miradas sobre mí, sonreí un poco intentando dar a entender que estoy bien.
—Un gusto conocerte, me llamo Miranda—Fue la primera en hablarme, su cabello era de color marrón oscuro.
—Mi nombre es Fernanda un gusto—Pronuncio y a comparación de todas tenía el cabello rojizo, lo que la hacía resaltar.
—Me llamo Olivia un gusto—Se presentó, su cabello era de color castaño.
—Me llamo Sebastián.
—Mi nombre es Adriel.
—Hugo.
Cada chico que observé era tan diferente al otro, podría admitir que eran muy atractivos.
—Bueno ya que se conocen, me voy a moverme al ritmo de la música chaito—Se apresuró en decir Ludmila, que ni siquiera le pude decir que no lo hiciera literalmente quedé sola, bueno no, pero no es como que los conozca a todos ellos.
—No te preocupes, nosotras estamos aquí—Menciono Fernanda al notar que no me sentía cómoda ahora.
—Digamos que Ludmila es un alma extrovertida—Añadió Miranda.
—Digo lo mismo—Le dio la razón Olivia.
—La conozco y es cierto—Lo afirme.
—Me da curiosidad saber ¿qué te motivo a venir? ya que bueno, nunca te hemos visto con Ludmila—Dijo Fernanda.
—Quise distraerme, es todo—Me límite a decir.
—Solo bailando o también con otro fin más—Lo insinuó Miranda, está vez observando a los chicos.
—Si se da la oportunidad ¿porque no? —Le conteste con obviedad.
Luego de eso iniciamos hablando todos, vaya nunca imaginé que me agradarían personas que solo acabo de conocer unas horas.
—Venus—Me nombró alguien, cuando vi quien era le preste atención.
—Si.
—¿Quieres bailar? —Me propuso Sebastián.
—Si.
Ambos nos dirigimos dónde se encontraba la música, y para ser precisos justo en ese momento empezó a sonar una música lenta.
Empezamos a movernos en el ritmo de la música, fue entonces cuando me puse a examinar su rostro él tenía sus ojos cafés y su cabello era negro.
—¿Sabes? ninguna chica me llegó a llamar su atención hasta en su nombre—Confeso en un susurro, como si quisiera que solo yo lo oyera.
—¿Debería de sentirme halagada? —Cuestione aguantando las ganas que tengo de reírme, es que ¿no les parece gracioso?
—Siendo sincero si—Afirmó con ese aire de arrogante.
—Vaya, me siento afortunada—Dramatice riéndome un poco.
Luego de decir eso, paso algo que no creí que iba a ocurrir, pero vaya si que está sucediendo.
El me apego más a su cuerpo, nuestros rostros estaban a una sola pequeña distancia tanto que a solo escasos espacios estaban por unirse nuestros labios, mi rostro bueno habrá reflejado sorpresa ya que el al notarlo curvo una sonrisa en sus labios.
¿Qué pasó después?
El me beso como lo estás leyendo ahora eso está pasando ahora.
El beso era lento, que hacía que cada parte de sus labios yo pudiera rozar y disfrutar.
Hasta que bueno, la magia termino cuando ambos nos separamos.
¿Adivinen qué pasó?
Se terminó la música lenta, fue la señal perfecta en la que tenía que huir diciéndole cualquier excusa que mi cerebro pensó en ese momento, ahora mismo solo quería estar sola y el único lugar donde no había nada de gente era el baño.
Al llegar a dónde debía iba a cerrar la puerta, pero justo en ese momento alguien lo hizo por mi tirando la de un portazo tanto así que salte del susto, ¡cuándo visualice quien era! oh por la diosa ¡no nooooo.
—¿Porque lo besaste? —Me grito de una forma que jamás había conocido de el, su rostro se notaba muy enojado.
—¿Qué haces aquí? —Pregunte en un susurro, no sé qué le pasó a mi voz.
—¿Quién era el Venus? —Ignoro lo que dije, no pensaba responderle para nada hasta que continuo—Responde maldición—El volumen de su voz aumento más.
—No tienes ningún derecho de pedirme explicaciones, no eres nadie—Le grite de la misma forma, mi enojo recién se había activado y créeme será tan difícil que cambie de parecer.
—No Venus, tú no tienes ni la menor idea—Nego ladeando la cabeza.
—¿Que ganas con hacer esto? ! oh sí ya se¡—Exclame—Que yo siga estancada contigo, y yo no quiero eso ¿entiendes?
—No se dé qué hablas—Se hizo el desentendido.
—Ayer dejaste tan en claro que no estás interesado en nadie—Ví su rostro y solo mostraba confusión—En la cena idiota de ayer, cuando mi mamá no se por qué razón te pregunto si estabas interesado en alguien lo negaste asi que, si tienes un tanto de sentido común deja de hacer estás escenas tan ridículas que hacen confundirme.
—¿Quieres que te diga que me gustas? ¿que soy capaz de cambiar por ti? —Interrogo, yo no pensaba decirle si o no la verdad que ya no quería decir más—Porque si eso es lo que quieres, no pasará Venus.
Doble aush.
¿Sabes? eres experto en ser tan hiriente Eiden.
—Entonces déjame en paz, no quiero verte Eiden ¿comprendes? —Declare sintiendo que con cada palabra me estaba desmoronando.
—No lo hare—Contesto con obviedad.
—Me dices que no quieres nada conmigo, y me vienes a decir que no puedes dejarme ¿notas tus cambios de personalidad?
—Venus vámonos de aquí—Se limitó a decir, como dándome a entender que no me responderá a lo que dije.
—No lo haré Eiden—Mantuve mi posición bien en alto.
—No te lo estoy pidiendo—Comento con una sonrisa fingida.
En ese instante el me cargo, intente detenerlo y le pegue en su espalda inclusive para que me suelte, pero nada resultaba lo único que me quedaba era insultarlo de la peor forma porque él llegó a mi límite, y era este.
Hasta que al final me soltó, pero eso no hacía que todo esto terminará, sino que el abrió la puerta de su auto, si nosotros ya estábamos afuera de la mansión y me metió a su auto y antes que yo me saliera coloco el cinturón de seguridad si ajá como si fuera una bebe a la que debe de cuidar, cerró la puerta y comenzó a conducir luego que él también se sentará al lado mío.
No quería hablar, simplemente quería que el esté lejos mío, pero en la situación en la que me encuentro me es imposible.
Minutos después.
Estaciono su auto y fue cuando me di cuenta en donde estábamos, era la playa.
Salí del auto ya que el me quito el cinturón de seguridad y me abrió la puerta, no quería observarlo solo me levanté del asiento.
Mire alrededor y ya no había nadie, sólo éramos el y yo en la noche en una playa y no precisamente fue por mi propia voluntad estar con el ahora.
—¿Porque me trajiste aqui? —Pregunte confundida.
—Solo quise hacerlo.
—Qué respuesta—Hablé con sarcasmo.
—¿Que pretendías con ese chico? —Interrogo directo.
—Seguirás con eso—Rodé los ojos—No te cansaras hasta que te lo diga ¿verdad?
—Es cierto—Asintió.
—Solo fue un beso y ya, no es nada importante—Me límite a decir, al igual que a él le encanta evadir todo y dar respuestas tan simples.
—Si claro—Está vez fue el quien tenía el tono sarcástico.
—Créeme que si hubiera querido acostarme con él, ni siquiera estuviera aquí contigo—Le asegure, pero a diferencia anteriormente esta vez si lo estaba observando.
—Se que no lo harías—Pronuncio tan seguro de sí mismo, como si esa fuera la verdadera verdad mía.
—¿Porque tan seguro?
—Porque al que quieres en tu cama es a mi—Sentencio observando me fijamente.
—Eres un estúpido arrogante.
—Esto será como te odio y a la vez te amo—Coloco su mano en su mentón.
—¿Crees que esto es como un libro y una película? es totalmente un desastre.
—Digamos que sí.
—¿Alguna vez has sido honesto? —Solte dudosa.
—Depende de la ocasión ¿por qué?
—Si yo te pregunto algo ¿me dirías la verdad?
—Adelante comienza—Me otorgó hablar haciendo un ademan con sus manos.
—¿Cómo te distes cuenta de mis sentimientos hacia ti? —Interrogué, y juro que luego de hacerlo me arrepentí! ay que hice ¡
—Ves que si es verdad—Me reprocho con diversión—¿Quieres la verdad? o una respuesta simple.
—La verdad Eiden.
—Venus—Me nombró—Tu mirada hacia mi cuando creías que no me daba cuenta, transmitía tantas cosas una de ellas era como si yo fuera tu universo—Continuo—Eres tan fácil de leer, y eso me gusta de ti.
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