Final
SeokJin se miraba al espejo y no podía creer lo nervioso que se sentía, no estaba seguro si se trataba de estar vestido tan elegante o porque sería una presentación sumamente oficial con Jungkook frente a muchos desconocidos dónde probablemente, el cincuenta por ciento conocería a Jungkook y le prestaran extra atención a su acompañante.
Así que tenía la tarea de dejar una buena impresión por su chico, por lo que la selección de la camisa era un verdadero tema. SeokJin no tenía camisas de mangas largas, su traje azul oscuro quedaba precioso con su camisa de seda, manga corta, rosa pálido y muchas flores detalladas de colores pasteles también. Se veía como un sueño y solo esperaba, no tener que quitarse la chaqueta.
No le avergonzaban sus tatuajes y sabía que Jungkook, muy en el fondo, los adoraba. Había notado en esas noches pasadas juntos, en esta reciente relación que Jungkook lo acariciaba por demás en las zonas con tinta. Aunque se cansaba de decir que no tenían sentido y en parte, algunos no los tenían, pero SeokJin no se ofendida por ello, Jungkook no lo hacía con malicia. Quizás un día de estos podía convencer a su chico de hacerse algo pequeño y sexy. Solo para él, para que SeokJin lo viera y no estuviera expuesto a los ojos de nadie más.
Su puerta sonaba con un golpe, estaba en su apartamento en el bar. Ese día había tenido cosas que hacer por la mañana así que había decidido prepararse allí. Cuando abría la puerta su mejor amigo estaba del otro lado.
-Hey, necesito hablar contigo -decía SeokJin ante la oportuna visita.
Hwan alzaba sus cejas-. Vine por la misma razón, no esperaba verte tan elegante -se mofaba.
SeokJin rodaba sus ojos-. Tengo un casamiento al que asistir.
Hwan fruncia el ceño-. ¿De quién?
-El ex de Jungkook lo invito y yo me autoinvite a ser su acompañante -decía con una sonrisa maliciosa.
-Dios. Eres terrible -acusaba su amigo.
SeokJin reía mientras buscaba en sus papeles uno en particular y luego se acercaba con un rostro serio a Hwan, este tomaba el papel confundido.
-Mira, he querido decirte esto el mismo día que hablaste con Jungkook, pero ese día fue interrumpido... -suspirando tronaba su cuello, notaba como Hwan leía el papel con ceño fruncido-. Sé que Kang es tu primo y que ha estado manejando nuestras finanzas desde que comenzamos y sé que si hay algo en lo que es bueno, es en su trabajo, pero... -SeokJin suspiraba, Hwan lo miraba a los ojos-. Necesito que consideres las posibilidad de despedirlo y contratar a alguien más... No lo quiero cerca. Ya no.
Su amigo alzaba su mentón y asentía con un rostro petreo.
-Ésta lista... -continuaba SeokJin-. Son recomendaciones de otros colegas, hay contadores muy buenos, algunos incluso cobran menos que Kang y hacen un buen trabajo. Yo sólo quiero que lo puedas reconsiderar y-...
-Está hecho, Jin -decía su amigo.
SeokJin se sorprendía-. ¿No vas a discutir al respecto?
Hwan sonreía-. Creí que me pedirías esto hace mucho tiempo... Pero nunca lo hiciste y no iba a meterme en la relación extraña de ustedes, pero cuando Dahyun me contó que habías formalizado con tu chico, la reunión que tuve con él la otra vez, fue para decirle que encontré un contador más adecuado para ambos.
SeokJin asentía sorprendido, más que complacido. No estaba de mal humor antes, pero definitivamente se sentía en lo más alto ahora.
- ¿Y como lo tomó? -preguntaba, acomodando su cabello. Su frente estaba al aire.
Se veia hermoso. Jungkook babearia, estaba seguro.
-Mal -decía Hwan-. Pero llegamos a un acuerdo, soy el único primo que no lo detesta realmente y sabía muy bien que fue por ti y tú chico.
SeokJin suspiraba-. No podría importarme menos, pero necesitaba tenerlo lejos de todas formas.
Hwan asentía-. Ya lo hice y por cierto, este tipo de aquí... -decía señalando un nombre-. También me lo recomendaron así que definitivamente iré por él.
SeokJin asentía con una sonrisa torcida-. Si se complica me avisas, tomo toda la responsabilidad.
Hwan golpeaba su brazo y chasqueaba su lengua-. Cállate. Solo sé feliz y pásala bien hoy... Te ves decente.
SeokJin abría su saco y giraba para su amigo-. ¿Si lo hago, no?
-Tu chico se pondrá húmedo... -soltaba Hwan. SeokJin fruncia su ceño y Hwan se ponía rojo-. Bueno, yo no-...
-Maldito heterosexual
-Oh, sabes lo que quise decir -se defendía entre risas.
SeokJin estaba de un humor increíble, sería una buena noche, eso esperaba, pero entendería si el plan de cerrar historias de Jungkook lo hacía sentirse extraño luego. Él estaría ahí para consolarlo.
Habían acordado que SeokJin sería el conductor designado con su camioneta. La había lavado y puesto decente... Sin mencionar que había sacado los juguetes que Hyunjin, deliberadamente, dejaba por doquier.
Cuando Jungkook salía con su madre del brazo, SeokJin salía de la camioneta con la boca abierta, se suponía que quería dejar a Jungkook estúpido, pero el estúpido fue otro.
- ¡SeokJin! -la madre de Jungkook soltaba a su hijo y abrazaba al barman, tan cálida como desde un inicio-. Estoy muy enojada que Jungkook me haya dicho justo hoy que ahora tienen una relación ¡Oh por dios! Estoy tan feliz... Desde que te ví, te quería para mi hijo -susurraba.
Jungkook rodaba sus ojos tras ella-. Sí, eomma. Todos nos dimos cuenta.
SeokJin reía, aún tenía a la mujer por la cintura y esta sostenía sus brazos.
-Oye, no le pongas esos ojos a tu madre -decía SeokJin.
-Es que aún no me saludas correctamente. Eomma, ya suelta a mi novio -decia Jungkook, finalmente.
La mujer sonreía complacida y se alejaba. Jungkook miraba a SeokJin de arriba a abajo y alzaba sus cejas.
-Si tenías un traje, Kim -bromeaba el pelinegro.
-Y una bonita camisa de seda, no me digas que no estoy decente
- ¡Estás apuesto, hijo! -decía la madre de Jungkook.
Ambos hombres reían-. Eomma, entra al auto -pedia Jungkook.
Su madre le ondeaba la mano y sonreía mientras SeokJin le abría la puerta. Cuando volvían a mirarse, el barman le daba una sucia mirada provocativa y sin tapujos, relamiendo sus labios, luego mordiendo su belfo inferior alzaba sus cejas reiteradas veces logrando que Jungkook riera adorablemente.
-Basta... Dios. Te ves muy bien -susurraba, acercándose y pasando sus manos por el pecho de SeokJin.
-Tú igual, yeobo -le respondia, tomando a Jungkook por las caderas y dejando que este siguiera sus caricias por su pecho.
Su camisa de seda era claramente suave al pasó de los dedos ajenos, luego de repente Jungkook abría sus ojos y su rostro de sorprendido aparecía.
- ¿Qué? -soltaba SeokJin.
-Mi traje es de un gris oscuro con una camisa de seda rosa pálido... Casi que hacemos matching clothing -sonreia.
SeokJin fruncía el ceño-. ¿Matching qué?
Jungkook le daba un golpe en el pecho-. Combinación de ropa, como pareja -sonreía tiernamente y SeokJin se derretía, pero no podía evitar molestarlo.
-Genial, llegaremos a la boda de tu ex y la gente creerá que estamos a cargo de la música y haremos alguna balada antigua debido a la ropa en dueto.
Jungkook lo empujaba con un puchero y SeokJin explotaba en carcajadas.
-Ya, eres demasiado hermoso enojado, puchereas mucho -decía, tomando el mentón de Jungkook y presionando sus mejillas con su pulgar y dedos para abultar los labios ajenos.
Jungkook se encogía de hombros y pedía un beso. Él literalmente abultaba más sus labios-si es que eso era posible-y pedía por un beso. SeokJin se derretía, este hombre sería su ruina, pero lo complacía con gusto. Un suave gemido salía de Jungkook y todo su cuerpo vibraba. Aflojaba el agarra de sus mejillas y le permitía al menor darle un verdadero beso.
Hasta que Jungkook recordaba a su madre en la camioneta de SeokJin y se alejaba repentinamente.
- ¿Qué?
-Mi madre vio eso... -decia tocando sus labios.
Su madre atrás reía-. Me pareció adorable, querido. Ahora suban o llegaremos tarde y eso llamará más la atención.
La mujer tenía un punto y la pareja, obedecía.
Para cuando SeokJin estacionaba y apagaba el motor, Jungkook suspiraba, mirando las puertas de la iglesia, luego de eso, sería directo al salón. Se veía gente afuera, muchos autos. Había caras conocidas y otras no.
Su madre ponía su mano sobre su hombro y Jungkook apretaba sus dientes.
-Podemos volver, cariño -susurraba comprendiendo.
SeokJin lo miraba atentamente-. O podemos salir a comer unas hamburguesas por ahí, vistiendo elegante. Lo considero divertido -decía relajado.
Y Jungkook lo miraba, se centraba en esos ojos y esa sonrisa dulce. Había visto nuevas sonrisas y miradas en ese hombre. Todas y cada una lo desconcertaban y le encantaban, demasiado.
Le devolvía la sonrisa a él y a su madre-. No pagaremos por hamburguesas cuando habrá comida gratis con música y no nos vestimos elegantes por nada. Estaré bien -sonreía.
SeokJin buscaba su mano y llevándola a sus labios, besaba sus nudillos con dulzura.
-Lo que tú digas se hará, nadie está presionando aquí, yeobo.
La madre de Jungkook sonreía, haciendo un sonido similar al "aww" que uno hace cuando algo te da ternura. Y Jungkook reía, levemente, mostrando sus adorables dientes delantero, era una sonrisa que SeokJin había descubierto que le encantaba casi tanto como la sonrisa de puros dientes algo torcida que el chico tenía.
Se contenía de querer besarlo porque Jungkook besaba el dorso de la mano de su madre.
-Bien, entonces. A presenciar la muerte de un hombre gay -decía SeokJin-. Bueno de dos.
Los presentes reían mientras lo retaban en broma por sus palabras de típico no creyente en el matrimonio. Para cuando salían del auto y caminaban hacia la puerta. Los rostros conocidos para Jungkook, tenían una expresión de sorpresa pintada en ellos. Y todos comenzaban a acercarse para saludarlo.
La primera había sido una tía de Min Gyu que le tenía mucho cariño a Jungkook.
SeokJin se daba cuenta que algunas de estás personas habían sido su otra familia por mucho tiempo, algo en su pecho se oprimía. Se preguntaba si Jungkook se sentía tan nostálgico como todo aparentaba ser.
-Fui invitado entonces vine -decía Jungkook con su sonrisa angelical. Era tan respetuoso con todos y las mujeres mayores de la familia tenían una debilidad por el chico, eso era claro.
Cuando, al parecer una prima de Min Gyu miraba en dirección a SeokJin, ella estaba a punto de preguntar algo, pero se le anunciaba a los presentes tomar su asiento dentro de la catedral. SeokJin suspiraba aliviado, no es que le ponía nervioso ser presentado ante la familia del ex de Jungkook, solo que era demasiado temprano para la amabilidad fingida.
Cuando Jungkook miraba hacia atrás, SeokJin se unía a él y su madre, había estado apartado. Jungkook suspiraba y lo miraba.
-Lo siento, quise presentarte, pero...
-Tranquilo. Muchos de ellos estaban felices de verte -decía SeokJin, poniendo su mano sobre la espalda baja de Jungkook.
Se sentía como un ancla y ayudaba totalmente a su poca concentración y el hecho de que sus piernas se sentían raras al entrar a la iglesia. SeokJin lo notaba y muchos notaban la mano del barman guiando a Jungkook. No podría decirse que se veían como pareja porque la mano estaba situada en un lugar estratégico. Demasiado bajo para ser amistoso, pero no lo suficiente como parecer algo más sexual... Pero definitivamente eran algo para el resto
Las malas lenguas sospechaban que eran más que amigos, los dudosos aún se preguntaban. Cuando tomaban su asiento, Jungkook se sorprendía de estar más cerca que algún que otro familiar de Min Gyu. Tronando su cuello volvía a suspirar. SeokJin sentía la tensión salir en oleadas de su cuerpo, eso lo ponía también tenso.
Suspiraba y evitaba chasquear su lengua, pero miraba a Jungkook con dulzura cuando giraba su cabeza y un poco su cuerpo.
- ¿Tienes idea de quién es el afortunado? -eso había sido sarcástico y Jungkook sonreía, poniéndole los ojos en blanco-. ¿Qué? Debe ser afortunado ¿No?
Jungkook reía, pero negaba-. Realmente no lo sé -se encogía de hombros, mirando a su alrededor-. Cuando terminé con él, terminé con toda su mierda, no iba a quedarme a ver tras las sombras que hacía o dejaba de hacer. Y no conocí el nombre en la tarjeta.
SeokJin lo miraba orgulloso-. Tú si das miedo -susurraba a su oído.
Jungkook le sonreía de "esa forma" sensual, algo torcido, era precioso.
-Si la idea era seguir adelante, soltarlo era el primer paso -mencionaba.
SeokJin quería comerlo a besos, pero solo apretaba la rodilla de Jungkook y el pelinegro mordía sus labios entendiendo, puesto a qué tenía la misma necesidad. Había una magia extraña alrededor de ambos que mantenía a Jungkook cálido y agradecido de estar acompañado en un momento así, si alguien le hubiera dicho que sería invitado a la boda de su ex, se hubiera reído y entrado en pánico, pero nunca se hubiera imaginado que su acompañante sería Kim SeokJin. Aún recordaba la primera vez que se habían cruzado, mentiría si dijera que no había llamado su atención, SeokJin era todo lo que quería evitar, pero aún así, sus ojos siempre estuvieron a gusto viendolo, desde el día uno.
Y lo disfrutaba mucho más ahora mientras se miraban el uno al otro sin nada más que decir, sin necesidad de decir nada, hasta que la música sonaba. Y Jungkook se tensaba solo un poco, SeokJin lo notaba, se acomodaba y tomaba su mano, sentándose erguido.
Jungkook miraba hacia el piso, SeokJin miraba hacia atrás y cuando lo hacía, notaba la prepotente figura de Min Gyu, alto atractivo y muy bien vestido, sonriente y soñador, saludando a algunos conocidos con un asentamiento de cabeza mientras llevaba a quien debía de ser su madre a su lado. Jungkook aún no giraba su cabeza, solo apretaba la mano de SeokJin justo al mismo tiempo en que los ojos de Min Gyu encontraban al barman entre el público.
Solo por un leve segundo sus pasos habían vacilado y su mirada se dirigía a la nuca de cabello oscuro al lado de SeokJin. Estaba más cerca, Jungkook lo sabía así que decidía mirar, porque es lo que todos esperaban, es lo que sería normal, ver al novio entrar y ver la boda en sí. Sus dedos entrelazados con los de SeokJin se apretaban otro poco y finalmente miraba, todo el mundo había notado que el novio no despegaba los ojos de la pareja.
Y cuando ambos se habían mirado, Jungkook se sentía... Bien, extrañamente ligero y sonreía en dirección a Min Gyu, quien le sonreía de vuelta y continuaba su camino al altar. SeokJin había notado el leve cruce de sonrisas, no había visto en detalles la de Jungkook, pero lo sentía extrañamente más ligero a su lado. Así que se inclinaba sutilmente:
- ¿Estás bien? -susurraba, acariciando con su pulgar al dorso de la mano de Jungkook.
El pelinegro lo miraba y relamía sus labios-. Muy bien, gracias.
Luego de eso, otra música sonaba y el segundo novio entraba, esta vez incluso Jungkook volteaba. SeokJin preguntaba nuevamente de forma poco perceptibl al resto.
- ¿Lo conoces?
Jungkook sentía un escalofríos recorrerle por tener a ese hombre y su voz tan cerca. Sentir el aliento de SeokJin en su nuca, le ocasionaba cosas extrañas y placenteras.
-De hecho, no -respondía girando su rostro, tenía a SeokJin muy cerca mirando sus labios, demasiado temprano para desear a ese hombre desnudo.
Y así sin más, la boda comenzaba. Los votos eran dichos por la pareja y Jungkook había sostenido la mano de SeokJin en todo momento, un SeokJin que disimuladamente lo miraba en ocasiones y se sentía muy orgulloso del hombre a su lado. Un hombre que había sonreído cuando era adecuado y aplaudido cuando era necesario. Y parte de él, sentía un gran alivio ante el hecho de que Jungkook había superado a su ex.
Cuando los novios finalmente decían "sí, acepto", sonreían y la gente salía hacia afuera para tirarles, en este caso, elegido por la madre del novio de Min Gyu, pétalos de rosa, Jungkook y SeokJin estaban al final de todo, hacia atrás.
- ¿Estás bien? -preguntaba SeokJin de todas formas.
Jungkook lo miraba y sonreía, luego tomaba su rostro y lo besaba sutilmente. Ambos habían escuchado que alguien exhalaba exageradamente y de sorpresa, seguramente era la primera de Min Gyu que no había dejado de ver en dirección a Jungkook en todo momento.
-Lo estoy. Aún así, gracias por estar aquí -susurraba.
SeokJin sentía su pecho demasiado cálido. Había ofrecido a Jungkook volver si así lo sentía, pero ya estaban camino al salón, el pelinegro no tenía intenciones de irse aún y su madre se veía muy feliz, ella adoraba también a Min Gyu así como la madre de este lo adoraba a él. No podía culparla. Y su ex se veía como un auténtico muñequito de torta. En el salón eran acomodados en una mesa con familiares que Jungkook conocía, incluyendo la prima de Min Gyu que los había visto en todo momento.
-Debo decir que es una sorpresa tenerte aquí, jamás creí que mi primo fuera capaz de invitarte -decía la chica de cabello color marrón.
Jungkook se encogia de hombros-. Somos dos, Mi Ho -respondía sonriente.
La chica ahora miraba descaradamente a SeokJin.
- ¿Quién es él? ¿Quien eres tú? Estás robando miradas que deberían ser de los novios... Bueno, ambos lo están -decía alzando sus cejas-. Soy Kim Mi Ho.
Los dos sonreían-. Soy Kim SeokJin y obviamente soy el acompañante de Jungkook -decía tomando la mano extendía de la chica y besando el dorso de esta.
Jungkook rodaba los ojos divertido-. Siempre tan jodidamente coqueto
-No te cambiaría por un par de tetas, yeobo -le susurraba SeokJin de vuelta.
-Más te vale -respondía Jungkook, mirándolo con ojos de fuego.
-Tu acompañante es caliente y juntos se ven muy bien, felicitaciones, mi primo no te merecía -decía Mi Ho, cortando el momento de miradas fogosas entre SeokJin y Jungkook.
El susodicho la miraba y sonreía-. Supongo que ambos no nos mereciamos -decía Jungkook relajado-. Él ya está casado y yo... -sus ojos volvían a un SeokJin quien, debajo de la mesa y los manteles elegantes, apretaba su rodilla y subía su mano tentativamente por su muslo-, yo me encuentro muy bien acompañado -decía con voz ronca.
SeokJin presionaba, relamía sus labios y sonreía, justo en ese momento, nadie esperaba que los novios se acercarán a su mesa por una foto. Obviamente era un clásico y normal, pero la tensión delicada estaba allí. Jungkook miraba hacia arriba y encontraba la mirada de Min Gyu sobre él, se veía nervioso. Se veía muy bien, podía culpar a Min Gyu de estúpido, pero ese hombre no era para nada poco atractivo.
-Viniste -exclamaba, luego miraba a SeokJin-. Ambos lo hicieron -decia, relamiendo sus labios.
Detrás de él, aparecía su ahora esposo. Alto, cabello rojo, muy llamativo pero lograba verse elegante aún así. Su cuello era extremadamente largo, pero su cuerpo era más delgado que el de Min Gyu.
- Soy MingHao, tú debes ser Jungkook -decía extendiendo su mano, sonriente muy angelical.
Jungkook se ponía de pie y correspondía naturalmente-. Mucho gusto y felicitaciones a ambos -justo en ese entonces miraba a SeokJin y lo presentaba con cierta timidez-. Él es-...
-Oh, SeokJin -decía MingHao, también muy sonriente, SeokJin imitaba la acción de su pareja y se ponía de pie, estrechando su mano-. Escuché algunas cosas sobre ti -decía sonriente... Una sonrisa coqueta.
Min Gyu lo veía y sonreía tímidamente, Jungkook miraba en todas direcciones y SeokJin alzaba sus cejas.
-Ah, espero que cosas divertidas -mencionaba, luego saludaba a Min Gyu-. Felicitaciones a ambos -mencionaba.
-Oh, vamos Jin -decía Min Gyu-. Tú debes creer que somos unos imbéciles -mencionaba con tono amistoso.
Jungkook alzaba sus cejas y movía su cabeza de un lado a otro, no podía negarlo para defender al barman, MingHao le sonreía amigablemente, entendiendo.
SeokJin por su lado suspiraba y rascaba su nuca-. Mira, si tú encontraste a la persona que consideras digna y única para pasar el resto de tu vida contigo, respeto eso. Y cuando sucede... -mencionaba poniendo su mano en la cintura de Jungkook, llamando la atención de pelinegro hacia él. Los ojos de Jungkook eran negros como la noche y estrellados por su brillo unico-, cuando sucede, tienes que aferrarte y no dejarlo ir.
La respiración del pelinegro se estancaba, su corazón latía en sus odios y su pulso estaba por los cielos. Necesitaba besar a ese hombre.
-Bueno, ustedes parecen haberlo encontrado también... -decía el esposo de Min Gyu-. Se ven muy bien juntos, Jungkook eres incluso más atractivo de lo que ví en viejas fotos.
Jungkook volvía a la realidad, despegando su mirada de SeokJin a la fuerza-. Oh, gracias. Tú eres muy atractivo también, no muchos pueden llevar el cabello rojo y verse bien -mencionaba-. Ambos se ven bien, les deseo mucha felicidad. La boda estuvo preciosa.
Min Gyu miraba a Jungkook y cruzaban una mirada que nadie más podría entender, Jin lo hacía si lo miraba desde el lado de su relación con Nayeon, había un cariño único allí, no podría compararlo del todo porque Nayeon era la madre de su hijo, Jungkook y Min Gyu no tenían eso, pero si había sido una relación larga.
-Gracias a ambos por venir -decía luego, sonriendo a los dos y extendía sus brazos para pedir a Jungkook un abrazo, el pelinegro respondía.
-Espero seas feliz y no seas un idiota. Él se ve agradable -murmuraba a su oido.
Min Gyu reía-. Y felicitaciones a ti por atrapar al tipo más duro y frío que he conocido.
Jungkook cortaba el abrazo y le sonreía-. Es menos dramatico de lo que parece -decía con sorna.
Su ex sonreía a ambos-. Como dijo mi esposo, realmente se ven muy bien juntos. Seguiremos por el resto de las mesas una vez que nos brinden una foto grupal.
Luego de aquello, se despedían y continuaban, la comida comenzaba a desfilar y la pista de baile se abría con el primer baile de los novios. Jungkook suspiraba nostálgico, no se veía triste, pero miraba todo de forma tan... Anhelante.
- ¿No estás con ganas de volver con tu ex, cierto? -preguntaba SeokJin llamando su atención.
Jungkook fruncia su ceño-. Por supuesto que no, le tengo un cariño especial, pero no es más que eso -exclamaba-. No contigo como mi nueva obsesión -decia tirando del cuello del saco de SeokJin y atrayendolo para el segundo beso del día.
La mesa se encontraba sólo con ellos porque incluso hasta la madre de Jungkook había sido secuestrada por la madre de Min Gyu para ponerse al día y reír entre viejas amigas.
- ¿Quieres bailar? -preguntaba Jungkook sobre sus labios.
SeokJin suspiraba-. Después de besarme puedes preguntarme si quiero disfrazarme de ratón y diría que sí solo porque me dejas un poco estúpido.
Jungkook reía feliz y lo ponía de pie invitándolo a la pista. Hacía un poco de calor en el salón por lo que se quitaba su chaqueta e invitaba a SeokJin a hacer los mismo.
-Mis tatuajes sin sentido no son muy elegantes con mi camisa manga corta, yeobo -exclamaba.
Jungkook reía-. Quitatelo, hace calor... Y no me importan tus tatuajes, ambos sabemos que en el fondo me calientan.
Habían tomado alcohol pacíficamente, sentados en la mesa, SeokJin recordaba que Jungkook tenía poca tolerancia al vodka y habían pasado diferentes tragos con dicho elixir en ellos. Jungkook estaba ahora quitando su chaqueta mientras su nariz rozaba la suya, estaba actuando descarado, pero sutil y caliente. No podía ser así, tan perfecto. SeokJin simplemente reía cuando lo despojaba de su chaqueta.
Jungkook acariciaba sus brazos y lo miraba atentamente.
-Sabes, Min Gyu se casó esta noche, pero todos los ojos están sobre nosotros -luego se acercaba y susurraba al oído de SeokJin, acariciando sus brazos cuesta arriba y abajo sobre sus tatuajes-, todos los ojos están sobre ti.
SeokJin apretaba sus dientes, dejando salir el aire por sus fosas nasales y plantando un beso en el hombro de Jungkook. Un beso tenso, un beso con presión justa.
-Y mis ojos están sobre ti, solamente -susurraba para Jungkook-. ¿Bailamos o vas a matarme con tus provocaciones?
-Un poco y un poco -respondía el pelinegro, tirando de SeokJin hacia la pista para comenzar a bailar sin importar el resto
De todos modos en la pista, muchos estaban encendidos, no eran ni por lejos la única pareja gay de allí, pero se sorprendían cuando se topaban con ese amigo bocazas de meses atrás. Yugyeom y su ahora esposo, el famoso Bammie, un flamante rubio de labios carnosos. SeokJin se preguntaba si todos los amigos de Jungkook habían salido de una especie de agencia de modelos.
- ¡Oh por dios! Jungkook y su prometido -gritaba descaradamente.
-Kook... Que gusto verte -decía el rubio de labios carnosos.
Jungkook se esforzaba en sonreír y devolver el saludo.
-Tú fuiste invitado por Min Gyu y tú viniste -decía Yugyeom con una sonrisa extrañamente grande.
-Sí, yo lo invite y él vino, con su novio -decía Min Gyu apareciendo con su esposo a su lado sosteniendolo por la cintura.
-Él es su prometido, según tengo entendido -decía Yugyeom mirando a Jungkook.
Este se teñia de todos los colores mientras apretaba la cintura de SeokJin. Todo iba tan bien hasta que el aire no llegaba a sus pulmones.
-Estas básicamente divulgando algo entre mi prometido y yo -mencionaba SeokJin con seriedad, en serio no había forma alguna que el bocazas le cayera bien.
Min Gyu parpadeaba sorprendido-. ¿Ustedes, en serio-...?
Jungkook enmarañaba la camisa de SeokJin en la zona de su cintura.
-No le hemos contado a nadie aún, por lo que sería genial que no hablaras tanto -exclamaba sonriente, pero con una sonrisa que de amable poco tenía y todos lo notaban.
-Disculpen a mi marido, realmente es muy lengua floja, no queríamos incomodarlos. Me da gusto verte Kook y es genial ver qué ustedes están en buenos términos -mencionaba Bam, refiriéndose a los exes.
- ¿O sea, que realmente están comprometidos? -Min Gyu estaba más que sorprendido.
-Bueno, entonces eso merece que bailemos e intercambiemos para que dejemos la charla incomoda-exclamaba MingHao, el reciente esposo-. SeokJin ¿Bailas conmigo?
El barman se sorprendía, no estaba seguro que responder, pero cuando Min Gyu invitaba a Jungkook, ambos se miraban y SeokJin le sonreía, no era quien para decirle SI VE o NO, NO VAYAS. Y quizás lo mejor era bailar, a seguir estando en esa charla extraña.
MingHao sonreía, llevandonse a SeokJin, se veía sonriente, realmente coqueto y muy amable.
-Entonces ¿Comprometidos? -preguntaba sonriente.
Joder, su sonrisa era cegante.
-Ah... Sí, aunque no le doy un anillo aún -mencionaba SeokJin, casi balbuceaba, casi.
MingHao volvía a sonreír-. Min Gyu hizo lo mismo conmigo. Me pidió matrimonio de repente y me dió el anillo meses después.
SeokJin asentía sin saber que añadir.
-Tú y Jungkook ¿Son muy exclusivos, cierto? -preguntaba.
SeokJin alazaba sus cejas-. Te acabas de enterar que es mi prometido -decía con sarcasmo.
-Oh, si. Pero me refiero a que... ¿No están interesados en tríos o cuartetos, no?
SeokJin abría sus ojos y cuando MingHao veía su reacción ambos comenzaban a reír.
-Ah, no creo saber cantar -respondía con sorna el barman.
-Oh, vamos... Te burlas de mí, entendiste mi pregunta, pero entiendo que quizás no les guste la idea de compartirse
-Esto es realmente muy extraño ¿Lo sabes, no?
-Soy un personaje peculiar. Min Gyu me habló de sus aventuras contigo, siempre quise ponerte un rostro
-Fueron aventuras cortas -recalcaba SeokJin.
-Lo sé, eras el tipo que le temía al compromiso o que no quería uno, pero mírate... -MingHao miraba en dirección a la ex pareja-. Min Gyu está sorprendidisimo que ahora seas el novio y hasta prometido de su ex, como una gran patada en las bolas.
SeokJin reía y fruncia su ceño-. ¿Eres su esposo o su enemigo?
MingHao reía -. Ambos -luego enseriaba sus rasgos-. Ustedes se ven muy bien juntos y gracias por venir, esto es un cierre para él.
SeokJin asentía y miraba a la ex pareja al otro lado del salón-. También es un cierre para Kook.
-Te sacamos a tiempo antes de que te conviertas en Jungkookzilla con Yugyeom -se burlaba Min Gyu, contagiando a Jungkook con su risa amena-. Entonces ¿Prometidos, eh? -comenzaba.
Jungkook suspiraba-. No es eso. Es mentira.
Min Gyu se sorprendía-. ¿Cómo?
Jungkook rodaba los ojos-. Cuando me cruce con Yugyeom en el bar de Jin él no dejaba de parlotear y decir cosas... Que podrían ser de índole hirientes para mí en ese entonces. Jin solo me ayudó a que dejara de abrir la bocota, él y yo ni siquiera éramos una pareja en ese momento.
Min Gyu negaba con su cabeza-. Lo lamento, Yugyeom sigue siendo insoportable.
Jungkook suspiraba y asentía restándole importancia-. Felicitaciones, MingHao es agradable, no seas un imbécil.
Min Gyu reía y asentía-. Gracias. Por cierto, felicitaciones... Ese hombre terco de ahí se ve muy enamorado.
Jungkook sonreía-. ¿Tú crees?
Min Gyu abría sus ojos-. ¿Qué es esa inseguridad? Ese no eres tú. Y sabes muy bien que lo tienes por las pelotas, se ven muy bien juntos. Tú te ves muy bien.
Jungkook sonreía-. Gracias, imbécil.
Min Gyu reía a coro con el pelinegro, para minutos más tarde volver cada uno con su respectiva pareja. La pista era una locura, tanto gente joven, como joven adulta, adultos y ancianos estaban bailando, bebiendo y riendo. La madre de Jungkook estaba pasando un buen momento lejos de ellos y Jungkook estaba demasiado pegado a SeokJin, moviendo sus caderas al compás de la música. Sintiendo el calor ajeno emanar del cuerpo de su novio.
-Dios. Hueles tan bien, yeobo -susurraba SeokJin ronco a su oído.
Jungkook pasaba el nudo en su garganta. Su vientre sintiendo calor y sus bolas tensandose. Dando media vuelta buscaba el rostro de SeokJin.
- ¿Me acompañas a buscar el baño? -su voz había sonado dócil y sus ojos estaban más negros debido a sus pupilas dilatadas.
SeokJin asentía embobado y lo seguía. Habían bebido bastante y habían ido solo unas dos veces cada uno por su lado. Era normal que Jungkook quisiera ir otra vez, solo que era extraño que le pidiera a SeokJin ir con él. Pero claro, no iba a negarse.
Cuando entraban, estaba vacío y SeokJin se sorprendía cuando sin dudarlo Jungkook cerraba la puerta principal, lo estampaba contra esta y comenzaba a besarlo como ambos deseaban.
Su lengua desesperada, tomaba el control y SeokJin se lo cedía en un momento de mera sorpresa, dónde sus manos se afianzaban a las caderas de su pareja y lo tiraba más cerca. Luego su boca tomaba el control y Jungkook solo se concentraba en meter mano en sus pantalones, SeokJin ya estaba un poco duro durante el baile, Jungkook lo había sentido y él estaba igual.
Los besos de SeokJin iban de su boca a su cuello mientras sus dedos abrían el cierre del pantalón.
- ¿Estás seguro de lo que estás haciendo? -decía SeokJin tirando de su lóbulo y volviendo a besarlo detrás de su oreja, su cuello y quedaba con el aire estancado cuando sentía la mano de Jungkook presionar sobre su polla-. Ah, Jung-...
-Vamos... Ven -decía el pelinegro, tirando de él hacia un cubículo y cerrando la puerta-. Quiero que me folles.
SeokJin relamía sus labios-. Y aunque muero de ganas de complacernos, podría lastimarte -decía mientras Jungkook continuaba desbotonando su pantalón de vestir.
-No sucederá -añadía, tomando de su bolsillo trasero un pequeño paquete de lubricante-. Prepárame rápido y folláme -decía con voz ronca y pupilas dilatadas.
SeokJin relamía sus labios y reía ladino, tomaba el paquete al mismo tiempo que su mano se cernia en la nuca de Jungkook y tiraba de él para un sucio beso mientras finalmente sentía la mano del pelinegro rodear su dura polla y comenzar a trabajarlo. Las pequeñas gotas de pre semen derramadas facilitaban el trabajo de Jungkook para masajearlo. SeokJin apenas podía respirar, empujando sus caderas hacia el puño de Kook.
Sus besos eran intermitentes al igual que los de su pareja, sus manos ya estaban sobre el pantalón de Jungkook, sobando su dura erección por encima de la tela y jugando con el culo de Jungkook, justo en su entrada, también por encima de la tela, golpeando y sobando, haciendo que Jungkook olvidara como masturbarlo y gimiera en su cuello.
-Ya, por favor... -decía con voz rota.
SeokJin dejaba en ese entonces de jugar, bajaba pantalón y boxer ajeno, abría el paquete de lubricante y bañaba dos de sus dedos los cuales dirigía a la entrada de Jungkook y comenzaba a empujar, primero uno y luego de unos segundos otro más.
Jungkook estaba pegado a su cuello con sus labios abiertos y sus dientes marcando en la unión de su hombro, su camisa había sido desabotonada en algún momento de tanta lujuria. Tenía al pelinegro recibiendo sus dedos, apretando sus pollas juntas y gimiendo mientras mordia y lamía su piel. Jungkook estaba tan entregado y empujaba contra su dedo y luego su pelvis golpeaba la de SeokJin, masturbandolo juntos, era enloquecedor.
-Mírate, tan desesperado por mi polla en la boda de tu ex -ronroneaba con voz ronca que hacía cosas extrañas con el cuerpo de Jungkook.
-Lo sé... Soy una puta por tu polla -soltaba Jungkook, perdido.
SeokJin quedaba totalmente estúpido y caliente ante la respuesta del pelinegro.
-Por dios, no hables así, vas a volverme loco -decía buscando el rostro de Kook.
Una sonrisa se pintaba en eso labios masacrados y sutilmente hinchados. Jungkook era tan hermoso.
-Tú comenzaste, yo sólo seguí tu juego -respondia con esa voz dulce algo ronca.
Sus dedos se doblaban dentro de Jungkook y tocaban su próstata, haciéndolo temblar y por poco voltear sus ojos por detrás de su cabeza.
-Jin-... -sus piernas habían temblado-. Ya, por favor. Te necesito -decía buscando la boca ajena y chupando con fuerza el labio inferior de SeokJin.
-Carajo, me vas a arrancar la boca -decía el barman con una sonrisa sexy que se desvanecía cuando Jungkook apretaba su polla.
-Te voy a arrancar la polla si no me la metes ahora mismo.
SeokJin reía ahogado y sensual. Nunca se cansaría de ese hombre.
Quitando sus dedos, veía el puchero que formaban los labios de Jungkook por lo que presionaba un fuerte y fugaz beso en ellos, el pequeño gemido quejumbroso y necesitado de su pareja lo ponían a mil y le quitaba la mano de su polla para poner a Jungkook contra la puerta, terminar de bajar su pantalón y amasar con sus manos esos bonitos globos blancos de lo que Jungkook era dueño.
Era puro músculo por dónde lo tocará y como le encantaba.
-Te gusta mi culo, lo entiendo, pero puedes apresurarte, Yeobo -decía Jungkook contra la puerta, haciendo alusión a qué SeokJin lo acariciaba y abría sus glúteos, pero todavía no lo estaba penetrando.
-Arruinas toda la diversión -decía SeokJin con sorna, mientras vertia lo último del paquete en su polla y con cuidado en la entrada de Jungkook-. Déjame ser delicado, no queremos ensuciar tu bonito pantalón -susurraba a su oído.
Jungkook gemia cuando la punta de esa polla acariciaba su agujero, se sentía ansioso. Hambriento, joder, él solo quería estar unido a SeokJin lo más íntimamente posible.
-Amor... -susurraba en un gemido sutil, SeokJin apretaba sus dedos a los lados de su cadera-. Te necesito~... Por favor -sollozaba.
Y SeokJin se rompía, todo juego previo, todo plan de jugar con la cordura de Jungkook desaparecía cuando la necesidad de complacer a su novio lo inundaban y arrasaba con toda su cordura a su paso, como un tsunami.
Entonces, se alineaba y embestía de una, Jungkook gemia del dolor reemplazado rápidamente del placer. Un grito agudo sensual, el calor ajeno sobre su espalda. Todo SeokJin cubriéndolo, su mano se iba por detrás de su cuerpo y tomaba a SeokJin del culo y lo presionaba, clavando sus uñas romas allí. El barman empujaba otro poco, como si fuera posible enterrarse más profundo en él.
No entendía la necesidad cruda de Jungkook, pero le encantaba. Él también había necesitado sentirlo así de cerca, así de perfecto alrededor de su polla en esa extraña noche. Su mano tomaba el mentón de Jungkook y sus dientes raspaban el lóbulo de la oreja ajena, Jungkook se movía sutilmente, presionandolo a propósito con sus paredes musculares internas. Su agujero hambriento, cerrándose alrededor del grueso falo de SeokJin.
-Joder, vas a matarme... Vas a hacer que me corra antes de empezar... -decía su voz ronca, sus labios pegados a la oreja de Jungkook.
-Entonces muevete, siento que voy a morir si no me follas ahora. Por favor, por favor, amor~... -decía moviéndose sutilmente.
Y SeokJin le daba lo que quería, salía, hasta dejar la punta de su polla dentro, se sostenía de los brazos de Jungkook, logrando que este tuviera el pecho contra la puerta y su cintura bien curvada, sacando su bonito culo bien parado para recibirlo brutalmente.
Y luego embestía con ganas.
El gemido de placer de ambos había salido en coro, y luego el cuerpo de SeokJin comenzaba a moverse en perfecta sincronía con las caderas de Jungkook. Golpeando dentro de él con el sonido obsceno de su pelvis contra el culo del pelinegro. La música del salón era vagamente escuchada en el baño, solo sus gemidos al unisono y sus cuerpos rebotando para encontrarse justo en el medio de cada embestida de SeokJin y cada empuje de Jungkook.
-Ah, oh dios... -Jungkook gemía sin fuerzas, sus ojos cerrados, el placer tomando control y dominio de sus sentidos. Su cabeza cayendo en el hombro ancho de SeokJin-.Mmhm~... así, por favor no pares, no pares... ¡Ah!
La mano de SeokJin se cernia en su cuello y sostenía su cabeza sobre su hombro mientras golpeaba dentro de él con ganas desesperadas de correrse.
Con sumo cuidado-un control que no sabia de donde venía en tal momento-abría la camisa de Jungkook con su mano libre y descubría el hombro del pelinegro y clavaba sus dientes allí.
Jungkook veía las estrellas ante tal sensación y su orgasmo lo tomaba por sorpresa junto con un gemido de satisfacción ensordecedor. Sus paredes musculares de cerraban apretando a SeokJin tan perfecto que lograba hacerlo venir a la tercer estocada demente que le daba. Podía sentir como lo llenaba por completo y como gemía amortiguado en su cuello, con sus labios gruesos chupando allí suavemente luego de la euforia orgasmica que habían tenido al mismo tiempo.
SeokJin aún estaba dentro de Jungkook cuando esté exclamaba:
-Creo que estoy perdidamente enamorado de ti.
SeokJin quedaba congelado ante las palabras, Jungkook apretaba sus ojos y suspiraba, la declaración le estaba quemando la garganta. El silencio se volvía pesado, pero Jungkook no sé arrepentía de lo dicho. Había tenido una confirmación en esa fiesta, en plena boda de su ex con quién en algún momento creyó realizar toda su vida y envejecer a su lado. La sombra de un recuerdo que creyó por mucho tiempo, jamás iba a superar, sin embargo, era solo un hombre más.
Sus sentimientos por SeokJin opacaban totalmente el recuerdo de lo que ese hombre había significado para Jungkook. Su madre tenía razón después de todo, Min Gyu no era el amor de su vida, solo su primer amor, ya superado. SeokJin era mucho más.
En el silencio sentía como SeokJin salía de él, lo limpiaba, subía su pantalón y boxer luego de limpiarse a sí mismo y giraba el cuerpo sin fuerzas de Jungkook. Este aún se mantenía apoyado sobre la puerta, de lo contrario estaba seguro que se caería de culo al piso.
De frente a SeokJin lo veía como este acomodaba su pantalón y su camisa dentro, la abotonaba con suavidad y Jungkook tenía una sonrisa boba en su rostro mientras notaba como SeokJin peinaba ahora su cabello que seguro lucía como si acabará de tener sexo, pues así había sido y luego sus dedos acariciaban su rostro. SeokJin miraba cada detalle de él y luego su pulgar acariciaba el lunar que tenía bajo su labio, justo sobre su mentón.
Jungkook no iba a exigirle decir nada, él tampoco tenía nada más que decir.
El barman suspiraba y se acercaba a besar sus labios. Era un beso tranquilo, suavemente dado, con la lengua de SeokJin acariciando la suya, saboreandolo sin apuro hasta que la temperatura entre ellos volvía a ser demasiado cálida. SeokJin se alejaba con un pequeño hilo de saliva que aún los unía, relamía sus labios para llevarse consigo el sabor de Jungkook y con su mano sosteniendo el rostro ajeno.
Luego de un momento de mirar intensamente a Jungkook, exclamaba sobre los labios de este:
-Yo no creo estar enamorado de ti -susurraba, Jungkook asentía con letargo mientras mordia su belfo inferior, las palabras dolían, pero él entendía, claro que lo hacía, SeokJin era diferente a él y Jungkook comprendía eso, pero la sonrisa débil y los ojos acuosos contradecían sus pensamientos-. Quita esa cara, vas a matarme...
-Estoy bien y lo entiendo, sólo necesitaba decirlo. Sabes cómo soy, obviamente no esperaba que tú-...
Los golpes en la puerta los hacían sobresaltar a ambos, así que se ponían de acuerdo en salir, mientras miraban sus aspectos en el espejo y SeokJin abría la puerta. Un señor calvo de unos cincuenta los quedaba viendo, Jungkook lo reconocía como el padrino de Min Gyu, por lo que hacía una reverencia y sonreía divertido ante la cara de sorpresa del viejo.
-Señor Lee, un gusto verlo. Ya nos vamos -decía, tomando la mano de SeokJin y saliendo de allí como dos adolescentes, corriendo entre risas hacia el salón.
SeokJin detenía a Jungkook de repente y la sonrisa divertida de este se desvanecía cuando las manos de SeokJin acunaban su rostro. Notaba la lástima en esas orbes castañas.
-Dije que estoy bien... -susurraba sin fuerza-. No me tengas lástima
-No lo hago, no digas eso -decía SeokJin.
-Entonces deja de verme así -decía con un puchero y se acercaba más a SeokJin-. Aún tengo tiempo de cambiar tus sentimientos -decía orgulloso.
-Tú no puedes hacer nada para cambiarme... -respondía SeokJin, Jungkook quedaba desorientado-. Te amo.
Jungkook abría sus ojos y su boca, aunque estaba sin habla, sin aliento y sentía la punzada en su nariz que le advertía que más lágrimas vendrían. Sus ojos brillaban más a causa de eso. Su pecho estaba reteniendo con todas su fuerzas a su loco corazón.
- ¿Tú me amas? -preguntaba sin fuerzas.
SeokJin reía-. Lo hago.
- ¿Estás cien por ciento seguro? Porque si me dices eso a la ligera solo porque me tiene lást-... -Jungkook era callado con un beso de amor.
Uno suave que hacía dar vueltas su mundo. Estaba seguro que el piso estaba temblando y por eso se sostenía de las caderas de SeokJin con fuerza. Cuando esos labios lo dejaban, gemía en forma de queja.
-Estuve demasiado tiempo sólo y en una relación unilateral tóxica como para reconocer mis propios sentimientos -decía el barman-. Y me siento un jodido cursi de lo peor, pero es la verdad y no espero que te sientas igual, porque según tus palabras estás comenzando a sentirlo y está perfecto para mí -decía SeokJin, tomando a Jungkook de la cintura y apretándolo a su cuerpo, mientras que con una sonrisa socarrona añadía -. Aún tengo tiempo de cambiar e intensificar tus sentimientos -imitaba y cambiaba ligeramente las palabras de un Jungkook que le sonreía con dientes y todo y lo besaba para nada suave, para nada lento.
Lo absorbía, hambriento de esos labios y besos. Lo apretaba fuertemente intentando tenerlo más cerca. SeokJin no necesitaba un "También te amo" cuando Jungkook lo besaba así, cuando lo miraba como lo hacía y cuando había dado el primer paso en todo para que esto fuera una relación.
Él no necesitaba las palabras, él sabía que Jungkook lo hacía y lo diría cuando este quisiese.
2/3
Se viene el epílogo.
Corregí el anterior cap porque se me había olvidado y tenía muchos errores de dedos. Perdón 😥
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