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Kang Joon había vuelto aquella noche al bar Lips, con una vestimenta más provocativa que la del simple contador aburrido y tenía una sola idea en su cabeza, terminar en la cama de SeokJin.

Hacía varios meses que éste lo venía evitando y él no se había esforzado en buscarlo, nunca lo haría de forma obvia, creía él, pero era bastante obvio para SeokJin que, nunca lo tomaría en serio, pero Kang Joon tenía una fascinación física con él. A SeokJin le había servido en ocasiones como se había mencionado, lo usaba se sacaba las ganas y luego lo desechaba.

Eso parecía dejarlo más fascinado, pero ya hacía un tiempo que SeokJin ni siquiera quería eso y mucho menos ahora que la sonrisa de Jungkook le removía todo el suelo que pisaba y le provocaba cosas extrañas en su interior y exterior. Dios, ese chico era un ángel. Aunque hubiese conocido su lado como "Jungkookzilla" creía que era un ángel precioso que definitivamente debía de mantenerse lejos de él.

Aún la sonrisa de Jungkook de aquella tarde le acechaba y lo hacía sonreír cada vez que rememoraba la canción que le había dedicado y luego recordaba, las palabras que no le permitían dormir en paz "Me gustas". Joder, no. Él no quería ser ese cretino que terminaría lastimando a Jungkook como lo habían lastimado a él. Ya no creía que el amor existiera de ninguna forma posible, pero no deseaba que Jungkook lo descubriera de mala manera y menos de su mano.

¿Por qué diablos el chico apostaba por él?.

-Sexy, un whisky en la rocas.

Esa voz familiar lo quitaba de sus pensamientos y lo hacía voltear. Cuando SeokJin giraba, allí estaba el muy culo engreído, luciendo caliente y listo para él. ¿Por qué no se sorprendía al verlo allí?. Tenía poco orgullo, aunque quisiera negarlo.

- ¿Aquí otra vez? -se burlaba, preparando dicho trago-. Deberías abrochar los primeros botones de tu camisa, se te va a congelar el pechito -se mofaba, entregando su trago a Kang Joon.

El chico reía, de esa forma sexy y coqueta. SeokJin quería darle vuelta la cara de un suave golpe. Uno muy suave, no era partidario de la violencia.

-Vamos, Jin... Sé que jugamos a este tira y afloja, pero hoy no tengo muchas ganas de eso... Sólo vayamos a los golpes -mencionaba de forma sensual, bebiendo aquel trago como solo él sabía.

SeokJin le daba crédito por saber cómo usar sus armas de seducción, pero...

- ¿Te provoca algo? -murmuraba Dahyun, apareciendo a su lado.

SeokJin la miraba y le regalaba una sonrisa ladina de las que la chica rubia disfrutaba, aunque él fuera gay, SeokJin era jodidamente coqueto y sensual y con ella tenía sonrisas bonitas muy sinceras.

-No me provoca nada -afirmaba.

- ¿Culpa del bonito ángel de ojos brillosos? -se arriesgaba a soltar.

SeokJin reía y negaba-. Eres bien chismosa, cariño

-Soy Team Angelito de ojos grandes, si mi opinión cuenta -se encogía de hombros y luego miraba a Kang Joon, quien le agitaba su cabeza en modo de saludo y ella hacía lo mismo, dirigiéndose a su propio sector de trabajo.

- ¿Y que será? -insistía el chico.

SeokJin rodaba sus ojos y tomaba unos pedidos para ponerse a trabajar, pero antes añadía:

-Ya tengo planes, no pierdas tu tiempo.

Kang Joon reía sin gracia y lo dejaba pasar, sabía cuándo presionar y cuando detenerse. Por ahora le daría tregua a SeokJin, sabía cómo manejarlo y que hacer para conseguir su cometido, así que mientras tanto haría uso de su buen cuerpo y bonito rostro para entretenerse con los locals de bar Lips.

Por su parte, Jungkook se encontraba leyendo un libro, hacía mucho tiempo no se tomaba el tiempo de retomar la lectura con sus historias favorita por estar demasiado centrado en sus sitios de citas y las personas que conocía.

Ahora, ese sábado por la noche, estaba muy tranquilo al respecto, solo ansioso-un poco mucho-, sabiendo que sus puertas debían de mantenerse abiertas para SeokJin. No se habían mandado ningún mensaje, Jungkook no quería ser extremadamente meloso y un jodido intenso al respecto. Pero desde que había decidido ser más honesto consigo mismos y había visto que SeokJin era mucho más que el personaje libertino que se esforzaba en demostrar y al contrario era un hombre con el corazón roto y experiencias de mierda que más encima ¡Tenía un hijo adorable del que se hacía cargo!.

Dios, el corazón de Jungkook se volvía loco cuando recordaba a SeokJin y HyunJin interactuar. Las apariencias realmente pueden engañar y SeokJin parecía ser todo lo que Jungkook deseaba.

-Que loco -susurraba para sí mismo, recordando la noche de pasión con ese hombre. Sus besos, sus caricias, Jungkook tocaba sus belfos y cerraba sus ojos-. Joder, conseguiste volverme un imbécil.

Luego reía y dejaba el libro a un lado. No quería ilusionarse grandemente sobre esperar a SeokJin esa madrugada porque, no era estúpido, sabía que el castaño estaba malditamente duro como una roca y no se refería a su miembro, sino a su corazón. No sabía que le habían hecho, pero estaba seguro que no había sido solo la madre de su hijo.

Había más y parecía que esas heridas nunca cicatrizaron, solo lo habían vuelto más frío y distante. Jungkook entendía lo que era que te rompieran el corazón, se lo habían hecho y aunque no había rogado a su ex, tampoco la había pasado malditamente bien. Pero se rehusaba a generalizar, como SeokJin o como su madre. Para ellos simplemente ningún hombre valía nada y él era un tonto soñador. Aunque recordaba las palabras de su madre diciéndole que SeokJin era lo que necesitaba, que ironía.

Extrañamente le parecía un consuelo que SeokJin no lo metiera en la misma bolsa de mierda, algo era algo. Ser un tonto soñador podría ser lo que SeokJin necesitará. No era como si se estuviera viendo en una relación, pero merecían más que una simple cena, puro malos entendidos y una encamada que, había dejado a Jungkook completamente estúpido, pero si el SeokJin soñador dispuesto a una relación amorosa y una nueva familia había existido, entonces debía de estar encerrado en algún lugar y se había tragado la llave, pero Jungkook quería encontrar la misma y liberarlo, demostrarle que no todos eran una mierda y que él merecía alguien que realmente lo valorará y demostrará que el jodido romance aún existía, junto con el exquisito sexo delicioso que habían compartido.

Jungkook sonreía como idiota cuando se daba cuenta que simplemente encajaban. Así todo soñador como él era y todo cretino anti romántico como SeokJin intentaba ser. Ojo, él no desechaba la idea de poder terminar con el corazón roto, pero el que arriesga no gana y Jungkook había arriesgado bastante por menos. Por otros cretinos a los que había conocido y obtenido menos de lo que SeokJin le había dado en esos escasos meses de conocerse y la atracción física era simplemente tan latente.

Ahora podía admitir que desde que lo había visto en la cafetería la primera vez, criticándolo por ser un soñador y quisquilloso, ellos definitivamente habían hecho "click". Porque está bien, SeokJin no había dicho que le gustará de vuelta, pero Jungkook simplemente podía esperar. Ser paciente a veces traía sus buenas recompensas y sabía que SeokJin no era nada de lo que había supuesto. Había mucho más, solo debía de ir descubriendo capa por capa.

La noche finalmente daba las dos de la madrugada y SeokJin había recibido el relevo que esperaba, tanto él como Dahyun habían terminado sus turnos y estaban listos para: o bien seguir la noche y disfrutarla o irse a casa a dormir temprano. Dahyun por su parte, iría con su novio quien tenía la cama lista para recibirla. No es que presumiera su fructífera y perfecta vida amorosa con SeokJin, pero le causaba cierta nostalgia al otro.

-Una cama caliente me espera, cariño -mencionaba con una sonrisa dulce, mientras SeokJin la subía a un taxi y la veía alejarse.

La frase "cama caliente" le recordaba nuevamente al chico que lo estaba esperando o al menos eso había dado a entender y joder que la sola idea le hacía cosquillas en su estómago. Este burbujeaba y burbujeaba hasta que le pintaba una sonrisa dulce y se echaba a andar con dirección al apartamento de Jungkook. Pero la sonrisa se desvanecía cuando un mano lo tomaba del brazo y lo detenía para girarlo.

-Kim SeokJin -gemía el otro hombre, sus ojos brillosos y pupilas dilatadas.

Mierda, había perdido de vista a Kang Joon, por lo que no esperaba verlo a su salida, había creído que el chico andaba de gira y el bar Lips, solo había sido su primera parada.

-Tú si que estás ebrio -mencionaba al verlo tambaleante y colgándose de sus anchos hombros.

Kang Joon sonreía, una muy bonita sonrisa porque el hijo de perra era jodidamente atractivo, precioso, pero ya no provocaba que el estómago de SeokJin se retorciera y sus labios quisieran besarle con desesperación. Sólo era una sonrisa sosa, carente de seducción para él.

-De hecho, si... ¿Me llevas a casa? -pedía enredando sus brazos en el cuello del Barman.

SeokJin alejaba su rostro porque conocía las sucias intenciones de su ex amante.

Dios, le daba pena incluso pensarlo.

-Suéltame y pide un maldito taxi, tengo cosas que hacer -SeokJin no forcejeaba con él en absoluto. Le estaba permitiendo decidir, pero Kang Joon no lo soltaría-. Dije que me sueltes

-No va a suceder, vamos a casa -pedía metiendo su rostro en el cuello de SeokJin, aspirando su aroma y chupando la piel de la zona con delicadeza.

SeokJin se tensaba de pies a cabeza-. No hagas eso, es asqueroso -pedía, quitándoselo de una buena vez-. Vete por tu cuenta y te dejé en claro que esto ya es historia demasiado pasada -exclamaba mirándole fijo.

Kang Joon se le había quedado viendo, el tipo no era ningún imbécil, estaba al tanto de la indiferencia de su ex amante, pero aún así el rechazo sincero del otro, le calentaba la sangre. Iba decidido a llevar a SeokJin a la cama una vez más, nunca se entendería a sí mismo de porque habia rechazado a este hombre que le seguia moviendo el suelo, pero no queria nada serio con él y tampoco queria soltarlo aún. Mucho menos cuando había notado la forma en la SeokJin miraba al bonito chico que había entrado a al bar aquella tarde, dedicándole una canción, ofreciendole una cena y cama caliente.

Si, el lado toxico de Kang Joon queria simplemente arruinar los planes de SeokJin.

-Ven conmigo ¿o vas dejarme por el niño inocente enamorado? -se mofaba, destilando veneno-. Sabes tan bien como yo que no le sirves ¿quieres lastimarlo acaso?. ¿O de nuevo vas en busca de marido?

SeokJin apretaba su mandibula y esta se marcaba de forma tentadora, removiendo el interior de Kang Joon y haciendole desear pasar dientes y lengua por el filoso mentón.

-Lo que yo quiera, no te importa. Y gracias, ya me recordaste que estoy falllado porque no aprendo de mis malas experiencias y eso me lleva a terminar jugando con la gente para convertirme en aquello que deseaba no ser jamas -había sarcasmo en su voz, pero tambien mucha verdad.

SeokJin detestaba a los hombres que solo usaban a otros por un tope de minimo tiempo estimado, follar y luego dejarlos a la deriva si querian algo más. Esos hombres que fingían dulzura e interés, no siempre eran recordados de buena manera por ser sinceros al respecto y otras veces quedaban como el encantador chico del Bar, como a veces algunos recordaban a SeokJin, pero ciertamente se habia transformado en aquello que habia detestado desde que habia aceptado su sexualidad, tambien descubierta a los golpes por un mal uso del alcohol.

-Ahora quítame tus manos de encima, tengo que irme y no me iré contigo -afirmaba con seguridad.

Kang joon dibujaba un puchero en esa boca tentadora-porque el maldito era jodidamente atractivo-, y se alejaba de SeokJin, muy a duras penas y duro.

-Ya habrá otra ocasión para nosotros -se mofaba, tambaleante y rumbo a la calle para llamar a un taxi que conseguía de inmediato bajo la atenta mirada de SeokJin-. Cuando rompas su corazón, podras venir a mi para sacarte el estrés -afirmaba.

SeokJin apretaba sus dientes y suspiraba, le dejaba tener la última palabra o no se iría jamas. Pero también sabia que quizas habia verdad en cierta parte de su ultima frase. Reía secamente, él no volvería a Kang Joon, pero si continuaba con Jungkook, era muy probable que terminará romiendo su corazón.

Y como si el destino supiera en quien estaba pensando, su telefono sonaba con un texto del bonito pelinegro:

¿Ya vienes?. Te estoy esperando y extrañamente... Creo que estoy aburrido y podrías ser de muy buen entretenimiento.

Kook 02:28 am

SeokJin no podía evitar sonreír. Así que se sacudía el olor de Kang y su mala vibra para ir camino a ver Jungkook. Iba con paso ligero y una sonrisa pícara y demasiado deslumbrante aquella madrugada ruidosa y oscura. El mensaje de Jungkook lo había hecho elevarse sobre su propio peso y se sentía flotar como un imbécil. La sensación le llenaba el estómago de cosquilleos divertidos. ¿Mariposas? ¿A él? ¿Otra vez?.

Cuando llegaba frente al edificio se detenía abruptamente, se alejaba de la puerta horrorizado llegando casi al cordón de la vereda y suspiraba. Él no tenía ataques de pánicos, pero comenzaba a hiperventilarse cuando notaba lo acelerado que su corazón se sentía. La estúpida sonrisa que se le había dibujado sin su permiso y la forma en que su estómago revoloteaba feliz.

-Dios, no le haré esto -susurraba. Sólo era la emoción de ser correspondido ante el deseo y la lujuria por un chico que le había llamado la atención desde el día uno en aquella cafetería, pero que le había dicho que "no' al instante y solo se encargaba de ofenderlo y espantarlo-. No voy a hacerte esto. Mereces alguien mejor -susurraba a la noche sombría y cambiaba el rumbo.

Todo hubiese sido de poco impacto y quedado entre su consciencia y él, pero lo que SeokJin no sabía era que Jungkook había estado mirando por su ventana con algo de emoción y ansiedad y tenía la misma sonrisa estúpida cuando había visto a SeokJin caminar en dirección a su edificio. Por poco y lo llamaba para decirle que subiera rápido, pero cuando lo había visto alejarse de la puerta y tomar rumbo opuesto al que venía, la sonrisa se había esfumado de su bonito rostro y a su corazón entusiasmado y acelerado, lo sentía estrujarse en su pecho, obstruyendole la boca del estómago con una sensación horrible y pesada.

-Eres un imbécil -susurraba con sus ojos brillantes. Quizás, un poco húmedos.

Y probablemente insultando a SeokJin e insultandose a sí mismo.

El barman tenía que reconocer que trabajar de madrugada, beber más de la cuenta solo y levantarse temprano al día siguiente para llevar a Hyunjin al entrenamiento, era cosa que pocos padres podían llevar a cabo sin volverse loco.

Joder, el club estaba demasiado ruidoso esa mañana y su cabeza estaba a punto de estallar como un globo de caricatura. Tenía aspirinas en su bolsillo y una botella de agua en su mano, mientras miraba como Hyunjin precalentaba sus músculos con sus compañeros de equipo y le sonreía feliz a la distancia. SeokJin le devolvía el saludo con dulzura.

Esa mañana llevaba una remera negra manga corta, jeans con roturas y unas botas negras por encima de la puntilla del pantalón. Sus brazos tatuados eran el centro de atención de muchas mujeres que había comenzado a notar se estaban maquillando más de la cuenta desde hacía varias semanas en las que había acordado con Nayeon que Hyunjin necesitaba una actividad extracurricular, pero que él se encargaría de llevarlo a los juegos y entrenamientos porque para Nayeon se le complicaba con su trabajo y turnos rotativos.

Y Seokjin había aceptado, pero había olvidado que estaban las madres solteras o las aburridas con su esposo que lo miraban como si fuera un jodido postre de chocolate andante, listo para clavarle el diente. Él era coqueto y amable, por lo cual siempre tenía una sonrisa de empaque lista para entregar a sus admiradoras, pero esa mañana, las miradas lascivas eran demasiado con lo que lidiar. Todavía recordaba que había evitado ver a Jungkook y que éste no había mandado mensaje alguno luego.

No estaba seguro si estaba enojado consigo mismo por no haberse quedado o si estaba enojado con Jungkook por no haberle enviado nada.

«El problema eres tú, no él» le recriminaba su subconsciente, haciéndole suspirar y fregar su rostro.

Luego de eso, una madre le sonreía y se acercaba. ¿Cómo era su nombre? ¿Hana, Nia?.

- ¡SeokJin! ¿Cómo has estado? -mencionaba con sonrisa demasiado grande y ojos brillosos llenos de oscuros y sucios deseos.

SeokJin le respondía a su doble beso de mejillas y la dejaba sentarse a su lado.

-Hola-... -«¿Cómo era su maldito nombre?»

"¡Min-ha, Lee está con el resto de las niñas, dijo que si necesita algo te avisara!"

«Salvado por la campana»-, Min-Ha cariño, un gusto verte. Ando con dolor de cabeza ¿y tú? -si, SeokJin follaba no solo gracias a cuerpo y rostro de infarto, sino a esa voz dulce y sedosa que engatuzaba hasta el corazón más duro.

La mujer poco mayor que él, pero muy conservada se sonrojaba, tomaba su biceps y reía "adorablemente". Ya recordaba, Min-Ha era la toquetona.

-Estaba muy aburrida hasta que llegaste ¿quieres algo para el dolor de cabeza?. Seguro tengo algo en mi cartera -mencionaba revisando la misma.

SeokJin le sonreía, parecía muy a gusto para el resto, pero quería salir corriendo-. Ya tomé, no te preocupes. ¿Lee jugará esta vez? -preguntaba amablemente, ya que su hija era una de los mejores del equipo, pero había estado suspendida por algunas faltas que había tenido.

La mujer sonriente de tener su atención iba a responderle, mientras le sonreía con avidez y miraba sus labios carnosos y tocaba su brazo derecho, pero el teléfono de SeokJin lo salvaba.

-Ups, lo siento -mencionaba con sonrisa sensual-. Debo atender.

-Seguro, seguro -exclamaba sin moverse de su lado, aún sonriéndole como una psicópata, ya que comenzaba a asustarle que sus mejillas no dolieran para que dejara de brindarle esa sonrisa lunática.

El castaño le sonreía de forma sensual y atendía sin ver el nombre en la pantalla.

-Hable -Exclamaba, desviando su mirada de Min-Ha y buscando a Hyunjin entre los otros niños.

-Iba a guardarme el mal humor para mí, por imbécil que soy ¿pero sabes qué?. Tengo ganas de saber ¿por qué no viniste?.

«Jungkook»

-Hey. Kook, yo-... -apretaba sus dientes, la línea quedaba en silencio y él, por primera vez, no podía pensar en una excusa rápida.

¿Qué estaba mal con su cabeza?. Él era un jugador rápido, pero ahora su cerebro estaba en blanco y su corazón, un poco agitado por la voz neutra de Jungkook. Estaba seguro que le estaba hablando con una seriedad mortal en su rostro y no con esa bonita sonrisa de puros dientes, algo torcida y dulce.

-Estoy esperando -soltaba con calma del otro lado y SeokJin se había dado cuenta que no había dicho palabra alguna y que aún seguía en silencio.

-Lo siento, no tengo nada para ti... Lamento si me estuviste esperando -susurraba con sinceridad.

Jungkook suspiraba al otro lado de la línea. El pelinegro había llamado con dos opciones firmes en su cabeza, lo iba a dejar que se explicará y luego lo mandaría al demonio. Pero SeokJin no se explicaba, era bastante honesto con el hecho de no tener una respuesta y Jungkook no quería cortar el llamado.

- ¿Podemos almorzar juntos? -preguntaba con dulzura.

SeokJin quería decir que no, pero en ese momento Min-ha tocaba su rodilla y le mostraba casualmente, una canasta de con refrigerios tales como sandwiches rápidos y bebidas tónicas. SeokJin le sonreía por obligación, tenía pensado salir a comer con Hyunjin luego de que finalizará la práctica de todas formas.

-Estoy en el club con mi hijo, saldremos al almorzar luego ¿quieres unirte? -mencionaba al teléfono, rechazando amablemente la oferta de Min-Ha.

-Dime a dónde voy y me tendrás ahí en menos de lo que canta un gallo.

SeokJin sonreía, la práctica estaba a poco de terminar y no quedaba lejos del apartamento de Jungkook.

-Te enviaré la dirección, está a menos de veinte minutos ¿Creés poder llegar? -preguntaba.

-Perfecto, me tendrás allí -afirmaba con una voz menos sombría que al inicio y eso calentaba el corazón de SeokJin.

-Ven en un taxi, yo te llevaré luego ¿hecho, niño bonito? -mencionaba con esa voz que dejaban muy en claro que estaba coqueteando. Y la mamá a su lado se quedaba con sus ojos abiertos de par en par.

- ¿Niño bonito, eh? -murmuraba Jungkook-. Yo debería llamarte ¿papi sensual?

SeokJin comenzaba a reír fuertemente-. Dios. Si, por favor. Llamame así.

-Eres un mal pensado, no lo dije como si tú fueras mi... Mi- -Jungkook se sonrojaba al otro lado de la línea.

-Seguro, cariño. Voy a pretender que te creo, ahora mueve esas bonitas piernas, voy a recompensarte por no haber asistido cordialmente a tu apartamento -y es que ¿Cómo iba a luchar contra ese chico de sonrisa preciosa, voz dulce, cuerpo de infarto y rostro angelical?.

SeokJin sabía que no era bueno para Jungkook, pero también admitía ser tan débil como se le era permitido ser.

- Te veré en media hora -respondía Jungkook con seguridad, cortando el llamado antes que él. Dejándole con las despedidas en la punta de la lengua y una sonrisa risueña en el rostro.

Min-Ha, la mamá soltera, carraspeaba su garganta y SeokJin alzaba la vista.

-Gracias por la comida, pero almorzare con un amigo -y Min-Ha, no decía más nada, pero tampoco iba a dejar el asiento libre al lado de SeokJin o alguien más se sentaría allí, usurpando su lugar y contemplando de cerca al papa soltero sensual del club deportivo.

Los minutos pasaban, Hyunjin jugaba con sus amigos y entrenaba, Min-Ha y otras madres habían hecho guardia alrededor de SeokJin y para cuándo Jungkook entraba al club, lo veía rodeado por mujeres de su edad o más grandes. Algo en su interior quería reírse a carcajadas y por otra parte, quería apartar las manos de muchas codiciosas que lo estaban tocando en demasía.

Jungkook no había sido visto aún, llevaba unos jeans negros ajustados, una remera manga corta blanca y una chaqueta de jean, su cabello estaba ondulado y sus aros resaltaban, cuando caminaba en dirección a SeokJin muchas cabezas giraban, entre ellas las de Min-Ha y cuando algunas madres murmuraban halagos hacia el joven atractivo que recién entraba, ahí SeokJin quitaba los ojos de su hijo para ver a un despampanante Jeon Jungkook que no podía evitar sonreírle al verlo.

¿Por qué Jungkook se veía como un maldito sueño del que no quería despertar? ¿Y por qué sus músculos se tensaban cuando lo tenía ya frente a él?.

- ¿Llegue en menos de treinta minutos? -se burlaba sonriente.

SeokJin relamia sus labios y le regalaba una mirada ávida y poco disimulada. De arriba abajo, de izquierda a derecha, joder, Jungkook sentía calor por esos ojos oscuros comiéndole sin tapujos frente a mujeres que estaban más o menos igual que SeokJin, pero éstas no le provocaban nada.

Sólo SeokJin.

-Llegaste temprano ¿ya tienes hambre? -mencionaba poniéndose de pie.

Jungkook pasaba saliva y quería quedarse quieto en su lugar, pero cuando veía a SeokJin con intenciones de saludarlo y extender sus brazos para lo que sería un saludo amistoso y "varonil", él simplemente se lanzaba a sus brazos, apretaba su cintura y metía su nariz en el hueco del cuello largo de SeokJin y aspiraba. Como un maldito drogadicto necesitado de aquello. Y SeokJin se sorprendía, pero apretaba sus brazos alrededor de Jungkook y aspiraba sutilmente su perfume masculino.

Esto era malo, era realmente malo. Pero se sentía demasiado intenso y... Perfecto. Mierda, SeokJin necesitaba cortar el abrazo porque las miradas ajenas le perforaban el cráneo.

-Hey, que bien hueles -mencionaba, cortando el abrazo.

Jungkook estaba sonrojado y se sentía que lo habían arrastrado a la realidad, fuera del aroma de SeokJin y su calor corporal. Se sentía abandonado.

-Tú también... -respondía sonriendo y rascando su nuca, algo desorientado.

SeokJin le sonreía y le regalaba una sonrisa jamás vista antes o al menos eso creía Jungkook. Él había entrecerrado sus ojos y sonreído dulcemente, las rodillas del pelinegro se sentían demasiado débiles al respecto.

¿Cuanto tiempo le había llevado sentirse así?. No lo sabía, pero a pesar de ser un enamorado del romance y el matrimonio, esto que comenzaba a sentir por SeokJin era totalmente diferente y nuevo a cualquier otro sentimiento jamás experimentado. No siquiera con su único ex.

Perdón la tardanza, estaba viendo El Planeta De Los Simios y César Oppa 😂

Y para los lectores de ONLY YSDQN, voy a culminar otro fic por lo que habrá una pausa como suelo hacer siempre, perdón si les aburre esperar. Y a otros gracias por entender.

PS: Perdón si ven errores de tipeo.

Con amor Niñita NanyKoo 💜

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