Sabía que todo no podía salir totalmente bien. Algo tenía que salir mal y terminó siendo el que Bart sea alérgico al pescado. Mi familia era adicta a todos los pescados y mariscos, me incluyo en el paquete.

Todos lo observamos fijamente, la tía Verónica está envuelta en llanto mientras que el tío Cristóbal la abraza tratando de tranquilizarla. Los niños no hacen mucho caso al escándalo ya que devoran la comida gustosamente.

—Tranquilo cariño, buscaré algo para que puedas comer—Mamá trata de no hacer sentir mal a Bart pero es muy tarde, él ya se encuentra removiéndose incómodo en la silla—. ¿Te gustan las ensaladas?

—Oh sí, señora Butler y disculpe las molestias—se aclara la garganta y continúa—, me encantaría disgustar sus exquisitos platillos pero... no quiero que mi cabeza se infle como un globo.

— ¿Y por qué no quieres inflarte como un globo? Eso sería divertido—pregunta Cristal a un lado de su madre, ella como los demás niños esta comiendo su platillo.

—Porque me podría morir y eso no sería divertido.

— ¿Qué es morirse?—Vuelve a preguntar la niña. Miro con súplica a mi tía para que haga callar a Cristal.

—Uhmm bueno...

—Es cuando las personas se van al cielo, ahora a comer Cristal—interrumpe mi tía Clarisse, gracias a Dios que lo hizo.

Mi madre se había retirado hace unos minutos para prepararle una ensalada a Bart, él aún se encuentra algo apenado y mis tíos tratan de hacerlo sentir mejor mientras que lo integran en las demás conversaciones. Mi madre vuelve al comedor con un bol para ensaladas y lo coloca al frente de Bart.

—Muchas gracias, señora Butler.

—Monique, Bart, me llamo Monique.

—Yo si quiero que él te siga diciendo señora Butler, es más educado—menciona mi abuelo con la boca llena, luego apunta su tenedor a Bart—. Dile Monique y te corto las bolas, ¿entendiste, bueno para nada? Ya tengo mucho con que estés con mi cerecita.

— ¡Abuelo!

— ¿Qué? Solo estoy diciendo lo que pienso.

—No se preocupe señor Rodríguez, yo respeto mucho a su... emmm cerecita—La manera en que habló Bart me hizo sonreír como boba, todos en la mesa empezaron a negar con la cabeza mientras miran con lástima a Bart. Estoy dudando de el porque lo hacían hasta que lo capte.

Cierro los ojos y al igual que mi familia empiezo a negar con la cabeza.

Bart me dijo cerecita.

— ¡¿Quién te dio permiso de usar el apodo de cerecita?! ¡Te voy a demandar por robarme mi frase! Aunque mejor haré otra cosa, ¿ya conociste a Mimi?

Ay no.

— ¿El hurón de Amy? Pues sí, ella...

—No, bueno para nada. Estoy hablando de Mimi, mi escopeta.

¿Les había contado que le puse Mimi a mi hurón porque mi abuelo me la regaló?

¡HOLA!

Creo que Amy tenía que volver a narrar, ella me estaba llamando a gritos xD

¿Una gran sorpresa que el abuelo Julio le hubiese regalado a Mimi a su nieta? Algo muy tierno :3 Lo que no es tierno es que le hubiesen puesto el nombre de la escopeta, pobre Mimi.

Espero que el capítulo haya sido de su agrado, no he hecho tareas por escribir los siguientes capítulo :O ahorita es que me pondré en ello.

Otra cosa: ¿Les gustaría que hiciera un grupo de facebook o una cuenta de instagram sobre los intocables? Compartiría muchísima información sobre los chicos, ademas de adelantos 7u7

Quería darles una buena noticia, miren:

Esto fue el día de ayer, aún no supero que estuvieran en esas posiciones, ¡Es tan genial! Gracias por el apoyo que le han dado a Los intocables, los chicos están haciendo una colecta para visitar a cada una(o) en sus casas xD

Ahora si me voy, saluditos y no se olviden de votar por RUL en los premios Firefly Awards, les dejaré el link en comentarios :)