Mi familia cada vez estaba más cerca de estar completa. Johnny, Félix y Anastasia ya se encontraban aquí, gracias a Dios ninguno de ellos tenía hijos ya que si fuera así, seríamos el triple de personas en nuestra pequeña casa. Mi estadía junto a Mimi en el sofá ha sido lo más incómoda posible, comparto sofá con todas las mascotas de la familia y me despierto con un horrible dolor de cuello. Mamá ha estado exigiéndome hacer de canguro para los niños más pequeños, por supuesto, siempre le respondo con lo mismo: yo soy la prima, no la niñera... A esas le pagan, a mí solo me darán una palmada en mi hombro diciendo un bien hecho. Mientras tanto me seguiré encargando de los animales.

Ahora me encuentro en casa de Daisy realizando una de las últimas actividades de clase, un trabajo escrito para la profesora Montgomery con más de tres mil palabras. Todo iba bien hasta que Connor se le ocurrió la maravillosa idea de pasar por la casa de su novia y entorpecer nuestro avance en el trabajo.

El marcador de páginas de Word me indica que son ochocientas palabras las que integran el trabajo aún incompleto. He hecho una gran parte mientras que Daisy esta de beso en beso con el intocable, no ha prestado la más mínima atención ni a mí ni al trabajo.

— ¿Daisy, podrías terminar esta parte del trabajo?—pregunto llamando su atención y haciendo que se separe de los labios de Connor.

— ¿Cómo?

— ¿Puedes terminar el trabajo? Mi espalda está muriendo.

—Seguro.

—Disculpa que este distrayendo a Daisy, Amy—Las disculpas de Connor se notan falsas, él se encuentra muy feliz entreteniendo a su novia.

—Voy a hacer que te creo, Conito.

—No me digas Conito, por favor—Se queja haciendo un pequeño berrinche—. Ya tengo suficiente con los chicos.

—Si te sigue molestando, solo pregúntale cuando le va a confesar a Bart lo que siente—dice Daisy mirándome con una sonrisita pícara.

— ¿Cómo?—inquiere Connor confundido.

—¿Qué tiene que ver Bart en todo esto?

—Te mueres por Bart—manifiesta Daisy y Connor me mira con los ojos como platos.

—Cuéntame otro chiste, amiga—digo entre risas.

— ¿Lo vas a negar?

—No tengo que negar nada, Bart es solo el dueño del novio de Mimi, no es más nada y no me interesa de ninguna otra forma.

—¿Estas siendo sincera?

—Estoy siendo cien por ciento sincera Daisy, no creo que ni en un millón de años podría estar con alguien como él.

—Bueno, creo que me ha quedado claro.

Una voz que no era la de Daisy ni la de Connor y mucho menos la mía retumba por las paredes de la habitación. Conozco perfectamente ese todo de voz, cierro mis ojos apretándolos muy fuerte y luego poco a poco me volteo hacia la puerta de la habitación.

Bart Taylor está ahí y no trae una buena cara.

¿Estoy arrepentida?

Sí.

¿Voy a retractarme?

Pues... tal vez.

¡Hola! ¿Cómo están todos?

Solo notifico que quedan pocos capítulos para el día de la cena, sé que voy lento pero éstos capítulos son importantes para el desarrollo de la historia... Sé que todos andan esperando con ansias el (los) capitulo(s) de la cena pero deben esperar un poquitillo.

Espero que mientras tanto disfruten de este :)

¿Que creen que dirá Amy? 

Saluditos.