Después de una hora de charlas de cómo se tiene que colocar un condón, mamá nos deja libres. Fue la conversación más incómoda del mundo y no porque mi mamá la diera sino porque Bart Taylor estaba ahí.

Bajamos en silencio hasta el sótano de mi casa, había despejado una esquina para que Mimi y Pelusa estuvieran libres de obstáculos. También, coloqué una bolsa con provisiones, no pensaba en subir con Bart, no quería que mi familia se lo comiera con preguntas.

—Tu madre es agradable—dijo de pronto.

— ¿Te estás burlando de mí?

—Ujm no, te estoy hablando en serio.

—Acaso tu madre es un monstruo para que digas que la mía es agradable—Hago énfasis en la última palabra.

—Créeme, mi mamá es el ser más molesto del mundo—murmura mientras se sienta en una de las sillas que había preparado para nosotros—. Ella es amargada y fastidiosa pero sigue siendo mi madre. No la cambiaría por nada en el mundo.

—Eso es lindo—susurro sonriendo. Estoy sorprendida por esta faceta de Bart.

—Yo soy lindo, Amy—Y ahí acabo todo. ¿No pudo cerrar la boca por un minuto más?

—Como sea, deja a Pelusa por ahí—Señalo mi muy improvisada esquina del amor.

—Fue una buena idea hacer esto, es importante que ambos estén cómodos y se sientan libres.

Colocamos a los hurones sobre los juguetes y periódicos, nos quedamos en silencio mirando fijamente los cuerpos peludos. Mimi se acercaba a Pelusa algo reticente, el hurón macho se yergue y la miraba encantado... o eso quería creer. En realidad, solo se veían. De un momento a otro, Pelusa se desplazó a la parte trasera de Mimi y la monta. Cambio mi mirada hacia el rostro de Bart quien me observaba con una pequeña sonrisa.

— ¿Qué?

— ¿Te incomoda ver esto?

— ¡Claro que me incómoda!—exclamo sonrojada—. Están teniendo sexo.

—Bueno, si actúas así viendo a unos animales procrear, no me quiero ni imaginar cómo actúas cuando ves porno en tu computador.

— ¡Yo no veo porno! ¡Yo no soy tú!

— ¿Nunca has visto porno en tu vida?—pregunta asombrado.

¿Qué? ¿No es normal que una chica no vea porno? Este chico realmente está enfermo.

—Eres extraña, Amy—murmura mirándome de par en par.

—Bueno si no te gusta puedes irte al infier...

—Me gusta... y mucho.

¿Señoras y señores, eso que escucho retumbar en mis oídos, es mi corazón?

Hola, chicos...

Ando algo depre porque me dieron una noticia que...

Uff en fin, espero que les guste el capítulo :) Empezaré de nuevo a dedicar capítulos.

Muchas gracias por leer, se les quiere mucho xx