Mi celular sonó hasta lograr despertarme, me removí en la cama ignorándolo y planee seguir durmiendo. Pero volvieron a llamar, una y otra vez.

— Rosie atiende esa cosa por el amor de Dios —. Farfulló Jacob molesto.

Reí un poco y al estirar mi brazo fuera de la cama tome el celular.

Llamada telefónica.

— Hola.

— ¡Rosie! ¡Al fin te dignas en responder! — Escuche exclamar indignada a mi madre desde el otro lado de la línea.

— Mamá son las 6am.

— ¡Tu hermana está por tener a tu sobrino!

— ¿Que?

Ante la última frase de mi madre, salí de un salto de la cama y comenze a buscar mi ropa por el cuarto para poder comenzar a vestirme ante la incrédula mirada del muchacho que aún continuaba recostado.

— Estamos en camino al hospital donde tú trabajas, ven cuanto antes.

— En menos de quince minutos estaré allí.

Fin de la llamada telefónica.

— ¡Jacob mueve te!

El muchacho me miró desconcertado, pero sin contra decirme salio de la cama y se comenzó a vestir al igual que yo.

Cuando finalmente ambos estábamos dentro del auto los nervios comenzaron a brotar me más intensamente.

— Ve al hospital donde trabajo —. Le ordene a Jacob.

— ¿Es una emergencia?

— ¡Jacob mi hermana está por tener a su bebé!

El me miró sorprendido y luego solo se limitó a conducir veloz desde su casa al hospital.

Cuando llegamos mis compañeras y compañeros de trabajo ya estaban informados de que llegaría, por lo tanto sin que me hagan ningún tipo de pregunta sólo avance junto con Jacob a una sala de espera cercana a las salas de parto.

— Rosie —. Atino a decir mi madre al verme.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas, y sus uñas casi eran inexistente ya que las había mordido en exceso

— Mamá —. Dije casi en un suspiro y corrí hacia ella para poder abrazarla lo más fuerte posible —. Oh estoy tan emocionada, ya quiero tener a ese pequeño entre mis brazos.

Por que sí. En las ecografías se veía claramente que era un niño.

— Estamos las dos iguales.

Nos separamos y sonreímos.

Jacob y yo nos sentamos uno al lado del otro para esperar junto a mis padres la llegada del pequeño y nuevo integrante de la familia. Poco a poco la sala se llenaba de más y más gente, primos, tíos y abuelos de ambas familias tomaban lugar.

— ¿Cuanto crees que falte? —. Le pregunté impaciente a mi madre.

— No tengo ni la menor idea.

Sus pies se movían constantemente y la comprendía. No todos los días se es abuela.

— ¿Como se llamará?

La voz de Jacob era tenue, el pobre moría de sueño y no podía ocultarlo.

— Es una sorpresa, aún no lo sé —. Explique.

— Rosie iré por un café —. Un bostezo lo interceptó y dejó de hablar —. ¿Quieres algo?

— Si como o bebo algo, lo más probable es que lo vomité.

— Pues entonces no te traeré nada, no quiero tener que arrojar a la basura otra camisa.

Reímos un poco ante aquel recuerdo y luego vi como torpemente se alejaba de mi en dirección a la cafetería que quedaba del otro lado del hospital.

— ¡Rosie!

Mi madre me desconcertó con su llamado y sacudidas alarmantes.

— ¿Que sucede? —. Había preguntado aquello en un tono alto por lo que todos voltearon a verme.

— ¡Lucas!

Miré en dirección a la puerta de la sala de parto y efectivamente mi cuñado estaba allí con un atuendo similar al de los enfermeros pero una gran sonrisa en el rostro.

— Edgard London Castle acaba de nacer —. Su frase en tono leve y casi imperceptible llegó a mi corazón como una bala y me instalo un sentimiento de felicidad inmediato.

— Todo salió perfecto —. Continuo el —. Es un pequeño de dos kilos y medio.

Lucas se tomó un segundo para respirar pausadamente y luego volvió a levantar la vista hacia todos nosotros.

— En este momento lo están limpiando —. Su sonrisa seguí allí y sólo transmitía alegría -. Magui está exhausta de tanto pujar.

Todos en el lugar reimos incluyéndolo a él, pero aún quedaba algo que resolver.

— Jacob y Rosie vengan aquí.

Miré a mi alrededor y pude encontrar a Jacob a unos cuantos metros de mi. Sin dejarme tiempo a apresurar lo el corrió hacia donde yo estaba y juntos caminamos hasta Lucas.

— Vengan conmigo.

Seguimos al recientemente padre hasta una pequeña habitación donde unos bolsos con diseños infantiles que yo misma había obsequiado a mi hermana reposaban sobre una bonita cama junto a una cuna pequeña.

— Los traje aquí por que hay algo que quisiera decirles.

— Somos todo oídos —. Dijimos Jacob y yo al unísono.

— Los escogimos como padrinos.

Una sonrisa se plantó en mi rostro nuevamente acompañada está vez por una gratificante sensación de orgullo.

— Rosie, tu sabes cuánto te aprecia Magui y que sólo en ti confiaría ella a nuestro hijo —. Lucas me sonrió y abrazo cálidamente para luego al separarnos volcar su mirada en Jacob —. Tu Jacob muy bien sabes que te aprecio y consideró como a un hermano, se que eres responsable y querrás a mi hijo casi tanto como yo, por lo tanto quería pedirte que seas su padrino.

Jacob al punto del llanto le brindó un abrazo a Lucas que sin dudarlo lo acepto.

— De parte de los dos muchísimas gracias por esto Lucas.

Lucas salió del cuarto con la excusa de querer ver a Edgard y a Magui. Lo cual es completamente entendible.

Apenas mi cuñado cruzó la puerta me abalanze sobre Jacob y junte nuestros labios en un cálido beso donde pude sentir un leve gusto a café.

— Estoy muy feliz —. Explique aún con mis brazos alrededor de su cuello.

— Digo lo mismo.

Su mirada se tornó un poco extraña y no pude evitar apartarme un poco de el por la sorpresa.

— Yo también tengo algo que decirte Ro.

— ¿Si?

— Te amo.

Te amo.

Esas dos simples palabras fueron lo que hicieron de este uno de los días más hermosos de mi vida -Si es que aún no lo era -.

Jacob entendía tan bien como yo que esas palabras eran muy importantes y las había guardado para un día especial donde verdaderamente lo sintiera.

— Te amo —. Repitió.

— Y yo a ti cariño.

Nuevamente y sin dudar me abalanze sobre el y le obsequie un beso lleno de amor que bien me supo devolver.

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Mi mirada estaba fija en la cuna donde descansaba mi hermoso ahijado. Tenía un gorrito celeste y un conjunto blanco. Sus pequeñas manitos estaban quietesitas alrededor de su cuerpo y sus pequeños ojos permanecían cerrados. Todo a su alrededor era paz y podría estar aquí observándolo dormir para siempre.

Por que a ti también te amo pequeño.

Imaginar como serán sus ojos, su voz y su carácter me llena de intriga. Su poco cabello está cubierto así que no se su tono.

— Deja de ver a si a mi hijo.

La voz burlona de mi hermana me tomo por sorpresa. Al voltear la vi allí tendida, su cabello alborotado y su expresión de cansancio lo decían todo. Además de que su voz había sonado muy extraña.

— Cariño no te esfuerzes —. La tranquilizó Lucas.

Ella asintió y nuevamente miro hacia mi.

— Es un pequeño hermoso.

— Lo se.

Sonrei y me acerqué a ella. La abraze lo más delicadamente posible y mi hermana sólo se limitó a observarme con una media sonrisa.

— Gracias por nombrarme su madrina, de verdad estoy muy orgullosa de ser lo.

* * *

Hola!

¿Que les pareció el capítulo? Todo tan emotivo :')
¡Jacob le dijo que la amaba! ¡Nació el pequeño Edgard!
¡Rosie es madrina!

Wow <3
El próximo capítulo será el último 😿 Aún no puedo creerlo, y pensar que hace unos meses escribía sobre carreras de motocicletas 😓 Es increíble como la historia fue cambiando de a poco, y todo es gracias a ustedes. Juro que no hubiera llegado hasta aquí sin su apoyo ¡GRACIAS!

Voten y comentén por favor 💟😚