— Abuelo, no tienes idea de lo que vi hoy —. Soltó con ansiedad Magui.

— ¿Que viste ? —. Pregunto el anciano con atisbos de nerviosismo

— ¡Marcus y Rosie se besaron!

La niña pronuncio aquella ultima frase con gran asombro y abriendo los ojos exageradamente. Cosa que en vez de generarme risa me genero un poco de nervios.

— Buchona —. Soltó Marcus entre un fingido ataque de tos (muy mal actuado si puedo agregarlo)

— Al menos ella me cuenta algo —. Defendió el abuelo de la pequeña dedicándole una sonrisa a la niña —. Oh que... ¿acaso te molesta que  nos mantenga al tanto de  lo sucedido?

La pregunta del anciano derrochaba ironía y un poco de gracia. En cambio Tom era pura seriedad y concentración al beber su taza de chocolate caliente.

— No, claro que no —. Susurro Marcus apenado.

— ¿Se casaran? —. Pregunto Magui dejándome atónita... Y no solo a mi. Marcus claramente no respondía por temor a herir las ilusiones   de la niña, pero en cuanto a mi, lo que sucedía era que simplemente no sabía que responder.

— Por el momento no creo —. Dijo Tom en tono neutral.

— Claro pequeña, Rosie y Marcus son muy jóvenes aun. ¡Y acaban de comenzar a salir! Dales un pequeño respiro, deben conocerse aún.

El anciano sacudió ligeramente el cabello de la pequeña y ella atisbo una preciosa sonrisa en respuesta.

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Era por la noche, y el frío sorprendió seguramente a más de uno.

Recostada en la cama del cuarto de Marcus temblaba literalmente y no precisamente de miedo. Mas de una vez se me cruzo por la mente bajar y despertar al chico para que viniera a recostarse conmigo. Pero molestarlo era mi último deseó.

Los minutos sobre aquella cama pasaban con rapidez, y el frío realmente no me permitía dormir.

Decidída y finalmente me levante de la cama y abrí la puerta del cuarto decorado con posters perteneciente a Marcus.

Al salir encontré tres puertas a mis lados, y sin recordar cual debía abrir. Solo golpeé la que estaba más próxima a mi.

Luego de mi golpeteo algunos sonidos sin sentido en mi mente se escucharon tras la puerta. Hasta que los pasos de una persona  aproximándose me distrajeron de mis pensamientos.

Al principio no pude distinguir quien se encontraba parado frente a mi, pero cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad que lo envolvía no pude pasar por alto que Tom...se veía muy sexy sin camisa y con sus pantalones de pijama.

Primer día de "noviazgo" y ya fijándote en otro muchacho Rosie. Y no solo que otro muchacho si no que el mismísimo hermano de tu pretendiente. Eres todo un orgullo.

— Em...perdón si interrumpo tu sueño pero...es que...

— Vamos ve al grano quiero regresar a la cama y dormir —. Me interrumpió tajante Tom a mitad de mi precioso...tartamudeo.

— En mi cuarto ahí insectos —. Mentí.

— ¿Que insectos? —. Pregunto desconfiado.

— Mosquitos, creo.

Improvizar no es lo mio...

— ¿Crees?

— Pues es que no los vi pero escuche un zumbido y supuse que serian ellos.

Un breve silencio incomodo se produjo entre los dos, hasta que Tom lo finalizo.

— Ven, mi cama es lo suficiente grande como para los dos — Me invito Tom.

¿Que pensara Marcus si voy a dormir con su hermano?