El muchacho que supongo yo es el hermano de Marcus, se sentó a la cabezera de la mesa. Justo a mi lado.

-¿Y tu eres? -Pregunto secamente mirándome de arriba a abajo.

-Si hola ¿Como estas? -Pregunte irónica provocando la risa de todos en la mesa, menos la de el que quedo con el ceño fruncido.

-El es mi hermano Tom. -Aclaro Marcus. -Tom ella es Rosie.

"Tom" se dedicó a comer y el resto de nosotros mantuvimos una conversación animada. Magui no dejaba de hablar de que mañana quería visitar la playa conmigo y Marcus.

-Si Marcus quiere por supuesto podrás venir. -Le dije tranquilizadora mente a la niña.

-¿Marcus me puedes llevar? -Pregunto insistentemente la pequeña.

-Si, claro. -Respondió el algo frustrado

-Espero que la cuides bien Marcus, que no sea como la última vez...

El anciano luego de pronunciar la última frase le lanzo una mirada amenazadora al nombrado y este se limitó a asentir.

La curiosidad por saber que sucedió "La última vez" me invadió, pero preguntar sería muy de fisgona.

-Creo que ya es hora de irme. -Comente en voz baja.

-Marcus, llevala. -Ordeno el anciano.

Luego de despedirme, Marcus y yo salimos de la casa y nos montamos en el carro.

-¿Quien era el anciano? -Pregunte curiosa.

-Mi abuelo, pero no le digas anciano. Le fastidia.

-Claro. ¿Y tu hermano es siempre tan tajante?

-Si, el tiene su carácter.

Marcus encendió la radio como queriendo me decir indirectamente que cerrara mi boca y yo lo hice.

Marcus conducía rápidamente, como si supiera que nadie vendría de frente o doblaría en una esquina. Me sentí aliviada al llegar a la puerta del hotel.

-Hasta mañana bonita. -Saludo antes de darme un beso en la mejilla.

-Hasta mañana.

Baje del carro y ingrese al hotel. Donde me pidieron identificación por que claramente se olvidaron de que yo había estado allí en la mañana.

-Muy bien, pude subir señorita Castle y perdón por la molestia.

Subí refunfuñando por el ascensor y entre al cuarto utilizando mis llaves. No me sorprendió ver a Noah y Stela dormir cada uno profundamente en sus respectivas camas.

Sin dudarlo me recoste en mi cama asignada y sin darme cuenta, ya estaba dormida.

-Hora de despertar flojas. -Nos llamo Noah a Stela y a mi.

-Callate imbécil. -Le espeto Stela antes de taparse la cara con la almohada.

-Imbécil tu. -Gruño el antes de lanzarse sobre ella aplastándola.

Yo solté una gran risotada y me levante de la cama.

-Vamos es hora de desayunar.

Y así luego de orinar y cepillar nuestro cabello (Unos mas que otros).
Los tres formamos fila y salimos del desordenado cuarto. Ya las muchachas de limpieza se encargarían.

Al bajar nos encontramos con unas cuantas mesas que tenían varias tazas sobre ellas y una gran mesa cubierta de todo tipo de manjares.

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-¿Y a donde fueron a pasear ayer?- Pregunte recordando su abandonó en la playa.

Ambos se miraron como lamentando que yo lo recordara y sonrieron cómplices.

-Solo caminamos. -Explico Stela.

-No les creo. -Asegure.

-Como tu quieras. -Volvio a decir Stela.

Y así esquivando mis preguntas dieron como finalizado el tema. Pero yo sospechaba que sucedía.